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agoniza al-qaeda en iraq


[Thomas E. Ricks y Karen DeYoung] Según informe, al-Qaeda en Iraq prácticamente eliminada. Sin embargo, oficiales advierten sobre su resistencia.
Iraq/Washington. Los militares norteamericanos creen que, en los últimos meses, han golpeado de manera devastadora y quizás irreversible a al-Qaeda en Iraq en los últimos meses, llevando a algunos generales a proponer una declaración de victoria sobre el grupo, que el gobierno de Bush ha descrito durante largo tiempo como el adversario más enconado de Estados Unidos en Iraq.
Pero mientras la Casa Blanca y sus comandantes militares planean la siguiente fase de la guerra, otros oficiales han pedido cautela en lo que ven como un paso prematuro que podría acarrear dificultades políticas y estratégicas para Estados Unidos. Esa declaración podría dar pie a críticas de que la guerra de Iraq se ha convertido en una guerra civil en la que las fuerzas de combate norteamericanas no debiesen estar involucradas. Al mismo tiempo, la comunidad de inteligencia, y algunos oficiales en las fuerzas armadas mismas, se preocupan de que se pueda subestimar a un enemigo que ha mostrado en el pasado una gran capacidad de resistencia.
"Creo que en estos momentos sería prematuro", dijo un alto oficial de inteligencia sobre la idea de emitir una declaración de victoria sobre AQI, como se conoce al grupo. Pese a recientes logros norteamericanos, dijo, AQI conserva "la capacidad de atacar por sorpresa y de catastróficos atentados". Períodos de optimismo previos, como inmediatamente después de la muerte, en junio de 2006, del fundador de AQI, Abu Musab al-Zarqawi, en un bombardeo aéreo norteamericano, no sólo demostraron ser infundados, sino además fueron seguidos por importantes operaciones de la organización militante.
Existe un amplio consenso en cuanto a que AQI ha sufrido serios golpes en los últimos tres meses. Entre los indicadores mencionados se encuentra una pronunciada reducción de los atentados suicidas, los ataques característicos del grupo, de más de sesenta en enero a cerca de treinta al mes desde julio. Las detenciones e interrogatorios de los cabecillas de AQI durante el verano tuvieron lo que un alto funcionario de inteligencia llamó un "efecto de cascada", provocando otras eliminaciones y capturas. El flujo de combatientes extranjeros hacia Iraq, a través de Siria, también ha disminuido, aunque los funcionarios no están seguros de los motivos y temen que la red al-Qaeda más amplia esté desviando a los nuevos reclutas hacia Afganistán y otros lugares.
La movilización de más fuerzas norteamericanas e iraquíes en bastiones de AQI en la provincia de Anbar y al área de Bagdad, así como el reclutamiento de combatientes tribales sunníes para combatir contra los operativos de al-Qaeda en esos territorios, ha contribuido a privar a los militantes de una base de operaciones segura, dijeron oficiales norteamericanos. "Están menos coordinados, y más fragmentados", dijo hace poco el teniente general Raymond T. Odierno, el segundo comandante norteamericano en Iraq. Al describir el desgaste de las estructuras de apoyo y líneas de abastecimiento, Odierno estimó que la capacidad del grupo se ha degradado en un sesenta a setenta por ciento desde principios de año.
El teniente general Stanley McChrystal, jefe de las operaciones del Comando Conjunto de Operaciones Especiales en Iraq, es el principal patrocinador de una declaración de victoria y cree que AQI ha sido eliminado, dijo el oficial de la inteligencia militar. Pero el almirante William J. Fallon, comandante del Comando Central norteamericano, que controla Iraq y el resto de Oriente Medio, pidió cautela, dijo el oficial. El oficial de la inteligencia militar, así como otros militares entrevistados para este artículo, analizaron la estrategia en Iraq a condición de guardar el anonimato.
Comandantes norteamericanos en el terreno, incluyendo al general David H. Petraeus, comandante de las fuerzas norteamericanas en Iraq, se han quejado largo tiempo de que el Comando Central, así como la CIA, son demasiado negativos en sus análisis. Sin embargo, sobre este tema Petraeus concuerda con Fallon, dijo el oficial de la inteligencia militar.
Toda vez que se analizan los avances contra AQI, se adopta una nota de cautela que proviene de experiencias a menudo dolorosas. Pese al aumento de asesinatos y capturas de miembros de AQI, dijo Odierno, "sólo se necesitan tres personas" para montar una bomba y hacer detonar un coche bomba suicida que puede "matar a miles". El objetivo, dijo, es lograr que esos atentados sean menos efectivos y estirar el lapso entre ellos.
De momento, dijo otro oficial norteamericano, que se ha negado incluso a identificarse y mencionar la agencia para la que trabaja, los datos son "insuficientes y difíciles de medir".
"AQI definitivamente ha sufrido severos golpes", dijo el oficial. "Hay progresos, y eso es innegablemente una buena noticia. Pero no sabemos cuánto tiempo durará ni si será sostenible... Han soportado una fuerte presión durante un largo período de tiempo". Tres meses, dijo, no son suficientes para considerar que esa tendencia sea sostenible.
Las opiniones sobre el alcance de la derrota de AQI también reflejan diferencias sobre la extensión en que opera independientemente de la organización al-Qaeda central de Osama bin Laden, en Pakistán. "Todo el mundo tiene una opinión sobre cómo funciona la franquicia de al-Qaeda", dijo un alto funcionario de la Casa Blanca.
"¿Mediante un control central, o está descentralizado?" La respuesta a esa pregunta, dijo el funcionario, afecta "tu capacidad para determinar de qué manera ha sido AQI derrotado o neutralizado. ¿Terminó el juego?"
En Bagdad, dijo el funcionario de la Casa Blanca, "la zona de operaciones del grupo ha sido reducida en un grado importante por varias razones, algunas buenas y otras malas".
Tres años de guerra sectaria han eliminado muchos barrios mixtos de sunníes y chiíes. Esas áreas habían sido las más fértiles y más accesibles para al-Qaeda, que se compone de extremistas sunníes, para atacar a civiles chiíes, fuerzas de seguridad y funcionarios de gobierno. Pero el fin de los barrios mixtos también ha hecho más difícil la consecución de otra prioridad del gobierno de Bush: el logro de la reconciliación política.
La mayor presencia de tropas norteamericanas en avanzadas de combate en muchas partes de Bagdad también ha aumentado la presión sobre AQI, aunque un importante test de los avances contra la organización se producirá cuando las fuerzas armadas norteamericanas empiecen a entregar las labores de seguridad de esas áreas a fuerzas iraquíes este próximo año.
Atentados suicidas recientes en el norte de Iraq han convencido a algunos funcionarios de que AQI está trasladando sus operaciones en esa dirección. Pero los funcionarios dijeron que no saben si los militantes de AQI han abandonado Bagdad y la provincia de Anbar de manera permanente, o si han meramente reducido sus actividades en anticipación de la retirada norteamericana o de la incapacidad del primer ministro chií Nuri al-Maliki de poner fin a las divisiones sectarias que AQI ha estado exacerbando y de las que se nutre.
Mientras que una declaración de victoria podría tener "un aspecto psicológico" y desalentar el reclutamiento de lo que puede ser percibido como una causa perdida, dijo el funcionario de la Casa Blanca, las ventajas general serían mínimas. "Reconozco que hay algunos puntos para decir que los tipos malos están huyendo, pero si más tarde AQI fuera capaz de demostrar sus capacidades residuales con una serie de atentados, aunque fuesen temporales", dijo, "la pregunta sería: ¿Cómo lo interpretaría la opinión pública?"

15 de octubre de 2007
©washington post
©traducción mQh
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