retirada en cinco años
[Robin Wright] Nuevo informe recomienda retirarse de Iraq en cinco años. La comisión también llama a reducir las tropas en un cincuenta por ciento en un plazo de tres años.
Washington, Estados Unidos. En un informe que fue dado a conocer el domingo pasado, una comisión de expertos reunidos por el Instituto de la Paz norteamericano propone reducir en un cincuenta por ciento y en un plazo de tres años las tropas norteamericanas en Iraq y la retirada total y el traspaso de la seguridad a las fuerzas armadas iraquíes en un plazo de cinco años.
"Estados Unidos hace frente a demasiados retos en el mundo como para continuar su actual nivel de intervención en Iraq, o incluso el despliegue del nivel de fuerzas previo a la campaña de seguridad", dice el informe. "Es hora de trazar una ruta más clara".
La comisión incluye a muchos de los expertos que participaron en la comisión Grupo de Estudio de Iraq dirigido por el ex secretario de estado James A. Baker III y ex representante demócrata Lee H. Hamilton, que dio a conocer su informe en diciembre pasado. Desde entonces el gobierno de Bush ha adoptado muchas de sus recomendaciones, algunas a regañadientes. El Instituto de la Paz se encargó del informe Baker-Hamilton y reunió a los expertos.
La Casa Blanca impidió volver a convocar a la comisión Baker-Hamilton, que estaba dividida por partes iguales entre diez prominentes representantes demócratas y republicanos, instando a Baker a no participar, de acuerdo a funcionarios norteamericanos. Así que el Instituto de la Paz volvió a convocar a los expertos que les habían asesorado. El grupo, que sesionó durante el verano, está compuesto de unas dos docenas de ex funcionarios y embajadores norteamericanos, analistas de la CIA y especialistas en Iraq de laboratorios ideológicos y universidades.
Las recomendaciones en ‘Iraq: A Time for Change', el último de varios informes publicados en las semanas previas a la evaluación del gobierno de Bush esta semana, también llama a Naciones Unidas a empezar de inmediato "negociaciones intensas" entre los beligerantes políticos iraquíes. Las conversaciones no deberían ser aplazadas sin acuerdos sobre la repartición del poder y deberían revisar la Constitución, los recursos petroleros, las elecciones locales, la política de exclusión de ex miembros del Partido Baaz y el futuro de Kirkuk, insta el informe. Un modelo similar fue utilizado para poner fin a la guerra en Bosnia.
Con algunas mejoras recientes en la seguridad, el problema más grande que enfrentan el gobierno de Bush e Iraq es el fracaso de los políticos en Bagdad en cuanto a lograr la reconciliación de los grupos sunníes y chiíes y aprobar leyes cruciales para proteger la naciente democracia. "La situación sigue siendo incierta, pero se ha abierto una ventana, fugazmente, para que Iraq continúe con la reconciliación política. Los políticos nacionales de Iraq han sido incapaces de explotar completamente esta oportunidad", dice el informe, escrito por el vicepresidente del Instituto de la Paz norteamericano, Daniel Serwer.
El informe Baker-Hamilton ha sido muy polémico debido a sus recomendaciones en cuanto a un acercamiento diplomático con Irán y Siria. El nuevo informe dice que Estados Unidos debería bloquear los intentos de Irán de controlar la política iraquí y prohibir que siga entregando armas a las milicias iraquíes, mientras continúa tratando directamente con Irán y adaptándose a algunos intereses de Irán en algún país vecino. "Mientras Estados Unidos e Irán sigan implicados en un contexto de influencia de suma cero, Iraq seguirá en el caos y Estados Unidos se empantanará", advierte el informe.
El informe arremete contra los vecinos de Iraq por no contribuir a la estabilización de Iraq. Pero también critica a Estados Unidos por perder la confianza de aliados claves en la región debido a Iraq.
En contraste con un número creciente de recientes propuestas de varias formas de fragmentación de Iraq a lo largo de líneas religiosas y étnicas, el informe se opone firmemente a la división de uno de los centros neurálgicos geo-estratégicos de Oriente Medio, aunque deja a los iraquíes el tema de la descentralización del poder.
"Estados Unidos hace frente a demasiados retos en el mundo como para continuar su actual nivel de intervención en Iraq, o incluso el despliegue del nivel de fuerzas previo a la campaña de seguridad", dice el informe. "Es hora de trazar una ruta más clara".
La comisión incluye a muchos de los expertos que participaron en la comisión Grupo de Estudio de Iraq dirigido por el ex secretario de estado James A. Baker III y ex representante demócrata Lee H. Hamilton, que dio a conocer su informe en diciembre pasado. Desde entonces el gobierno de Bush ha adoptado muchas de sus recomendaciones, algunas a regañadientes. El Instituto de la Paz se encargó del informe Baker-Hamilton y reunió a los expertos.
La Casa Blanca impidió volver a convocar a la comisión Baker-Hamilton, que estaba dividida por partes iguales entre diez prominentes representantes demócratas y republicanos, instando a Baker a no participar, de acuerdo a funcionarios norteamericanos. Así que el Instituto de la Paz volvió a convocar a los expertos que les habían asesorado. El grupo, que sesionó durante el verano, está compuesto de unas dos docenas de ex funcionarios y embajadores norteamericanos, analistas de la CIA y especialistas en Iraq de laboratorios ideológicos y universidades.
Las recomendaciones en ‘Iraq: A Time for Change', el último de varios informes publicados en las semanas previas a la evaluación del gobierno de Bush esta semana, también llama a Naciones Unidas a empezar de inmediato "negociaciones intensas" entre los beligerantes políticos iraquíes. Las conversaciones no deberían ser aplazadas sin acuerdos sobre la repartición del poder y deberían revisar la Constitución, los recursos petroleros, las elecciones locales, la política de exclusión de ex miembros del Partido Baaz y el futuro de Kirkuk, insta el informe. Un modelo similar fue utilizado para poner fin a la guerra en Bosnia.
Con algunas mejoras recientes en la seguridad, el problema más grande que enfrentan el gobierno de Bush e Iraq es el fracaso de los políticos en Bagdad en cuanto a lograr la reconciliación de los grupos sunníes y chiíes y aprobar leyes cruciales para proteger la naciente democracia. "La situación sigue siendo incierta, pero se ha abierto una ventana, fugazmente, para que Iraq continúe con la reconciliación política. Los políticos nacionales de Iraq han sido incapaces de explotar completamente esta oportunidad", dice el informe, escrito por el vicepresidente del Instituto de la Paz norteamericano, Daniel Serwer.
El informe Baker-Hamilton ha sido muy polémico debido a sus recomendaciones en cuanto a un acercamiento diplomático con Irán y Siria. El nuevo informe dice que Estados Unidos debería bloquear los intentos de Irán de controlar la política iraquí y prohibir que siga entregando armas a las milicias iraquíes, mientras continúa tratando directamente con Irán y adaptándose a algunos intereses de Irán en algún país vecino. "Mientras Estados Unidos e Irán sigan implicados en un contexto de influencia de suma cero, Iraq seguirá en el caos y Estados Unidos se empantanará", advierte el informe.
El informe arremete contra los vecinos de Iraq por no contribuir a la estabilización de Iraq. Pero también critica a Estados Unidos por perder la confianza de aliados claves en la región debido a Iraq.
En contraste con un número creciente de recientes propuestas de varias formas de fragmentación de Iraq a lo largo de líneas religiosas y étnicas, el informe se opone firmemente a la división de uno de los centros neurálgicos geo-estratégicos de Oriente Medio, aunque deja a los iraquíes el tema de la descentralización del poder.
13 de septiembre de 2007
8 de septiembre de 2007
©washington post
©traducción mQh
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