secuestros y espías de corea del norte
17 de junio de 2008
A cambio, Japón anunció que había accedido a levantar algunas de las sanciones impuestas a Corea del Norte por su programa nuclear, incluyendo la prohibición de viajar entre los dos países -aunque otras sanciones más graves seguirán vigentes.
El anuncio japonés, que se produce después de dos días de negociaciones bilaterales en Pekín esta semana, fue el primer signo en años de incluso un ligero acercamiento entre los dos países. Aunque ambos lados han hecho algunas concesiones menores, ofrecieron una vía posible para resolver el conflicto sobre los secuestros, que ha complicado durante un largo tiempo las conversaciones de seis países sobre el programa de armas nucleares de Corea del Norte y ha dificultado las relaciones entre los gobiernos en Tokio y Washington.
"Con la promesa de Corea del Norte de que volverá a investigar, el proceso de resolución del problema de los secuestros ha sido reiniciado", dijo Nobutaka Machimura, jefe de gabinete de Japón. "Es ciertamente un paso adelante, no un progreso general".
Machimura agregó que Japón no cambiará su decisión de quedarse fuera del acuerdo de seis naciones que prestarán a Corea del Norte asistencia para el suministro energético a cambio de que Corea del Norte abandone su programa nuclear.
En una breve declaración, la agencia de noticias oficial de Corea del Norte dijo solamente que Corea del Norte "volverá a investigar el asunto de los secuestros". Pero no entregó ningún indicio sobre si abandonará su postura de que no hay secuestrados japoneses en el país, como insiste Japón.
Yang Moon-soo, economista de la Universidad de Estudios Norcoreanos en Seúl y experto en las relaciones entre Japón y Corea del Norte, dijo que el cambio de postura de Corea del Norte con respecto a los secuestros se ha producido en parte por el mejoramiento de sus relaciones con Estados Unidos.
"Corea del Norte está desesperada porque Estados Unidos la retire de la lista de países que patrocinan el terrorismo" , dijo Yang. "Pero Japón se ha opuesto, a menos que se resuelva el tema de los secuestros.
"El problema se ha convertido en un cuello de botella, de modo que este es un paso en la dirección correcta", agregó. "Pero un montón dependerá en realidad de los resultados de esa investigación".
De los participantes en las conversaciones entre las seis naciones, Japón ha adoptado siempre la línea más dura contra Corea del Norte, y, para su asombro, ha observado al gobierno de Bush abandonar su postura de enfrentamiento con el gobierno de Pyongyang a favor de negociaciones a toda escala desde principios de 2007. Los otros participantes son Corea del Sur, China y Rusia.
Corea del Norte también sugirió que podría entregar a Japón a los extremistas que secuestraron un avión de pasajeros de Japan Airlines en 1970 y que todavía viven en Corea del Norte.
Durante décadas, Corea del Norte ha negado responsabilidad por la desaparición de ciudadanos japoneses en los años setenta y ochenta, pese a informes de prensa japoneses de que se han detectado agentes en territorio japonés.
Pero durante una visita a Pyongyang en 2002 del ex primer ministro Junichiro Koizumi, el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-il, admitió que agentes de Corea del Norte habían secuestrado a trece japoneses como parte de un programa para adiestrar a espías que hablasen japonés.
Corea del Norte ha liberado a cinco de ellos, junto con sus hijos, pero declaró que los otros ocho habían muerto.
Japón ha dicho que cree que algunos de ellos pueden estar vivos todavía y que podría haber otros secuestrados en Corea del Norte. Los secuestros se han convertido en Japón en un tema altamente emocional y político, utilizado por la derecha japonesa para espolonear la indignación contra Corea del Norte y para replantear la necesidad de la remilitarización de Japón.
©new york times
cc traducción mQh
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