DENUNCIA A ESTADO POR MANTENER A REO DENTRO DE JAULA
Ciudad de Guatemala, Guatemala. Dos organizaciones locales de derechos humanos presentaron una denuncia en contra del Estado de Guatemala por mantener a un reo que purga una pena de 35 años de prisión, dentro de una jaula, informó hoy la prensa local.
El Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y el Centro de Acción Legal en Derechos Humanos, presentaron la demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la Organización de Estados Americanos, según un extenso reportaje publicado hoy por el diario local El Periódico.
El reo Víctor Manuel Morataya, de 27 años, permanece recluido en una jaula de un metro y medio de ancho por tres de largo, y dos de alto, desde hace 15 meses, en la Cárcel de Alta Seguridad, ubicada en el departamento de Escuintla, 55 kilómetros al sur de la capital.
Según El Periódico, Morataya padece de transtornos de personalidad y agresividad, debido al inadecuado lugar en el que es obligado a permanecer por las autoridades penitenciarias del país a purgar su pena de 35 años, a la que fue condenado por haber asesinado a un hombre a machetazos.
La jueza de Ejecución, María Morales, explicó que ordenó que Morataya fuera recluido en ese lugar debido a los anteriores intentos de fuga del reo, y para preservar su vida, ya que los internos del sector donde originalmente había sido asignado advirtieron que de no ser trasladado a otro lugar sería asesinado.
"Estas personas son rechazadas por el resto de la población detenida. El rechazo no es simple. En este juzgado entran cartas, firmadas por prisioneros, donde advierten que no quieren que ciertas personas sean recluidas en la misma área que ellos", justificó Morales.
Aseguró que no puede ordenar el traslado de Morataya a otra prisión, "sabiendo que puede ocurrir otra tragedia", dice, en referencia a los mortales motines que protagonizaron internos de la Granja Penal de Pavón, en diciembre de 2002, y del Centro de Detención Preventiva, en febrero de 2003, donde murieron más de 24 reclusos.
El reo se queja de que sólo lo dejan salir unos minutos al día de la jaula, y que debe hacer sus necesidades fisiológicas en una cubeta que mantiene adentro.
Hasta hace unos meses debía dormir en el frío piso de la jaula, hasta que la subdirectora del Sistema Penitenciario, Margarita Castillo, se enteró de su caso, y ordenó que le instalarán una colchoneta.
Castillo confía en que "lo tendremos fuera de la jaula en cuestión de días", debido a que "se ha causado un impacto sicológico severo: su conducta es agresiva, presenta síntomas de autismo".
Las únicas visitas que recibe Morataya son las de tres religiosas; sus familiares, explicó El Periódico, hace muchos meses que dejaron de buscarlo.
La CIDH, conocerá la denuncia en contra del Estado guatemalteco en los próximos días, y las organizaciones no gubernamentales que promueven la misma, esperan que, de inmediato, se ordene el traslado del reo a un lugar donde se respeten sus derechos individuales.
12 de julio de 2004
©terra
El Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y el Centro de Acción Legal en Derechos Humanos, presentaron la demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la Organización de Estados Americanos, según un extenso reportaje publicado hoy por el diario local El Periódico.
El reo Víctor Manuel Morataya, de 27 años, permanece recluido en una jaula de un metro y medio de ancho por tres de largo, y dos de alto, desde hace 15 meses, en la Cárcel de Alta Seguridad, ubicada en el departamento de Escuintla, 55 kilómetros al sur de la capital.
Según El Periódico, Morataya padece de transtornos de personalidad y agresividad, debido al inadecuado lugar en el que es obligado a permanecer por las autoridades penitenciarias del país a purgar su pena de 35 años, a la que fue condenado por haber asesinado a un hombre a machetazos.
La jueza de Ejecución, María Morales, explicó que ordenó que Morataya fuera recluido en ese lugar debido a los anteriores intentos de fuga del reo, y para preservar su vida, ya que los internos del sector donde originalmente había sido asignado advirtieron que de no ser trasladado a otro lugar sería asesinado.
"Estas personas son rechazadas por el resto de la población detenida. El rechazo no es simple. En este juzgado entran cartas, firmadas por prisioneros, donde advierten que no quieren que ciertas personas sean recluidas en la misma área que ellos", justificó Morales.
Aseguró que no puede ordenar el traslado de Morataya a otra prisión, "sabiendo que puede ocurrir otra tragedia", dice, en referencia a los mortales motines que protagonizaron internos de la Granja Penal de Pavón, en diciembre de 2002, y del Centro de Detención Preventiva, en febrero de 2003, donde murieron más de 24 reclusos.
El reo se queja de que sólo lo dejan salir unos minutos al día de la jaula, y que debe hacer sus necesidades fisiológicas en una cubeta que mantiene adentro.
Hasta hace unos meses debía dormir en el frío piso de la jaula, hasta que la subdirectora del Sistema Penitenciario, Margarita Castillo, se enteró de su caso, y ordenó que le instalarán una colchoneta.
Castillo confía en que "lo tendremos fuera de la jaula en cuestión de días", debido a que "se ha causado un impacto sicológico severo: su conducta es agresiva, presenta síntomas de autismo".
Las únicas visitas que recibe Morataya son las de tres religiosas; sus familiares, explicó El Periódico, hace muchos meses que dejaron de buscarlo.
La CIDH, conocerá la denuncia en contra del Estado guatemalteco en los próximos días, y las organizaciones no gubernamentales que promueven la misma, esperan que, de inmediato, se ordene el traslado del reo a un lugar donde se respeten sus derechos individuales.
12 de julio de 2004
©terra
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