dilema de familia palestina
[Joseph Berger] Llegan cada vez más informes sobre la resistencia de familias palestinas a las actividades de los militantes. Las tropas israelíes destruyen sus huertos y les tirotean desde el aire; y los militantes los amenazan con ejecuciones sumarias.
Jerusalén, Palestina. La familia Zanin, de la Franja de Gaza, se enfrentó a un familiar y angustiante dilema: si dejar o no que los militantes palestinos usaran su tierra para lanzar ataques con morteros contra Israel, y arriesgarse a que las tropas israelíes, en venganza, demolieran su casa. Se resistieron, y terminaron perdiendo a uno de los suyos, un niño de quince años.
Durante días los militantes usaron los naranjales y olivares de la familia en la aldea de Beit Hanun, Gaza, para instalar los lanzadores. El viernes, cuatro miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, el brazo armado del movimiento de Yaser Arafat, Fatah, volvieron a tratar de montar un lanzador en el jardín de la casa.
La familia protestó, dijo Amna Al-Zanin, un miembro de la familia. Los militantes sacaron sus armas. Hicieron tres tiros al aire, pero el cuarto lo apuntaron directamente a la familia, hiriendo a la señora Zanin y a su sobrino de 15 años, Hassan Al-Zanin. Este murió más tarde en el Hospital de Shifa, en Ciudad de Gaza. Los doctores dijeron que la bala le había perforado el corazón.
"Incluso si les pedimos que no usen nuestra tierra para disparar, eso no les da permiso para disparar contra nosotros", dijo la señora Zanin en una conferencia telefónica desde su cama en el Hospital de Alawdah, en Jabaliya. "Es muy doloroso que una bala palestina haya penetrado un corazón palestino".
Su sobrino de 18 años fue herido en una oreja, y su sobrino de 29, en la mano.
La señora Zanin no es amiga de los israelíes. Fue entrevistada hace días sobre lo que pasó en Beit Hanun durante una incursión israelí, y describió indignada que los niños de su clan no pudieron dormir en toda la noche y que pasaron miedo la mayor parte del día.
"Me gustaría ser un miliciano y disparar contra los israelíes", dijo entonces. "Me haría explotar de la rabia que tengo".
Los militantes han lanzado misiles y otros proyectiles desde Beit Hanun a aldeas cercanas en Israel, como Sederot. El mes pasado un misil mató a un niño israelí de tres años, que iba de camino a su guardería, y a un inmigrante de 50 años de la antigua Unión Soviética.
Las tropas israelíes respondieron poniendo barreras en los caminos, destruyendo los árboles frutales usados como cobertura y enviando patrullas a Beit Hanun. Los militantes respondieron buscando nuevos puntos de ataque.
La señora Zanin describió a Hassan como el mejor estudiante de su clase y dijo que lo esperaban para una fiesta el sábado, en la que recibiría un premio por sus prestaciones escolares.
Dijo que el viernes ninguno de los militantes que alguna vez usó la tierra de la familia se había comportado de manera tan despiadada como los cuatro esa mañana.
Un funcionario de seguridad de la Autoridad Palestina confirmó que los israelíes no estuvieron implicados en la muerte de Hassan Al-Zanin.
"Los palestinos no tienen poder para terminar con esto", dijo. "La Autoridad tiene sus propios problemas internos". Dijo que creía que el clan estaba enfadado con los militantes porque habían perdido una casa, un coche y parte de un huerto en una incursión de venganza israelí previa.
"La gente comienza a tener el coraje para enfrentarse a los militantes", dijo el funcionario. Funcionarios militares israelíes, que hablaron a condición de mantener el anonimato, confirmaron en líneas generales el asesinato de Beit Hanun y enfatizaron que sus soldados no habían participado en el incidente.
"Esto hace parte de una tendencia creciente, que los vecinos se irritan con los pistoleros", dijo un funcionario. "Lo vimos en Rafah, donde la gente se enfadó con los militantes porque estaban construyendo túneles debajo de sus casas. Y en Nablús, donde a los residentes no les molesta que estén arrestando a los tipos malos del barrio".
Cientos de residentes de Beit Hanun se manifestaron el año pasado para protestar contra el lanzamiento de misiles por parte de militantes desde su ciudad, aunque los que tuvieron que aguantar la rabia de los manifestantes fueron los militantes de Hamas, que están a menudo reñidos con Fatah.
De acuerdo a informes noticiosos de la época, seiscientos manifestantes marcharon por la avenida principal, quemando llantas y cantando esloganes contra Hamas, diciendo que a causa de sus actividades el ejército israelí estaba destruyendo sus huertos y casas.
Uno de los citados en ese momento fue Omar Zanin, que dijo: "Tenemos más que suficiente, porque la gente de aquí hemos pagado un precio muy alto. Los israelíes han transformado nuestras vidas en un infierno a causa de los ataques con misiles".
La última muerte, según la agencia France Press, eleva la cifra de víctimas desde el comienzo de la actual insurrección palestina, o intifada, en septiembre de 2000, a 4,189 personas. El número de víctimas incluye 3,192 palestinos y 926 israelíes.
El viernes por la mañana temprano tropas israelíes y agentes secretos entraron en Yatta, una aldea al sur de Hebrón en Cisjordania, y arrestaron a Mahmud Mahmed Abu Hutza, un militante al que buscaban hace más de dos años por el asesinato de cinco personas.
El oficial del ejército dijo que en julio de 2002, en la región del Monte de Hebrón, disparó contra dos coches israelíes, matando a tres colonos y a un escolta del ejército. En octubre siguiente, dijo el oficial del ejército, Abu Hutza montó un ataque en el cruce de Zif, al sur de Hebrón, matando a un israelí e hiriendo a otros dos.
Taghreed El Khodary contribuyó desde Gaza a este reportaje.
24 de julio de 2004
©traducción mQh©newyorktimes
Durante días los militantes usaron los naranjales y olivares de la familia en la aldea de Beit Hanun, Gaza, para instalar los lanzadores. El viernes, cuatro miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, el brazo armado del movimiento de Yaser Arafat, Fatah, volvieron a tratar de montar un lanzador en el jardín de la casa.
La familia protestó, dijo Amna Al-Zanin, un miembro de la familia. Los militantes sacaron sus armas. Hicieron tres tiros al aire, pero el cuarto lo apuntaron directamente a la familia, hiriendo a la señora Zanin y a su sobrino de 15 años, Hassan Al-Zanin. Este murió más tarde en el Hospital de Shifa, en Ciudad de Gaza. Los doctores dijeron que la bala le había perforado el corazón.
"Incluso si les pedimos que no usen nuestra tierra para disparar, eso no les da permiso para disparar contra nosotros", dijo la señora Zanin en una conferencia telefónica desde su cama en el Hospital de Alawdah, en Jabaliya. "Es muy doloroso que una bala palestina haya penetrado un corazón palestino".
Su sobrino de 18 años fue herido en una oreja, y su sobrino de 29, en la mano.
La señora Zanin no es amiga de los israelíes. Fue entrevistada hace días sobre lo que pasó en Beit Hanun durante una incursión israelí, y describió indignada que los niños de su clan no pudieron dormir en toda la noche y que pasaron miedo la mayor parte del día.
"Me gustaría ser un miliciano y disparar contra los israelíes", dijo entonces. "Me haría explotar de la rabia que tengo".
Los militantes han lanzado misiles y otros proyectiles desde Beit Hanun a aldeas cercanas en Israel, como Sederot. El mes pasado un misil mató a un niño israelí de tres años, que iba de camino a su guardería, y a un inmigrante de 50 años de la antigua Unión Soviética.
Las tropas israelíes respondieron poniendo barreras en los caminos, destruyendo los árboles frutales usados como cobertura y enviando patrullas a Beit Hanun. Los militantes respondieron buscando nuevos puntos de ataque.
La señora Zanin describió a Hassan como el mejor estudiante de su clase y dijo que lo esperaban para una fiesta el sábado, en la que recibiría un premio por sus prestaciones escolares.
Dijo que el viernes ninguno de los militantes que alguna vez usó la tierra de la familia se había comportado de manera tan despiadada como los cuatro esa mañana.
Un funcionario de seguridad de la Autoridad Palestina confirmó que los israelíes no estuvieron implicados en la muerte de Hassan Al-Zanin.
"Los palestinos no tienen poder para terminar con esto", dijo. "La Autoridad tiene sus propios problemas internos". Dijo que creía que el clan estaba enfadado con los militantes porque habían perdido una casa, un coche y parte de un huerto en una incursión de venganza israelí previa.
"La gente comienza a tener el coraje para enfrentarse a los militantes", dijo el funcionario. Funcionarios militares israelíes, que hablaron a condición de mantener el anonimato, confirmaron en líneas generales el asesinato de Beit Hanun y enfatizaron que sus soldados no habían participado en el incidente.
"Esto hace parte de una tendencia creciente, que los vecinos se irritan con los pistoleros", dijo un funcionario. "Lo vimos en Rafah, donde la gente se enfadó con los militantes porque estaban construyendo túneles debajo de sus casas. Y en Nablús, donde a los residentes no les molesta que estén arrestando a los tipos malos del barrio".
Cientos de residentes de Beit Hanun se manifestaron el año pasado para protestar contra el lanzamiento de misiles por parte de militantes desde su ciudad, aunque los que tuvieron que aguantar la rabia de los manifestantes fueron los militantes de Hamas, que están a menudo reñidos con Fatah.
De acuerdo a informes noticiosos de la época, seiscientos manifestantes marcharon por la avenida principal, quemando llantas y cantando esloganes contra Hamas, diciendo que a causa de sus actividades el ejército israelí estaba destruyendo sus huertos y casas.
Uno de los citados en ese momento fue Omar Zanin, que dijo: "Tenemos más que suficiente, porque la gente de aquí hemos pagado un precio muy alto. Los israelíes han transformado nuestras vidas en un infierno a causa de los ataques con misiles".
La última muerte, según la agencia France Press, eleva la cifra de víctimas desde el comienzo de la actual insurrección palestina, o intifada, en septiembre de 2000, a 4,189 personas. El número de víctimas incluye 3,192 palestinos y 926 israelíes.
El viernes por la mañana temprano tropas israelíes y agentes secretos entraron en Yatta, una aldea al sur de Hebrón en Cisjordania, y arrestaron a Mahmud Mahmed Abu Hutza, un militante al que buscaban hace más de dos años por el asesinato de cinco personas.
El oficial del ejército dijo que en julio de 2002, en la región del Monte de Hebrón, disparó contra dos coches israelíes, matando a tres colonos y a un escolta del ejército. En octubre siguiente, dijo el oficial del ejército, Abu Hutza montó un ataque en el cruce de Zif, al sur de Hebrón, matando a un israelí e hiriendo a otros dos.
Taghreed El Khodary contribuyó desde Gaza a este reportaje.
24 de julio de 2004
©traducción mQh©newyorktimes
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