un partido es suficiente en china
[Joseph Kahn] El congreso del partido comunista chino esta semana enfrenta a dos importantes grupos internos. Entre ellos el encabezado por el presidente del partido, Hu Jintao, que favorece la introducción de reformas democráticas para mejorar su funcionamiento y hacer frente a la corrupción de los funcionarios sin renunciar al estado de un solo partido.
Pekín, China. El jefe del Partido Comunista de China, Hu Jintao, dijo el miércoles que una democracia multipartidista al estilo occidental era para China un "callejón sin salida" y que el estado de un solo partido combatiría los "abusos de poder y corrupción" controlándose mejor a sí mismo.
En un discurso emitido por televisión nacional durante los prolegómenos de la cumbre de líderes de alta responsabilidad del partido que se inaugura este jueves, Hu expuso las bases de lo que algunos analistas dicen que son modestos experimentos con controles, balances y elecciones al interior del partido. Pero el discurso también mostró la reluctancia de Hu a adoptar cambios más profundos para dar cuenta de la corrupción oficial y de los abusos de autoridad, que han estado alimentando el descontento popular que según algunos funcionarios está debilitando su control del partido.
"La historia indica que copiar indiscriminadamente los sistemas políticos occidentales es un callejón sin salida para China", dijo Hu, que también es presidente de China, en una ceremonia de celebración del 50 aniversario del Parlamento controlado por el partido.
Reforzar la habilidad del partido para gobernar se encuentra entre los puntos oficiales del programa para su cumbre anual en Pekín, que se espera que apruebe un plan para la auto-supervisión que el reinante Politburó ha ya apoyado.
Pero las semanas previas al congreso del Comité Central se han consumido principalmente con luchas internas sobre el destino de Jiang Zemin, el jefe militar chino y predecesor de Hu como líder y presidente del partido, dijeron funcionarios del partido.
Funcionarios dijeron que Jiang ha estado bajo fuertes presiones para que abandone la presidencia de la Comisión Militar Central, el último puesto que le queda con el que se completa la transición de la cúpula directiva que comenzó en 2002. Se cree ampliamente que Jiang se muestra reticente a abandonar esa función y que los enfrentamientos entre él y Hu, secretos pero cada vez más directos, han comenzado a afectar tanto la política exterior como interior, dijeron funcionarios del partido.
Jiang escribió recientemente a la directiva del partido indicando que estaba preparado para retirarse, dijeron personas al tanto de la declaración de Jiang. Pero dijeron que no estaba claro si lo quería hacer ahora, argumentando que Jiang podía movilizar a sus partidarios y prolongar su mandato.
Ninguno de los líderes ha reconocido públicamente que tengan diferencias serias, aunque se han hecho mutuamente críticas veladas en reuniones internas, dijeron funcionarios. Pero las tensiones parecen haberse extendido a los medios de comunicación controlados por el estado, con importantes líderes militares enfatizando sea su apoyo de Jiang o al "centro del partido", refiriéndose a Hu. Eso puede indicar que no hay un acuerdo sobre el mandato de Jiang más allá del congreso del jueves, al que el partido llama su Cuarto Pleno.
Mientras la división entre los dos personeros gira según se cree principalmente sobre la influencia y autoridad de cada uno, los analistas dicen que arroja una sombra sobre los más delicados asuntos que debe resolver el gobierno, tales como el esfuerzo para enfriar una economía sobre-recalentada, frenar las inversiones en gobiernos locales y castigar a los funcionarios corruptos.
En contraste, el objetivo de mejorar el gobierno del partido, el tema oficial del Comité Central, es un tópico sin riesgos en el discurso del partido. Jiang abordó la idea de profundizar la democracia interna en algunos años, ampliando el uso de elecciones para puestos en el partido. Su idea es estimular a miembros del partido, especialmente de los rangos medios y bajos, a que ejerzan un mayor control de sus colegas.
Hu ha repetido esa propuesta y le ha agregado un dejo popular. Ha hecho experimentos para ver si es posible que el público opine sobre el funcionamiento de líderes de base y sopesar los resultados a la hora de promover a los funcionarios. No está claro si Hu quiere institucionalizar esos controles externos de los asuntos del partido, pero ha indicado que está a favor de pasos modestos para hacer que los ciudadanos chinos "manejen su propia casa", como lo dijo en su discurso del miércoles.
"Ejercer el poder sin restricciones o control está destinado a resultar en abusos de poder y corrupción", dijo.
Por otro lado, Hu insistió en su lealtad a la directiva del partido y describió una visión de obediente servitud del Congreso Nacional del Pueblo, como se llama al Parlamento, más que enfatizar su papel de supervisión.
Los parlamentarios "deben ponerse conscientemente bajo la dirección del partido, y el partido debe ejercer su liderazgo principalmente a través del diseño de políticas directivas, haciendo propuestas legislativas y recomendando a candidatos para las funciones importantes del gobierno", dijo.
Hu citó los fracasos del "sistema burgués republicano de China" durante Sun Yat-sen, el fundador del Partido Nacionalista, como prueba de que la importación a gran escala de las ideas políticas occidentales no funcionaba. Los nacionalistas gobernaron Chine hasta 1949, cuando tras su derrota en la guerra civil con los comunistas se vieron obligados a huir a Taiwán.
16 de septiembre de 2004
18 de septiembre de 2004
©newyorktimes
©traducción mQh
En un discurso emitido por televisión nacional durante los prolegómenos de la cumbre de líderes de alta responsabilidad del partido que se inaugura este jueves, Hu expuso las bases de lo que algunos analistas dicen que son modestos experimentos con controles, balances y elecciones al interior del partido. Pero el discurso también mostró la reluctancia de Hu a adoptar cambios más profundos para dar cuenta de la corrupción oficial y de los abusos de autoridad, que han estado alimentando el descontento popular que según algunos funcionarios está debilitando su control del partido.
"La historia indica que copiar indiscriminadamente los sistemas políticos occidentales es un callejón sin salida para China", dijo Hu, que también es presidente de China, en una ceremonia de celebración del 50 aniversario del Parlamento controlado por el partido.
Reforzar la habilidad del partido para gobernar se encuentra entre los puntos oficiales del programa para su cumbre anual en Pekín, que se espera que apruebe un plan para la auto-supervisión que el reinante Politburó ha ya apoyado.
Pero las semanas previas al congreso del Comité Central se han consumido principalmente con luchas internas sobre el destino de Jiang Zemin, el jefe militar chino y predecesor de Hu como líder y presidente del partido, dijeron funcionarios del partido.
Funcionarios dijeron que Jiang ha estado bajo fuertes presiones para que abandone la presidencia de la Comisión Militar Central, el último puesto que le queda con el que se completa la transición de la cúpula directiva que comenzó en 2002. Se cree ampliamente que Jiang se muestra reticente a abandonar esa función y que los enfrentamientos entre él y Hu, secretos pero cada vez más directos, han comenzado a afectar tanto la política exterior como interior, dijeron funcionarios del partido.
Jiang escribió recientemente a la directiva del partido indicando que estaba preparado para retirarse, dijeron personas al tanto de la declaración de Jiang. Pero dijeron que no estaba claro si lo quería hacer ahora, argumentando que Jiang podía movilizar a sus partidarios y prolongar su mandato.
Ninguno de los líderes ha reconocido públicamente que tengan diferencias serias, aunque se han hecho mutuamente críticas veladas en reuniones internas, dijeron funcionarios. Pero las tensiones parecen haberse extendido a los medios de comunicación controlados por el estado, con importantes líderes militares enfatizando sea su apoyo de Jiang o al "centro del partido", refiriéndose a Hu. Eso puede indicar que no hay un acuerdo sobre el mandato de Jiang más allá del congreso del jueves, al que el partido llama su Cuarto Pleno.
Mientras la división entre los dos personeros gira según se cree principalmente sobre la influencia y autoridad de cada uno, los analistas dicen que arroja una sombra sobre los más delicados asuntos que debe resolver el gobierno, tales como el esfuerzo para enfriar una economía sobre-recalentada, frenar las inversiones en gobiernos locales y castigar a los funcionarios corruptos.
En contraste, el objetivo de mejorar el gobierno del partido, el tema oficial del Comité Central, es un tópico sin riesgos en el discurso del partido. Jiang abordó la idea de profundizar la democracia interna en algunos años, ampliando el uso de elecciones para puestos en el partido. Su idea es estimular a miembros del partido, especialmente de los rangos medios y bajos, a que ejerzan un mayor control de sus colegas.
Hu ha repetido esa propuesta y le ha agregado un dejo popular. Ha hecho experimentos para ver si es posible que el público opine sobre el funcionamiento de líderes de base y sopesar los resultados a la hora de promover a los funcionarios. No está claro si Hu quiere institucionalizar esos controles externos de los asuntos del partido, pero ha indicado que está a favor de pasos modestos para hacer que los ciudadanos chinos "manejen su propia casa", como lo dijo en su discurso del miércoles.
"Ejercer el poder sin restricciones o control está destinado a resultar en abusos de poder y corrupción", dijo.
Por otro lado, Hu insistió en su lealtad a la directiva del partido y describió una visión de obediente servitud del Congreso Nacional del Pueblo, como se llama al Parlamento, más que enfatizar su papel de supervisión.
Los parlamentarios "deben ponerse conscientemente bajo la dirección del partido, y el partido debe ejercer su liderazgo principalmente a través del diseño de políticas directivas, haciendo propuestas legislativas y recomendando a candidatos para las funciones importantes del gobierno", dijo.
Hu citó los fracasos del "sistema burgués republicano de China" durante Sun Yat-sen, el fundador del Partido Nacionalista, como prueba de que la importación a gran escala de las ideas políticas occidentales no funcionaba. Los nacionalistas gobernaron Chine hasta 1949, cuando tras su derrota en la guerra civil con los comunistas se vieron obligados a huir a Taiwán.
16 de septiembre de 2004
18 de septiembre de 2004
©newyorktimes
©traducción mQh
0 comentarios