debate sobre la privación del sueño
11 de mayo de 2009
Una provenía del ex director de la CIA, Michael V. Hayden, que expresó incredulidad de que el gobierno estaba preparado para exponer métodos que más tarde podría necesitar.
"¿Me está diciendo que cualquiera sea el nivel de amenaza, usted no interferirá nunca con el ciclo de sueño de un detenido?", preguntó Hayden a un alto funcionario de la Casa Blanca, de acuerdo a fuentes familiarizadas con la conversación.
Desde el principio, la privación del sueño ha sido uno de los elementos más importantes del programa de interrogatorios de la CIA, utilizada para quebrar a decenas de sospechosos de terrorismo, mucho más que la mayoría de los otros métodos violentos. Y está entre los métodos que la agencia luchó por mantener.
La técnica fue ahora prohibida por el decreto del presidente Obama en enero sobre los métodos coercitivos de interrogatorio, aunque un grupo de trabajo está revisando su uso, además de otros métodos de interrogatorio que la agencia pueda usar en el futuro.
Debido a su efectividad -así como la percepción de que era menos censurable que el submarino, los golpes a la cabeza y la desnudez forzada-, la privación del sueño es una técnica que podría ser restaurada.
Pero los memorandos del ministerio de Justicia liberados el mes pasado por Obama, así como la información proporcionada por funcionarios familiarizados con el programa, indican que el método, que implica obligar a los detenidos encadenados a ponerse de pie, a veces durante días, era más polémico, dentro de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, de lo que se pensaba.
El informe del inspector general de la CIA de 2004 fue más crítico de la agencia por su uso de la privación del sueño más que de cualquier otro método, excepto el submarino, según funcionarios familiarizados con el documento, debido al modo en que aplicaba la técnica.
Los prisioneros tenían los pies encadenados al suelo y las manos esposadas cerca de la barbilla, según los memorandos del ministerio de Justicia.
Los detenidos llevaban sólo pañales y no se les permitía alimentarse. Si el prisionero empezaba a dormirse, se doblaría y quedaría atrapado en sus cadenas.
Los memorandos dicen que más de veinticinco prisioneros de la CIA fueron sometidos a la privación del sueño. En una ocasión, la agencia mantuvo a los prisioneros despiertos hasta once días seguidos; el límite fue reducido a algo más de una semana.
De acuerdo a los memorandos, el personal médico debía asegurarse que los prisioneros no se lesionaran. Pero un informe de la Cruz Roja de 2007 sobre el programa de la CIA decía que las muñecas y tobillos de los detenidos lucían cicatrices causadas por los grilletes.
Cuando los prisioneros ya no podían tenerse en pie, serían tendidos sobre el suelo de la prisión con sus miembros "sujetos a un punto alejado del suelo de modo que no puedan doblar los brazos ni usarlos para no perder el equilibrio o ponerse cómodo", dice el memorando del 10 de mayo de 2005.
"La posición es suficientemente incómoda para el prisionero, en la que se le impide dormir continuadamente, mientras se permite que sus piernas se recuperen del efecto de estar de pie", decía.
En el informe de la Cruz Roja, los prisioneros dijeron que también fueron sometidos a música estridente y ruidos repetitivos.
"Me tuvieron sentado en una silla, con grilletes en las manos y pies, durante dos a tres semanas", dijo el operativo sospechoso de al Qaeda, Abu Zubaydah, el primer prisionero capturados por la CIA, según el informe de la Cruz Roja. "Si me empezaba a dormir, se acercaba un guardia y me arrojaba agua en la cara".
En los memorandos del ministerio de Justicia, la privación del sueño fue descrita como parte de una fase de inicial del interrogatorio, clasificada como menos severo que otros métodos "correctivos" o "coercitivos".
En la CIA, la privación del sueño era vista como un método que tenía como ventaja de corroer la voluntad de resistencia del prisionero sin causar lesiones permanentes.
"Obviamente, el submarino era el más polémico", dijo un ex alto funcionario de gobierno que fue informado extensamente sobre las operaciones de interrogatorio de la CIA. Pero "la privación del sueño es probablemente el método más efectivo que tenían".
Frente a los intentos en el Congreso en 2005 y 2006 de prohibir el uso de ciertos tipos de técnicas, los abogados de la CIA y funcionarios del gobierno de Bush propusieron conservar un grupo de métodos básicos, incluyendo la privación del sueño".
En 2007, después de que una resolución de la Corte Suprema obligara a la Casa Blanca a corregir el programa de la CIA en conformidad con la Convención de Ginebra, el presidente Bush firmó una orden presidencial que definía los derechos de los detenidos "a la satisfacción de las necesidades básicas de la vida". La orden incluía "alimentos adecuados y agua, protección contra los elementos, la ropa necesaria" y protección contra el frío o calor extremos. Pero no mencionaba el sueño como una de las necesidades básica.
Antiguos y actuales funcionarios de la inteligencia estadounidense dijeron que la privación del sueño multiplicaba el poder coercitivo de otras técnicas que incluían las bofetadas y el encierro en cajas pequeñas.
"Era vista como una herramienta que posibilitada todas las demás", dijo un ex funcionario de la CIA implicado directamente en el programa. El ex funcionario, como otros, contó lo que se pensaba internamente a condición de conservar el anonimato.
Los memorandos del ministerio de Justicia también citan investigaciones que sugieren que la privación del sueño no es peligrosa.
"La experiencia con la privación del sueño muestra que ‘sorprendentemente, físicamente no parece que los sujetos estén mal’", dice el memorando del ministerio de Justicia del 10 de mayo de 2005 -una de las muchas instancias en que los abogados del gobierno mencionan artículos científicos para confirmar que el programa era seguro.
Pero, algunos autores de esos estudios han dicho desde entonces que las conclusiones de sus investigaciones fueron terriblemente mal utilizadas.
James Horne, director del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad Loughborough en Gran Bretaña, dijo que nunca funcionarios del gobierno le consultaron nada y no sabía nada sobre el uso que se estaba dando a su trabajo hasta que se publicaron los memorandos.
"Mi respuesta fue que estaba devastado", dijo Horne en una entrevista por correo electrónico. Sólo porque el dolor de la privación del sueño "no pueda ser medida en términos de lesiones físicas aparentes... no significa que la angustia mental tampoco deje secuelas".
Horne dijo que era peligroso que la CIA extrapolara conocimientos obtenidos de investigaciones independientes en que los sujetos de estudio, todos voluntarios, han estado sin dormir durante una semana, y podían comer, descansar, mirar televisión o marcharse en cualquier momento. En contraste, los prisioneros de la CIA eran sometidos a métodos coercitivos adicionales que podían provocar el colapso físico o mental.
"Decir que, en este aspecto, estar sin dormir durante 180 horas es seguro, es un absurdo", escribió Horne en otra comunicación online. Incluso si la privación del sueño lograba que los prisioneros hablaran, dijo, "dudo que su estado mental les permita producir informaciones creíbles, sin delirios, fantasía ni sugestiones".
©los angeles times
cc traducción mQh
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