a días del referéndum
[Juan Forero] Nueva Constitución ampliaría poderes del Ejecutivo. Legisladores venezolanos someterán enmiendas a los electores.
Bogotá, Colombia. Con la nueva Constitución que se está debatiendo en Venezuela, la jornada laboral será reducida de ocho a seis horas, de modo que los trabajadores tengan suficiente tiempo para su "desarrollo personal". Pero aunque los venezolanos tendrán más tiempo de ocio, la Constitución también posibilita que el presidente Hugo Chávez pueda proyectarse indefinidamente en el futuro.
Una de las propuestas más polémicas abolirá los límites al mandato presidencial, proporcionando al político populista de 53 años la oportunidad de ser elegido indefinidamente. El mandato presidencial sería también ampliado de seis a siete años. Para los partidarios de Chávez, estas propuestas hacen pleno sentido.
"Estamos dando al presidente la posibilidad de que continúe gobernándonos", dijo Mario Isea, legislador, en un discurso. "Y nos estamos dando a nosotros mismos la oportunidad de seguir disfrutando de su dirección".
La Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por seguidores de Chávez, aprobó la semana pasada, una por una, todas las propuestas de la nueva Constitución y se espera que las apruebe definitivamente este viernes. El referéndum convocado para el 2 de diciembre permitirá que los votantes lo aprueben o rechacen.
Una amplia gama de críticos, desde la iglesia católica hasta líderes de la oposición, dicen que las 69 propuestas de reforma de la Constitución darán todavía más poder al presidente, que ya controla la legislatura, los tribunales, la compañía petrolera del estado y, cada vez más, los medios de comunicación. Líderes de la oposición también acusan al gobierno de tratar de imponer la Constitución sin un gran debate público.
El martes la cámara de comercio Consecomercio llamó al presidente a retirar la propuesta de Constitución. Y Primero Justicia, un partido de oposición sin representación en la legislatura, criticó públicamente los cambios frente a la Asamblea Nacional después de intentar infructuosamente de incorporarse al debate.
"Esta propuesta divide al país", dijo a periodistas Julio Borges, director de Primero Justicia.
El gobierno dice que las enmiendas fueron debatidas ampliamente. Los 167 miembros de la Asamblea Nacional, cuyos miembros se han aliado con el presidente desde que los políticos de oposición boicotearan las elecciones parlamentarias de 2005, realizaron tres rondas de debate.
Los legisladores viajaron por todo el país para discutir las propuestas con grupos comunitarios en más de nueve mil eventos públicos. Al votar las enmiendas individuales, 160 legisladores votaron por los cambios; siete de ellos se abstuvieron.
El gobierno también niega las acusaciones de los opositores de que las propuestas buscan mantener a Chávez en el poder, diciendo que los críticos no reconocen el hecho de que la nueva Constitución no impide que los opositores organicen campañas contra el gobierno.
En lugar de eso, dicen personeros, los cambios están diseñados para acelerar el plan de Chávez de convertir este país rico en petróleo en un estado socialista, que según dice el presidente sacará a la gente de la miseria. "Esta reforma constitucional es imperativa para la revolución", dijo antes este mes.
Luis Vicente León, encuestador de Datanalisis, una firma de Caracas, dijo en una entrevista el martes que la opinión pública está igualmente dividida entre partidarios, opositores e indecisos. Pero dijo que será difícil detener la campaña de Chávez, un infatigable y efectivo activista que no ha perdido ninguna elección desde 1998.
Chávez también tiene sus propias avenidas para defender públicamente sus propuestas, incluyendo su programa de televisión los domingos.
"La campaña empieza este domingo, y obviamente Chávez es un excelente activista", dijo León.
Grupos de la oposición están prometiendo un amplio rango de respuestas, desde protestas y campañas de inscripción electoral hasta la abstención.
Con las enmiendas propuestas, Chávez, que ya ha nacionalizado las compañías de electricidad y teléfonos y arrancado la industria petrolera de manos de compañías privadas, tendrá más poder a la hora de tomar decisiones que afecten a la economía.
El Banco Central, por ejemplo, quedaría en gran parte bajo su control. La Constitución propuesta da prominencia a las cooperativas y destaca la importancia del estado en la creación de empresas, lo que debe ocurrir, dice, "acorde con los principios de una economía socialista".
Lo que preocupa especialmente a grupos de derechos humanos es una enmienda redactada en términos vagos que daría al gobierno, en el estado de emergencia, el poder de suspender las garantías de debido proceso protegidas con la actual Constitución. "La versión final incorpora algunas garantías, pero no todas ellas", dice Daniel Wilkinson, subdirector de la división Américas de Human Rights Watch. "La presunción de inocencia y el derecho a un juicio justo son las que sobresalen".
Mientras algunas enmiendas fueron propuestas por la Asamblea Nacional, otras provienen directamente de Chávez. Un artículo propuesto por el presidente impedirá que organizaciones no-gubernamentales involucradas en política reciban donaciones extranjeras, un cambio que afectará a grupos que incluyen a Sumate, un grupo de observación electoral anti-Chávez que ha sido financiado por Estados Unidos y ayudó a organizar un referéndum contra Chávez en 2004. También aumentará de veinte a treinta por ciento las firmas de electores inscritos para hacer posible un referéndum de este tipo.
"La reforma no se justifica", dijo Manuel Rosales, un líder de oposición que perdió contra Chávez en las elecciones de diciembre pasado, en una entrevista hace poco. "Quiere establecer un sistema político que le permitirá ser reelegido toda la vida y será el presidente eterno de Venezuela".
Desde su reelección el año pasado por un mandato de seis años, Chávez ha implementado rápidamente reformas económicas, sociales y políticas que están transformando su país.
La Asamblea Nacional le dio amplios poderes que le permitirán dictar leyes económicas por decreto. El gobierno asumió rápidamente el control mayoritario de cuatro proyectos petrolíferos gestionados previamente por ExxonMobil, ConocoPhillips y otras empresas petroleras importantes. Chávez también ha forjado una estrecha alianza con Irán, lo que ha irritado al gobierno de Bush.
En un ambiente cada vez más tenso, la iglesia católica se ha convertido en la más estridente oposición a los cambios. En una declaración este mes, la jerarquía eclesiástica dijo que aunque las reformas son "presentadas como un instrumento que dará más poderes al pueblo", en realidad están diseñadas para "concentrar el poder en manos del presidente de la república". Chávez se apresuró a responder.
"Dicen que la reforma es moralmente inaceptable", dijo el presidente en una transmisión nacional. "Pero son ellos los moralmente inaceptables".
Una de las propuestas más polémicas abolirá los límites al mandato presidencial, proporcionando al político populista de 53 años la oportunidad de ser elegido indefinidamente. El mandato presidencial sería también ampliado de seis a siete años. Para los partidarios de Chávez, estas propuestas hacen pleno sentido.
"Estamos dando al presidente la posibilidad de que continúe gobernándonos", dijo Mario Isea, legislador, en un discurso. "Y nos estamos dando a nosotros mismos la oportunidad de seguir disfrutando de su dirección".
La Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por seguidores de Chávez, aprobó la semana pasada, una por una, todas las propuestas de la nueva Constitución y se espera que las apruebe definitivamente este viernes. El referéndum convocado para el 2 de diciembre permitirá que los votantes lo aprueben o rechacen.
Una amplia gama de críticos, desde la iglesia católica hasta líderes de la oposición, dicen que las 69 propuestas de reforma de la Constitución darán todavía más poder al presidente, que ya controla la legislatura, los tribunales, la compañía petrolera del estado y, cada vez más, los medios de comunicación. Líderes de la oposición también acusan al gobierno de tratar de imponer la Constitución sin un gran debate público.
El martes la cámara de comercio Consecomercio llamó al presidente a retirar la propuesta de Constitución. Y Primero Justicia, un partido de oposición sin representación en la legislatura, criticó públicamente los cambios frente a la Asamblea Nacional después de intentar infructuosamente de incorporarse al debate.
"Esta propuesta divide al país", dijo a periodistas Julio Borges, director de Primero Justicia.
El gobierno dice que las enmiendas fueron debatidas ampliamente. Los 167 miembros de la Asamblea Nacional, cuyos miembros se han aliado con el presidente desde que los políticos de oposición boicotearan las elecciones parlamentarias de 2005, realizaron tres rondas de debate.
Los legisladores viajaron por todo el país para discutir las propuestas con grupos comunitarios en más de nueve mil eventos públicos. Al votar las enmiendas individuales, 160 legisladores votaron por los cambios; siete de ellos se abstuvieron.
El gobierno también niega las acusaciones de los opositores de que las propuestas buscan mantener a Chávez en el poder, diciendo que los críticos no reconocen el hecho de que la nueva Constitución no impide que los opositores organicen campañas contra el gobierno.
En lugar de eso, dicen personeros, los cambios están diseñados para acelerar el plan de Chávez de convertir este país rico en petróleo en un estado socialista, que según dice el presidente sacará a la gente de la miseria. "Esta reforma constitucional es imperativa para la revolución", dijo antes este mes.
Luis Vicente León, encuestador de Datanalisis, una firma de Caracas, dijo en una entrevista el martes que la opinión pública está igualmente dividida entre partidarios, opositores e indecisos. Pero dijo que será difícil detener la campaña de Chávez, un infatigable y efectivo activista que no ha perdido ninguna elección desde 1998.
Chávez también tiene sus propias avenidas para defender públicamente sus propuestas, incluyendo su programa de televisión los domingos.
"La campaña empieza este domingo, y obviamente Chávez es un excelente activista", dijo León.
Grupos de la oposición están prometiendo un amplio rango de respuestas, desde protestas y campañas de inscripción electoral hasta la abstención.
Con las enmiendas propuestas, Chávez, que ya ha nacionalizado las compañías de electricidad y teléfonos y arrancado la industria petrolera de manos de compañías privadas, tendrá más poder a la hora de tomar decisiones que afecten a la economía.
El Banco Central, por ejemplo, quedaría en gran parte bajo su control. La Constitución propuesta da prominencia a las cooperativas y destaca la importancia del estado en la creación de empresas, lo que debe ocurrir, dice, "acorde con los principios de una economía socialista".
Lo que preocupa especialmente a grupos de derechos humanos es una enmienda redactada en términos vagos que daría al gobierno, en el estado de emergencia, el poder de suspender las garantías de debido proceso protegidas con la actual Constitución. "La versión final incorpora algunas garantías, pero no todas ellas", dice Daniel Wilkinson, subdirector de la división Américas de Human Rights Watch. "La presunción de inocencia y el derecho a un juicio justo son las que sobresalen".
Mientras algunas enmiendas fueron propuestas por la Asamblea Nacional, otras provienen directamente de Chávez. Un artículo propuesto por el presidente impedirá que organizaciones no-gubernamentales involucradas en política reciban donaciones extranjeras, un cambio que afectará a grupos que incluyen a Sumate, un grupo de observación electoral anti-Chávez que ha sido financiado por Estados Unidos y ayudó a organizar un referéndum contra Chávez en 2004. También aumentará de veinte a treinta por ciento las firmas de electores inscritos para hacer posible un referéndum de este tipo.
"La reforma no se justifica", dijo Manuel Rosales, un líder de oposición que perdió contra Chávez en las elecciones de diciembre pasado, en una entrevista hace poco. "Quiere establecer un sistema político que le permitirá ser reelegido toda la vida y será el presidente eterno de Venezuela".
Desde su reelección el año pasado por un mandato de seis años, Chávez ha implementado rápidamente reformas económicas, sociales y políticas que están transformando su país.
La Asamblea Nacional le dio amplios poderes que le permitirán dictar leyes económicas por decreto. El gobierno asumió rápidamente el control mayoritario de cuatro proyectos petrolíferos gestionados previamente por ExxonMobil, ConocoPhillips y otras empresas petroleras importantes. Chávez también ha forjado una estrecha alianza con Irán, lo que ha irritado al gobierno de Bush.
En un ambiente cada vez más tenso, la iglesia católica se ha convertido en la más estridente oposición a los cambios. En una declaración este mes, la jerarquía eclesiástica dijo que aunque las reformas son "presentadas como un instrumento que dará más poderes al pueblo", en realidad están diseñadas para "concentrar el poder en manos del presidente de la república". Chávez se apresuró a responder.
"Dicen que la reforma es moralmente inaceptable", dijo el presidente en una transmisión nacional. "Pero son ellos los moralmente inaceptables".
9 de noviembre de 2007
31 de octubre de 2007
©washingon post
©traducción mQh
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