desbaratan explotación infantil
Chen Yang contribuyó al reporteo. 12 de mayo de 2008
Las autoridades de la sureña provincia de Guangdong, cerca de Hong Kong, dijeron que habían arrestado a varios implicados y ya habían rescatado a más de cien niños en fábricas en la ciudad de Dongguan, uno de los centros industriales más grandes del país de productos electrónicos y artículos de consumo que se venden en todo el mundo. Los funcionarios dijeron que estaban investigando informes de que cientos de niños de zonas rurales habían sido engañados u obligados a trabajar en condiciones similares a la esclavitud a cambio de una paga mínima.
Los niños, la mayoría de ellos de trece a quince años, eran a menudo engañados o secuestrados por agencias de empleo en una zona empobrecida al oeste de la provincia de Sichuan llamada Liangshan y luego enviados a ciudades industriales en Guangdong, donde eran obligados a trabajar a veces hasta trescientas horas al mes, de acuerdo a funcionarios de gobierno y a reportajes en la prensa oficial. En China no pueden trabajar los menores de dieciséis años.
El escándalo constituye un bochorno para China en momentos en que el país se prepara para actuar como anfitrión de los Juegos Olímpicos este verano. Durante gran parte del año pasado, el país se ha visto inundado por demoledores informes sobre graves casos de polución, exportaciones peligrosas, disturbios en el Tibet y las consiguientes interrupciones en el relevo de la antorcha olímpica por simpatizantes del Tibet, entre otros grupos.
Los abusos también pueden reflejar las presiones combinadas de la escasez de trabajadores, la alta inflación y una divisa más cara que ha reducido los márgenes de ganancia de algunas fábricas chinas y las ha obligado a llegar a extremos -incluso ilegales- para seguir siendo competitivas.
La banda de trabajo infantil, que fue detectada primero por el Southern Metropolis, un diario de Guangzhou, fue descubierta menos de un año después de que China fuera sacudida por el hallazgo de un problema similar en una zona menos desarrollada de China central. En junio pasado, funcionarios del trabajo en las provincias de Shanxi y Henan dijeron que habían rescatado a cientos de personas, entre ellos niños, de condiciones laborales de esclavitud en fábricas de ladrillos. Muchos de esos trabajadores declararon que habían sido secuestrados.
El caso anterior, que funcionarios locales trataron de silenciar, provocó un escándalo nacional en China y provocó una fuerte respuesta del presidente Hu Jintao, que prometió reprimir los abusos laborales. Funcionarios locales en Guangdong pueden haberse apresurado a reconocer este último incidente para evitar que se convierta en un escándalo ahora que se aproximan los Juegos Olímpicos.
La policía de Guangdong dijo el miércoles que habían formado equipos para investigar a los niños trabajadores en varias ciudades de la costa, incluyendo Dongguan y Shenzhen, otro importante centro industrial, pero no dijo nada sobre las compañías implicadas en el empleo de niños, o sobre el alcance del problema.
Los funcionarios no identificaron las fábricas específicas ni los artículos implicados, y no está claro si algunas de ellas abastecen a corporaciones multinacionales. Pero muchas compañías en Dongguan y Shenzhen, donde los costos de la tierra y del trabajo con normalmente más altos que en otras partes del país, forman parte de la cadena de abastecimiento de las compañías exportadoras del país. De momento, las autoridades han dicho poco sobre la identidad de los niños que dicen que rescataron.
"Estos niños no tienen carné de identidad, así que es muy difícil identificarlos", dijo Zhang Xiang, portavoz de la Oficina del Trabajo de Guangdong.
En los últimos años Pekín ha aumentado sus esfuerzos para reprimir el trabajo infantil y las violaciones a las leyes laborales. En agosto pasado, Pekín retiró el permiso de una fábrica acusada de emplear trabajo infantil para producir artículos para los Juegos Olímpicos. Varios otros abastecedores han sido castigados por violaciones a las leyes laborales.
Pero los expertos dicen que los crecientes costes del trabajo, de energía y de las materias primas, y la escasez de trabajadores en algunas partes del sur de China han obligado a algunos dueños de fábricas a reducir costes o a buscar nuevas fuentes de trabajo barato, incluyendo el trabajo infantil.
Incluso fábricas que abastecen a compañías multinacionales, incluyendo las tiendas de Wal-Mart, han sido acusadas en los últimos años de utilizar trabajo infantil y de violar las leyes laborales locales. Las grandes corporaciones han aumentado sus revisiones de las fábricas que producen artículos para ellas. Pero los abastecedores se han especializado en la evasión de esas inspecciones proporcionando datos falsos sobre salarios y trabajo que sugieren que acatan las leyes laborales. Algunos expertos dicen que los problemas laborales descubiertos en Dongguan no son raros.
"El caso de trabajo infantil de Liangshan es bastante típico", dijo Hu Xingdou, profesor de economía y políticas sociales en el Instituto Tecnológico de Pekín. "La economía china se está desarrollando a una fascinante velocidad, pero a menudo a expensas de las leyes, los derechos humanos y la protección del medioambiente".
El profesor Hu dijo que aunque Pekín se ha esforzado por mejorar las condiciones laborales en el país, los gobiernos locales eran todavía movidos por incentivos para desarrollar su economía, y por eso tratan de contratar trabajo barato.
"La mayor parte de la fuerza laboral proviene de zonas subdesarrolladas o golpeadas por la pobreza", dijo. "Algunos niños son incluso vendidos por sus padres, que a menudo no tienen ni idea de las condiciones laborales".
En una serie de artículos publicados esta semana un grupo de periodistas del Southern Metropolis escribieron que habían viajado a la prefectura de Liangshan en la provincia de Sichuan, una zona al occidente de China poblada por grupos étnicos minoritarios y plagada por las drogas y la ausencia de buenos trabajos, donde se hicieron pasar por reclutadores y entrevistaron a padres y vecinos.
El diario dijo que los reclutadores y agencias laborales de Liangshan a menudo seleccionaban y transportaban a los niños hacia el sur, donde eran entonces "vendidos" a fábricas en subastas virtuales en la provincia de Guangdong.
En algunas fábricas costeras, los niños debieron incluso formar filas para ser seleccionados por su tipo físico, escribieron los periodistas, que también investigaron las zonas manufactureras en Guangdong.
El diario también dijo que los niños ganaban unos 42 centavos la hora, muy por debajo del salario mínimo de 64 centavos por hora. De acuerdo a la ley, las horas extras se paga mucho más alto.
Chen Fulin, portavoz del gobierno en la prefectura de Liangshan, dijo en una conferencia telefónica el miércoles que los reportajes sobre trabajo infantil en el Southern Metropolis eran correctos.
"De momento, hemos detectado y arrestado a cuatro personas en la comuna de Zhaojue sospechosas de engañar a niños de Liangshan y Dongguan para obligarles a trabajar en las fábricas", dijo. "Nos las tenemos que ver con agencias de empleo ilegales ".
Funcionarios del ayuntamiento de Dongguan dicen que están investigando a todas las fábricas en la zona para determinar si están empleando a niños.
En su reportaje, el Southern Metropolis dijo que algunos niños eran amenazados de muerte si trataban de escapar.
El diario no identifica a las fábricas donde trabajaban los niños, pero el reportaje dice que una de ellas es una fábrica de juguetes de Dongguan y que los periodistas no habían tenido dificultades para descubrir el escándalo.
"Si los periodistas pudieron descubrir los hechos a través de entrevistas secretas en cuestión de días", escribe el Southern Metropolis en un editorial el martes, "¿cómo es que el departamento del trabajo no mostró interés en el asunto y lo ignoró durante tanto tiempo?"
1 de mayo de 2008
©new york times
cc traducción mQh
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