matrimonio por codicia
[Henry Chu] Pese a esfuerzos oficiales, novios y parentela política todavía acosan, torturan e incluso matan a novias en riñas por la dote. La creciente prosperidad sólo ha empeorado la codicia.
Patna, India. Las palizas cesaron sólo cuando huyó de la casa. Durante cuatro años después de su matrimonio con un tendero de la localidad, los familiares políticos de Rubi Devi la amenazaron constantemente por no haber llegado con una dote más grande, luego la torturaron cuando no logró reunir más oro, más dinero, más cosas.
"Mi suegra y mi cuñada me pegaban. Me agarraban del pelo y me arrastraban. Me pegaban cada vez que podían" mientras su suegro le sujetaba los brazos por la espalda, dijo Devi, sus manos caligrafiadas con gena temblando y sus mejillas rebosantes de lágrimas.
Este año decidió que no lo soportaría más y huyó a casa de sus padres aquí al este de India, como otra víctima del hostigamiento y violencias relacionadas con la dote en este país.
Sin embargo, Devi, 27, es una de las afortunadas: Su nombre no ha sido agregado a la lista de las miles de mujeres que mueren golpeadas hasta la muerte, quemadas vivas, electrocutadas, envenenadas, empujadas al vacío o asesinadas de otros modos terribles todos los años debido a que las familias de sus maridos no quedan satisfechas con las dotes que aportan al matrimonio y persisten en exigir más.
En 2005, el año más reciente para el que se cuenta con cifras, murió una mujer asesinada cada 77 minutos por riñas por la dote, de acuerdo a la Oficina Nacional de Estadísticas Criminales. El total de esos homicidios fue de 6.787, pero los expertos sospechan que la verdadera cifra es mucho más alta debido a que muchos asesinatos por la dote no son denunciados. Incluso cuando lo son, la mayoría de los asesinos no son castigados.
La práctica de la dote se remonta en India a miles de años. Su intención original, dicen los entendidos, era proteger a las mujeres, las que al aportar propiedades y pertenencias al matrimonio podían disfrutar de algunas comodidades y no tener que depender completamente de sus maridos.
Pero de algún modo lo que se suponía que era una seguridad para la novia, se convirtió en un negocio para el novio y su familia, en un modo de aumentar su riqueza.
La prosperidad económica de que se jacta India desde mediados de los años noventa, que ha presenciado un aumento de los ingresos y mejores condiciones de vida para muchos, no ha logrado hacer amainar la marea de incidentes violentos relacionados con la dote.
Algunos dicen que incluso los ha exacerbado, a medida que la nueva capacidad de adquisición impregna la sociedad con más artículos de consumo y de lujo expuestos en las estanterías de las tiendas y en comerciales en la televisión. De 1995 a 2005 el número de muertes asociadas a la dote aumentó en un 46 por ciento.
"La prosperidad de India ha hecho aumentar la dote", dijo Ranjana Kumari, directora del Centro de Investigaciones Sociales, un laboratorio ideológico de Nueva Delhi dedicado a problemas de la mujer. "Se está volviendo peor".
Desde 1961 exigir dote es ilegal en India, pero la prohibición ha sido rara vez implementada. El problema cruza todas las líneas sociales y de clase, afectando a ricos y pobres, educados y analfabetos del campo y la ciudad.
En julio, un alto personero de gobierno, Arjun Singh, fue sorprendido en un escándalo cuando su nieto fue acusado de exigir un Mercedes y un apartamento a sus parientes políticos, que dijeron que ya habían desembolsado 150 mil dólares para la boda. El año pasado, una ex estrella del cricket, Manoj Prabhakar, fue obligado a comparecer ante un tribunal después de que su mujer lo acusara de golpearla repetidas veces debido a que consideraba insuficiente su dote de dinero, joyas y un coche.
"La tendencia la fijan los ricos y los famosos", dijo Kumari. "Ellos son los que empiezan con esto: ‘Nada menos que un Mercedes o un apartamento o dinero en el banco', y se filtra hacia abajo".
Los costes cada vez más alto de las bodas y la exigencia de dotes más abultadas son factores que han contribuido a una alta incidencia de aborto de fetos de niñas, dicen los expertos. El gobierno ha prohibido los análisis para conocer el sexo del feto, pero la práctica continúa, provocando una alarmante falta de niñas en partes del país.
Los asesinatos por la dote son tan comunes que incluso existe un término para referirse al fenómeno, ‘quema de esposas', porque muchas mujeres recién casadas mueren tras ser rociadas y quemadas con keroseno. La familia del marido informa entonces sobre la muerte como un ‘accidente de cocina', debido a que muchas familias utilizan keroseno para cocinar.
Una dote generosa en India, dicen los críticos, se ha convertido en el precio que deben pedir los padres de una chica para casarla con un ‘buen marido'. Aquí la mayoría de los matrimonios son convenidos. Kumari dijo que la búsqueda de un chico conveniente se parece a menudo a una subasta, en la que los padres del joven sopesan ofertas concurrentes y manipulan a las familias interesadas.
Hace unos años el Times de India publicó un listado del precio esperado por novios de diferentes profesiones; mientras más prestigioso o rentable el trabajo, mayor la dote que puede exigir la familia del hombre. Un hombre de negocios con un diploma universitario podía recaudar 1.5 millones de rupias (unos 35 mil 500 dólares a la actual tasa de cambio) y un miembro de la celebrada administración pública podía pedir hasta dos millones de rupias (50 mil dólares).
Y lo que eran antes dotes sencillas de ganado y de enseres domésticos de todos los días ha cedido el paso a paquetes de dinero, joyas y artículos caros, a menudo simplemente para ayudar al novio y su familia a mantenerse a la altura de sus vecinos. En muchos casos, la novia es acosada para que dé más mucho después del día de la boda.
"Lo que quiera que sea que esté de moda, eso es lo que van a pedir", dijo Neelu, una activista de los derechos de la mujer aquí en Patna, la capital del estado de Bihar, que sólo usa un nombre.
"Coches, neveras -y ahora también se han puesto de moda los ordenadores".
Los padres de clase media baja de Rita Kumari reunieron 75 mil rupias (1.875 dólares) para el compromiso hace tres años -una fortuna en un país donde el ingreso per cápita anual oscila entre los 500 dólares y todavía más en Bihar, uno de los estados más pobres de India. Reunieron joyas y muebles, y celebraron su compromiso con un representante comercial de Patna.
Pero después de sólo uno o dos meses de matrimonio, dijo Kumari (que no tiene relación alguna con Ranjana Kumari), sus parientes políticos empezaron a acosarla pidiéndole 100 mil rupias adicionales, casi 2.500 dólares, diciéndole que las necesitaban para arreglar la casa de la familia e instalar a su hijo en los negocios. Cuando les dijo que sus padres no contaban con ese dinero, el marido de Kumari, sus padres y dos hermanos, que viven todos debajo del mismo techo, empezaron a darle de puñetazos, dijo.
"Era codicia, no las necesitaban", dijo Kumari sobre las crecientes demandas de dote. "Yo era el medio".
Desesperados, los padres de Kumari trataron de apaciguar a los parientes políticos comprándoles un televisor a color, un cadenilla de oro, un teléfono celular. No fue suficiente, y las golpizas continuaron. Kumari, 28, huyó en abril de casa de su marido.
Tenía miedo de acercarse a las autoridades. La policía de India es notoriamente corrupta y los críticos dicen que muchos agentes son hombres que desechan las quejas de violencias asociadas a problemas con la dote, aunque sólo se pueda explicar porque ellos mismos fueron alguna vez quienes recibieron dotes.
Cuando se presentan denuncias, a menudo se acusa de abuso a toda una familia. De hecho, la céntrica Cárcel Tihar de Nueva Delhi es el hogar de un ‘pabellón de suegras', lleno de mujeres acusadas de asesinar o torturar a sus nueras en problemas con la dote.
Pero las sentencias son esporádicas. En 2003, los tribunales de Delhi registraron una tasa de sentencias de apenas 28 por ciento en casos de muertes relacionadas con la dote; en contraste, la tasa de acoso sexual triplica esa cifra.
"Hay pleitos, pero la dote es tan extendida que sólo algunos se quejan", dijo Kiran Walia, de la Comisión Femenina de Delhi.
Muchas esposas agredidas no ven otra alternativa que seguir en las casas de sus maridos, ya que es la única opción que creen que tienen en una sociedad que estigmatiza el divorcio.
"La cultura impone que cuando una chica se casa, por malo que sea el marido ella se inclinará a quedarse con él hasta el final", dijo la activista Neelu.
Devi, que huyó de la casa de sus parientes políticos en enero, dijo que le gustaría volver con su marido siempre que viviesen separados de la familia de este.
Kumari siente igual. Aunque su marido también se unió a las golpizas, ella acusa a sus familiares, especialmente a su madre por instigar la violencia y por incitarlo.
Pero Kumari sabe muy bien de cuál es el problema real en el origen de sus problemas.
"Todo esto se debe a la dote", dijo. "Y la única solución es que el sistema y la práctica de la dote sean abolidas de una vez y para siempre".
"Mi suegra y mi cuñada me pegaban. Me agarraban del pelo y me arrastraban. Me pegaban cada vez que podían" mientras su suegro le sujetaba los brazos por la espalda, dijo Devi, sus manos caligrafiadas con gena temblando y sus mejillas rebosantes de lágrimas.
Este año decidió que no lo soportaría más y huyó a casa de sus padres aquí al este de India, como otra víctima del hostigamiento y violencias relacionadas con la dote en este país.
Sin embargo, Devi, 27, es una de las afortunadas: Su nombre no ha sido agregado a la lista de las miles de mujeres que mueren golpeadas hasta la muerte, quemadas vivas, electrocutadas, envenenadas, empujadas al vacío o asesinadas de otros modos terribles todos los años debido a que las familias de sus maridos no quedan satisfechas con las dotes que aportan al matrimonio y persisten en exigir más.
En 2005, el año más reciente para el que se cuenta con cifras, murió una mujer asesinada cada 77 minutos por riñas por la dote, de acuerdo a la Oficina Nacional de Estadísticas Criminales. El total de esos homicidios fue de 6.787, pero los expertos sospechan que la verdadera cifra es mucho más alta debido a que muchos asesinatos por la dote no son denunciados. Incluso cuando lo son, la mayoría de los asesinos no son castigados.
La práctica de la dote se remonta en India a miles de años. Su intención original, dicen los entendidos, era proteger a las mujeres, las que al aportar propiedades y pertenencias al matrimonio podían disfrutar de algunas comodidades y no tener que depender completamente de sus maridos.
Pero de algún modo lo que se suponía que era una seguridad para la novia, se convirtió en un negocio para el novio y su familia, en un modo de aumentar su riqueza.
La prosperidad económica de que se jacta India desde mediados de los años noventa, que ha presenciado un aumento de los ingresos y mejores condiciones de vida para muchos, no ha logrado hacer amainar la marea de incidentes violentos relacionados con la dote.
Algunos dicen que incluso los ha exacerbado, a medida que la nueva capacidad de adquisición impregna la sociedad con más artículos de consumo y de lujo expuestos en las estanterías de las tiendas y en comerciales en la televisión. De 1995 a 2005 el número de muertes asociadas a la dote aumentó en un 46 por ciento.
"La prosperidad de India ha hecho aumentar la dote", dijo Ranjana Kumari, directora del Centro de Investigaciones Sociales, un laboratorio ideológico de Nueva Delhi dedicado a problemas de la mujer. "Se está volviendo peor".
Desde 1961 exigir dote es ilegal en India, pero la prohibición ha sido rara vez implementada. El problema cruza todas las líneas sociales y de clase, afectando a ricos y pobres, educados y analfabetos del campo y la ciudad.
En julio, un alto personero de gobierno, Arjun Singh, fue sorprendido en un escándalo cuando su nieto fue acusado de exigir un Mercedes y un apartamento a sus parientes políticos, que dijeron que ya habían desembolsado 150 mil dólares para la boda. El año pasado, una ex estrella del cricket, Manoj Prabhakar, fue obligado a comparecer ante un tribunal después de que su mujer lo acusara de golpearla repetidas veces debido a que consideraba insuficiente su dote de dinero, joyas y un coche.
"La tendencia la fijan los ricos y los famosos", dijo Kumari. "Ellos son los que empiezan con esto: ‘Nada menos que un Mercedes o un apartamento o dinero en el banco', y se filtra hacia abajo".
Los costes cada vez más alto de las bodas y la exigencia de dotes más abultadas son factores que han contribuido a una alta incidencia de aborto de fetos de niñas, dicen los expertos. El gobierno ha prohibido los análisis para conocer el sexo del feto, pero la práctica continúa, provocando una alarmante falta de niñas en partes del país.
Los asesinatos por la dote son tan comunes que incluso existe un término para referirse al fenómeno, ‘quema de esposas', porque muchas mujeres recién casadas mueren tras ser rociadas y quemadas con keroseno. La familia del marido informa entonces sobre la muerte como un ‘accidente de cocina', debido a que muchas familias utilizan keroseno para cocinar.
Una dote generosa en India, dicen los críticos, se ha convertido en el precio que deben pedir los padres de una chica para casarla con un ‘buen marido'. Aquí la mayoría de los matrimonios son convenidos. Kumari dijo que la búsqueda de un chico conveniente se parece a menudo a una subasta, en la que los padres del joven sopesan ofertas concurrentes y manipulan a las familias interesadas.
Hace unos años el Times de India publicó un listado del precio esperado por novios de diferentes profesiones; mientras más prestigioso o rentable el trabajo, mayor la dote que puede exigir la familia del hombre. Un hombre de negocios con un diploma universitario podía recaudar 1.5 millones de rupias (unos 35 mil 500 dólares a la actual tasa de cambio) y un miembro de la celebrada administración pública podía pedir hasta dos millones de rupias (50 mil dólares).
Y lo que eran antes dotes sencillas de ganado y de enseres domésticos de todos los días ha cedido el paso a paquetes de dinero, joyas y artículos caros, a menudo simplemente para ayudar al novio y su familia a mantenerse a la altura de sus vecinos. En muchos casos, la novia es acosada para que dé más mucho después del día de la boda.
"Lo que quiera que sea que esté de moda, eso es lo que van a pedir", dijo Neelu, una activista de los derechos de la mujer aquí en Patna, la capital del estado de Bihar, que sólo usa un nombre.
"Coches, neveras -y ahora también se han puesto de moda los ordenadores".
Los padres de clase media baja de Rita Kumari reunieron 75 mil rupias (1.875 dólares) para el compromiso hace tres años -una fortuna en un país donde el ingreso per cápita anual oscila entre los 500 dólares y todavía más en Bihar, uno de los estados más pobres de India. Reunieron joyas y muebles, y celebraron su compromiso con un representante comercial de Patna.
Pero después de sólo uno o dos meses de matrimonio, dijo Kumari (que no tiene relación alguna con Ranjana Kumari), sus parientes políticos empezaron a acosarla pidiéndole 100 mil rupias adicionales, casi 2.500 dólares, diciéndole que las necesitaban para arreglar la casa de la familia e instalar a su hijo en los negocios. Cuando les dijo que sus padres no contaban con ese dinero, el marido de Kumari, sus padres y dos hermanos, que viven todos debajo del mismo techo, empezaron a darle de puñetazos, dijo.
"Era codicia, no las necesitaban", dijo Kumari sobre las crecientes demandas de dote. "Yo era el medio".
Desesperados, los padres de Kumari trataron de apaciguar a los parientes políticos comprándoles un televisor a color, un cadenilla de oro, un teléfono celular. No fue suficiente, y las golpizas continuaron. Kumari, 28, huyó en abril de casa de su marido.
Tenía miedo de acercarse a las autoridades. La policía de India es notoriamente corrupta y los críticos dicen que muchos agentes son hombres que desechan las quejas de violencias asociadas a problemas con la dote, aunque sólo se pueda explicar porque ellos mismos fueron alguna vez quienes recibieron dotes.
Cuando se presentan denuncias, a menudo se acusa de abuso a toda una familia. De hecho, la céntrica Cárcel Tihar de Nueva Delhi es el hogar de un ‘pabellón de suegras', lleno de mujeres acusadas de asesinar o torturar a sus nueras en problemas con la dote.
Pero las sentencias son esporádicas. En 2003, los tribunales de Delhi registraron una tasa de sentencias de apenas 28 por ciento en casos de muertes relacionadas con la dote; en contraste, la tasa de acoso sexual triplica esa cifra.
"Hay pleitos, pero la dote es tan extendida que sólo algunos se quejan", dijo Kiran Walia, de la Comisión Femenina de Delhi.
Muchas esposas agredidas no ven otra alternativa que seguir en las casas de sus maridos, ya que es la única opción que creen que tienen en una sociedad que estigmatiza el divorcio.
"La cultura impone que cuando una chica se casa, por malo que sea el marido ella se inclinará a quedarse con él hasta el final", dijo la activista Neelu.
Devi, que huyó de la casa de sus parientes políticos en enero, dijo que le gustaría volver con su marido siempre que viviesen separados de la familia de este.
Kumari siente igual. Aunque su marido también se unió a las golpizas, ella acusa a sus familiares, especialmente a su madre por instigar la violencia y por incitarlo.
Pero Kumari sabe muy bien de cuál es el problema real en el origen de sus problemas.
"Todo esto se debe a la dote", dijo. "Y la única solución es que el sistema y la práctica de la dote sean abolidas de una vez y para siempre".
henry.chu@latimes.com
22 de septiembre de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
0 comentarios