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fiestas con ventas para mascotas


[Jura Koncius] Las fiestas para mascotas se organizan porque sí y, en parte, para aumentar las ventas.
Mientras los dueños de mascotas exigen bienes y servicios cada vez más elaborados para sus animales, una de las últimas estrategias de la industria de las mascotas -40.8 billones de dólares al año- se inspira en la genial idea detrás de la venta de recipientes de plástico: exhibir los productos en la sala e invitando a amigos y vecinos a que pasen a examinarlos.
Sobre el presupuesto de que la gente ocupada sí se reunirá si tiene la oportunidad de hacer compras en una actividad presentada como un evento social, las compañías de ventas directas, como Shure Pets y Petlane, están vendiendo su bálsamo para mascotas y alimento para mascotas sin pesticidas mientras disfrutan de alcachofas en salsa con un vaso de pinot en la mano. Las veladas pueden empezar con rumores de vecindario, pero terminan normalmente con conversaciones sobre las adoradas mascotas y cómo mimarlas.
"Los amantes de las mascotas son la gente más sociable que existe. Siempre tratan de conectarse con otros amigos de los animales", dice Andrew Shure, que empezó Shure Pets en 2002. Su compañía con sede en Chicago tiene ahora 1.700 representantes vendiendo en todos los estados. Su método ha cosechado éxitos en ambientes suburbanos donde las casas son más espaciosas, porque se pide a los invitados que lleven sus mascotas. (Los gatos asisten rara vez).
"¡Bienvenidos a la fiesta de los animales!", se leía en el letrero en la puerta de la casa de Sharon Presley y Jim Waddel en Brambleton, una comunidad del condado de Londoun de dos mil residentes un poco más allá del Aeropuerto de Dulles. Los animales domésticos juegan un importante papel en la vida del vecindario. Los senderos de paseo están salpicados de paradas para mascotas equipadas con bolsas de plástico. Los residentes están ansiosos de fomentar un sentido de comunidad entre los vecinos, muchos de los cuales viajan largas distancias para llegar a sus trabajos. Es un excelente terreno para lo que Shure Pets llama una fiesta Pupperware.
Esta noche, Presley, que había enviado invitaciones por e-mail a amigos y vecinos días antes, estaba encendiendo las candelas, colocando una tabla de quesos y galletas, descorchando el vino y acomodando las sillas. Sonó el timbre de la puerta justo cuando Zebulon, su perdiguero Labrador inglés, se preparaba para hurgar entre las capas caninas reversibles y el champú suavizante de avena que estaba acomodando el representante de Shure Pets, Tracey Shepherd. (Una regla importante de la fiesta: Si lo baboseas, lo compras).
Diez familias habían aceptado la invitación de Presley, pese a que era un ajetreado martes noche.

"¿Por qué vine? Soy realmente una persona ocupada. Tengo tres hijos y sigo un curso nocturno online y no voy muy a menudo a fiestas", dijo la vecina de Presley, Maria Cerow, que se acercó con su Shiloh, un sheltie, y su hijo Adam, de ocho. "Esta noche no teníamos ni lacrosse ni fútbol, y pensé que sería una buena manera de conocer a los vecinos. Adam estaba realmente excitado de ser invitado a una fiesta con perros".
Shure dice que son estas relaciones sociales -así como los cobertores eléctricos para perros artríticos, hierba gatera natural y quitamanchas orgánicos- las que atraen a los clientes.
De acuerdo a la Asociación Americana de Fabricantes de Productos para Mascotas, los estadounidenses están gastando dos veces más en sus mascotas que hace una década y quieren más que las ofertas usuales en las tiendas para mascotas y en los pasillos de los supermercados. Muchos prodigan a sus animales con cuidados médicos ultramodernos, camas hechas a la medida, alimentos orgánicos, balnearios para perros y videos de pájaros trinando para entretener al gato de la familia. Orgullosos dueños de mascotas se reúnen en parques para perros, guarderías para perros y cafeterías que son a vez locales de lavado de perros. ¿Por qué una fiesta con mascotas y humanos?
"Mientras seguimos humanizando a las mascotas, haremos con ellos cada vez más cosas que son tradicionalmente humana", dice Bob Vetere, presidente de la asociación de fabricantes, que lleva estadísticas de cuánta gente compra regalos de Navidad para sus mascotas (56 por ciento de los dueños de perros, 42 por ciento de los dueños de gatos). "Organizan fiestas de cumpleaños y fiestas de petición de mano para sus mascotas. Incluso he visto bodas de mascotas".
También otras firmas de ventas directas se están subiendo a este tren. Petlane es una compañía fundada hace tres años por Lane Nemeth, la mujer que empezó con Discovery Toys. La empresa tiene ahora ochocientos representantes (incluyendo Virginia y Maryland) y está creciendo un cuarenta por ciento al año.
Petlane se especializa en productos sanitarios y de seguridad, como cinturones de seguridad para perros y alimento para mascotas holístico. "No estimulamos a llevar a las mascotas a fiestas porque no queremos que se peleen; pensamos que es poco seguro", dice Nemeth. "Pero nos encanta el aspecto social cuando se reúnen los dueños de mascotas. A la gente le gusta hablar sobre sus perros, gatos o aves casi tanto como hablan sobre sus hijos".

A la fiesta de Brambleton asistió la pandilla del vecindario de Zeb, incluyendo a Bert el perro pachón y Snuggles, el shih tzu maltés. El primero en llegar fue Bob, un pit bull de nueve meses, acompañado por sus dueños, Lydia Best y su madre, Patti Best. "Fue la primera fiesta de Bob", dijo Patti Best. "Adora a la gente". Bob, dicho sea de paso, tiene un blog , donde más tarde alardeó de su primera salida nocturna.
Presley trabaja en la sección de desarrollo de productos en Sallie Mae. "Me gusta trabajar con mujeres que salen en la tarde a visitar amigos y hacer las compras", dijo. Esta noche, no puso mucho también para que los invitados empezaran a interconectarse y a intercambiar los nombres de veterinarios que hacen visitas a domicilio y quitamanchas que funcionan.
Entretanto, Shepherd estaba elogiando el bálsamo para mascotas y el botiquín de urgencias para mascotas que se exhibían. Como los representantes de Tupperware, trató de aumentar las ventas con juegos y premios. Dos horas después todavía estaba apuntando pedidos. Michelle Klein, de Steling, gastó 78.75 dólares en regalos para Kodiak, su perro salchicha. "Gasté un montón, pero es mi único hijo", dijo.
En la fiesta se vendieron 350 dólares. La anfitriona paga los refrescos y recibe el diez por ciento de las ventas más un regalo y un bono para cualquiera de los asistentes que se ofrezca para ser el anfitrión de un futuro evento de Pupperware. Una persona se ofreció para ello.
Zeb estaba inquieto. Aunque recibió un Certificado de Buena Conducta Canina de CES Dog Training de Manassas, esta noche había tenido suficiente. Se acercó sigilosamente a la mesa que exhibía los productos de Shure Pets, cogió un hueso de perro de lana y se lo llevó a su cama. Ahí se dedicó a babosearlo.
Era hora de terminar fiesta de los animales.

6 de diciembre de 2007
8 de noviembre de 2007
©washington post
©traducción mQh
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