triste historia de nick berg
[Julia Rawe] Viajó a Bagdad a hacer negocios. ¿Cómo terminó en las manos del terrorista más peligroso de Iraq?
Mientras los hombres de negocios extranjeros se muestran reluctantes a viajar a ese país, incluso en todoterrenos blindados y con guardias de seguridad, Nick Berg recorrió Iraq de arriba a abajo, persiguiendo taxis y trepándose en autobuses. Habitualmente con una gorra de béisbol y vaqueros, no hacía ningún esfuerzo por fundirse con los residentes locales cuando cargaba de un lado a otro, buscando trabajo, sus sofisticados equipos electrónicos. Su árabe era espantoso, y tenía la costumbre de estar a menudo en el lugar equivocado, a la hora equivocada. En enero, en su primer viaje prospectivo a Iraq, Berg fue detenido durante una redada policial en la sureña ciudad de Diwaniya, donde "se supone que hay un montón de espías iraníes que deambulan por aquí mirándolo todo", escribió por correo electrónico a unos amigos, y agregó: "¿No empieza a parecerse a una novela de misterio...?"
Hay un montón de preguntas inquietantes sobre Berg y su odisea en Iraq, que terminó de manera trágica cuando se encontró su cuerpo y un video de su terrible ejecución -que circuló luego en la red. ¿Por qué fue este técnico de reparaciones de torres de comunicación retenido durante 13 días esta primavera en la ciudad de Mosul -y quién lo tuvo bajo custodia? Después de su puesta en libertad, ¿por qué rechazó las ofertas de ayuda para volver a casa? Y quizás el misterio más grande: ¿Qué hizo un antiguo boy scout, que había pasado una temparada en África haciendo trabajo humanitario, para cruzarse en el camino de un terrorista de Al Qaeda, en Oklahoma, y terminar luego secuestrado y decapitado por otro en Iraq?
Berg, que tenía 26 años cuando murió, era uno más del pequeño número de autónomos que había en Bagdad; esperaba ganarse unos duros y, recordó su familia, hacer algo bueno. Como experto en torres, calculaba que podía ganar tanto como 20 mil dólares al mes, reparando antenas en Iraq, un trabajo que a veces implicaba trepar a alturas de decenas de metros de celosías a temperaturas de hasta 48 grados Celsius, según un asesor comercial y colega autónomo Andy Duke, que dice que se tomó unas cervezas con Berg la noche antes que desapareciera.
En diciembre, Berg se embarcó en su primer viaje a Bagdad. Sus amigos dicen que pensaba encontrar trabajo de la misma manera que había lanzado su tienda de reparaciones de equipos electrónicos en un suburbio de Filadelfia: llamando en frío a clientes potenciales y ganándose contratos con zalamerías. En febrero volvió a casa en West Chester, Pensilvania, como unas prometedoras ofertas así como ricas historias de sus aventuras en ese país marcado por la guerra. "Tenía un nivel de vida en Iraq que estaba más allá de nuestra comprensión", dice su colega Dave Skalish, un supervisor técnico de una emisora de Filadelfia.
Pero su ingenuidad lo metió en problemas. Aparentemente no sabía que era mejor evitar que los israelíes estamparan su pasaporte cuando viajaba hacia Israel, en ruta a Bagdad. Cuando fue detenido en marzo en un puesto de control de Masul por la policía iraquí, circularon rumores entre sus colegas de que Berg, que era judío, estaba trabajando para una firma de telecomunicaciones con fuertes vínculos con Israel, de acuerdo a un guardia de seguridad privado en Iraq.
Durante su detención en una cárcel iraquí, Berg fue entrevistado tres veces por el FBI, que envió a algunos agentes a interrogar a su familia en Pensilvania. No era su primer encuentro con el FBI, que había investigado un posible lazo entre él y Zacarías Moussaoui, el miembro de Al Qaeda que se encuentra en juicio por sospechas de vínculos con los secuestradores del 11 de septiembre. En 1999, durante el semestre que Berg gastó en Oklahoma, le permitió a un conocido tener acceso a su correo electrónico. El nombre de Berg, y su contraseña, comenzaron a pasar de mano en mano y fue utilizada por un socio de Moussaoui, que se inscribió en la escuela aérea cercana. Pero cuando el FBI interrogó a Berg en 2002, los agentes determinaron que no tenía vínculos con el colega de Moussaoui. "Resultó ser una completa coincidencia", dijo un funcionario del departamento de justicia. Cuando la agencia fue notificada de que Berg había sido detenido en Mosul, el FBI debe de haberse preguntado si de verdad era errónea su primera conclusión. Después de una "revisión exhaustiva de los antecedentes", los agentes decidieron nuevamente que era inofensivo -y estaba posiblemente en peligro.
Berg no fue dejado en libertad sino hasta el 6 de abril, un día después de que sus padres hubieran presentado una querella federal contra el secretario de defensa, Donald Rumsfeld, alegando que su hijo había sido puesto bajo custodia militar estadounidense y estaba detenido sin una causa probable. Michael, el padre de Nick Berg, un firme activista contra la guerra, acusa ahora a la administración de la muerte de su hijo, mientras los militares estadounidenses siguen negando que tuvieran la custodia sobre él.
Después de que fuera dejado en libertad, el consulado estadounidense le ofreció ocuparse de todo para que saliera de Bagdad, pero él rehusó. En cambio, le dijo a amigos que planeaba conducir hasta Kuwait o Turquía. El 10 de abril, se marchó del hotel Al Fanar Tower, de Bagdad, con una maleta en la mano, y desapareció. Soldados estadounidenses hallaron su cuerpo decapitado un mes más tarde.
Una semana más tarde se publicó en una página web de militantes islámicos, y el mundo se enteró de lo que le había pasado. Después de leer una declaración llamando a la venganza por el sufrimiento causado a los prisioneros iraquíes en la prisión de Abu Ghraib, uno de los secuestradores sacó un largo cuchillo de su camisa, agarró a Berg de los pelos y, mientras este chillaba, le cortó la cabeza. Funcionarios de la CIA dicen que es altamente probable que el cuchillo lo hubiese empuñado Abu Mousab Al-Zarqawi, un colega jordano de Osama Bin Laden del que se cree que es el cerebro detrás de los recientes ataques en Iraq. Al-Zarqawi estuvo a punto de ser capturado allá el año pasado, dijo un funcionario estadounidense. Pero el terrorista puede haber escogido una víctima particularmente poco apropiada, un joven que, según su padre, quería ayudar a los iraquíes. El viejo Berg dijo: "Mataron a su mejor amigo".
Contribuyeron Timothy J. Burger, Elaine Shannon, Adam Pitluk y Vivienne Walt.
©time
Mientras los hombres de negocios extranjeros se muestran reluctantes a viajar a ese país, incluso en todoterrenos blindados y con guardias de seguridad, Nick Berg recorrió Iraq de arriba a abajo, persiguiendo taxis y trepándose en autobuses. Habitualmente con una gorra de béisbol y vaqueros, no hacía ningún esfuerzo por fundirse con los residentes locales cuando cargaba de un lado a otro, buscando trabajo, sus sofisticados equipos electrónicos. Su árabe era espantoso, y tenía la costumbre de estar a menudo en el lugar equivocado, a la hora equivocada. En enero, en su primer viaje prospectivo a Iraq, Berg fue detenido durante una redada policial en la sureña ciudad de Diwaniya, donde "se supone que hay un montón de espías iraníes que deambulan por aquí mirándolo todo", escribió por correo electrónico a unos amigos, y agregó: "¿No empieza a parecerse a una novela de misterio...?"
Hay un montón de preguntas inquietantes sobre Berg y su odisea en Iraq, que terminó de manera trágica cuando se encontró su cuerpo y un video de su terrible ejecución -que circuló luego en la red. ¿Por qué fue este técnico de reparaciones de torres de comunicación retenido durante 13 días esta primavera en la ciudad de Mosul -y quién lo tuvo bajo custodia? Después de su puesta en libertad, ¿por qué rechazó las ofertas de ayuda para volver a casa? Y quizás el misterio más grande: ¿Qué hizo un antiguo boy scout, que había pasado una temparada en África haciendo trabajo humanitario, para cruzarse en el camino de un terrorista de Al Qaeda, en Oklahoma, y terminar luego secuestrado y decapitado por otro en Iraq?
Berg, que tenía 26 años cuando murió, era uno más del pequeño número de autónomos que había en Bagdad; esperaba ganarse unos duros y, recordó su familia, hacer algo bueno. Como experto en torres, calculaba que podía ganar tanto como 20 mil dólares al mes, reparando antenas en Iraq, un trabajo que a veces implicaba trepar a alturas de decenas de metros de celosías a temperaturas de hasta 48 grados Celsius, según un asesor comercial y colega autónomo Andy Duke, que dice que se tomó unas cervezas con Berg la noche antes que desapareciera.
En diciembre, Berg se embarcó en su primer viaje a Bagdad. Sus amigos dicen que pensaba encontrar trabajo de la misma manera que había lanzado su tienda de reparaciones de equipos electrónicos en un suburbio de Filadelfia: llamando en frío a clientes potenciales y ganándose contratos con zalamerías. En febrero volvió a casa en West Chester, Pensilvania, como unas prometedoras ofertas así como ricas historias de sus aventuras en ese país marcado por la guerra. "Tenía un nivel de vida en Iraq que estaba más allá de nuestra comprensión", dice su colega Dave Skalish, un supervisor técnico de una emisora de Filadelfia.
Pero su ingenuidad lo metió en problemas. Aparentemente no sabía que era mejor evitar que los israelíes estamparan su pasaporte cuando viajaba hacia Israel, en ruta a Bagdad. Cuando fue detenido en marzo en un puesto de control de Masul por la policía iraquí, circularon rumores entre sus colegas de que Berg, que era judío, estaba trabajando para una firma de telecomunicaciones con fuertes vínculos con Israel, de acuerdo a un guardia de seguridad privado en Iraq.
Durante su detención en una cárcel iraquí, Berg fue entrevistado tres veces por el FBI, que envió a algunos agentes a interrogar a su familia en Pensilvania. No era su primer encuentro con el FBI, que había investigado un posible lazo entre él y Zacarías Moussaoui, el miembro de Al Qaeda que se encuentra en juicio por sospechas de vínculos con los secuestradores del 11 de septiembre. En 1999, durante el semestre que Berg gastó en Oklahoma, le permitió a un conocido tener acceso a su correo electrónico. El nombre de Berg, y su contraseña, comenzaron a pasar de mano en mano y fue utilizada por un socio de Moussaoui, que se inscribió en la escuela aérea cercana. Pero cuando el FBI interrogó a Berg en 2002, los agentes determinaron que no tenía vínculos con el colega de Moussaoui. "Resultó ser una completa coincidencia", dijo un funcionario del departamento de justicia. Cuando la agencia fue notificada de que Berg había sido detenido en Mosul, el FBI debe de haberse preguntado si de verdad era errónea su primera conclusión. Después de una "revisión exhaustiva de los antecedentes", los agentes decidieron nuevamente que era inofensivo -y estaba posiblemente en peligro.
Berg no fue dejado en libertad sino hasta el 6 de abril, un día después de que sus padres hubieran presentado una querella federal contra el secretario de defensa, Donald Rumsfeld, alegando que su hijo había sido puesto bajo custodia militar estadounidense y estaba detenido sin una causa probable. Michael, el padre de Nick Berg, un firme activista contra la guerra, acusa ahora a la administración de la muerte de su hijo, mientras los militares estadounidenses siguen negando que tuvieran la custodia sobre él.
Después de que fuera dejado en libertad, el consulado estadounidense le ofreció ocuparse de todo para que saliera de Bagdad, pero él rehusó. En cambio, le dijo a amigos que planeaba conducir hasta Kuwait o Turquía. El 10 de abril, se marchó del hotel Al Fanar Tower, de Bagdad, con una maleta en la mano, y desapareció. Soldados estadounidenses hallaron su cuerpo decapitado un mes más tarde.
Una semana más tarde se publicó en una página web de militantes islámicos, y el mundo se enteró de lo que le había pasado. Después de leer una declaración llamando a la venganza por el sufrimiento causado a los prisioneros iraquíes en la prisión de Abu Ghraib, uno de los secuestradores sacó un largo cuchillo de su camisa, agarró a Berg de los pelos y, mientras este chillaba, le cortó la cabeza. Funcionarios de la CIA dicen que es altamente probable que el cuchillo lo hubiese empuñado Abu Mousab Al-Zarqawi, un colega jordano de Osama Bin Laden del que se cree que es el cerebro detrás de los recientes ataques en Iraq. Al-Zarqawi estuvo a punto de ser capturado allá el año pasado, dijo un funcionario estadounidense. Pero el terrorista puede haber escogido una víctima particularmente poco apropiada, un joven que, según su padre, quería ayudar a los iraquíes. El viejo Berg dijo: "Mataron a su mejor amigo".
Contribuyeron Timothy J. Burger, Elaine Shannon, Adam Pitluk y Vivienne Walt.
©time
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