otro caso de detención arbitraria
[Ernesto Carmona] Asesino impune de Leonardo Henrichsen, es protegido por Carabineros.
Santiago, Chile. Esta mañana, al regresar del hospital, donde acudí a tomarme una muestra de sangre para un control hematológico que tengo mañana, recibí una llamada amenazante en el teléfono de mi casa, relacionada con la Funa efectuada el sábado al ex cabo Héctor Hernán Bustamante Gómez, asesino impune del periodista argentino Leonardo Henrichsen, muerto el 29 de junio de 1973. (Estoy recibiendo tratamiento para una leucemia mielítica aguda que me fue diagnosticada definitivamente el martes pasado, en base a semanas de análisis y estudios de mi médula espinal, situación que trastorna mi vida y me obliga a concurrir a muchas citas médicas y a tomas de muestras para efectos de control de mi enfermedad, que por cierto conocí después de un infarto que no tuvo mayor trascendencia, ocurrido hace 2 meses).
Desde el teléfono 56 2 442 67 26, a las 9:40 de esta mañana del 20 de agosto de 2007, un sujeto me llamó para preguntarme :
–Carmona, ¿a qué hora es la Funa?
–La funa fue el sábado–, respondí.
–Como no trabajas con honestidad, concha e tu madre, te vamos a...
Presumo que este tipo está relacionado con Bustamante Gómez, a quien denuncié como el asesino de Henrichsen. También relaciono estas cobardes amenazas desde el anonimato de un teléfono público de la ciudad con lo ocurrido el sábado, después de la Funa que organizaciones sociales le hicieran a Bustamante Gómez en su domicilio de calle Berna 1538, Población Juanita Aguirre (Unidad Vecinal Nº 26), comuna de Conchalí. Allí, en la vía pública, Carabineros practicó la detención ilegal del camarógrafo argentino Benjamín Ávila y de sus colaboradores chilenos Mario Puerto (sonidista) y Arturo Peraldi (asistente), quienes se quedaron rezagados del grueso de la Funa, que recorrió el sector tal como ocurre, por ejemplo, en una procesión. Con megáfonos, bombo, caja y gritos, la Funa advirtió a los vecinos de que viven cerca de un criminal. Muchos vecinos y vecinas, incluso los participantes de una reunión católica que interrumpieron su actividad en la unidad escolar para plegarse a la Funa, se quejaron de que cuando llaman a Carabineros de Conchalí para que acudan a combatir a los delincuentes, los policías alegan que tienen poco personal o que les falta bencina. "Pero a proteger a un asesino llegan al tiro", exclamó una indignada dirigenta de la Unidad Vecinal Nº 26.
Cuando los moradores de la casa de Bustamante Gómez, que permanecieron todo el tiempo escondidos y sin darse por enterados de la ruidosa Funa, observaron que el camarógrafo y sus colaboradores habían quedado solos, llamaron a sus amigos Carabineros de la Subcomisaría Conchalí Norte, adscrita a la Quinta Comisaría, Independencia 6208, quienes acudieron con 2 motocicletas, la Comisaría Móvil Z 3247 y el radio patrulla placa RP 479, un gran despliegue de fuerza policial contra tres trabajadores de prensa, a quienes acusaron de "desórdenes públicos" y convencieron al fiscal de turno Marcos Meneses de aplicarles el artículo 26, como autores de desórdenes públicos cuando realizaban una cobertura documental y periodística de un hecho social absolutamente legal. Digo que Carabineros de Conchalí son amigos de Bustamante Gómez porque cuando me hallaba en la Comisaría esperando la libertad de los detenidos, observé que la esposa y la hija de Bustamante Gómez aparecieron en el edificio para abogar en contra de los presos, donde les dieron acceso directo a la oficina del capitán jefe de la Comisaría, sin ninguna dificultad ni pedirles identificación. ¿A qué fueron? ¿Qué hablaron?
Gracias a los esfuerzos del presidente del Colegio de Periodistas, Luis Conejeros; del abogado de la organización Funa Chile, Rodrigo Román; y de otras personas que se hicieron presentes o intervinieron, como una periodista del ministerio del Interior, los detenidos fueron puestos en libertad al cabo de dos horas de detención ilegal y arbitraria, a las 14 horas. Pero no se pudo obtener que la policía levantara los cargos y que el periodista argentino no fuera citado a declarar a los tribunales. Benjamín Ávila viajó exclusivamente a la cobertura de la Funa y debía regresar a su país el domingo. Por tal motivo, los afectados anunciaron que se querellarán contra Carabineros de Chile por detención arbitraria e ilegal. Los Carabineros de Conchalí convencieron al fiscal de turno del Ministerio Público Marcos Meneses de fabricar el cargo de "desórdenes públicos".
Por mi parte, como consejero nacional, periodista y ciudadano, solicito algún gesto del Colegio expresando su preocupación por estos hechos, que además ocurren en total clandestinidad, sin que se reflejen en los medios de comunicación, con la excepción notable de Radio Bío Bío y muy pocos otros medios independientes.
Desde el teléfono 56 2 442 67 26, a las 9:40 de esta mañana del 20 de agosto de 2007, un sujeto me llamó para preguntarme :
–Carmona, ¿a qué hora es la Funa?
–La funa fue el sábado–, respondí.
–Como no trabajas con honestidad, concha e tu madre, te vamos a...
Presumo que este tipo está relacionado con Bustamante Gómez, a quien denuncié como el asesino de Henrichsen. También relaciono estas cobardes amenazas desde el anonimato de un teléfono público de la ciudad con lo ocurrido el sábado, después de la Funa que organizaciones sociales le hicieran a Bustamante Gómez en su domicilio de calle Berna 1538, Población Juanita Aguirre (Unidad Vecinal Nº 26), comuna de Conchalí. Allí, en la vía pública, Carabineros practicó la detención ilegal del camarógrafo argentino Benjamín Ávila y de sus colaboradores chilenos Mario Puerto (sonidista) y Arturo Peraldi (asistente), quienes se quedaron rezagados del grueso de la Funa, que recorrió el sector tal como ocurre, por ejemplo, en una procesión. Con megáfonos, bombo, caja y gritos, la Funa advirtió a los vecinos de que viven cerca de un criminal. Muchos vecinos y vecinas, incluso los participantes de una reunión católica que interrumpieron su actividad en la unidad escolar para plegarse a la Funa, se quejaron de que cuando llaman a Carabineros de Conchalí para que acudan a combatir a los delincuentes, los policías alegan que tienen poco personal o que les falta bencina. "Pero a proteger a un asesino llegan al tiro", exclamó una indignada dirigenta de la Unidad Vecinal Nº 26.
Cuando los moradores de la casa de Bustamante Gómez, que permanecieron todo el tiempo escondidos y sin darse por enterados de la ruidosa Funa, observaron que el camarógrafo y sus colaboradores habían quedado solos, llamaron a sus amigos Carabineros de la Subcomisaría Conchalí Norte, adscrita a la Quinta Comisaría, Independencia 6208, quienes acudieron con 2 motocicletas, la Comisaría Móvil Z 3247 y el radio patrulla placa RP 479, un gran despliegue de fuerza policial contra tres trabajadores de prensa, a quienes acusaron de "desórdenes públicos" y convencieron al fiscal de turno Marcos Meneses de aplicarles el artículo 26, como autores de desórdenes públicos cuando realizaban una cobertura documental y periodística de un hecho social absolutamente legal. Digo que Carabineros de Conchalí son amigos de Bustamante Gómez porque cuando me hallaba en la Comisaría esperando la libertad de los detenidos, observé que la esposa y la hija de Bustamante Gómez aparecieron en el edificio para abogar en contra de los presos, donde les dieron acceso directo a la oficina del capitán jefe de la Comisaría, sin ninguna dificultad ni pedirles identificación. ¿A qué fueron? ¿Qué hablaron?
Gracias a los esfuerzos del presidente del Colegio de Periodistas, Luis Conejeros; del abogado de la organización Funa Chile, Rodrigo Román; y de otras personas que se hicieron presentes o intervinieron, como una periodista del ministerio del Interior, los detenidos fueron puestos en libertad al cabo de dos horas de detención ilegal y arbitraria, a las 14 horas. Pero no se pudo obtener que la policía levantara los cargos y que el periodista argentino no fuera citado a declarar a los tribunales. Benjamín Ávila viajó exclusivamente a la cobertura de la Funa y debía regresar a su país el domingo. Por tal motivo, los afectados anunciaron que se querellarán contra Carabineros de Chile por detención arbitraria e ilegal. Los Carabineros de Conchalí convencieron al fiscal de turno del Ministerio Público Marcos Meneses de fabricar el cargo de "desórdenes públicos".
Por mi parte, como consejero nacional, periodista y ciudadano, solicito algún gesto del Colegio expresando su preocupación por estos hechos, que además ocurren en total clandestinidad, sin que se reflejen en los medios de comunicación, con la excepción notable de Radio Bío Bío y muy pocos otros medios independientes.
20 de agosto de 2007
©piensa chile
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