FILIPINAS RETIRA A SUS SOLDADOS DE IRAK; LIBERAN A REHÉN - oliver teves
Manila, Filipinas. Los insurgentes iraquíes liberaron a un chofer de camiones filipino que habían secuestrado y amenazado con decapitar, dijo el sábado la secretaria de trabajo de Filipinas.
El anuncio tuvo lugar pocas horas después que el portavoz de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo manifestó que el pequeño contingente de soldados de paz filipinos emplazado en Irak regresará al país cuando termine su misión, el 20 de agosto.
Los captores de Angelo dela Cruz habían demandado que Manila retirara a su fuerza de 51 soldados en un plazo de tres días, que vencía el sábado en la noche.
"Si bien este hombre no se encuentra aún en nuestras manos, será llevado a un hotel de Badgad, donde será entregado a nuestra gente", expresó la secretaria de trabajo, Patricia Santo Tomas, quien permanecía junto con la familia del secuestrado en un hotel en la ex Base Aérea Clark de Estados Unidos. "Gracias a Dios", declaró.
"Está en buenas manos", expresó el consejero de seguridad nacional Norberto Gonzales.
Santo Tomas indicó que la presidenta Gloria Macapagal Arroyo llamó a la esposa de Angelo dela Cruz para darle la noticia.
La familia del rehén festejó el anuncio en su casa de la provincia de Pampanga, en el norte del país, donde se habían reunido parientes y amigos para realizar una vigilia.
"Me siento muy aliviado", expresó Jessie, hermano de Angelo dela Cruz. "Estamos muy felices. Nuestro pueblo está celebrando", sostuvo.
La decisión de retirar los soldados parecía ambigua. El gobierno esperaba conseguir la liberación de dela Cruz y al mismo tiempo continuar siendo uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en la lucha mundial contra el terrorismo. Pero fue suficiente para satisfacer a los hombres efectuaron el secuestro el miércoles cerca de la convulsionada ciudad de Faluya.
Deja abierta la posibilidad de que los soldados filipinos puedan regresar a Irak como parte de una tropa de la ONU.
Antes del secuestro, las autoridades de Filipinas analizaban si extender o no el mandato del contingente de paz.
"Nuestro contingente humanitario planea regresar (a Manila) el 20 de agosto", manifestó el portavoz presidencial Ignacio Bunye.
"Nuestras acciones futuras estarán guiadas por la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU como lo estipula la resolución 1546, que define el papel de la ONU y sus estados miembros en el futuro de Irak", declaró.
La resolución 1546 es la que estipuló la reciente entrega del poder a un gobierno interino de Irak. Especifica que ese país puede pedir "la presencia continua de una fuerza multinacional y fijar sus tareas".
Si bien la retirada representa un revés para la coalición internacional, afecta a sólo 51 soldados de paz y no menciona a otros 4.000 contratistas filipinos que son esenciales para las bases militares estadounidenses en Irak.
Arroyo había prohibido anteriormente el viaje de otros trabajadores filipinos a Irak.
12 de julio de 2004©nuevo herald
El anuncio tuvo lugar pocas horas después que el portavoz de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo manifestó que el pequeño contingente de soldados de paz filipinos emplazado en Irak regresará al país cuando termine su misión, el 20 de agosto.
Los captores de Angelo dela Cruz habían demandado que Manila retirara a su fuerza de 51 soldados en un plazo de tres días, que vencía el sábado en la noche.
"Si bien este hombre no se encuentra aún en nuestras manos, será llevado a un hotel de Badgad, donde será entregado a nuestra gente", expresó la secretaria de trabajo, Patricia Santo Tomas, quien permanecía junto con la familia del secuestrado en un hotel en la ex Base Aérea Clark de Estados Unidos. "Gracias a Dios", declaró.
"Está en buenas manos", expresó el consejero de seguridad nacional Norberto Gonzales.
Santo Tomas indicó que la presidenta Gloria Macapagal Arroyo llamó a la esposa de Angelo dela Cruz para darle la noticia.
La familia del rehén festejó el anuncio en su casa de la provincia de Pampanga, en el norte del país, donde se habían reunido parientes y amigos para realizar una vigilia.
"Me siento muy aliviado", expresó Jessie, hermano de Angelo dela Cruz. "Estamos muy felices. Nuestro pueblo está celebrando", sostuvo.
La decisión de retirar los soldados parecía ambigua. El gobierno esperaba conseguir la liberación de dela Cruz y al mismo tiempo continuar siendo uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en la lucha mundial contra el terrorismo. Pero fue suficiente para satisfacer a los hombres efectuaron el secuestro el miércoles cerca de la convulsionada ciudad de Faluya.
Deja abierta la posibilidad de que los soldados filipinos puedan regresar a Irak como parte de una tropa de la ONU.
Antes del secuestro, las autoridades de Filipinas analizaban si extender o no el mandato del contingente de paz.
"Nuestro contingente humanitario planea regresar (a Manila) el 20 de agosto", manifestó el portavoz presidencial Ignacio Bunye.
"Nuestras acciones futuras estarán guiadas por la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU como lo estipula la resolución 1546, que define el papel de la ONU y sus estados miembros en el futuro de Irak", declaró.
La resolución 1546 es la que estipuló la reciente entrega del poder a un gobierno interino de Irak. Especifica que ese país puede pedir "la presencia continua de una fuerza multinacional y fijar sus tareas".
Si bien la retirada representa un revés para la coalición internacional, afecta a sólo 51 soldados de paz y no menciona a otros 4.000 contratistas filipinos que son esenciales para las bases militares estadounidenses en Irak.
Arroyo había prohibido anteriormente el viaje de otros trabajadores filipinos a Irak.
12 de julio de 2004©nuevo herald
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