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el escritorio de rumsfeld


[Robin Wright] En bruscos ‘copos de nieve', compartía su visión del mundo y formulaba políticas.
En una serie de memos y reflexiones dirigidas a su personal, el ex ministro de Defensa Donald H. Rumsfeld argumentaba que los musulmanes evitan "el trabajo físico" y escribió sobre la necesidad de "seguir aumentando la amenaza", "asociar a Iraq con Irán" y desarrollar "lemas de parachoques" para suscitar apoyo público para la guerra cada vez más impopular.
Los memos, llamados a menudo ‘copos de nieve', arrojan luz sobre el brusco estilo de dirección de Rumsfeld y sus esfuerzos por solucionar retos claves durante su período como jefe del Pentágono. Desde 2002 hasta poco después de su renuncia tras las elecciones parlamentarias de 2006, una muestra de sus típicas misivas obtenida ayer revela a un ministro de defensa que desdeña las críticas de la prensa y empecinado en remodelar la opinión pública sobre la guerra de Iraq.
Rumsfeld, cuyo método de trabajo a veces brusco, a menudo enajenaba a otros miembros del gabinete y a miembros del personal de la Casa Blanca, producía entre veinte y sesenta copos de nieve y llevaba regularmente sus ideas al papel como base para la formulación de políticas, dijeron asesores. Los memos no son clasificados, pero llevan la leyenda de "sólo para uso oficial".
En un memo de 2004 sobre el deterioro de la situación en Iraq, Rumsfeld concluyó que los desafíos allá "no son inusuales". Los informes de prensa pesimistas -"nuestra opinión pública corre el riesgo de creer que todo está perdido"- son simplemente el resultado de la aplicación de criterios erróneos, escribió en uno de esos memos obtenidos por el Washington Post.
Bajo sitio en abril de 2006, cuando una serie de generales en retiro lo denunciaron y pidieron su renuncia en artículos de opinión en periódicos, Rumsfeld escribió un memo después de una conferencia con analistas militares. "Escriban sobre Somalia, las Filipinas, etc. Que el pueblo norteamericano se dé cuenta de que está rodeado en todas partes por extremistas violentos", escribió.
La gente se "unirá" para sacrificarse, observó después de la reunión. "Lo que andan buscando es liderazgo. Sacrificio = victoria".
La reunión también llevó a Rumsfeld a escribir que necesitaba un equipo que lo ayudara a "salir y empujar a la gente, antes que sólo defender" la conducción y la estrategia en Iraq. "Estoy siempre a la defensiva. Dicen que lo hago bien, pero no se puede ganar si sólo te defiendes", escribió. "No podemos seguir soportando impactos".
La única persona en mantenerse durante dos períodos en el Pentágono -tanto como el ministro de defensa más joven, y como el más viejo-, Rumsfeld sugirió que la opinión pública debería saber que no habrá un "evento terminal" en la lucha contra el terrorismo, como la ceremonia de ratificación en el USS Missouri cuando se rindieron los japoneses a fines de la Segunda Guerra Mundial. "Esta va a ser una guerra larga", escribió. "Iraq es solamente un campo de batalla".
Basándose en la reunión con analistas militares, Rumsfeld asociaba a Irán con Iraq. "Irán preocupa al pueblo norteamericano, y si fracasamos en Iraq, favorecerá a Irán", escribió en un memo de abril de 2006.
Rumsfeld se negó a hacer comentarios, pero un asesor dijo que los puntos en el memo eran la destilación de Rumsfeld de los comentarios de los analistas, aunque agregó que el ministro es conocido por usar el término ‘pegatinas de parachoque'.
"Estáis escribiendo una historia sobre la base de citas selectivas y burdas caracterizaciones de un puñado de memos -seleccionados cuidadosamente de entre los cerca de veinte mil memos escritos por Rumsfeld cuando era ministro", escribió en un e-mail Keith Urbahn, asesor de Rumsfeld. "Después de las reuniones, dictaba sus impresiones sobre lo que se había dicho para su propio uso".
En una de esas largas cavilaciones en mayo de 2004, Rumsfeld consideraba si redefinir la lucha contra el terrorismo como una "insurgencia global". El objetivo del enemigo, escribió, es "terminar con el estado, utilizando el terrorismo, para expulsar del planeta a los moderados". Luego aconsejaba a sus asesores "determinar cuáles serían los resultados" si se rebautizaba la guerra contra el terrorismo.
Ni Europa ni Estados Unidos entienden la amenaza o el panorama más amplio, se quejaba Rumsfeld en el mismo memo. También lamentaba que la riqueza del petróleo ha veces distanciaba a los musulmanes "de la realidad del trabajo, esfuerzo e inversiones que producen riqueza en el resto del mundo. Demasiado a menudos los musulmanes se oponen al trabajo físico, así que traen coreanos y paquistaníes, mientras sus propios jóvenes no tienen empleo', escribió. "Una población desempleada es un blanco fácil para los reclutadores radicales".
Si los extremistas se "apoderan" de la rica Arabia Saudí, agregó, Estados Unidos tendrá "un enorme problema de seguridad nacional".
Los memos tratan temas más allá de Iraq y el terrorismo. En un memo dirigido al asesor de seguridad nacional, Stephen J. Hadley, en julio de 2006, Rumsfeld advertía que Estados Unidos estaba siendo "vencido en Asia Central" antes los rusos, que estaban haciendo un "trabajo considerablemente mejor en cuanto a intimidar" que Washington para "contrarrestar su intimidación".
A medida que el descontento de la opinión pública y los interrogatorios del Congreso crecía en 2006, su último año en el Pentágono, una serie de copos de nieve mostraron a un hombre determinado a contrarrestar el coro de críticas de la prensa en comentarios al personal de una o dos líneas sobre artículos específicos.
"Creo que deberías escribir una carta sobre el artículo de opinión de Ralph Peters en el New York Times. Es terrible", escribe el 6 de febrero de 2006. En una columna del 2 de febrero en el New York Post, Peters denunciaba "la crónica escasez de tropas en Iraq", mientras el Pentágono compra "juguetes de alta tecnología que no se emplean".
El 10 de marzo ordenó a J. Dorrance Smith, el subsecretario de defensa para asuntos públicos, preparar una "mejor presentación para responder la idea de que el ministerio de Defensa no tiene un plan. Eso es simplemente un sin sentido. Tenemos que desmentirlo". Un sondeo del Washington Post y ABC News de ese mes constató que el 65 por ciento de los estadounidenses pensaban que Bush no tenía un plan de victoria.
El 20 de marzo, Rumsfeld ordenó un análisis punto por punto de los siete "errores" sobre los que escribió la columnista Trudy Rubin en el Philadelphia Inquirer y una respuesta a su ensayo -que quería revisar antes de que fuera enviado. Rubin escribió que la guerra se había "agriado".
Un editorial de noviembre de 2006 en el New York Times, que decía que el ejército estaba arruinado, "es escandaloso", escribió Rumsfeld a Smith. El editorial decía que "un atractivo dividendo" de la partida de Rumsfeld era que Estados Unidos "tiene ahora la posibilidad de reconstruir el ejército que pasó la mayor parte de su período tratando de destruir".
Más tarde, Rumsfeld reprendió a su gente, escribiendo que "leí la carta que enviamos la refutación. Pensé que era más bien débil, y no está firmada al nivel que debería". Luego instruyó a sus asesores que prepararan un artículo sobre el ejército. "Tenemos que contar esa historia", escribió el 28 de noviembre de 2006, un martes. El borrador tenía que estar listo el viernes.

23 de noviembre de 2007
1 de noviembre de 2007
©washington post
©traducción mQh
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