de muertes por error médico: 43,8%
Escalofriantes datos. Bajo el nombre de sedación terminal' se esconde una forma más de eutanasia. La diferencia: el médico no está obligado a notificar su intención de aplicarla. Aumentan los casos de muertes no solicitadas. Lea algunas conclusiones del estudio recién publicado en Annals of Internal Medicine.
Rótterdam, Holanda. Los médicos holandeses aplican en un 10 por ciento de los casos de muerte sedación temporal'. Esta es la conclusión de los investigadores del Erasmus Medisch Centrum de Rótterdam y del centro médico de la Vrije Universiteit de Ámsterdam en un artículo que aparece hoy en la revista científica Annals of Internal Medicine.
Una pequeña parte de estos casos está en la frontera de la eutanasia y según los investigadores debería ser investigado.
La sedación terminal consiste en llevar al sueño a los pacientes que estarían muriéndose y mantenerlos en ese estado, privándoles además del suministro de líquidos y alimentación.
A diferencia de la eutanasia, en el caso de la sedación terminal no se trata en primer lugar de terminar con la vida, pero en la mayoría de los casos lo que se hace es acelerar la muerte. La sedación se aplica mucho para combatir el dolor, el miedo y el agobio. La práctica de la sedación terminal ha aumentado en los últimos años y a veces es una alternativa a la eutanasia.
Según los investigadores del Erasmus MC tras el 43,8 por ciento de las muertes en Holanda se esconde una decisión médica'. El espectro va desde la finalización activa de la vida de la persona, a la decisión de no tratar más al paciente. Diez por ciento de estas decisiones entra en la llamada sedación terminal.
Se basan en el tercer estudio imporatnte publicado el año pasado sobre las decisiones médicas en relación con la finalización de la vida de los pacientes. En este estudio se preguntó a alrededor de 400 médicos por primera vez acerca de sedación terminal: si la habían aplicado y por qué. De las respuestas se extrajo que el 52% de los médicos alguna vez ha aplicado sedación terminal. Una gran cantidad de estos casos se trató de acelerar la muerte.
Para aplicar la sedación terminal no es obligatorio que el médico lo comunique a nadie; para la eutanasia sí. En junio de este año el fiscal general De Wijkerslooth, del Ministerio Público, constató que había surgido un área gris entre la eutanasia y la sedación terminal. Abogó por una mejor legislación.
De la investigación resulta que en un 3% del total de los casos de sedación terminal esta se emplea como forma de terminación activa de la vida del paciente. Se trata de unos 400 casos.
Una pequeña parte de estos casos está en la frontera de la eutanasia y según los investigadores debería ser investigado.
La sedación terminal consiste en llevar al sueño a los pacientes que estarían muriéndose y mantenerlos en ese estado, privándoles además del suministro de líquidos y alimentación.
A diferencia de la eutanasia, en el caso de la sedación terminal no se trata en primer lugar de terminar con la vida, pero en la mayoría de los casos lo que se hace es acelerar la muerte. La sedación se aplica mucho para combatir el dolor, el miedo y el agobio. La práctica de la sedación terminal ha aumentado en los últimos años y a veces es una alternativa a la eutanasia.
Según los investigadores del Erasmus MC tras el 43,8 por ciento de las muertes en Holanda se esconde una decisión médica'. El espectro va desde la finalización activa de la vida de la persona, a la decisión de no tratar más al paciente. Diez por ciento de estas decisiones entra en la llamada sedación terminal.
Se basan en el tercer estudio imporatnte publicado el año pasado sobre las decisiones médicas en relación con la finalización de la vida de los pacientes. En este estudio se preguntó a alrededor de 400 médicos por primera vez acerca de sedación terminal: si la habían aplicado y por qué. De las respuestas se extrajo que el 52% de los médicos alguna vez ha aplicado sedación terminal. Una gran cantidad de estos casos se trató de acelerar la muerte.
Para aplicar la sedación terminal no es obligatorio que el médico lo comunique a nadie; para la eutanasia sí. En junio de este año el fiscal general De Wijkerslooth, del Ministerio Público, constató que había surgido un área gris entre la eutanasia y la sedación terminal. Abogó por una mejor legislación.
De la investigación resulta que en un 3% del total de los casos de sedación terminal esta se emplea como forma de terminación activa de la vida del paciente. Se trata de unos 400 casos.
©volkskrant ©traducción mQh
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