severo informe de espías
[Greg Miller] Las agencias de inteligencia norteamericanas dicen que Maliki es ineficiente y observan brecha entre los progresos militares y el mal funcionamiento político.
Washington, Estados Unidos. Pese a algunos progresos en el terreno militar, el primer ministro iraquí Nouri Maliki es incapaz de gobernar efectivamente a su país y es probable que la situación política se haga todavía más precaria en los próximos seis a doce meses, según las conclusiones de las agencias de inteligencia del país en un nuevo análisis dado a conocer el jueves.
El documento, una actualización del Estimado Nacional de Inteligencia presentado en enero, recoge la opinión de las dieciséis agencias de espionaje de Estados Unidos. Es el primer informe comprehensivo sobre la situación actual en Iraq desde que empezara el refuerzo de tropas antes este año y es presentado a menos de un mes de un importante análisis sobre la intervención militar norteamericana que debe entregar el general de ejército David H. Petraeus, el más alto jefe militar norteamericano en Iraq.
Aunque formulado de manera cauta y lleno de advertencias, el estimado ofrece una dura conclusión: Aunque el aumento de tropas ha dado al gobierno iraquí más espacio, Maliki y los otros líderes no se han acercado al objetivo de alcanzar la reconciliación política necesaria para impedir que el país se desintegre.
El informe menciona "mejoras perceptibles, pero desiguales" en seguridad, pero dice que en Iraq el nivel de violencia sigue siendo alto. "Los líderes políticos iraquíes siguen siendo incapaces de gobernar efectivamente", agrega.
Destacando la desconexión entre los avances militares y políticos en Iraq, el informe podría hacer más profundas las divisiones en Washington sobre la continuada presencia de tropas norteamericanas.
Los partidarios del presidente Bush señalan los signos de progreso militar descritos en el informe. Dice que "el nivel total de ataques en Iraq ha descendido en las últimas siete a nueve semanas" y menciona la creciente oposición a los militantes asociados con al_Qaeda de parte de líderes tribales sunníes".
Pero los demócratas y detractores de la guerra cuestionan esos progresos y el concomitante sacrificio norteamericano es cada vez más inútil debido a la ineficiencia del gobierno de Maliki.
El líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid (demócrata de Nevada) dijo que el informe confirmaba que "nuestras tropas están atascadas en la guerra civil iraquí y la estrategia de escalada del presidente no ha logrado producir los resultados políticos que prometió a nuestros soldados y al pueblo estadounidense".
"Cada día que seguimos aferrándonos a la frustrada estrategia del presidente", dijo Reid, "es una día en que Estados Unidos no está tan seguro como debería estar".
El texto completo del informe, titulado ‘Perspectivas para la estabilidad de Iraq: Progresos en seguridad, aunque la reconciliación política sigue siendo elusiva', es de acceso clasificado. Pero el director de inteligencia del país, J. Michael McConnell, dio a conocer un resumen de cuatro páginas de las conclusiones más importantes del documento.
Funcionarios de inteligencia dijeron que el documento fue redactado a petición del Congreso y del Consejo de Seguridad Nacional y que su publicación ahora se debe a que los oficiales militares y otros funcionarios que trabajan en la elaboración de otros informes que deben ser presentados este próximo mes puedan consultarlo.
El resumen concluye que "el gobierno iraquí estará en una situación más precaria en los próximos seis a doce meses". Ese es un período crucial porque los expertos militares creen que el aumento de tropas no puede continuar mucho más tiempo sin causar una seria degradación de la capacidad de las fuerzas norteamericanas.
Si la reforzada presencia militar continúa, el informe predice que "la seguridad de Iraq seguirá mejorando modestamente en los próximos seis a doce meses, pero los niveles de violencia insurgente y sectaria seguirán altos y el gobierno iraquí continuará luchando por alcanzar la reconciliación política y una mejor gobernabilidad a nivel nacional".
La severa conclusión del gobierno iraquí se produce en momentos en que Bagdad y Washington atraviesan por un periodo de relaciones ásperas.
El senador Carl Levin (demócrata de Michigan), presidente del Comité de los Servicios Armados, es uno de los que llamó a dimitir a Maliki. Bush se levantó en defensa de Maliki, y el primer ministro rechazó duramente las críticas norteamericanas, diciendo el miércoles en una visita a Siria que su país "puede encontrar amigos en otros lugares".
La autoridad de Maliki se ha visto erodada por una serie de deserciones de su gabinete y la pérdida del apoyo de grupos entre los que se encuentra la poderosa organización liderada por el clérigo musulmán chií anti-norteamericano y jefe de la milicia, Muqtada Sáder.
Un funcionario de inteligencia de alto rango dijo que uno de los pocos factores a favor de Maliki es que "es difícil encontrarle un remplazo".
Las recientes deserciones del gobierno de Maliki reflejan profundas divisiones sectarias que han empujado a Iraq hacia la guerra civil, un término que el estimado de inteligencia no utiliza.
En un sombrío análisis de las perspectivas de reconciliación en Iraq, el informe dice que las luchas internas entre chiíes por el poder y los recursos "probablemente se intensificará"; que la comunidad árabe sunní "seguirá estando fragmentada políticamente"; y que los líderes kurdos están preocupados de conservar su autonomía en la parte norte del país.
El informe menciona dos elementos nuevos que están complicando más los desarrollos políticos y militares: la creciente oposición árabe sunní a los militantes de al_Qaeda en Iraq, y el amplio temor en el país de una eventual retirada de las tropas estadounidenses.
El último desarrollo está empujando a líderes locales a encargarse ellos mismos de proteger sus áreas, dijeron funcionarios de inteligencia. Eso podría conducir a una reducción de la violencia si el gobierno de Maliki puede lograr su apoyo.
Pero funcionarios de inteligencia dijeron que esa perspectiva era incierta y que grupos autónomos más fuertemente armados podrían desafiar la autoridad del gobierno central y desestabilizar todavía más al país.
En general, el informe concluye que la capacidad de los grupos asociados con al_Qaeda para movilizarse y montar ataques en partes de Iraq ha sido erosionada de modo significativo por la cooperación entre los líderes tribales sunníes, que se han visto fortalecidos por las exitosas operaciones norteamericanas y están cada vez más consternados por los sangrientos métodos del grupo al_Qaeda en Iraq.
Las organizaciones militantes sunníes en Iraq están "perdiendo muchos líderes", dijo un funcionario de la inteligencia norteamericana. Era uno de los tres oficiales que informaron a los periodistas sobre las conclusiones de la inteligencia. Todos hablaron a condición de conservar el anonimato, diciendo que eso les permitía hablar con más franqueza sobre sus contenidos.
Aunque los militantes son todavía capaces de espectaculares ataques, dijo el alto funcionario, esos ataques les han reducido su apoyo entre la población iraquí. También observó que la creciente oposición sunní a los militantes se no ha traducido en un apoyo más amplio para el gobierno de Maliki.
El informe no llega a emitir una conclusión definitiva sobre la efectividad del aumento del nivel de tropas. Lo más cerca que llega es cuando advierte que un cambio importante de la misión de las fuerzas de Estados Unidos y la coalición "erosionaría los avances logrados en seguridad hasta el momento".
Ese capítulo del informe parece dirigido a algunas propuestas en el Congreso para que las tropas norteamericanas modifiquen su misión de operaciones de contrainsurgencia para concentrarse en la persecución de los grupos sunníes militantes y apoyar al ejército iraquí.
También menciona que la violencia ha emergido en zonas de donde se han retirado las fuerzas norteamericanas.
En Basra, una ciudad al sur de Iraq donde Gran Bretaña está reduciendo poco a poco el tamaño de su fuerza, la violencia ha escalado, dice el informe.
"Las milicias locales muestran pocos signos de que estén reduciendo sus peleas por el control de los valiosos recursos petroleros y el territorio", dice el informe.
Los autores del informe observan que las mejoras en la seguridad no han alterado las realidades que deben enfrentar la mayoría de los iraquíes. La situación está "todavía en altos niveles de violencia", dijo un oficial. "Ese es el marco en el que los iraquíes están analizando las cosas".
El análisis de Iraq es el último en una serie de informes de inteligencia que han sido desclasificados, al menos en parte, y hecho asequibles al público.
Funcionarios de inteligencia dijeron que se estaban preparando tres nuevos informes sobre Irán, incluyendo informes sobre su arsenal nuclear, sus fuerzas armadas convencionales y la situación política en el país".
El documento, una actualización del Estimado Nacional de Inteligencia presentado en enero, recoge la opinión de las dieciséis agencias de espionaje de Estados Unidos. Es el primer informe comprehensivo sobre la situación actual en Iraq desde que empezara el refuerzo de tropas antes este año y es presentado a menos de un mes de un importante análisis sobre la intervención militar norteamericana que debe entregar el general de ejército David H. Petraeus, el más alto jefe militar norteamericano en Iraq.
Aunque formulado de manera cauta y lleno de advertencias, el estimado ofrece una dura conclusión: Aunque el aumento de tropas ha dado al gobierno iraquí más espacio, Maliki y los otros líderes no se han acercado al objetivo de alcanzar la reconciliación política necesaria para impedir que el país se desintegre.
El informe menciona "mejoras perceptibles, pero desiguales" en seguridad, pero dice que en Iraq el nivel de violencia sigue siendo alto. "Los líderes políticos iraquíes siguen siendo incapaces de gobernar efectivamente", agrega.
Destacando la desconexión entre los avances militares y políticos en Iraq, el informe podría hacer más profundas las divisiones en Washington sobre la continuada presencia de tropas norteamericanas.
Los partidarios del presidente Bush señalan los signos de progreso militar descritos en el informe. Dice que "el nivel total de ataques en Iraq ha descendido en las últimas siete a nueve semanas" y menciona la creciente oposición a los militantes asociados con al_Qaeda de parte de líderes tribales sunníes".
Pero los demócratas y detractores de la guerra cuestionan esos progresos y el concomitante sacrificio norteamericano es cada vez más inútil debido a la ineficiencia del gobierno de Maliki.
El líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid (demócrata de Nevada) dijo que el informe confirmaba que "nuestras tropas están atascadas en la guerra civil iraquí y la estrategia de escalada del presidente no ha logrado producir los resultados políticos que prometió a nuestros soldados y al pueblo estadounidense".
"Cada día que seguimos aferrándonos a la frustrada estrategia del presidente", dijo Reid, "es una día en que Estados Unidos no está tan seguro como debería estar".
El texto completo del informe, titulado ‘Perspectivas para la estabilidad de Iraq: Progresos en seguridad, aunque la reconciliación política sigue siendo elusiva', es de acceso clasificado. Pero el director de inteligencia del país, J. Michael McConnell, dio a conocer un resumen de cuatro páginas de las conclusiones más importantes del documento.
Funcionarios de inteligencia dijeron que el documento fue redactado a petición del Congreso y del Consejo de Seguridad Nacional y que su publicación ahora se debe a que los oficiales militares y otros funcionarios que trabajan en la elaboración de otros informes que deben ser presentados este próximo mes puedan consultarlo.
El resumen concluye que "el gobierno iraquí estará en una situación más precaria en los próximos seis a doce meses". Ese es un período crucial porque los expertos militares creen que el aumento de tropas no puede continuar mucho más tiempo sin causar una seria degradación de la capacidad de las fuerzas norteamericanas.
Si la reforzada presencia militar continúa, el informe predice que "la seguridad de Iraq seguirá mejorando modestamente en los próximos seis a doce meses, pero los niveles de violencia insurgente y sectaria seguirán altos y el gobierno iraquí continuará luchando por alcanzar la reconciliación política y una mejor gobernabilidad a nivel nacional".
La severa conclusión del gobierno iraquí se produce en momentos en que Bagdad y Washington atraviesan por un periodo de relaciones ásperas.
El senador Carl Levin (demócrata de Michigan), presidente del Comité de los Servicios Armados, es uno de los que llamó a dimitir a Maliki. Bush se levantó en defensa de Maliki, y el primer ministro rechazó duramente las críticas norteamericanas, diciendo el miércoles en una visita a Siria que su país "puede encontrar amigos en otros lugares".
La autoridad de Maliki se ha visto erodada por una serie de deserciones de su gabinete y la pérdida del apoyo de grupos entre los que se encuentra la poderosa organización liderada por el clérigo musulmán chií anti-norteamericano y jefe de la milicia, Muqtada Sáder.
Un funcionario de inteligencia de alto rango dijo que uno de los pocos factores a favor de Maliki es que "es difícil encontrarle un remplazo".
Las recientes deserciones del gobierno de Maliki reflejan profundas divisiones sectarias que han empujado a Iraq hacia la guerra civil, un término que el estimado de inteligencia no utiliza.
En un sombrío análisis de las perspectivas de reconciliación en Iraq, el informe dice que las luchas internas entre chiíes por el poder y los recursos "probablemente se intensificará"; que la comunidad árabe sunní "seguirá estando fragmentada políticamente"; y que los líderes kurdos están preocupados de conservar su autonomía en la parte norte del país.
El informe menciona dos elementos nuevos que están complicando más los desarrollos políticos y militares: la creciente oposición árabe sunní a los militantes de al_Qaeda en Iraq, y el amplio temor en el país de una eventual retirada de las tropas estadounidenses.
El último desarrollo está empujando a líderes locales a encargarse ellos mismos de proteger sus áreas, dijeron funcionarios de inteligencia. Eso podría conducir a una reducción de la violencia si el gobierno de Maliki puede lograr su apoyo.
Pero funcionarios de inteligencia dijeron que esa perspectiva era incierta y que grupos autónomos más fuertemente armados podrían desafiar la autoridad del gobierno central y desestabilizar todavía más al país.
En general, el informe concluye que la capacidad de los grupos asociados con al_Qaeda para movilizarse y montar ataques en partes de Iraq ha sido erosionada de modo significativo por la cooperación entre los líderes tribales sunníes, que se han visto fortalecidos por las exitosas operaciones norteamericanas y están cada vez más consternados por los sangrientos métodos del grupo al_Qaeda en Iraq.
Las organizaciones militantes sunníes en Iraq están "perdiendo muchos líderes", dijo un funcionario de la inteligencia norteamericana. Era uno de los tres oficiales que informaron a los periodistas sobre las conclusiones de la inteligencia. Todos hablaron a condición de conservar el anonimato, diciendo que eso les permitía hablar con más franqueza sobre sus contenidos.
Aunque los militantes son todavía capaces de espectaculares ataques, dijo el alto funcionario, esos ataques les han reducido su apoyo entre la población iraquí. También observó que la creciente oposición sunní a los militantes se no ha traducido en un apoyo más amplio para el gobierno de Maliki.
El informe no llega a emitir una conclusión definitiva sobre la efectividad del aumento del nivel de tropas. Lo más cerca que llega es cuando advierte que un cambio importante de la misión de las fuerzas de Estados Unidos y la coalición "erosionaría los avances logrados en seguridad hasta el momento".
Ese capítulo del informe parece dirigido a algunas propuestas en el Congreso para que las tropas norteamericanas modifiquen su misión de operaciones de contrainsurgencia para concentrarse en la persecución de los grupos sunníes militantes y apoyar al ejército iraquí.
También menciona que la violencia ha emergido en zonas de donde se han retirado las fuerzas norteamericanas.
En Basra, una ciudad al sur de Iraq donde Gran Bretaña está reduciendo poco a poco el tamaño de su fuerza, la violencia ha escalado, dice el informe.
"Las milicias locales muestran pocos signos de que estén reduciendo sus peleas por el control de los valiosos recursos petroleros y el territorio", dice el informe.
Los autores del informe observan que las mejoras en la seguridad no han alterado las realidades que deben enfrentar la mayoría de los iraquíes. La situación está "todavía en altos niveles de violencia", dijo un oficial. "Ese es el marco en el que los iraquíes están analizando las cosas".
El análisis de Iraq es el último en una serie de informes de inteligencia que han sido desclasificados, al menos en parte, y hecho asequibles al público.
Funcionarios de inteligencia dijeron que se estaban preparando tres nuevos informes sobre Irán, incluyendo informes sobre su arsenal nuclear, sus fuerzas armadas convencionales y la situación política en el país".
greg.miller@latimes.com
25 de agosto de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
0 comentarios