murió defensor de la marihuana médica
[Valerie J. Nelson] Tod H. Mikuriya, a los 73. El psiquiatra que defendió el uso legal de la marihuana en medicina.
El doctor Tod H. Mikuriya, el psiquiatra que fue una importante figura en el movimiento por el uso médico de la marihuana en California, murió el domingo en su casa en Berkeley debido a complicaciones de un cáncer, comunicó su familia. Tenía 73 años.
Ayudó a redactar la Proposición 215, una medida que fue votada en el estado y que legalizó la prescripción de marihuana para los enfermos graves. Desde su aprobación en 1996, Mikuriya ha escrito recetas para casi nueve mil pacientes, dijo su amigo Fred Gardner.
Mikuriya estudió el potencial terapéutico de la planta desde los años sesenta y dirigió brevemente la investigación sobre la marihuana en el Instituto Nacional de la Salud Mental. Lo abandonó cuando se dio cuenta de que el gobierno sólo "quería oír cosas malas sobre la marihuana", dijo a la revista online AlteNet en 2004.
En 1999, Mikuriya fundó la Sociedad de Médicos por el Cannabis para enseñar a sus colegas los usos medicinales de la planta. Escribió libros sobre el tema y formuló una lista de enfermedades que han sido mitigadas por el cannabis; entre las 285 afecciones, se encuentran muchos cánceres, el insomnio y el tartamudeo.
Cuando el entonces zar antidrogas de la Casa Blanca, Barry McCaffrey, vio una versión de la lista en una rueda de prensa en 1996, esta incluía "la recuperación de recuerdos olvidados" y "calambre de escritor". Lo llevó a acusar al tipo de medicina de Mikuriya como episodio de "Cheech y Chong" [dos cómicos de los años sesenta y setenta cuyos personajes eran dos hippies marihuaneros de Los Angeles].
"Eso que el zar antidrogas intentaba ridiculizar, era para Mikuriya su más grande contribución: la convicción de que muchas enfermedades podían ser tratadas con marihuana", dijo esta semana Gardner, editor de la revista de la sociedad, al Times.
Las críticas provocaron una creciente vigilancia de Mikuriya y otros de un grupo de unos quince médicos llamados popularmente los ‘doctores del hachís' que prescribían la mayoría de las recetas de marihuana del estado. Muchos capearon las investigaciones del Colegio Médico de California.
En 2000, Mikuriya fue acusado de conducta poco profesional e incompetencia por recomendar marihuana a dieciséis pacientes que no habían sido examinados físicamente y por no llevar historiales adecuados, de acuerdo al reportaje del Times en 2004.
Colocado a prueba por el estado en 2004, Mikuriya apeló y continuó su práctica bajo la supervisión de un monitor del estado. También dejó de recibir pacientes en su casa en las colinas de East Bay y se mudó a una pequeña suite encima de una tienda de comestibles de Trader Joe en El Cerrito, en el lado este de la Bahía de San Francisco.
Mikuriya consideró que las acusaciones estaban motivadas políticamente y pensaba apelar cuando su salud empeoró, dijo Gardner.
Tod Hiro Mikuriya nació en el condado de Bucks, Pensilvania, en 1933, hijo de Anna Schwenk, una inmigrante alemana, y Tadafumi Mikuriya, un samurai japonés. Su padre trabajaba en la educación especial y su padre era un ingeniero civil que a menudo diseñaba puentes.
Asistió a escuelas cuáqueras, financiando sus estudios cantando folclore. Se graduó en el Reed College en Portland, Oregon, en 1956, con un diploma de licenciado en psicología y sirvió como médico en el ejército antes de obtener su diploma médico de la Universidad Temple de Filadelfia, en 1962.
Cuando estudiaba en Temple, encontró una referencia sobre el uso médico de la marihuana en un texto farmacológico, que desencadenó su interés de toda la vida, dijo Gardner.
Mikuriya se especializó en psiquiatría en el Hospital del Estado de Oregon, en Salem, y completó su formación en el Hospital Mendocino. Para 1970 se había mudado a Berkeley e iniciado una consulta privada.
"Era ecléctico y tenía espíritu aventurero, y era muy, muy curioso", dijo su hermana Mary Jane Mikuriya.
Ese espíritu podía extenderse a los viajes, al pilotaje de su propio avión, a las carreras de automóviles y experimentar en la cocina. Una vez con un tinte alimenticio dio un color azul a una comida "simplemente para ver qué efecto psicológico causaría", dijo su hermana.
El doctor Tod, como lo llamaban sus pacientes, tenía modales suaves y llevaba un mandil blanco de laboratorio con un logo bordado que revelaba su especialidad. Mostraba a la serpiente y el báculo de Esculapio, el dios griego de la medicina, encima de una hoja de marihuana.
Le sobreviven sus hermanas Mary Jane y Beverly, doctor en Pensilvania; su hijo, Tadafumi ‘Sean'; y su hija, Hero.
Ayudó a redactar la Proposición 215, una medida que fue votada en el estado y que legalizó la prescripción de marihuana para los enfermos graves. Desde su aprobación en 1996, Mikuriya ha escrito recetas para casi nueve mil pacientes, dijo su amigo Fred Gardner.
Mikuriya estudió el potencial terapéutico de la planta desde los años sesenta y dirigió brevemente la investigación sobre la marihuana en el Instituto Nacional de la Salud Mental. Lo abandonó cuando se dio cuenta de que el gobierno sólo "quería oír cosas malas sobre la marihuana", dijo a la revista online AlteNet en 2004.
En 1999, Mikuriya fundó la Sociedad de Médicos por el Cannabis para enseñar a sus colegas los usos medicinales de la planta. Escribió libros sobre el tema y formuló una lista de enfermedades que han sido mitigadas por el cannabis; entre las 285 afecciones, se encuentran muchos cánceres, el insomnio y el tartamudeo.
Cuando el entonces zar antidrogas de la Casa Blanca, Barry McCaffrey, vio una versión de la lista en una rueda de prensa en 1996, esta incluía "la recuperación de recuerdos olvidados" y "calambre de escritor". Lo llevó a acusar al tipo de medicina de Mikuriya como episodio de "Cheech y Chong" [dos cómicos de los años sesenta y setenta cuyos personajes eran dos hippies marihuaneros de Los Angeles].
"Eso que el zar antidrogas intentaba ridiculizar, era para Mikuriya su más grande contribución: la convicción de que muchas enfermedades podían ser tratadas con marihuana", dijo esta semana Gardner, editor de la revista de la sociedad, al Times.
Las críticas provocaron una creciente vigilancia de Mikuriya y otros de un grupo de unos quince médicos llamados popularmente los ‘doctores del hachís' que prescribían la mayoría de las recetas de marihuana del estado. Muchos capearon las investigaciones del Colegio Médico de California.
En 2000, Mikuriya fue acusado de conducta poco profesional e incompetencia por recomendar marihuana a dieciséis pacientes que no habían sido examinados físicamente y por no llevar historiales adecuados, de acuerdo al reportaje del Times en 2004.
Colocado a prueba por el estado en 2004, Mikuriya apeló y continuó su práctica bajo la supervisión de un monitor del estado. También dejó de recibir pacientes en su casa en las colinas de East Bay y se mudó a una pequeña suite encima de una tienda de comestibles de Trader Joe en El Cerrito, en el lado este de la Bahía de San Francisco.
Mikuriya consideró que las acusaciones estaban motivadas políticamente y pensaba apelar cuando su salud empeoró, dijo Gardner.
Tod Hiro Mikuriya nació en el condado de Bucks, Pensilvania, en 1933, hijo de Anna Schwenk, una inmigrante alemana, y Tadafumi Mikuriya, un samurai japonés. Su padre trabajaba en la educación especial y su padre era un ingeniero civil que a menudo diseñaba puentes.
Asistió a escuelas cuáqueras, financiando sus estudios cantando folclore. Se graduó en el Reed College en Portland, Oregon, en 1956, con un diploma de licenciado en psicología y sirvió como médico en el ejército antes de obtener su diploma médico de la Universidad Temple de Filadelfia, en 1962.
Cuando estudiaba en Temple, encontró una referencia sobre el uso médico de la marihuana en un texto farmacológico, que desencadenó su interés de toda la vida, dijo Gardner.
Mikuriya se especializó en psiquiatría en el Hospital del Estado de Oregon, en Salem, y completó su formación en el Hospital Mendocino. Para 1970 se había mudado a Berkeley e iniciado una consulta privada.
"Era ecléctico y tenía espíritu aventurero, y era muy, muy curioso", dijo su hermana Mary Jane Mikuriya.
Ese espíritu podía extenderse a los viajes, al pilotaje de su propio avión, a las carreras de automóviles y experimentar en la cocina. Una vez con un tinte alimenticio dio un color azul a una comida "simplemente para ver qué efecto psicológico causaría", dijo su hermana.
El doctor Tod, como lo llamaban sus pacientes, tenía modales suaves y llevaba un mandil blanco de laboratorio con un logo bordado que revelaba su especialidad. Mostraba a la serpiente y el báculo de Esculapio, el dios griego de la medicina, encima de una hoja de marihuana.
Le sobreviven sus hermanas Mary Jane y Beverly, doctor en Pensilvania; su hijo, Tadafumi ‘Sean'; y su hija, Hero.
valerie.nelson@latimes.com
25 de mayo de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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