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EGIPCIOS CUESTIONAN A POWELL SOBRE REFORMAS EN ORIENTE MEDIO - neil macfarquhar


La reciente visita del secretario de estado Colin L. Powell a Egipto incluyó una reunión con grupos de libertades civiles del país. Las reformas políticas que quiere Estados Unidos en la región serían más creíbles si solucionara la ocupación de Palestina por Israel.
El Cairo, Egipto. En una inusual reunión este miércoles con el secretario de secretario de estado Colin L. Powell, un pequeño grupo de líderes civiles y otros activistas egipcios le dijeron que el apoyo norteamericano a reformas políticas en la región ganaría en credibilidad si Washington lograba una solución honesta al conflicto palestino-israelí.
Powell, que dejó Egipto hacia Arabia Saudí el miércoles, donde se espera que continúe viaje a Kuwati el jueves, está visitando la región para iniciar consultas sobre un amplio rango de materias, incluyendo la propuesta retirada israelí de la Franja de Gaza, la estabilidad de Iraq, la lucha contra el terrorismo y las posibles sanciones contra Sudán, así como sobre los cambios políticos en el mundo árabe.
Hay extendidas dudas en la región sobre la seriedad de la administración de Bush sobre los cambios políticos que desea. Muchos en el mundo árabe ven la iniciativa como una negociación táctica para presionar a aliados árabes de larga data a adoptar decisiones impopulares, como obligar a los palestinos a llegar a acuerdos desfavorables con Israel y apoyar los cambios en Iraq.
Parte del problema se hizo evidente en la reunión con Powell, dijeron los participantes, en que no parece haber ofrecido mucho más aparte el apoyo verbal de los grupos cívicos. "Aunque Estados Unidos está hablando de reforma y democracia en el Oriente Medio, todavía carece de una visión comprehensiva del asunto", dijo Hala Mustafa, editor jefe del trimestral Democracy Review y participante de la reunión, en el restaurante de un lujoso hotel. "Eso explica porque a veces tocamos un tema, como el de la sociedad civil, y a veces otro, como la tecnología y los derechos humanos".
Los participantes en la reunión, que los medios egipcios calificaron como la primera de su tipo, y generalmente aplaudidas por grupos cívicos aquí como una muestra de apoyo, enfatizaron que Estados Unidos carece de credibilidad porque es visto fundamentalmente como parcial contra los árabes.
"Si los norteamericanos quieren ser más efectivos en el proceso de reforma, deben hacer un esfuerzo más grande para resolver el conflicto árabe-israelí", dijo Osama el-Ghazaly Harb, un conocido analista político egipcio que también participó en la reunión. "Eso haría que el ambiente para discutir las reformas fuera más receptivo. La imagen norteamericana está envenenada por el conflicto árabe-israelí".
Interrogado sobre el asunto en una rueda de prensa conjunta con Powell, el ministro egipcio de Asuntos Exteriores Ahmed Abul Gheit, dijo que el gabinete egipcio, nombrado recientemente, está ansioso de iniciar las reformas.
"Egipto se ha venido desarrollando en los últimos 200 años, hemos aceptado la modernidad, estamos trabajando en nuestros planes para generar recursos en nuestra sociedad, para desarrollarnos económica y socialmente", dijo. "El nuevo gobierno está resuelto a perseguir ese objetivo. Usted lo puede llamar reformas, yo lo llamo desarrollo energético".
El tema también fue tocado en Arabia Saudí en una rueda de prensa que ofreció más tarde el secretario de estado con el príncipe Saud al-Faisal, el ministro de Asuntos Exteriores. Powell dijo que las dos partes habían discutido para reformas, incluyendo las elecciones municipales programadas para el otoño, pero que Estados Unidos aceptaba la idea de que cada país debe cambiar según sus propias tradiciones.
En lo que se refiere al lado saudí, "todo el país está trabajando en el asunto", dijo el príncipe. En El Cairo se advirtieron diferencias de énfasis entre Estados Unidos y Egipto.
En Iraq, Powell dijo que Estados Unidos continuará presionando al mundo árabe y a los países musulmanes para que envíen tropas que ayuden a proteger a los trabajadores de Naciones Unidas, que se espera que inicien sus actividades en Iraq dentro de poco para organizar las elecciones que serán programadas para enero de 2005.
Funcionarios egipcios dijeron que El Cairo no contemplaba el envío de tropas y cuestionaba el intento aparente de reunir una fuerza con países árabes o musulmanes.
Enviar tropas para una fuerza semejante sería probablemente muy impopular en cualquier país árabe, ya que la opinión pública lo interpretaría como apuntalando lo que todavía se considera una ocupación norteamericana.
En Jidda, el príncipe Saud dijo que los dos lados también discutieron el envío de una fuerza musulmana a Iraq. Presuntamente no incluiría tropas saudíes, dado que los iraquíes han declarado repetidas veces que no quieren tropas de países limítrofes.
Sobre el conflicto palestino-israelí, Powell expresó algo menos de paciencia que sus contrapartes árabes con los intentos de la Autoridad Palestina bajo Yaser Arafat para llevar orden a Gaza antes de cualquiera retirada potencial.
El jueves Arafat prometió dar al primer ministro Ahmed Qurei mayores atribuciones para consolidar las fuerzas de seguridad y ganar el control político, una vieja exigencia norteamericana.
"Esperamos que sea lo que ha pasado, y el primer ministro de la Autoridad Palestina tendrá el poder necesario", dijo Powel en El Cairo.

Abeer Allam contribuyó a este artículo.
29 de julio de 2004
31 de julio de 2004
©traducción mQh
©newyorktimes

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