los últimos pinochetistas
[Carmen Sepúlveda y Felipe Saleh] La variopinta fauna de los que adoran al general. "Queremos estadista y perdonazo".
El ex integrante de la DINA Raúl Iturriaga Neumann representa al valiente patriota que se rebela contra la injusticia. Aquí el fan club del Tata exige amnistía y hace una pesimista radiografía del estado actual de las cosas; según ellos, "estamos volviendo a las capuchas, las protestas y los paros".
En Alameda 1452 se encuentran las oficinas de la Coordinadora del Personal en Retiro de las Fuerzas Armadas (Coperfaa). Desde aquí salen dos voces que enfrentaron los escupitajos de la funa realizada por organizaciones de derechos humanos la semana pasada. Jaime Núñez, presidente de Coperfaa, y Renán Ballas, coordinador de la misma institución, reconocen que quieren la reconciliación.
Renán Ballas, quien estuvo 20 años en el Ejército y 30 en la diplomacia, cuenta que esperaba que la Presidenta Michelle Bachelet, en el discurso del 21 de mayo, hablara de reencuentro: "Lo que nosotros queremos es que de una vez por todas el Presidente que venga, que ojalá no sea mujer, tenga criterio de estadista para que los familiares de los detenidos desaparecidos se junten con los familiares de nuestros caídos y con los de los procesados, y que todos nos demos un gran abrazo. ¿Por qué no hacer un gran monumento como el Valle de los Caídos español? Nosotros deseamos un perdonazo".
Por último, Raúl Díaz, camarada de Iturriaga, miembro de la Agrupación de Comandos en Retiro, resume el pensamiento del prófugo: "El comando no se rinde jamás, creo que no se va a entregar vivo".
Estos generales cuentan que a los soldados caídos los conmemoran en el Parque Inés de Suárez, en la plazoleta Carol Uzúa en Lo Curro, y cuando se trata de disfrutar de una cena reconocen que por su estética evocadora del Ejército alemán, su favorito es el Restaurante Lili Marlen, en la calle Julio Prado, donde junto a un whisky los cuatro estrellas, y el resto junto a una piscola, lloran las penas. "Es muy agradable este lugar porque tocan marchas", reconoce Jaime Núñez.
Los Guerrilleros
Terrorista. Es el vocablo número uno en la lista de las palabras feas que maneja Leonora Fajardo. Ella lideró un grupo, el Comando de Soberanía Nacional, que actuó usando tácticas no convencionales de guerrilla urbana, cuando Pinochet estaba preso en Londres. "Aparecíamos por sorpresa en Apoquindo o en las casas de los embajadores, pero no éramos terroristas, porque a ellos les gusta la sangre y matar", dice.
Actuaban a rostro descubierto y aunque hoy están disueltos, igual sus miembros –que son desde jóvenes reggaetoneros hasta fanáticas de Marianito Mores– permanecen en estado de alerta. "Las cosas son cíclicas, estamos volviendo a las capuchas, las protestas extrañas y los paros", dice Leonora, que sueña con que estalle la moda de las camisetas con la imagen de Bernardo O'Higgins o Carrera, en vez de tanta ropa con la cara del Che Guevara.
Leonora conoció al periodista Felipe Ávila, un chico de 28 años descrito por sus camaradas como "radical": a las seis de la mañana de cada 11 de septiembre saca la bandera al balcón y canta el Himno Nacional, segunda estrofa incluida. Como último sacrificio hizo una fila de diez horas para ver a Pinochet muerto en la Escuela Militar y no le escupió, simplemente estalló en llanto. Le encantan las marchas militares, Los Huasos Quincheros, Los Cuatro Cuartos y Patricia Maldonado, a quien venera: "Ella es un ejemplo de consecuencia, pudo haberse desvinculado en democracia para tener trabajo, pero no lo hizo y ahora Dios la está premiando", asegura.
Su amiga lo respalda haciendo una analogía muy ilustrativa: "No me imagino a Augusto Pinochet Hiriart en el directorio de TVN, ni en ninguna empresa. Los adherentes a Pinochet somos los grandes cesantes", se queja la ex cabecilla de la organización. Más que el desempleo, a ambos les molesta que los militares desfilen por los tribunales y no por las plazas, como antes. "¿Hace cuánto no escuchamos un orfeón? En este contexto de hostilidad permanente, Raúl Iturriaga está en su derecho de huir. Es el estandarte de los que se rebelan, de los valientes", dice Gajardo.
El Nostálgico
Luis Cortés Villa, director ejecutivo de la Fundación Pinochet.
–¿Echa de menos a su general?
–Sí, porque antes yo llegaba a la oficina y lo primero que hacía era llamar a su casa para saber cómo estaba de salud. Él era un elemento iluminador y de plena confianza. Sé que él nunca mandó matar a nadie, incluso se preocupó de que no se cometieran abusos. Mire, se enviaron decretos, órdenes y disposiciones a Londres que demostraban lo que estoy diciendo. Sé que, ni en forma verbal ni escrita, él habría ordenado una cosa como ésa".
El actual director de la Fundación Pinochet cuenta que se están elaborando cuatro videos que se distribuirán gratuitamente entre los socios adherentes y empresarios. "El primero es un homenaje con las honras fúnebres del día que murió mi general, el segundo es la ceremonia realizada en el Club Manquehue de reconocimiento a todos los abogados que ayudaron en su defensa, un tercero sobre la vida y muerte del general Pinochet que lo sacaremos al año del fallecimiento, y un cuarto que será un recuento de todo lo que la fundación ha hecho con los jóvenes becados".
El Poeta y la Documentalista
En el ambiente literario, una de las voces que sintoniza con Pinochet es Bruno Vidal, autor de ‘Arte marcial' y ‘Libro de guardia', aunque este escritor está lejos de ser lectura obligada entre los adherentes de Augusto Pinochet, como serían los literatos Enrique Campos Menéndez –fallecido la semana pasada–, Enrique Lafourcade, José Luis Rosasco o los historiadores James R. Whelan, Mario Spataro o Gonzalo Vial.
Bruno Vidal es la voz que sale de la marginalidad cultural a defender la causa del Gobierno militar. Es un convencido de que Pinochet es el Padre de la Patria, a la altura de Manuel Rodríguez y Arturo Prat. Si no lo conoce, léalo: "De la dictadura hay que tener el mejor recuerdo. Funar y escupir a los milicos me parece impropio. El gesto de Iturriaga Neumann me parece noble y respetable. La izquierda tiene que destruir el monumento erigido a Salvador Allende en la Plaza de la Constitución. Necesitamos socavar el orden establecido por la pasarela cultural progresista", afirma.
En la misma posición se encuentra Mónica Werham, camarógrafo personal de Pinochet, que registró todos los movimientos del dictador. Trabajó 32 años en seis documentales, que relatan distintas miradas de los momentos públicos más controvertidos del gobernante de facto. La antesala del golpe, el boicot de las uvas chilenas en 1987, el momento en que el soldado se convirtió en presidente y el último día de su gobierno. Mónica Werham, la Leni Riefenstahl chilena, admira la figura de su jefe, aunque después de conocerse los detalles del caso Riggs se distanció de su general.
Los Intelectuales
Hermógenes Pérez de Arce lleva más de 25 años escribiendo. Abogado, periodista y ex diputado del Partido Nacional. Fiel exponente de la derecha conservadora, admirador de Margaret Thatcher, es un clásico para quienes todavía están de duelo. Al leerlo da la sensación de que es el último de los pinochetistas, pero no es así, sus lectores adherentes suman miles. ‘Tramposos', fue el título de la columna de esta semana, esperada por aquellos que defienden la causa del prófugo Iturriaga: "Justo al general le hicieron ‘huevo de pato', pues lo condenaron por mantener secuestrado a un mirista, y todos, empezando por el juez, sabemos que eso no es verdad. Hermógenes dice que la rebeldía del prófugo se explica porque "ha recibido un fallo injusto e ilegal. No ha habido defensa de lo que le ha pasado; cuando las leyes no se aplican, se gestan razones de resistencia a la autoridad, se le atropellaron sus derechos".
En tanto, Álvaro Bardón Muñoz, presidente del Banco Central durante la dictadura, subsecretario de Economía de Pinochet, ingeniero comercial de la Universidad de Chile y actual director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Finis Terrae, es un liberal a ultranza que defiende incluso la legalización de las drogas. Para él, la odiosidad entre los chilenos sólo va a pasar cuando se logre amnistiar a los militares involucrados en causas de violación de los derechos humanos. "Las partes en un juicio siempre van a pensar que los otros son unos hijos de rana; es como los líos entre los enamorados, los políticos y los que tienen que ver con plata. No tienen arreglo. La única solución que veo es juntar a todos los involucrados y hacer una amnistía como la que hizo Chile cuando era un país sabio, después de la revolución del '91, pero en esta situación no se ha querido ver el tema así".
El Pinochetismo Soy Yo
En la línea más dura de los defensores de la causa se identifica a Francisco Javier Cuadra, ex vocero del general, ex embajador en el Vaticano, ex rector de la Universidad Diego Portales, y también autoproclamado salvador de la vida del ex presidente Ricardo Lagos en el año 1986, declaración que le costó el desalojo de la rectoría de la casa de estudios de la UDP. A Cuadra se suma el diputado de la UDI Iván Moreira, que cuando se le nombra a Pinochet es el primero en decir: "Si hay una persona que ha sido pinochetista, ése he sido yo". Según él, la obligación que tienen los miles y miles de chilenos que apoyaron al general es de "reivindicar su obra y figura en la historia, compromiso que no se puede olvidar. Para crear un partido político definitivamente no están las condiciones dadas, es la Alianza la que tiene que acoger a todos los chilenos que apoyaron al general Pinochet", dice enfático.
A Cuadra y a Moreira se suma el diputado de la UDI Jorge Ulloa, legislador por la VIII Región, profesor de Historia y Geografía y acérrimo leal a Augusto Pinochet. Estos tres personajes, esta vez opinaron sobre la rebeldía del prófugo Raúl Iturriaga Neumann: "Cuesta entender la figura del secuestro permanente en este caso" (Francisco Javier Cuadra). "Los procesados no pueden tener escondidos a una persona por 30 años, eso es inexistente en cualquier legislación del mundo" (Iván Moreira). "Es reprochable que el ministro de Defensa haya juntado al comandante en jefe del Ejército con la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Es una ofensa gratuita para el Ejército; no sólo no comparto esa reunión, es reprochable convocar a que las Fuerzas Armadas den opiniones políticas" (Jorge Ulloa).
En Alameda 1452 se encuentran las oficinas de la Coordinadora del Personal en Retiro de las Fuerzas Armadas (Coperfaa). Desde aquí salen dos voces que enfrentaron los escupitajos de la funa realizada por organizaciones de derechos humanos la semana pasada. Jaime Núñez, presidente de Coperfaa, y Renán Ballas, coordinador de la misma institución, reconocen que quieren la reconciliación.
Renán Ballas, quien estuvo 20 años en el Ejército y 30 en la diplomacia, cuenta que esperaba que la Presidenta Michelle Bachelet, en el discurso del 21 de mayo, hablara de reencuentro: "Lo que nosotros queremos es que de una vez por todas el Presidente que venga, que ojalá no sea mujer, tenga criterio de estadista para que los familiares de los detenidos desaparecidos se junten con los familiares de nuestros caídos y con los de los procesados, y que todos nos demos un gran abrazo. ¿Por qué no hacer un gran monumento como el Valle de los Caídos español? Nosotros deseamos un perdonazo".
Por último, Raúl Díaz, camarada de Iturriaga, miembro de la Agrupación de Comandos en Retiro, resume el pensamiento del prófugo: "El comando no se rinde jamás, creo que no se va a entregar vivo".
Estos generales cuentan que a los soldados caídos los conmemoran en el Parque Inés de Suárez, en la plazoleta Carol Uzúa en Lo Curro, y cuando se trata de disfrutar de una cena reconocen que por su estética evocadora del Ejército alemán, su favorito es el Restaurante Lili Marlen, en la calle Julio Prado, donde junto a un whisky los cuatro estrellas, y el resto junto a una piscola, lloran las penas. "Es muy agradable este lugar porque tocan marchas", reconoce Jaime Núñez.
Los Guerrilleros
Terrorista. Es el vocablo número uno en la lista de las palabras feas que maneja Leonora Fajardo. Ella lideró un grupo, el Comando de Soberanía Nacional, que actuó usando tácticas no convencionales de guerrilla urbana, cuando Pinochet estaba preso en Londres. "Aparecíamos por sorpresa en Apoquindo o en las casas de los embajadores, pero no éramos terroristas, porque a ellos les gusta la sangre y matar", dice.
Actuaban a rostro descubierto y aunque hoy están disueltos, igual sus miembros –que son desde jóvenes reggaetoneros hasta fanáticas de Marianito Mores– permanecen en estado de alerta. "Las cosas son cíclicas, estamos volviendo a las capuchas, las protestas extrañas y los paros", dice Leonora, que sueña con que estalle la moda de las camisetas con la imagen de Bernardo O'Higgins o Carrera, en vez de tanta ropa con la cara del Che Guevara.
Leonora conoció al periodista Felipe Ávila, un chico de 28 años descrito por sus camaradas como "radical": a las seis de la mañana de cada 11 de septiembre saca la bandera al balcón y canta el Himno Nacional, segunda estrofa incluida. Como último sacrificio hizo una fila de diez horas para ver a Pinochet muerto en la Escuela Militar y no le escupió, simplemente estalló en llanto. Le encantan las marchas militares, Los Huasos Quincheros, Los Cuatro Cuartos y Patricia Maldonado, a quien venera: "Ella es un ejemplo de consecuencia, pudo haberse desvinculado en democracia para tener trabajo, pero no lo hizo y ahora Dios la está premiando", asegura.
Su amiga lo respalda haciendo una analogía muy ilustrativa: "No me imagino a Augusto Pinochet Hiriart en el directorio de TVN, ni en ninguna empresa. Los adherentes a Pinochet somos los grandes cesantes", se queja la ex cabecilla de la organización. Más que el desempleo, a ambos les molesta que los militares desfilen por los tribunales y no por las plazas, como antes. "¿Hace cuánto no escuchamos un orfeón? En este contexto de hostilidad permanente, Raúl Iturriaga está en su derecho de huir. Es el estandarte de los que se rebelan, de los valientes", dice Gajardo.
El Nostálgico
Luis Cortés Villa, director ejecutivo de la Fundación Pinochet.
–¿Echa de menos a su general?
–Sí, porque antes yo llegaba a la oficina y lo primero que hacía era llamar a su casa para saber cómo estaba de salud. Él era un elemento iluminador y de plena confianza. Sé que él nunca mandó matar a nadie, incluso se preocupó de que no se cometieran abusos. Mire, se enviaron decretos, órdenes y disposiciones a Londres que demostraban lo que estoy diciendo. Sé que, ni en forma verbal ni escrita, él habría ordenado una cosa como ésa".
El actual director de la Fundación Pinochet cuenta que se están elaborando cuatro videos que se distribuirán gratuitamente entre los socios adherentes y empresarios. "El primero es un homenaje con las honras fúnebres del día que murió mi general, el segundo es la ceremonia realizada en el Club Manquehue de reconocimiento a todos los abogados que ayudaron en su defensa, un tercero sobre la vida y muerte del general Pinochet que lo sacaremos al año del fallecimiento, y un cuarto que será un recuento de todo lo que la fundación ha hecho con los jóvenes becados".
El Poeta y la Documentalista
En el ambiente literario, una de las voces que sintoniza con Pinochet es Bruno Vidal, autor de ‘Arte marcial' y ‘Libro de guardia', aunque este escritor está lejos de ser lectura obligada entre los adherentes de Augusto Pinochet, como serían los literatos Enrique Campos Menéndez –fallecido la semana pasada–, Enrique Lafourcade, José Luis Rosasco o los historiadores James R. Whelan, Mario Spataro o Gonzalo Vial.
Bruno Vidal es la voz que sale de la marginalidad cultural a defender la causa del Gobierno militar. Es un convencido de que Pinochet es el Padre de la Patria, a la altura de Manuel Rodríguez y Arturo Prat. Si no lo conoce, léalo: "De la dictadura hay que tener el mejor recuerdo. Funar y escupir a los milicos me parece impropio. El gesto de Iturriaga Neumann me parece noble y respetable. La izquierda tiene que destruir el monumento erigido a Salvador Allende en la Plaza de la Constitución. Necesitamos socavar el orden establecido por la pasarela cultural progresista", afirma.
En la misma posición se encuentra Mónica Werham, camarógrafo personal de Pinochet, que registró todos los movimientos del dictador. Trabajó 32 años en seis documentales, que relatan distintas miradas de los momentos públicos más controvertidos del gobernante de facto. La antesala del golpe, el boicot de las uvas chilenas en 1987, el momento en que el soldado se convirtió en presidente y el último día de su gobierno. Mónica Werham, la Leni Riefenstahl chilena, admira la figura de su jefe, aunque después de conocerse los detalles del caso Riggs se distanció de su general.
Los Intelectuales
Hermógenes Pérez de Arce lleva más de 25 años escribiendo. Abogado, periodista y ex diputado del Partido Nacional. Fiel exponente de la derecha conservadora, admirador de Margaret Thatcher, es un clásico para quienes todavía están de duelo. Al leerlo da la sensación de que es el último de los pinochetistas, pero no es así, sus lectores adherentes suman miles. ‘Tramposos', fue el título de la columna de esta semana, esperada por aquellos que defienden la causa del prófugo Iturriaga: "Justo al general le hicieron ‘huevo de pato', pues lo condenaron por mantener secuestrado a un mirista, y todos, empezando por el juez, sabemos que eso no es verdad. Hermógenes dice que la rebeldía del prófugo se explica porque "ha recibido un fallo injusto e ilegal. No ha habido defensa de lo que le ha pasado; cuando las leyes no se aplican, se gestan razones de resistencia a la autoridad, se le atropellaron sus derechos".
En tanto, Álvaro Bardón Muñoz, presidente del Banco Central durante la dictadura, subsecretario de Economía de Pinochet, ingeniero comercial de la Universidad de Chile y actual director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Finis Terrae, es un liberal a ultranza que defiende incluso la legalización de las drogas. Para él, la odiosidad entre los chilenos sólo va a pasar cuando se logre amnistiar a los militares involucrados en causas de violación de los derechos humanos. "Las partes en un juicio siempre van a pensar que los otros son unos hijos de rana; es como los líos entre los enamorados, los políticos y los que tienen que ver con plata. No tienen arreglo. La única solución que veo es juntar a todos los involucrados y hacer una amnistía como la que hizo Chile cuando era un país sabio, después de la revolución del '91, pero en esta situación no se ha querido ver el tema así".
El Pinochetismo Soy Yo
En la línea más dura de los defensores de la causa se identifica a Francisco Javier Cuadra, ex vocero del general, ex embajador en el Vaticano, ex rector de la Universidad Diego Portales, y también autoproclamado salvador de la vida del ex presidente Ricardo Lagos en el año 1986, declaración que le costó el desalojo de la rectoría de la casa de estudios de la UDP. A Cuadra se suma el diputado de la UDI Iván Moreira, que cuando se le nombra a Pinochet es el primero en decir: "Si hay una persona que ha sido pinochetista, ése he sido yo". Según él, la obligación que tienen los miles y miles de chilenos que apoyaron al general es de "reivindicar su obra y figura en la historia, compromiso que no se puede olvidar. Para crear un partido político definitivamente no están las condiciones dadas, es la Alianza la que tiene que acoger a todos los chilenos que apoyaron al general Pinochet", dice enfático.
A Cuadra y a Moreira se suma el diputado de la UDI Jorge Ulloa, legislador por la VIII Región, profesor de Historia y Geografía y acérrimo leal a Augusto Pinochet. Estos tres personajes, esta vez opinaron sobre la rebeldía del prófugo Raúl Iturriaga Neumann: "Cuesta entender la figura del secuestro permanente en este caso" (Francisco Javier Cuadra). "Los procesados no pueden tener escondidos a una persona por 30 años, eso es inexistente en cualquier legislación del mundo" (Iván Moreira). "Es reprochable que el ministro de Defensa haya juntado al comandante en jefe del Ejército con la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Es una ofensa gratuita para el Ejército; no sólo no comparto esa reunión, es reprochable convocar a que las Fuerzas Armadas den opiniones políticas" (Jorge Ulloa).
24 de junio de 2007
©la nación
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