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la dea según wikileaks


Cables diplomáticos muestran el creciente alcance de la agencia antinarcóticos.
Washington, Estados Unidos. La Agencia de Control de Drogas (Drug Enforcement Administration, DEA) se ha convertido en una organización de espionaje global con un alcance que se extiende mucho más allá de los narcóticos, y en una operación de espionaje tan expansiva que han debido ahuyentar a políticos extranjeros que quieren usarla contra sus enemigos políticos locales, de acuerdo a cables diplomáticos secretos.
Con mucho mayor detalle que previamente, los cables, desde el alijo obtenido por WikiLeaks y entregados a algunas organizaciones de prensa, ofrecen el espectáculo de agentes de antinarcóticos balanceando diplomacia e implementación de la ley en lugares donde puede ser difícil distinguir entre políticos y traficantes, y donde los carteles de la droga son pequeños estados cuya riqueza y violencia les permiten atacar sin miramientos a los gobiernos que se les oponen.
Los diplomáticos recogieron inmemorables viñetas de la en gran parte invisible guerra contra las drogas:

-En Panamá, un mensaje urgente por Black Berry del presidente al embajador estadounidense pidiéndole que la DEA persiga a sus enemigos políticos: "Necesito ayuda para pinchar teléfonos".

-En Sierra Leona, un abultado juicio por tráfico de drogas estuvo a punto de ser archivado por el intento del fiscal general al pedir 2.5 millones de dólares en sobornos.

_En Guinea, el más grande barón de la droga del país resultó ser el hijo del presidente, y los diplomáticos descubrieron que antes de que la policía destruyera una inmensa requisa de narcóticos, las drogas habían sido reemplazadas por harina.

-Los altos mandos de las asediadas fuerzas armadas hicieron llamados privados a colaborar con la agencia antinarcóticos, confesando que tenían poca fe en las fuerzas de policía del país.

-Cables desde Myanmar, blanco de estrictas sanciones de Naciones Unidas, describen que informantes de la agencia antinarcóticos hablan sobre cómo se enriquece la junta militar con el dinero de la droga y sobre las actividades políticas de los opositores a la junta.
Funcionarios de la DEA y del Departamento de Estado se negaron a comentar lo que dijeron que eran informaciones que no debieron ser públicas nunca.

Como muchos de los cables hechos públicos en las últimas semanas, aquellos que describen la guerra contra las drogas no entregan grandes revelaciones. Más bien, se trata de los detalles que se van sumando para tener una imagen más clara de la negativa influencia de los grandes traficantes, el difícil juego de desenmascarar a los funcionarios extranjeros que están controlados por los señores de la droga, y la historia de cómo una agencia que opera a la sombra del FBI, se ha transformado en algo más que una agencia antinarcóticos. La DEA tiene ahora 87 dependencias en 63 países y colabora estrechamente con gobiernos que mantienen a distancia a la Central de Inteligencia Americana.
Debido a la ubicuidad del azote de la droga, hoy la DEA tiene acceso a gobiernos extranjeros, incluyendo los que, como Nicaragua y Venezuela, tienen malas relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Muchos están ansiosos por sacar ventaja de las tecnologías de detección de drogas e interceptaciones.
En algunos países, la colaboración parece funcionar bien, y la agencia proporciona informaciones que han ayudado a capturar a traficantes, e incluso a desbaratar carteles enteros. Pero la victoria puede costar cara, de acuerdo a los cables que describen decenas de informantes y un puñado de agentes que han sido asesinados en México y Afganistán.
En Venezuela, el servicio de inteligencia local se volcó contra la DEA, infiltró sus operaciones, saboteó sus equipos y contrató a un hacker para interceptar los e-mails de la embajada estadounidense, dicen los cables.
Y a medida que la agencia antinarcóticos expande sus operaciones de espionaje para mantenerse al día con los carteles, ha sido presionada para que corrija la dirección de sus operaciones de vigilancia en narcóticos de parte de intereses locales, provocando tensiones con algunos de los aliados más estrechos de Washington.

Situaciones Difíciles
Cables escritos por diplomáticos estadounidenses en Paraguay en febrero, por ejemplo, describen que la DEA rechazó peticiones del gobierno de ese país para ayudarles a espiar a una organización subversiva conocida como el Ejército Paraguayo del Pueblo, EPP. La organización de extrema izquierda sospechosa de tener vínculos con la organización revolucionaria colombiana, FARC, ha cometido varios secuestros muy publicitados y estaba haciendo una pequeña fortuna con los rescates.
Cuando los diplomáticos estadounidenses se negaron a dar acceso a Paraguay al sistema de interceptaciones de la agencia antinarcóticos, el ministro del Interior, Rafael Filizzola, amenazó con cerrarla, diciendo: "La lucha contra las drogas es importante, pero no derrocará al gobierno. El EPP sí podría".
El año pasado, la DEA debió hacer frente a intensas presiones de Panamá, cuyo presidente de derechas, Ricardo Martinelli, exigió que la agencia le permitiera usar el programa de interceptaciones -conocido como Matador- para espiar a los enemigos políticos de izquierda, que según él estaban conspirando para matarlo.
Estados Unidos, de acuerdo a los cables, temía que Martinelli, un magnate de supermercado, "no hace distinción entre objetivos legítimos de seguridad y enemigos políticos", y rechazó la petición, provocando tensiones que duraron meses.
"Martinelli, que según los cables tiene una" inclinación al matonaje y al chantaje", se vengó proponiendo una ley que habría puesto fin al trabajo de la DEA con unidades policiales especiales. Luego trató de subvertir el control de la agencia antinarcóticos sobre el programa, asignando funcionarios no evaluados a unidades de antinarcóticos.
Y cuando Estados Unidos rechazó esos intentos -trasladando el sistema Matador a las oficinas del fiscal general, que es más independiente políticamente-, Martinelli amenazó con expulsar del país a la agencia antidrogas, diciendo que países como Israel estarían más que felices de satisfacer sus peticiones de inteligencia.
Finalmente, de acuerdo a los cables, los diplomáticos estadounidenses empezaron a preguntarse por las motivaciones de Martinelli. ¿Realmente quería que la DEA desbaratara las conspiraciones de sus adversarios, o estaba tratando de impedir que la agencia se enterara de la corrupción entre sus parientes y amigos?
Un cable dice que un primo de Martinelli ayudó a introducir al país decenas de millones de dólares de ganancias del negocio de la droga a través del principal aeropuerto de Panamá todos los meses. Otro observó: "No hay razón para creer que habrá menos actos de corrupción en este gobierno que en cualquier otro gobierno pasado".
Como el impasse continuaba, los cables indican que Estados Unidos propuso suspender el programa Matador, antes que someterse a las exigencias de Martinelli. (Funcionarios estadounidenses dicen que el programa fue suspendido, pero que los británicos se encargaron del programa de interceptaciones y comparten su inteligencia con Estados Unidos.)
En una declaración el sábado, el gobierno de Panamá declaró que lamentaba "la mala interpretación de las autoridades de Estados Unidos de la petición de ayuda para combatir de frente la delincuencia y el tráfico de drogas". En la declaración se lee que Panamá continuará sus esfuerzos para terminar con el crimen organizado y enfatizó que Panamá sigue teniendo "excelentes relaciones con Estados Unidos".
Entretanto, en Paraguay, según los cables, Estados Unidos accedió a que las autoridades locales utilicen interceptaciones de la DEA en casos de secuestros, mientras fueran aprobados por la Corte Suprema de Paraguay.
"Hemos navegado cuidadosamente por esta situación que es tan sensible y tan difícil políticamente", dice un cable. "Parece que no tenemos otra opción viable".

Mandato Más Largo
Creada en 1973, la DEA ha construido firmemente su zona de influencia internacional, impulsada originalmente por la naturaleza internacional del tráfico de drogas, pero también por fuerzas dentro de la agencia que buscaban un mandato más grande. Desde los atentados terroristas de 2001, los jefes de la agencia han citado lo que describen como un creciente vínculo entre las drogas y el terrorismo, para expandir su presencia en el extranjero.
En Afganistán, por ejemplo, "agentes de la DEA se han convencido de que no hay diferencias entre los narcotraficantes del más alto nivel y los insurgentes talibanes", dijo Karen Tandy, entonces la administradora de la agencia, a funcionarios de la Unión Europea en una sesión de 2007, de acuerdo a un cable desde Bruselas.
Tandy describe la grabación que hizo un informante de la agencia de una reunión en la provincia de Nangarhar entre nueve talibanes y once narcotraficantes para coordinar su apoyo financiero a la insurgencia, y dijo que la agencia estaba tratando de levantar un "cinturón de seguridad"en torno a Afganistán para bloquear la importación de químicos para el procesamiento de la heroína. La agencia ha estado infiltrando sus agentes en unidades militares en todo Afganistán, dijo. Solamente en 2007 la DEA inauguró nuevas oficinas en Tayikistán, Kirguistán y Dubai, Emiratos Árabes Unidos, así como en tres ciudades mexicanas.
Los cables describen largas negociaciones sobre la extradición a Estados Unidos de dos notorios comerciantes de armas buscados por la DEA cuando empezó a ir más allá de lo normal en casos de drogas: Monzer al-Kassar, un sirio arrestado en España, y Viktor Bout, un ruso arrestado en Tailandia. Ambos fueron acusados de ofrecer armas ilegales a informantes disfrazados de compradores para los revolucionarios colombianos. Curiosamente, ninguno de los dos fue acusado de violar las leyes de narcóticos.
A fines del año pasado, en un caso de la DEA, tres hombres acusados de conspirar para transportar toneladas de cocaína por el noroeste de África, fueron acusados por una ley contra el narco-terrorismo agregada a la legislación en 2006, y  vinculados con al Qaeda y su asociado en África del Norte, llamado al Qaeda en el Magreb Islámico.
Los acusados mismos habían confesado sus vínculos con el terrorismo, de acuerdo a la DEA, aunque funcionarios contaron al New York Times que no tenían corroboración independiente de las conexiones con al Qaeda. Expertos en las regiones desérticas de África del Norte, que han sido durante largo tiempo una ruta de contrabando entre África y Europa, están divididos sobre si los operativos de al Qaeda juegan o no un papel de importancia en el narcotráfico, y algunos escépticos observan que agregar cargos de terrorismo a los casos implicará recursos de investigación adicionales y la necesidad de convencer a un jurado.

Nuevas Rutas
Sin embargo, la mayoría de las veces la expansión de la agencia parece impulsada por fuerzas externas antes que internas, a medida que los traficantes abren nuevas rutas para proveer a nuevos mercados. A medida que los carteles mexicanos se hacen con el control de los envíos de droga desde América del Sur a Estados Unidos, los carteles colombianos han empezado a transportar cocaína a Europa a través de África Occidental.
Los cables ofrecen un retrato del asombroso efecto en Mali, cuyos desiertos han sido sembrados de aviones abandonados -incluyendo incluso al menos un Boeing 727-, y Ghana, donde los traficantes introducen fácilmente drogas a través del salon VVIP [Very Very Important Person]."
La corrupción generalizada en muchos países de África Occidental hace difícil que los diplomáticos puedan confiar en alguien. En un caso de Sierra Leona de 2008, el presidente Ernest Bai Koroma persiguió y extraditó a tres traficantes sudamericanos capturados con 675 kilos de cocaína, mientras su fiscal general fue acusado de pedir sobornos por su liberación, de hasta 2.5 millones de dólares.
En Nigeria, la DEA informó que hace unos años diplomáticos de la embajada de Liberia estaban usando vehículos oficiales para transportar drogas al otro lado de la frontera, porque sus gobiernos, asolados por la guerra, no les pagaban sus salarios, y tuvieron que "buscárselas ellos mismos".
Un cable de 2008, desde Guinea, describe una suerte de conversación íntima y franca sobre el narcotráfico entre el embajador estadounidense Phillip Carter III, y el primer ministro de Guinea, Lansana Kouyaté. En un momento, según el cable, Kouyaté "se desplomó visiblemente en su silla" y reconoció que el más poderoso narcotraficante de Guinea era Ousmane Conté, hijo de Lansana Conté, entonces el presidente. (Tras la muerte de su padre, Conté fue enviado a prisión.)
Algunos días más tarde, los diplomáticos entregaron evidencias de que la corrupción se extendía mucho más ampliamente en el gobierno guineano. más allá del hijo del presidente. En un cable muy colorido -con capítulos titulados ‘Pretextos, pretextos, pretextos’ y ‘Producción dramática’-, los diplomáticos describen haber asistido a lo que se llamó una fogata de drogas que había sido montada por el gobierno guineano para demostrar su compromiso con la lucha contra el narcotráfico.
Altos oficiales guineanos, incluyendo al zar de las drogas del país, el jefe de policía y el ministro de justicia presenciaron la quemazón que el gobierno dijo que consistía de 157 kilos de marihuana y 387 de cocaína, evaluados en 6.5 millones de dólares.
En realidad, escribieron los diplomáticos estadounidenses, toda la incineración había sido un montaje. Informantes había informado a la embajada estadounidense previamente que las autoridades guineanas habían remplazado la cocaína por harina de mandioca, demostrando, escribieron los diplomáticos, "que la corrupción narco ha contaminado" al gobierno de Guinea "en los más altos niveles."
Y no se necesitaban las sofisticadas técnicas de inteligencia de la DEA para descubrir la verdad. El cable informa que incluso el chofer del embajador esnifaba.
"Conozco el olor de la marihuana ardiendo", dijo el chofer. "Y yo no olí nada".
[Andrew W. Lehren contribuyó al reportaje.]
2 de enero de 2011
25 de diciembre de 2010
©new york times
cc traducción mQh
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