caza de brujas en arabia saudí
21 de enero de 2010
El Reino de Arabia Saudí intensifica caza de brujas y practicantes de la magia negra.
[Alexandra Sandels en Beirut] Cuando el popular médium libanés de 46 años, Ali Sibat, salió al aire para leer sus predicciones sobre el futuro, las líneas telefónicas del canal de televisión por satélite Sheherazade se inundaron de llamadas.
Pero lo que el famoso médium no predijo fue que sus reclamos de ser autor de proezas sobrenaturales le acarrearía una sentencia de muerte.
"Era el médium más popular del canal", dijo el abogado de Sibat, May Khansa, según la agencia noticiosa libanesa, Naharnet. "La cantidad de llamadas, incluyendo las de todo el golfo, subía cuando aparecía él".
Pero mientras se encontraba de peregrinaje en Arabia Saudí el año pasado, Sibat fue reconocido por la policía religiosa en la ciudad santa de Medina. Su trabajo es reprimir el vicio y defender la virtud en este reino extremadamente conservador. Así que detuvieron a Sibat en su cuarto en el Hotel Medina acusándolo de practicar la brujería.
El 9 de noviembre fue condenado a muerte por un tribunal de La Meca por practicar la brujería.
El destino de Sibat es conocido en Arabia Saudí.
Decenas de supuestos brujos, adivinos y practicantes de la magia negra son arrastrados cada año por los tribunales saudíes, incluyendo a Fawza Falih, que ha estado en el corredor de la muerte desde 2006, condenado por brujería.
Sus denunciantes incluyen a un hombre que afirma que el analfabeto Falih, de 51 años, es el causante de su impotencia.
La caza de brujas en el reino y un reciente aumento de casos de brujería y hechicería están causando preocupación entre organizaciones de derechos humanos. Los informes de prensa dicen que al menos otras dos personas han sido detenidas por brujería sólo en el último mes.
Human Rights Watch, con sede en Nueva York, llamó el martes al gobierno saudí a anular la sentencia de muerte contra Sabat y todas las otras condenas por delitos que según la organización están definidos muy vagamente y de modo arbitrario:
"Los tribunales saudíes están tolerando una caza de brujas a cargo de la policía religiosa", dijo en un comunicado de prensa Leah Whitson, directora para Oriente Medio en Human Rights Watch. "El delito de ‘brujería’ está siendo usado contra todo tipo de conductas, con la cruel amenaza de ejecuciones aceptadas por el estado".
A juzgar por condenas previas por brujería en Arabia Saudí, cualquiera que exhiba en público lo que las autoridades describen como conducta sospechosa arriesga convertirse en blanco de la policía religiosa.
Es el caso de Muhammad Burhan, que llevaba consigo una guía telefónica con escritos en el alfabeto Tigrinya de su Eritrea natal. Quizás era su manera de protegerse a sí mismo con las fuerzas malignas que lo rodeaban. Quizás era su amuleto de la suerte para tener un poco más de éxito en su vida amorosa o en los negocios.
Pero la guía telefónica convenció a las autoridades saudíes de que Burhan era un practicante de la magia negra y lo acusaron de "charlatanería", por lo que fue castigado a sufrir trescientos azotes y sentenciado a veinte meses de prisión. Luego fue deportado, después de haber cumplido más del doble de la pena de prisión a la que había sido condenado, según Human Rights Watch.
Hace poco, el diario saudí Okaz publicaba un informe sobre la detención de un hombre asiático por la policía religiosa en Ta’if el 19 de noviembre, acusado de "brujería" y "charlatanería".
Se decía que el hombre usaba poderes sobrenaturales para hacer que la gente se enamorara de él y resolver disputas maritales.
Este año, Arabia Saudí empezó a implementar lo que llamó una "reforma judicial comprehensiva", pero todavía tiene que redactar sus leyes penales.
Human Rights Watch llamó al Rey Abdulá que ordene la codificación de leyes penales y asegurarse de que cumplan con las normas internacionales sobre derechos humanos.
26 de noviembre de 2009
©los angeles times
©traducción mQh
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