primer ministro británico pide perdón
16 de junio de 2010
Tras una investigación de 12 años por la masacre en Irlanda del Norte. El primer ministro británico, David Cameron, dijo que la matanza de 14 civiles norirlandeses por soldados británicos que pasó a la historia como el "Bloody Sunday" fue "injustificada e injustificable", y pidió "perdón" en nombre de Gran Bretaña.
Gran Bretaña. Casi 40 años después, una nueva investigación responsabilizó por primera vez inequívocamente al Ejército británico de la masacre cometida durante el "Bloody Sunday" o domingo sangriento durante una manifestación por los derechos civiles en Irlanda del Norte.
Los soldados británicos, que abrieron fuego en la ciudad de Londonderry en 1972 contra 14 civiles desarmados durante una manifestación, actuaron "de forma injustificada y nada razonable", dijo hoy el primer ministro británico, David Cameron, durante la presentación del Informe Saville en Londres. "Lo que ocurrió en el Bloody Sunday fue un error".
Cameron es el primer jefe de gobierno británico en pedir perdón expresamente por aquellos hechos. "El gobierno es en último término responsable del comportamiento del Ejército. En el nombre del gobierno y del país les digo: lo siento profundamente". Miles de personas siguieron la publicación del informe en Londonderry ante una gran pantalla y estallaron en júbilo al escuchar la declaración del premier.
Al contrario de lo que se había afirmado hasta ahora, el informe afirma que los soldados no recibieron disparo alguno antes de disparar ellos. Algunos, afirma, perdieron el autocontrol y ninguna de las víctimas representaba un peligro para ellos, añadió Cameron.
El llamado Informe Saville es la investigación más cara y larga de la historia británica sobre el suceso, con un coste de unos 230 millones de euros y trabajos realizados durante doce años. El informe ilustra un oscuro capítulo del conflicto entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte.
En enero de 1972, los paracaidistas militares mataron a tiros a 13 civiles católicos, mientras otro murió más tarde en el hospital. La tragedia no había tenido consecuencias penales para ningún miembro de las fuerzas de seguridad.
Una primera investigación de los sucesos en 1972 había eximido de toda culpa al Ejército, alegando que los soldados actuaron en defensa propia. También un tribunal británico decretó que su actuación fue en legítima defensa propia.
Pero la presión de los familiares de las víctimas y el deseo de impulsar el proceso de paz obligó al entonces primer ministro Tony Blair en 1998 a anunciar una nueva investigación y en marzo de 2000 comenzaron las comparecencias públicas. Familiares de las víctimas y el gobierno irlandés presentaron nuevas pruebas.
El conflicto entre protestantes probritánicos y católicos proirlandeses escaló a partir de ese episodio y dio un fuerte impulso a grupos terroristas como el católico IRA. Más de 3500 personas murieron en el marco del conflicto desde los años 60.
15 de junio de 2010
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