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más control de productos chinos


[Nelson D. Schwartz] Compañías norteamericanas aumentan control de productos chinos.
General Mills, Kellogg, Toys ‘R' Us y otras grandes compañías estadounidenses están extendiendo el control de miles de productos de uso común que reciben de abastecedores chinos, a medida que se amplían los retiros de artículos como juguetes y pasta dental, obligándolos a concentrarse en los posibles riesgos que fueron pasados por alto en el pasado.
Estas compañías están multiplicando sus análisis de los productos importados que venden, haciendo visitas de inspección sorpresivas a fábricas chinas y, en un caso, retirando las mercaderías de las estanterías americanas al primer indicio de problemas.
General Mills, que hace productos alimenticios como masa Pillsbury y cereales Chex, está analizando en los productos la presencia de contaminantes potenciales que no eran controlados en el pasado, aunque no quiso mencionar esas substancias. Kellogg ha aumentado su uso de servicios externos que examinan a los abastecedores chinos y ha identificado a abastecedores alternativos para el caso de que algunos ingredientes vitales no estuviesen disponibles. Y Toys ‘R' Us contrató hace poco a dos altos ejecutivos en nuevas posiciones para supervisar la adquisición e idoneidad de los productos, principalmente de artículos hechos en China.
"Estamos ideando nuevas maneras de hacerlo", dijo Tom Forsythe, portavoz de General Mills. "Estamos analizando cosas no que revisábamos en el pasado".
Una portavoz de Kellogg, Kris Charles, confirmó que los detallistas habían preguntado si la compañía usaba ingredientes de China que habían sido prohibidos por la Administración de Fármacos y Alimentos [FDA], incluyendo gluten de trigo y proteína de soya.
La compañía no lo hace, dijo Charles, pero Kellogg tomó la medida extra de analizar los ingredientes que sí importa de China, como vitaminas, miel, canela, castañas de agua y fresas deshidratadas. También estudió a sus abastecedores chinos para chequear si tenían relación con el reciente retiro de alimento para mascotas.
El hallazgo hace unos meses de productos contaminados o defectuosos de China -incluyendo pasta dental, llantas, juguetes y pescado- ha provocado que los legisladores estadounidenses acusaran a las compañías de sacrificar la calidad en su afán de importar a bajo costo y obtener beneficios más altos.
Si las compañías no mejoran sus controles y se encuentran más productos contaminados ingresando a Estados Unidos, la seguridad de las importaciones podría adquirir una dimensión política más pronunciada, dijeron los legisladores.
"Las compañías de alimentos han estado entre las que han resistido más fuertemente la tarea de informar al público sobre los ingredientes que usan", dijo el senador Sherrod Brown, demócrata de Ohio, que ha sido un importante crítico de China en el Congreso. "Y ahora lo que es más inquietante es que esos ingredientes provienen de ambientes no controlados".
En Estados Unidos no se ha informado de muertes o lesiones graves provocadas por los productos alimenticios chinos, aunque la glicerina falsificada china ha sido asociada con al menos cien muertes en Panamá. En mayo, altos personeros del gobierno de Bush, incluyendo al secretario de Agricultura, Mike Johanns, trataron el problema de la seguridad de los alimentos con funcionarios chinos durante las negociaciones comerciales en Washington. Y la semana pasada, en un paso destinado a tranquilizar a los consumidores occidentales, el gobierno chino declaró que había clausurado 180 fábricas de alimentos e identificado 23 mil violaciones a la seguridad.
Aunque afecta a sólo una fracción de las importaciones desde China, el creciente ritmo de las alertas, incluyendo la restricción impuesta por la FDA el jueves sobre la venta de cinco tipos de mariscos de piscifactorías chinas, ha llamado la atención a la repentina emergencia de China como un importante exportador agrícola. Entre 2002 y2006, las importaciones de alimentos de China reguladas por la FDA subió de unos cien mil envíos a casi 235 mil. Expertos predicen que esos envíos llegarán a 300 mil este año.
La avalancha de retiros y el creciente volumen de las exportaciones han subrayado otro problema: la creciente dependencia con respecto a China de los grandes fabricantes de alimentos de Estados Unidos en cuanto a aditivos básicos como el jugo de manzana, un edulcorante corriente y conservantes como el ácido ascórbico.
Estos aditivos poco conocidos forman los componentes esenciales en muchas cocinas estadounidenses, impidiendo que la fruta se vuelva marrón o proporcionando el dulzor de las barras de desayuno. Los expertos en alimentos observan, por ejemplo, que China suministra más de la mitad del jugo de manzana importado por Estados Unidos -era una pequeña fracción hace una década.
Otros aditivos críticos, pero comunes, han seguido una trayectoria incluso más pronunciada, de acuerdo a Peter Kovacs, el ex presidente de NutraSweet Kelco y ahora un consultor de la industria alimenticia. Más del ochenta por ciento del ácido ascórbico, mejor conocido como vitamina C y también usado como conservante, proviene de China, dijo Kovacs. Las importaciones chinas de goma de xantan, usada para espesar productos lácteos y aliños de ensalada, cubren el cuarenta por ciento del consumo en Estados Unidos.
"Este es un problema para toda la cadena alimenticia, pero era una laguna", dijo Kovacs. "Ahora lo están haciendo, pero antes las compañías no controlaban estos aditivos".
Aunque Kellogg y General Mills comunicaron estas medidas adicionales, se mostraron reticentes a entregar más detalles. Y muchos fabricantes de alimentos se ponen nerviosos a la hora de tratar lo que se está revelando como un problema que podría poner en peligro la confianza de los consumidores en las marcas más tradicionales.
Un portavoz de Sara Lee dijo que los ejecutivos no estaban disponibles para hacer comentarios, mientras que J.M. Smucker no devolvió las llamadas.
No todas las compañías están modificando sus métodos. En una declaración, el gigante agrícola Cargill declaró que "nuestras prácticas, que incluyen un completo control y auditorías de los abastecedores y auditorías, no han cambiado".
Como muchos observadores, Brown traza paralelos entre la China de hoy y el mundo descrito por Upton Sinclair en ‘The Jungle' hace un siglo. Esa descripción de la industria cárnica condujo a la creación de la FDA.
Otros legisladores, entre ellos la representante Rosa L. DeLauro, demócrata de Connecticut, están pidiendo la creación de una nueva organización federal para supervisar las inspecciones de alimentos. Una agencia semejante remplazaría la estructura actual, que divide la responsabilidad entre la FDA, el Departamento de Agricultura y otras dependencias.
"Desde la época de ‘The Jungle' que no hemos visto cambios significativos", dijo DeLauro. "Es hora de reexaminarlo, porque se trata de prevenir, y no esperar a que muera alguien".
Fundiendo los temores frente al creciente poderío económico de China con problemas sobre la seguridad de los alimentos, políticos como Brown y el senador Charles E. Schumer, demócrata de Nueva York, han dejado en claro que la seguridad de los alimentos es un problema que encuentra eco entre los votantes.
"Estamos diciendo a las empresas que es mejor que se protejan a sí mismas porque de momento ni el gobierno chino ni el estadounidense lo están haciendo bien", dijo Schumer.
Pero los consumidores no están seguros en quién confiar.
"Si compras Cheerios, es una marca, pero si das vuelta la caja, no te indica de dónde provienen los ingredientes", dijo Michael O'Brien, 59, mientras hacía compras en un Food Emporium en Union Square en Nueva York, refiriéndose a los cereales de General Mills. "Me preocupa enormemente porque nunca sabes realmente el origen del producto que consumes".
Para las compañías, el problema es doble: determinar qué examinar y mantener el control sobre su red de abastecedores, incluso cuando recurren a China para la importación de grandes cantidades de productos a precios bajos.
En realidad, el hallazgo del químico industrial melamina en alimento para mascotas antes este año -y la probable muerte de miles de animales como consecuencia- alertó sobre la industria alimenticia sobre los peligros potenciales en el suministro de alimento humano.
"Lo que estoy viendo es que las compañías han reconocido la importancia de controlar a sus abastecedores", dijo el doctor David Acheson, subcomisario para la protección de los alimentos de la FDA.
Mientras que la industria alimenticia ha estado en el centro de la atención en los últimos tiempos, otros sectores también están cambiando sus métodos en cuanto a las importaciones. Incluso antes de que el fabricante de juguetes RC2 Corporation retirara sus populares trenes Thomas & Friends debido a los altos niveles de plomo, que puede ser venenoso si es ingerido, Toys ‘R' Us rediseñó sus controles internos en adquisición y seguridad de los productos.
A fines del año pasado, Toys ‘R' Us contrató a Rick Ruppert, del detallista de ropas The Limited, como vicepresidente ejecutivo para el desarrollo de productos y servicios externos globales, una nueva función. Ruppert dijo que la compañía ha aumentado su gasto en seguridad y desarrollo de productos en casi un 25 por ciento en los últimos seis meses.
Toys "R" Us también está siguiendo más estrechamente las acciones de sus competidores. Después de que Target retirara en noviembre cerca de 200 mil muñecos de acción Kool Toyz debido a sus bordes afilados y por estar contaminados con plomo, Toys ‘R' Us descubrió que la misma compañía china que había fabricado esos juguetes también hacía las figuritas de Elite Operations que vendía en sus tiendas. Casi el ochenta por ciento de los juguetes vendidos en Estados Unidos son hechos en China.
Una firma externa de análisis fue llamada para examinar los juguetes, y estos fueron subsecuentemente retirados de las estanterías de Toys ‘R' Us cuando los análisis confirmaron problemas similares. Toys ‘R' Us también dejó de hacer negocios con su abastecedor, Toy Century Industrial Ltd., de Hong Kong.
Más recientemente, después del retiro del mes pasado de Thomas, Toys ‘R' volvió a pedir a una firma externa que analizara su propia línea de trenes Imaginarium. Los juguetes resultaron ser seguros.
"En el pasado habríamos simplemente revisado los resultados previos", dijo Ruppert. Esta vez "decidimos dar el paso siguiente: una revisión auténtica en tiempo real por una firma externa".
Mientras que los problemas recientes han provocado preocupación, es demasiado pronto como para saber qué extendidos están. Pero personeros de la industria alimenticia disputan fuertemente con legisladores como Brown y DeLauro, que advierten sobre una crisis inminente.
"La industria alimenticia estadounidense tiene un tremendo historial", dijo Pat Verduin, el científico jefe de la Asociación de Fabricantes de Abarrotes [Grocery Manufacturers Association], que representa a los fabricantes de alimentos. "Estamos aprendiendo a analizar. No estoy seguro si hace dos años habríamos estudiado un producto para saber si contenía melamina".

Kai Ma contribuyó al reportaje para este artículo.

8 de julio de 2007
©new york times
©traducción mQh
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