sueños rotos de la mafia siciliana
[Ariel David] Las detenciones de mafiosos en Estados Unidos estropean retorno de clan de la mafia a Sicilia.
Roma, Italia. En el coa de la mafia se burlan de ellos llamándoles los ‘escapados' -los fugitivos-, un clan del crimen organizado que hace más de veinte años buscó refugio en Estados Unidos después de ser prácticamente exterminado en una de las más sangrientas guerras entre mafias en Sicilia.
Las autoridades italianas dicen que la más grande represión transatlántica desde el caso de la ‘Pizza Connection' en los años ochenta ahora ha estropeado los planes de la familia Inzerillo de volver a Sicilia, desbaratando probablemente una nueva ola de venganzas en el isla mediterránea.
En Nueva York y Palermo la policía detuvo el jueves a decenas de mafiosos, todos supuestamente miembros de clanes asociados con Salvatore Lo Piccolo, el capo de la mafia siciliana arrestado en noviembre, y las familias mafiosas de Nueva York, como los Gambino y los Inzerillo.
Las autoridades dijeron que las pesquisas en Nueva York y Palermo, que han terminado colocando a más de noventa sospechosos tras las rejas, fueron una campaña internacional para estropearlos vínculos de Gambino con sus contrapartes sicilianas y el retorno de sus protegidos, los Inzerillo, a la isla italiana.
En Nueva York, fiscales federales y del estado formalizaron a lo que se dice es casi toda la jerarquía restante de la familia Gambino, el otrora poderoso clan que ha ido tirando de crisis en crisis desde la muerte del notorio capo John Gotti.
Fiscales italianos dijeron que las detenciones ponen fin a los contactos entre los dos lados del Atlántico que buscaban reeditar el control de la mafia sobre el tráfico internacional de narcóticos, que ha decaído desde que la pesquisa de la ‘Pizza Connection' terminara con una operación de contrabando de heroína y cocaína de 1.6 millones de dólares que entre 1975 y 1984 usó pizzerías como fachadas.
Los fiscales declararon que las interceptaciones y renegados de la mafia que condujeron a los allanamientos, con el nombre en código ‘Puente Viejo', también ayudaron a resolver la muerte hace veinticinco años de dos capos de Inzerillo asesinados por su propio clan a los que, a cambio, se les permitió vivir en el exilio en Estados Unidos.
"Esta historia se remonta a la guerra de la mafia de los años ochenta y tiene todos los elementos de una novela policíaca: asesinatos, traición y exilio", dijo a periodistas en Roma el fiscal de Palermo Francesco Messineo.
A principios de los años ochenta, los poderosos Inzerillo fueron aplastados por el violento surgimiento de la familia Corleone. Cientos de mafiosos de ambos bandos, aparte transeúntes inocentes, fueron matados a balazos en la lucha por el poder, y los sobrevivientes de la familia derrotada fueron protegidos por los Gambino en Estados Unidos.
Los cargos presentados por las autoridades italianas y norteamericanas contra algunos de los arrestados el jueves incluyen los asesinatos de los capos Antonino y Pietro Inzerillo, dijo Messineo.
Algunos de los renegados lograron apaciguar de los Corleone asesinado a Antonino, que desapareció en 1981,y Pietro, cuyo cuerpo fue encontrado en 1982 en el maletero de un coche en Nueva Jersey con la boca llena de billetes de cinco dólares, dijeron prosecutores.
Los Corleone dominaron la Costa Nostra hasta la detención del capo Salvatore ‘Toto' Riina en 1993, y de su sucesor Bernardo Provenzano en 2006.
Con la mafia debilitada por esas detenciones y perdiendo terreno en el comercio de narcóticos ante otros sindicatos criminales, como la ‘ndrangheta, de Calabria, Lo Piccolo intentó convertirse en el primer ‘capo de capos' en los años en que no era un hombre de Corleone.
Como parte de su estrategia, Lo Piccolo permitió el retorno de algunos Inzerillo y envió emisarios a Nueva York, donde la policía lo siguió, interceptando su teléfono y tomándole fotos.
"Los Inzerillo todavía soñaban con volver a Sicilia", dijo Messineo. "El objetivo de Piccolo era reparar las relaciones con la mafia en Estados Unidos y crear lazos comerciales".
El jefe de la policía de Palermo, Giuseppe Caruso, dijo que cuando arrestaron a Lo Piccolo el año pasado los detectives se dieron cuenta de que tendrían que actuar rápidamente con los escapados y sus aliados. De otro modo, dijo, Sicilia habría sufrido una nueva guerra en la mafia entre los que están a favor del retorno de los Inzerillo y los otros clanes que todavía persiguen su exterminio.
Las autoridades italianas dicen que la más grande represión transatlántica desde el caso de la ‘Pizza Connection' en los años ochenta ahora ha estropeado los planes de la familia Inzerillo de volver a Sicilia, desbaratando probablemente una nueva ola de venganzas en el isla mediterránea.
En Nueva York y Palermo la policía detuvo el jueves a decenas de mafiosos, todos supuestamente miembros de clanes asociados con Salvatore Lo Piccolo, el capo de la mafia siciliana arrestado en noviembre, y las familias mafiosas de Nueva York, como los Gambino y los Inzerillo.
Las autoridades dijeron que las pesquisas en Nueva York y Palermo, que han terminado colocando a más de noventa sospechosos tras las rejas, fueron una campaña internacional para estropearlos vínculos de Gambino con sus contrapartes sicilianas y el retorno de sus protegidos, los Inzerillo, a la isla italiana.
En Nueva York, fiscales federales y del estado formalizaron a lo que se dice es casi toda la jerarquía restante de la familia Gambino, el otrora poderoso clan que ha ido tirando de crisis en crisis desde la muerte del notorio capo John Gotti.
Fiscales italianos dijeron que las detenciones ponen fin a los contactos entre los dos lados del Atlántico que buscaban reeditar el control de la mafia sobre el tráfico internacional de narcóticos, que ha decaído desde que la pesquisa de la ‘Pizza Connection' terminara con una operación de contrabando de heroína y cocaína de 1.6 millones de dólares que entre 1975 y 1984 usó pizzerías como fachadas.
Los fiscales declararon que las interceptaciones y renegados de la mafia que condujeron a los allanamientos, con el nombre en código ‘Puente Viejo', también ayudaron a resolver la muerte hace veinticinco años de dos capos de Inzerillo asesinados por su propio clan a los que, a cambio, se les permitió vivir en el exilio en Estados Unidos.
"Esta historia se remonta a la guerra de la mafia de los años ochenta y tiene todos los elementos de una novela policíaca: asesinatos, traición y exilio", dijo a periodistas en Roma el fiscal de Palermo Francesco Messineo.
A principios de los años ochenta, los poderosos Inzerillo fueron aplastados por el violento surgimiento de la familia Corleone. Cientos de mafiosos de ambos bandos, aparte transeúntes inocentes, fueron matados a balazos en la lucha por el poder, y los sobrevivientes de la familia derrotada fueron protegidos por los Gambino en Estados Unidos.
Los cargos presentados por las autoridades italianas y norteamericanas contra algunos de los arrestados el jueves incluyen los asesinatos de los capos Antonino y Pietro Inzerillo, dijo Messineo.
Algunos de los renegados lograron apaciguar de los Corleone asesinado a Antonino, que desapareció en 1981,y Pietro, cuyo cuerpo fue encontrado en 1982 en el maletero de un coche en Nueva Jersey con la boca llena de billetes de cinco dólares, dijeron prosecutores.
Los Corleone dominaron la Costa Nostra hasta la detención del capo Salvatore ‘Toto' Riina en 1993, y de su sucesor Bernardo Provenzano en 2006.
Con la mafia debilitada por esas detenciones y perdiendo terreno en el comercio de narcóticos ante otros sindicatos criminales, como la ‘ndrangheta, de Calabria, Lo Piccolo intentó convertirse en el primer ‘capo de capos' en los años en que no era un hombre de Corleone.
Como parte de su estrategia, Lo Piccolo permitió el retorno de algunos Inzerillo y envió emisarios a Nueva York, donde la policía lo siguió, interceptando su teléfono y tomándole fotos.
"Los Inzerillo todavía soñaban con volver a Sicilia", dijo Messineo. "El objetivo de Piccolo era reparar las relaciones con la mafia en Estados Unidos y crear lazos comerciales".
El jefe de la policía de Palermo, Giuseppe Caruso, dijo que cuando arrestaron a Lo Piccolo el año pasado los detectives se dieron cuenta de que tendrían que actuar rápidamente con los escapados y sus aliados. De otro modo, dijo, Sicilia habría sufrido una nueva guerra en la mafia entre los que están a favor del retorno de los Inzerillo y los otros clanes que todavía persiguen su exterminio.
18 de febrero de 2008
8 de febrero de 2008
©fwdailynews
cc traducción mQh
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