serbia amenaza con guerra
Serbia amenaza con violencia si Estados Unidos le "arrebata" Kosovo.
Belgrado, Serbia. El primer ministro serbio Vojislav Kostunica advirtió a Estados Unidos y a los albaneses kosovares el sábado que ellos serían los responsables de una devastadora violencia si les "quitaban" Kosovo y lo declaraban independiente.
Serbia ha ofrecido al Kosovo una amplia autonomía. Los albaneses, que han estado bajo mandato de Naciones Unidas durante ocho años, quieren independencia completa. Deben iniciar la próxima semana negociaciones directas en Nueva York, y tienen hasta el 10 de diciembre antes de que se envíe un informe a Naciones Unidas.
"Esta vez adoptarán una estrategia diferente: el reconocimiento unilateral de un Kosovo independiente", predijo Kostunica en una entrevista con el diario Vecernje Novosti.
Interrogado sobre qué podía hacer Serbia para impedirlo, Kostunica dijo: "Debemos advertir claramente sobre las devastadoras consecuencias de tal violencia como no ha ocurrido desde que se estableciera Naciones Unidas. Y eso es lo que hacemos todo el tiempo". No explicó más.
Kostunica dijo que creía que todavía se podía encontrar una solución para determinar el estatus de Kosovo sobre la base de la Carta de Naciones Unidas, que mantiene la soberanía serbia sobre una mayoría albanesa del noventa por ciento.
Pero "los albaneses, apoyados en especial por sus socios norteamericanos" estaban simplemente esperando que se cumpliera el plazo de 120 días fijado para negociaciones de última hora antes de declararlas en punto muerto y hacer lo que pensaban hacer todo el rato.
Respondiendo a una pregunta sobre si Serbia enviaría tropas si Kosovo se declaraba independiente, dijo: "Ahora mismo nuestra atención está concentrada en asegurarnos de que no haya una declaración unilateral de independencia. Y si eso ocurre, para asegurarnos de que nuestros lazos con nuestro pueblo en la provincia siguen intactos".
Sólo Rusia "insiste firmemente en que se debe respetar el derecho internacional", dijo. Rusia había ayudado a frustrar un plan de la OTAN para apoderarse de territorio serbio para entregárselo subrepticiamente a los albaneses, dijo.
"La intención era rápidamente, silenciosamente, en la oscuridad, de modo que nadie pudiese verlos, apoderarse de una parte de territorio serbio. Logramos encender la luz y provocar un debate", dijo.
Kostunica reiteró que Serbia no aceptará la independencia de Kosovo. Crearía "las condiciones para que los serbios en Kosovo mantengan la fe en que son parte de Serbia y que Serbia no los ha abandonado. Que serán tratados como ciudadanos serbios con todos sus derechos".
La propuesta de autonomía serbia a los dos millones de albaneses del Kosovo no incluye ninguna intención de recuperar su ciudadanía en Serbia.
Los albaneses no muestran ninguna simpatía por el plan, después de sufrir miles de bajas a manos de fuerzas serbias en 1998-99 antes de que interviniera la OTAN para poner freno a las limpiezas étnicas de 800 mil personas -un aspecto del argumento rara vez tratado por Kostunica.
Unos 120 mil serbios viven todavía en Kosovo, casi la mitad de ellos en enclaves aislados protegidos por 16 mil fuerzas de la OTAN y el resto en un triángulo al norte que está estrechamente unido al campo serbio y podría ser subdividido rápidamente.
Pero el movimiento de tropas serbias en esa zona encendería inmediatamente una crisis.
Serbia ha ofrecido al Kosovo una amplia autonomía. Los albaneses, que han estado bajo mandato de Naciones Unidas durante ocho años, quieren independencia completa. Deben iniciar la próxima semana negociaciones directas en Nueva York, y tienen hasta el 10 de diciembre antes de que se envíe un informe a Naciones Unidas.
"Esta vez adoptarán una estrategia diferente: el reconocimiento unilateral de un Kosovo independiente", predijo Kostunica en una entrevista con el diario Vecernje Novosti.
Interrogado sobre qué podía hacer Serbia para impedirlo, Kostunica dijo: "Debemos advertir claramente sobre las devastadoras consecuencias de tal violencia como no ha ocurrido desde que se estableciera Naciones Unidas. Y eso es lo que hacemos todo el tiempo". No explicó más.
Kostunica dijo que creía que todavía se podía encontrar una solución para determinar el estatus de Kosovo sobre la base de la Carta de Naciones Unidas, que mantiene la soberanía serbia sobre una mayoría albanesa del noventa por ciento.
Pero "los albaneses, apoyados en especial por sus socios norteamericanos" estaban simplemente esperando que se cumpliera el plazo de 120 días fijado para negociaciones de última hora antes de declararlas en punto muerto y hacer lo que pensaban hacer todo el rato.
Respondiendo a una pregunta sobre si Serbia enviaría tropas si Kosovo se declaraba independiente, dijo: "Ahora mismo nuestra atención está concentrada en asegurarnos de que no haya una declaración unilateral de independencia. Y si eso ocurre, para asegurarnos de que nuestros lazos con nuestro pueblo en la provincia siguen intactos".
Sólo Rusia "insiste firmemente en que se debe respetar el derecho internacional", dijo. Rusia había ayudado a frustrar un plan de la OTAN para apoderarse de territorio serbio para entregárselo subrepticiamente a los albaneses, dijo.
"La intención era rápidamente, silenciosamente, en la oscuridad, de modo que nadie pudiese verlos, apoderarse de una parte de territorio serbio. Logramos encender la luz y provocar un debate", dijo.
Kostunica reiteró que Serbia no aceptará la independencia de Kosovo. Crearía "las condiciones para que los serbios en Kosovo mantengan la fe en que son parte de Serbia y que Serbia no los ha abandonado. Que serán tratados como ciudadanos serbios con todos sus derechos".
La propuesta de autonomía serbia a los dos millones de albaneses del Kosovo no incluye ninguna intención de recuperar su ciudadanía en Serbia.
Los albaneses no muestran ninguna simpatía por el plan, después de sufrir miles de bajas a manos de fuerzas serbias en 1998-99 antes de que interviniera la OTAN para poner freno a las limpiezas étnicas de 800 mil personas -un aspecto del argumento rara vez tratado por Kostunica.
Unos 120 mil serbios viven todavía en Kosovo, casi la mitad de ellos en enclaves aislados protegidos por 16 mil fuerzas de la OTAN y el resto en un triángulo al norte que está estrechamente unido al campo serbio y podría ser subdividido rápidamente.
Pero el movimiento de tropas serbias en esa zona encendería inmediatamente una crisis.
23 de septiembre de 2007
©reuters
©traducción mQh
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