terroristas con síndrome de down
[Kim Gamel] Estados Unidos e Iraq juran represión después de mortíferos atentados en Bagdad. Iraquíes piden más protección.
Bagdad, Iraq. Un comandante norteamericano dijo el sábado que dos atentados perpetrados por mujeres que portaban bombas que mataron a casi cien personas en Bagdad, subrayaban que al-Qaeda en Iraq sigue siendo una grave amenaza, pero juró que los militares "no cederían terreno" ante la red terrorista.
Iraquíes en Bagdad han exigido más protección para los mercados, diciendo que una de las terroristas no fue cacheada debido a que era una conocida vagabunda del barrio, y los guardias se muestran reluctantes a cachear a mujeres debido a su sensibilidad musulmana.
Funcionarios norteamericanos e iraquíes dijeron el sábado que fotografías de las terroristas demostraban que sufrían el síndrome de Down y probablemente no sabían que estaban siendo utilizadas en los atentados del viernes.
Ali Nassir, un jornalero de treinta años cuyo pasatiempo en la crianza de pájaros, dijo que gente discapacitada a menudo mendiga alimento y dinero en el mercadillo de mascotas de los viernes en al-Ghazl.
"Vi a la terrorista y estaba mendigando", dijo Nassir, agregando que los vendedores conocían a la mujer. "Los guardias de seguridad no la cachearon porque era una mujer y porque no es raro ver a vagabundos, principalmente mujeres y niños, circulando por el mercado".
Funcionarios iraquíes, que hablaron a condición de conservar el anonimato debido a que no estaban autorizados a entregar información, elevaron el número de víctimas de los atentados del viernes al menos a 99 -62 personas en el primer atentado en el mercadillo de al-Ghazl y otras 37 unos veinte minutos después en la zona de las palomas del mercado Nueva Bagdad al sudeste de la ciudad.
El general de división Jeffery Hammond, el comandante norteamericano de más alto rango en Bagdad, dijo que las mujeres no estaban conscientes de lo que hacían.
"Parece que las terroristas suicidas no eran mártires voluntarias, sino que fueron utilizadas por al-Qaeda para estos terribles atentados", dijo. "Estas dos mujeres fueron usadas probablemente porque no entendían qué estaban haciendo y porque era menos probable que las cachearan".
También reiteró las advertencias de los militares de que al-Qaeda sigue representando una grave amenaza, pese a importantes incursiones contra la red desde que los norteamericanos empezaran a enviar más de treinta mil tropas adicionales a la capital y áreas adyacentes durante la primavera.
"Estos dos atentados terroristas representan lo peor de la naturaleza humana", dijo Hammond en una rueda de prensa. Dijo que las tropas norteamericanas continuarán sus operaciones dirigidas que han logrado disminuir los atentados.
"No cederemos el terreno que hemos ganado en Bagdad", dijo.
Funcionarios iraquíes dijeron que tenían fotografías de las cabezas de las dos mujeres que se encontraron en el lugar de los hechos, que demostraban que padecían del síndrome de Down, y dijeron que los explosivos fueron activados por control remoto.
"Esa es información muy verosímil", dijo el teniente general Abboud Qanbar, comandante en Bagdad, agregando que las fotos no serían entregadas a la prensa por consideraciones humanitarias.
El teniente coronel Steve Stover, portavoz militar de la zona de Bagdad, dijo "que eran dos mujeres y parece que tenían el síndrome de Down". Expertos médicos en su división dijeron que había examinado las fotos y concluyeron que las mujeres probablemente sufrían de algún tipo de trastorno genético, dijo.
Una imagen de una de las cabezas en un celular, examinada por la Associated Press, no se prestó para conclusiones definitivas.
Las fuerzas armadas norteamericanas, que comunicaron un número de bajas menor (27), acusaron a al-Qaeda en Iraq y dijeron que demostraban un nuevo nivel de desesperación después de que barreras antiexplosivas de concreto y otras medidas de seguridad limitaran la capacidad del grupo de montar atentados con coches bomba mortíferos y otros ataques similares.
"Parece que al-Qaeda ha llegado a un nivel muy bajo que los lleva a utilizar a personas que no siquiera saben lo que están haciendo, a amarrarles bombas en sus cuerpos y a enviarlos a algún mercado", dijo Stover.
Dijo que una de las mujeres llevaba una mochila que estaba llena de rodamientos y metralla para maximizar las bajas, mientras que la otra llevaba un chaleco de explosivos.
Los atentados con bomba sirvieron de recordatorio de que los insurgentes iraquíes están cambiando constantemente de estrategia en sus intentos por minar los recientes logros en seguridad en todo el país. Es cada vez más frecuente la utilización de mujeres para montar ataques suicidas -seis veces más frecuente desde noviembre pasado.
Las explosiones del viernes fueron las más mortíferas en la capital desde el atentado suicida con coche bomba del 18 de abril, que se cobró la vida de 116 personas y dejó heridas a otras 145.
El primer ministro iraquí Nouri al-Maliki juró reprimir a los militantes. "La atrocidad de estos crímenes no amilanará a nuestras fuerzas de seguridad. Aumentará nuestra determinación de seguir aplastando las madrigueras de terroristas", dijo en una declaración.
Curiosos reunidos en el mercado de palomas Nueva Bagdad el sábado, rebuscaban entre los metales torcidos de los carbonizados restos de puestos y tiendas. Los vendedores buscaban fragmentos de mercaderías. Un hombre mostraba jirones de ropa, hecha añicos por la explosión del viernes o durante el frenético pánico que la siguió.
Haider Jabar, 28, empleado de gobierno que vive cerca del mercado y a menudo sale a pasear entre las jaulas, dijo que la mujer utilizada en el atentado no era conocida por los lugareños.
"La mujer parecía que era discapacitada. Es raro ver a una mujer caminando en el mercado de aves Nueva Bagdad y este hecho llamó la atención de muchos adolescentes que se reunieron a mirarla cuando ocurrió la explosión", dijo.
Otros llamaron a las autoridades a incrementar las medidas para proteger el mercado, que a diferencia de otros en la capital no está cercado por barreras de concreto.
"Toda Bagdad está expuesto a atentados terroristas", dijo el sobreviviente Badir Sami, 42. "Yo exijo medidas de seguridad más estrictas en mercados populares como este, donde los viernes se reúne mucha gente".
Otro vendedor de palomas, Ali Mansour, dijo que estaba desmantelando su tienda después de sobrevivir tres atentados en el mercado de al-Ghazl.
Entretanto, al-Maliki volcó su atención a la ciudad de Mosul en el noroeste del país prometiendo lo que dijo sería el último enfrentamiento con al-Qaeda en Iraq que ahora es dirigida por insurgentes que se han refugiado allá después de escapar de las ofensivas norteamericanas en Bagdad y áreas adyacentes.
Comandantes norteamericanos en el norte de Iraq han dicho que la batalla para expulsar a al-Qaeda en Iraq de su último bastión urbano no será tan fácil como sugirió al-Maliki, sino más bien una campaña pesada que requerirá más poder de fuego.
Unidades de la policía y de las fuerzas armadas iraquíes han sido enviadas a la zona y al-Maliki dijo que esperaba ansioso "solucionar ese tema tan pronto como posible", aunque no mencionó ninguna fecha. El primer ministro también mencionó al comandante de las operaciones de seguridad en Mosul y alrededores como el recién ascendido teniente general Riyadh Jalal.
"Hemos venido aquí a iniciar la marcha para liberar a Mosul de terroristas y delincuentes", dijo al-Maliki durante una reunión con comandantes militares iraquíes en la ciudad, que es la capital de la provincia de Ninevah. "La estabilización de esta provincia enviará un último mensaje a al-Qaeda y a lo que queda del antiguo régimen, de que serán derrotados".
Iraquíes en Bagdad han exigido más protección para los mercados, diciendo que una de las terroristas no fue cacheada debido a que era una conocida vagabunda del barrio, y los guardias se muestran reluctantes a cachear a mujeres debido a su sensibilidad musulmana.
Funcionarios norteamericanos e iraquíes dijeron el sábado que fotografías de las terroristas demostraban que sufrían el síndrome de Down y probablemente no sabían que estaban siendo utilizadas en los atentados del viernes.
Ali Nassir, un jornalero de treinta años cuyo pasatiempo en la crianza de pájaros, dijo que gente discapacitada a menudo mendiga alimento y dinero en el mercadillo de mascotas de los viernes en al-Ghazl.
"Vi a la terrorista y estaba mendigando", dijo Nassir, agregando que los vendedores conocían a la mujer. "Los guardias de seguridad no la cachearon porque era una mujer y porque no es raro ver a vagabundos, principalmente mujeres y niños, circulando por el mercado".
Funcionarios iraquíes, que hablaron a condición de conservar el anonimato debido a que no estaban autorizados a entregar información, elevaron el número de víctimas de los atentados del viernes al menos a 99 -62 personas en el primer atentado en el mercadillo de al-Ghazl y otras 37 unos veinte minutos después en la zona de las palomas del mercado Nueva Bagdad al sudeste de la ciudad.
El general de división Jeffery Hammond, el comandante norteamericano de más alto rango en Bagdad, dijo que las mujeres no estaban conscientes de lo que hacían.
"Parece que las terroristas suicidas no eran mártires voluntarias, sino que fueron utilizadas por al-Qaeda para estos terribles atentados", dijo. "Estas dos mujeres fueron usadas probablemente porque no entendían qué estaban haciendo y porque era menos probable que las cachearan".
También reiteró las advertencias de los militares de que al-Qaeda sigue representando una grave amenaza, pese a importantes incursiones contra la red desde que los norteamericanos empezaran a enviar más de treinta mil tropas adicionales a la capital y áreas adyacentes durante la primavera.
"Estos dos atentados terroristas representan lo peor de la naturaleza humana", dijo Hammond en una rueda de prensa. Dijo que las tropas norteamericanas continuarán sus operaciones dirigidas que han logrado disminuir los atentados.
"No cederemos el terreno que hemos ganado en Bagdad", dijo.
Funcionarios iraquíes dijeron que tenían fotografías de las cabezas de las dos mujeres que se encontraron en el lugar de los hechos, que demostraban que padecían del síndrome de Down, y dijeron que los explosivos fueron activados por control remoto.
"Esa es información muy verosímil", dijo el teniente general Abboud Qanbar, comandante en Bagdad, agregando que las fotos no serían entregadas a la prensa por consideraciones humanitarias.
El teniente coronel Steve Stover, portavoz militar de la zona de Bagdad, dijo "que eran dos mujeres y parece que tenían el síndrome de Down". Expertos médicos en su división dijeron que había examinado las fotos y concluyeron que las mujeres probablemente sufrían de algún tipo de trastorno genético, dijo.
Una imagen de una de las cabezas en un celular, examinada por la Associated Press, no se prestó para conclusiones definitivas.
Las fuerzas armadas norteamericanas, que comunicaron un número de bajas menor (27), acusaron a al-Qaeda en Iraq y dijeron que demostraban un nuevo nivel de desesperación después de que barreras antiexplosivas de concreto y otras medidas de seguridad limitaran la capacidad del grupo de montar atentados con coches bomba mortíferos y otros ataques similares.
"Parece que al-Qaeda ha llegado a un nivel muy bajo que los lleva a utilizar a personas que no siquiera saben lo que están haciendo, a amarrarles bombas en sus cuerpos y a enviarlos a algún mercado", dijo Stover.
Dijo que una de las mujeres llevaba una mochila que estaba llena de rodamientos y metralla para maximizar las bajas, mientras que la otra llevaba un chaleco de explosivos.
Los atentados con bomba sirvieron de recordatorio de que los insurgentes iraquíes están cambiando constantemente de estrategia en sus intentos por minar los recientes logros en seguridad en todo el país. Es cada vez más frecuente la utilización de mujeres para montar ataques suicidas -seis veces más frecuente desde noviembre pasado.
Las explosiones del viernes fueron las más mortíferas en la capital desde el atentado suicida con coche bomba del 18 de abril, que se cobró la vida de 116 personas y dejó heridas a otras 145.
El primer ministro iraquí Nouri al-Maliki juró reprimir a los militantes. "La atrocidad de estos crímenes no amilanará a nuestras fuerzas de seguridad. Aumentará nuestra determinación de seguir aplastando las madrigueras de terroristas", dijo en una declaración.
Curiosos reunidos en el mercado de palomas Nueva Bagdad el sábado, rebuscaban entre los metales torcidos de los carbonizados restos de puestos y tiendas. Los vendedores buscaban fragmentos de mercaderías. Un hombre mostraba jirones de ropa, hecha añicos por la explosión del viernes o durante el frenético pánico que la siguió.
Haider Jabar, 28, empleado de gobierno que vive cerca del mercado y a menudo sale a pasear entre las jaulas, dijo que la mujer utilizada en el atentado no era conocida por los lugareños.
"La mujer parecía que era discapacitada. Es raro ver a una mujer caminando en el mercado de aves Nueva Bagdad y este hecho llamó la atención de muchos adolescentes que se reunieron a mirarla cuando ocurrió la explosión", dijo.
Otros llamaron a las autoridades a incrementar las medidas para proteger el mercado, que a diferencia de otros en la capital no está cercado por barreras de concreto.
"Toda Bagdad está expuesto a atentados terroristas", dijo el sobreviviente Badir Sami, 42. "Yo exijo medidas de seguridad más estrictas en mercados populares como este, donde los viernes se reúne mucha gente".
Otro vendedor de palomas, Ali Mansour, dijo que estaba desmantelando su tienda después de sobrevivir tres atentados en el mercado de al-Ghazl.
Entretanto, al-Maliki volcó su atención a la ciudad de Mosul en el noroeste del país prometiendo lo que dijo sería el último enfrentamiento con al-Qaeda en Iraq que ahora es dirigida por insurgentes que se han refugiado allá después de escapar de las ofensivas norteamericanas en Bagdad y áreas adyacentes.
Comandantes norteamericanos en el norte de Iraq han dicho que la batalla para expulsar a al-Qaeda en Iraq de su último bastión urbano no será tan fácil como sugirió al-Maliki, sino más bien una campaña pesada que requerirá más poder de fuego.
Unidades de la policía y de las fuerzas armadas iraquíes han sido enviadas a la zona y al-Maliki dijo que esperaba ansioso "solucionar ese tema tan pronto como posible", aunque no mencionó ninguna fecha. El primer ministro también mencionó al comandante de las operaciones de seguridad en Mosul y alrededores como el recién ascendido teniente general Riyadh Jalal.
"Hemos venido aquí a iniciar la marcha para liberar a Mosul de terroristas y delincuentes", dijo al-Maliki durante una reunión con comandantes militares iraquíes en la ciudad, que es la capital de la provincia de Ninevah. "La estabilización de esta provincia enviará un último mensaje a al-Qaeda y a lo que queda del antiguo régimen, de que serán derrotados".
27 de febrero de 2008
3 de febrero de 2008
©fwdailynews
cc traducción mQh
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