porqué mintió saddam hussein
14 de julio de 2009
De hecho, Hussein se sentía tan vulnerable ante la amenaza que veía en los líderes "fanáticos" en Teherán, que estaba preparado para llegar a un "acuerdo de seguridad con Estados Unidos para proteger a Iraq de amenazas en la región".
Ex presidente George W. Bush ordenó la invasión de Iraq hace seis años en el entendido de que Hussein poseía armas de destrucción masiva y representaba una amenaza para la seguridad internacional. Funcionarios de gobierno de la época sugirieron insistentemente que Iraq tenía vínculos significativos con al Qaeda, que organizó los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Hussein, que se mostraba en entrevistas a menudo desafiante y fanfarrón, en un momento reconoció con nostalgia que habría permitido que Naciones Unidas presenciara la destrucción del arsenal de armas de Iraq después de la Guerra del Golfo Pérsico en 1991.
Los sumarios y entrevistas del FBI -veinte interrogatorios formales y cinco "conversaciones casuales" en 2004- fueron obtenidas en el marco de la Ley de Libertad de Información, por el Archivo de Seguridad Nacional, un centro de investigación independiente, y subidas a su página web ayer. Detalladas versiones de las entrevistas fueron publicadas con pocas tachaduras, aunque una -la última entrevista formal el 1 de mayo de 2004- fue completamente reformulada.
Thomas S. Blanton, director del archivo, dijo que no podía concebir ninguna razón de seguridad nacional para mantener secretas las conversaciones de Hussein con el FBI. Paul Bresson, portavoz de la oficina, dijo que no podía explicar los motivos de esas correcciones.
Las veinte entrevistas formales tomaron lugar entre el 7 de febrero y el 1 de mayo, seguidas por conversaciones casuales entre el 10 de mayo y el 28 de junio. Más tarde Hussein fue transferido a custodia iraquí, y fue colgado en diciembre de 2006.
Las entrevistas formales cubren el ascenso de Hussein al poder, la invasión de Kuwait, y la represión de Hussein contra la insurrección chií, muy detallada, mientras que el tema de las armas de destrucción masiva y al Qaeda fueron tratados en las conversaciones casuales, después de las entrevistas formales. Blanton dijo que eso sugiere que el FBI recibió nuevas órdenes de Washington para ahondar en temas de gran interés para funcionarios del gobierno de Bush.
El portavoz del FBI no sabía porqué se habían tocado esos temas en las últimas reuniones. En una entrevista el año pasado en el programa ‘60 Minutes’, del canal CBS, George L. Piro, el agente que hizo las entrevistas, dijo que puso a Hussein deliberadamente contra la pared "para decirle que estaba de espalda contra la pared psicológicamente", pero sin usar técnicas coercitivas de interrogatorio porque "está contra la política del FBI". Las entrevistas liberadas ayer no sugieren el uso de ninguna técnica coercitiva.
Durante las entrevistas, Piro, que las hizo en árabe, parece a menudo poner en duda la versión de Hussein de lo que estaba pasando, mencionando hechos que contradecían sus recuerdos. Incluso llegó a obligar a Hussein a mirar un gráfico documental británico sobre el trato que dio a los chiíes, aunque eso no pareció impactar al ex presidente.
En un momento, Hussein desecha como fantasía los numerosos informes de inteligencia de que usaba un doble para eludir los intentos de asesinato. "Eso es magia cinematográfica, no realidad", dijo, riéndose. En lugar de eso, dijo, desde 1990 había usado un teléfono sólo dos veces y dormía rara vez en la misma ubicación dos días seguidos.
El temor que sentía Hussein de Irán, que dijo que consideraba una peor amenaza que Estados Unidos, apareció prominentemente en las conversaciones sobre las armas de destrucción masiva. Irán e Iraq habían librado una devastadora guerra de ocho años en los años ochenta, y Hussein dijo que estaba convencido de que Irán estaba tratando de anexar el sur de Iraq -que es predominantemente chií. "Hussein veía como débiles a los otros países de Oriente Medio y no se podían defender a sí mismos ni a Iraq de un ataque de Irán", dijo Piro en su sumario de una conversación del 11 de junio de 2004.
"La amenaza de Irán fue uno de los principales factores de por qué no permitió el retorno de los inspectores de Naciones Unidas", escribió Piro. "Hussein dijo que estaba más preocupado de que Irán descubriera las debilidades y vulnerabilidades de Iraq que de las repercusiones en Estados Unidos por su rechazo a que volvieran a Iraq los inspectores de Naciones Unidas".
Hussein observó que la capacidad bélica de Irán había aumentado dramáticamente, mientras que las armas de Iraq "habían sido eliminadas por las sanciones de Naciones Unidas", y que eventualmente Iraq tendría que reconstituir sus armas para hacer frente a esa amenaza si no lograba llegar a un acuerdo de seguridad con Estados Unidos.
Piro tocó el tema de bin Laden en su última conversación con Hussein el 28 de junio de 2004, pero la información que entregó contradecía los numerosos intentos del gobierno de Bush de asociar a Iraq con la organización terrorista. Hussein replicó que durante toda la historia ha habido conflictos entre los fieles del islam y los líderes políticos. Dijo que "él creía en Dios, pero no era un fanático... que la religión y el estado no deberían mezclarse". Hussein dijo que no se había reunido nunca con bin Laden y que los dos "no teníamos la misma visión".
Cuando Piro observó que había razones de porqué Hussein y al Qaeda tendrían que haber colaborado -tenían los mismos enemigos en Estados Unidos y Arabia Saudí-, Hussein replicó que Estados Unidos no eran enemigos de Iraq, y que él simplemente se oponía a sus políticas.
2 de julio de 2009
©washington post
cc traducción mQh
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