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funcionario defiende torturas


Funcionario defiende memorandos sobre interrogatorios coercitivos en que justifica la tortura.
[Neil A. Lewis] Washington, Estados Unidos. El juez Jay S. Bybee rompió su silencio el martes y defendió las conclusiones de los memorandos con recomendaciones legales que escribió como abogado del gobierno de Bush que permitieron el uso de varios métodos coercitivos de interrogatorio con sospechosos de terrorismo.
El juez Bybee, que firmó los memorandos como director de la Oficina de Asesoría Jurídica y fue más tarde nombrado a una corte federal de apelaciones por el presidente George W. Bush, dijo en una declaración en respuesta a preguntas del New York Times que seguía creyendo que los memorandos representaban "un análisis de la ley escritos de buena fe" que definían propiamente la delgada línea que separa la tortura de los malos tratos.
Como director de la Oficina de Asesoría Jurídica del ministerio de Justicia, Bybee firmó en agosto de 2002 dos memorandos en los que se trataban los límites legales que debían respetar los interrogadores estadounidenses a la hora de presionar a los operativos de al Qaeda capturados.
Los dos memorandos, que suministraron la base para el uso de técnicas como el submarino, privación del sueño y aislamiento restrictivo, provocaron una enorme controversia y debate sobre si los abogados del gobierno de Bush habían proporcionado una cobertura legal para torturar.
Hasta hace poco, el juez Bybee había sido una figura poco conocida en el debate. En contraste, John Yoo, su adjunto en la Oficina de Asesoría Jurídica, que se cree en general que fue el principal autor de los memorandos, los ha defendido repetidas veces. Pero el juez Bybee ha recibido ahora mayor atención. Algunos han pedido su impugnación, su acreditación profesional está siendo investigada por el ministerio de Justicia , e incluso ha perdido a algunos de sus amigos.
Juez Bybee dijo que emitiría una declaración después de informes de que había lamentado su papel en la redacción de los memorandos, incluyendo un artículo en el Washington Post el sábado en ese sentido. Dadas las amplias críticas a los memorandos, dijo que ahora haría las cosas de otro modo, como aclarar y agudizar el análisis de algunas de sus respuestas para ayudar al público a entender mejor los fundamentos de sus conclusiones.
Pero dijo: "La pregunta principal para los abogados es limitada: identificar la delgada línea entre los tratos rudos brindados a un terrorista de al Qaeda de alto nivel que no sea tortura y los tratos rudos que no lo son. Entonces creí, y sigo creyendo hoy, que las conclusiones eran legalmente correctas".
Otros abogados del gobierno apoyaron esas conclusiones, dijo Bybee.
"La cuestión jurídica era y es difícil", dijo. "Y las consecuencias para el país eran importantes, sin importar nuestra opinión. En ese contexto, hicimos lo mejor que pudimos al hacer recomendaciones basadas en un análisis legal de buena fe".
El profesor Christopher L. Blakesley, colega de la facultad de leyes de la Universidad de Nevada, Las Vegas, dijo que después de la liberación del primer memorando, fue incapaz de contenerse al expresar su desacuerdo en una comida en un restaurante en 2004, a la que también habían sido invitadas sus esposas.
"Le pregunté cómo pudo firmar una cosa tan terrible", dijo Blakesley en una entrevista.
Dijo que el juez replicó que no podía hablar sobre el asunto. La comida se estropeó, aunque continuó, dijo Blakesley. No se han hablado desde entonces.
Blakesley dijo que apreciaba al juez Bybee. "Tiene algunos defectos básicos, como el de ser demasiado ingenuo con los líderes".
"Tiene demasiado respeto por la autoridad y evitará toda confrontación, pase lo que pase", dijo el profesor.
En marzo de 2004, antes de que se hiciera público el primer memorando, el juez Bybee habló ante dos decenas de secretarios de juzgado de la corte federal de Pasadena, California, como parte de un programa en el que los jueces comentan sobre los inicios de sus carreras, y algunos de los secretarios presentes dijeron que el juez Bybee habló sobre su época en el ministerio de Justicia durante Bush.
Dos de los secretarios recordaron que dijo que gran parte del trabajo era aburrido, pero que algunos asuntos eran "tan terribles, tan espantosos, tan radioactivos" que el gobierno no los revelaría nunca. Tuan Samahon, profesor en la facultad de leyes de la Universida de Nevada y que fue secretario del juez Bybee en su primer año en el tribunal, dijo que inicialmente esos comentarios le intrigaron, pero los entendió algunas semanas después cuando se hicieron públicos los primeros memorandos.
El profesor Samahon dijo que pensó que la observación del juez Bybee se "refería a la naturaleza de la asesoría limitada y no a los trabajos de la oficina".
Otro secretario presente en el almuerzo, Nina Radin, que ahora dirige una clínica de inmigración en la Universidad de Arizona, dijo que pensó que los comentarios del juez Bybee eran inquietantes porque sugirió que su papel como abogado podía divorciarse de los programas que se estaban implementando. "Definitivamente ofreció una visión [de su trabajo] en la que su trabajo aparecía demoníaco", dijo, "y pensé que eso era deshonesto, porque no reconocía la responsabilidad del abogado en lo que estaba ocurriendo".
En una reunión de secretarios de juzgado en mayo pasado en un restaurante de Las Vegas, informado primero por The Recorder, un diario de temas jurídicos de California, el juez Bybee también habló sobre su trabajo en la Oficina de Asesoría Jurídica, diciendo primero que estaba orgulloso del trabajo que había hecho como juez y de la ayuda que había recibido de sus secretarios. Dijo entonces, de acuerdo a varios testigos: "Ojalá pudiera decir lo mismo de mi trabajo anterior".
El juez Bybee es generalmente bien apreciado por sus colegas de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, que abarca a varios estados occidentales.
La juez Betty Fletcher, miembro de la corte durante los últimos treinta años, dijo en una declaración: "Es un conservador moderado, muy brillante y siempre atento y apegado a las leyes. No he hablado con otros jueces sobre su memorando sobre la tortura, pero me parece completamente atípico que haya firmado ese documento. Inexplicable".

11 de mayo de 2009
28 de abril de 2009
©new york times 
cc traducción mQh
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