encuentran a 4 chicas asesinadas
[Allison Klein y Joshua Zumbrun] En una casa del sudeste de Washington. Se los considera homicidios.
Washington, Estados Unidos. Ayer agentes de la policía judicial que entregaban una notificación de desalojo de rutina en el sudeste de Washington fueron recibidos en la puerta por una tranquila mujer que no dijo nada sobre lo que encontrarían en el interior de la casa: los cuerpos en descomposición de cuatro niñas, que se cree son sus hijas.
Las autoridades dijeron que las niñas -de 5, 7, 9 y 17 años- fueron encontradas en el primer piso de la casa de dos y pueden haber muerto hace dos semanas o más. Cómo murieron sigue siendo un misterio, y la mujer, de 33 años, estaba siendo interrogada esta noche pasada en el cuartel de policía.
La policía declaró que consideraban que las muertes eran homicidios, mientras esperan el informe del médico forense, y que no se han efectuado detenciones.
El jefe de policía del distrito de Columbia, Cathy L. Lanier, dijo que la causa de sus muertes no se ha determinado todavía debido a la descomposición de los cuerpos. "Eso hace difícil determinar signos evidentes de trauma", dijo.
La policía no dio a conocer la identidad de la mujer, porque todavía no ha sido acusada, ni los nombres de las niñas. "Nos tomará algún tiempo verificar la identidad de las niñas", dijo Lanier.
Se encontró un cuchillo junto a los restos de la niña mayor en el dormitorio del segundo piso, dijeron las autoridades. Los otros cuerpos, no tan descompuestos, estaban en otro dormitorio. Abajo, la casa estaba vacía y carecía de muebles.
Lanier trató de tranquilizar a los vecinos diciendo que no había signos de que las puertas hubieran sido forzadas. "No tengo la impresión de que alguien haya abierto una puerta a patadas para entrar y cometer esos crímenes", dijo.
Lanier dijo que la mujer estaba cooperando con los detectives. Varias fuentes policiales, que hablaron a condición de conservar el anonimato debido a que la investigación no ha terminado, plantearon dudas sobre la salud mental de la mujer. Los vecinos dijeron que ella parecía a menudo perturbada en los últimos meses.
La casa donde se encontraron los cuerpos, en el bloque 4200 de la Calle Seis SE, es una vivienda pareada de ladrillos de dos pisos pintada de azul grisáceo. Hasta ayer nada la distinguía de otras casas en el vecindario de Washington Highlands.
La casa había sido vendida en la primavera a una sociedad hipotecaria después de una ejecución hipotecaria, y los tres agentes judiciales llegaron allá ayer a las nueve y media de la mañana para notificar el desalojo. "La señora estaba tranquila. No parecía afligida de ninguna manera", dijo Cole Barnhart, portavoz del Servicio de Policía Judicial de Estados Unidos.
El servicio de agentes judiciales, que se encarga de los desalojos para la Corte Superior del Distrito de Columbia, normalmente revisa una casa antes de su desalojo. En ese allanamiento se descubrieron los cuerpos, tras lo cual llamaron a la policía del distrito, a la oficina del médico forense, al cuerpo de bomberos y otras agencias.
El bloque de convirtió rápidamente en una escena del crimen, con patrulleros policiales, cintas amarillas y una furgoneta de la oficina del médico forense aparcada en la calle. Decenas de agentes, muchos de ellos con uniformes protectores y máscaras, trabajaron en la casa y alrededores. No fue sino hasta las tres de la tarde que las autoridades sacaron los cuatro cuerpos, uno tras otro, amarrados a camillas y metidos en bolsas de cadáveres. Los vecinos se mostraran consternados.
"Yo vivo al lado. No lo puedo creer", dijo Karen Brown, que dijo que el lugar olía mal desde hace días. "Es triste".
No emergieron ayer muchos detalles sobre la mujer o las niñas. No quedó claro cuánto tiempo habían vivido en la casa ni si habían sido sus propietarios o solamente inquilinos.
El alcalde Adrian M. Fenty (demócrata), que se unió a Lanier en la escena del crimen, dijo que el ayuntamiento estaba tratando de averiguar si había contacto entre la mujer y las niñas con agencias municipales, incluyendo la policía, escuelas y los servicios de protección al menor. Lanier dijo que la policía no había sido llamada a la casa.
Una fuente policial dijo que los agentes habían recorrido el vecindario haciendo preguntas a los vecinos durante una pesquisa por homicidio no relacionada con este caso y que en ese entonces habían expresado preocupación por la situación de las niñas en la casa. La policía se puso en contacto con la agencia de protección al menor, dijo la fuente.
Mindy Good, portavoz de los Servicios de Protección al Menor y la Familia, la agencia que supervisa los servicios de protección, dijo que la organización había recibido en abril un informe sobre la familia de la mujer y que había "intentado investigar".
"No logramos encontrarles en ninguna de las numerosas ocasiones que intentamos ponernos en contacto", dijo Good. "Luego desaparecieron. Fuimos a la casa y ahí no vivía nadie". Se negó a hacer más comentarios sobre el caso.
De acuerdo a la portavoz de Escuelas Públicas del Distrito de Columbia, Mafara Hobson, los agentes creen que sólo una de las niñas había sido matriculada en una escuela pública de Washington. La estudiante, que Hobson dijo que no estaba autorizada a identificar, había sido inscrita en la Escuela Secundaria Stuart-Hobson, pero que se retiró en 2006. Las otras fueron matriculadas en algún momento en escuelas no-públicas, pero en este momento no aparecían inscritas en ninguna escuela, ni privada ni pública, dijo Hobson.
Una fuente policial dijo que las autoridades creen que las niñas habían perdido bastante del año escolar y que una de ellas estuvo 33 días sin asistir a la escuela.
La concejal del distrito de Columbia, Marion Barry (demócrata) manifestó su sorpresa de que las niñas no hubiesen sido detectadas antes. "Se supone que los niños deben ir a la escuela", dijo. "Demuestra cómo la gente se descuelga del sistema".
El procedimiento de desalojo fue iniciado en agosto cuando una compañía de préstamos hipotecarios presentó una queja ante la Corte Superior del Distrito de Columbia para obtener una orden del juez después de la ejecución hipotecaria. La Aurora Loan Services compró la propiedad en una venta ejecutorial, según muestran actas judiciales. Después de que nadie respondiera a la queja, un juez otorgó una orden judicial en octubre, allanando el camino para el desalojo de la vivienda.
Las autoridades dijeron que las niñas -de 5, 7, 9 y 17 años- fueron encontradas en el primer piso de la casa de dos y pueden haber muerto hace dos semanas o más. Cómo murieron sigue siendo un misterio, y la mujer, de 33 años, estaba siendo interrogada esta noche pasada en el cuartel de policía.
La policía declaró que consideraban que las muertes eran homicidios, mientras esperan el informe del médico forense, y que no se han efectuado detenciones.
El jefe de policía del distrito de Columbia, Cathy L. Lanier, dijo que la causa de sus muertes no se ha determinado todavía debido a la descomposición de los cuerpos. "Eso hace difícil determinar signos evidentes de trauma", dijo.
La policía no dio a conocer la identidad de la mujer, porque todavía no ha sido acusada, ni los nombres de las niñas. "Nos tomará algún tiempo verificar la identidad de las niñas", dijo Lanier.
Se encontró un cuchillo junto a los restos de la niña mayor en el dormitorio del segundo piso, dijeron las autoridades. Los otros cuerpos, no tan descompuestos, estaban en otro dormitorio. Abajo, la casa estaba vacía y carecía de muebles.
Lanier trató de tranquilizar a los vecinos diciendo que no había signos de que las puertas hubieran sido forzadas. "No tengo la impresión de que alguien haya abierto una puerta a patadas para entrar y cometer esos crímenes", dijo.
Lanier dijo que la mujer estaba cooperando con los detectives. Varias fuentes policiales, que hablaron a condición de conservar el anonimato debido a que la investigación no ha terminado, plantearon dudas sobre la salud mental de la mujer. Los vecinos dijeron que ella parecía a menudo perturbada en los últimos meses.
La casa donde se encontraron los cuerpos, en el bloque 4200 de la Calle Seis SE, es una vivienda pareada de ladrillos de dos pisos pintada de azul grisáceo. Hasta ayer nada la distinguía de otras casas en el vecindario de Washington Highlands.
La casa había sido vendida en la primavera a una sociedad hipotecaria después de una ejecución hipotecaria, y los tres agentes judiciales llegaron allá ayer a las nueve y media de la mañana para notificar el desalojo. "La señora estaba tranquila. No parecía afligida de ninguna manera", dijo Cole Barnhart, portavoz del Servicio de Policía Judicial de Estados Unidos.
El servicio de agentes judiciales, que se encarga de los desalojos para la Corte Superior del Distrito de Columbia, normalmente revisa una casa antes de su desalojo. En ese allanamiento se descubrieron los cuerpos, tras lo cual llamaron a la policía del distrito, a la oficina del médico forense, al cuerpo de bomberos y otras agencias.
El bloque de convirtió rápidamente en una escena del crimen, con patrulleros policiales, cintas amarillas y una furgoneta de la oficina del médico forense aparcada en la calle. Decenas de agentes, muchos de ellos con uniformes protectores y máscaras, trabajaron en la casa y alrededores. No fue sino hasta las tres de la tarde que las autoridades sacaron los cuatro cuerpos, uno tras otro, amarrados a camillas y metidos en bolsas de cadáveres. Los vecinos se mostraran consternados.
"Yo vivo al lado. No lo puedo creer", dijo Karen Brown, que dijo que el lugar olía mal desde hace días. "Es triste".
No emergieron ayer muchos detalles sobre la mujer o las niñas. No quedó claro cuánto tiempo habían vivido en la casa ni si habían sido sus propietarios o solamente inquilinos.
El alcalde Adrian M. Fenty (demócrata), que se unió a Lanier en la escena del crimen, dijo que el ayuntamiento estaba tratando de averiguar si había contacto entre la mujer y las niñas con agencias municipales, incluyendo la policía, escuelas y los servicios de protección al menor. Lanier dijo que la policía no había sido llamada a la casa.
Una fuente policial dijo que los agentes habían recorrido el vecindario haciendo preguntas a los vecinos durante una pesquisa por homicidio no relacionada con este caso y que en ese entonces habían expresado preocupación por la situación de las niñas en la casa. La policía se puso en contacto con la agencia de protección al menor, dijo la fuente.
Mindy Good, portavoz de los Servicios de Protección al Menor y la Familia, la agencia que supervisa los servicios de protección, dijo que la organización había recibido en abril un informe sobre la familia de la mujer y que había "intentado investigar".
"No logramos encontrarles en ninguna de las numerosas ocasiones que intentamos ponernos en contacto", dijo Good. "Luego desaparecieron. Fuimos a la casa y ahí no vivía nadie". Se negó a hacer más comentarios sobre el caso.
De acuerdo a la portavoz de Escuelas Públicas del Distrito de Columbia, Mafara Hobson, los agentes creen que sólo una de las niñas había sido matriculada en una escuela pública de Washington. La estudiante, que Hobson dijo que no estaba autorizada a identificar, había sido inscrita en la Escuela Secundaria Stuart-Hobson, pero que se retiró en 2006. Las otras fueron matriculadas en algún momento en escuelas no-públicas, pero en este momento no aparecían inscritas en ninguna escuela, ni privada ni pública, dijo Hobson.
Una fuente policial dijo que las autoridades creen que las niñas habían perdido bastante del año escolar y que una de ellas estuvo 33 días sin asistir a la escuela.
La concejal del distrito de Columbia, Marion Barry (demócrata) manifestó su sorpresa de que las niñas no hubiesen sido detectadas antes. "Se supone que los niños deben ir a la escuela", dijo. "Demuestra cómo la gente se descuelga del sistema".
El procedimiento de desalojo fue iniciado en agosto cuando una compañía de préstamos hipotecarios presentó una queja ante la Corte Superior del Distrito de Columbia para obtener una orden del juez después de la ejecución hipotecaria. La Aurora Loan Services compró la propiedad en una venta ejecutorial, según muestran actas judiciales. Después de que nadie respondiera a la queja, un juez otorgó una orden judicial en octubre, allanando el camino para el desalojo de la vivienda.
Keith L. Alexander, Sue Anne Pressley Montes, Debbi Wilgoren y Clarence Williams y Rena Kirsch contribuyeron a este reportaje.
10 de enero de 2008
©washington post
cc traducción mQh
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