DESCUBREN BOMBA EN CENTRO DE REFUGIADOS - toine heijmans
Desconocidos dejaron en el centro de deportaciones una bomba incendiaria que pudo haber causado víctimas y daños. Sin embargo, las autoridades mantuvieron silencio sobre el incidente. Política del gobierno alienta a terroristas neonazis a atentar contra refugiados.
Ámsterdam, Holanda. En el centro de deportados en Ter Apel, Groningen, se descubrió el mes pasado una bomba incendiaria que pudo haber causado "daños serios" y víctimas.
Así lo confirmó el alcalde Broertjes del ayuntamiento de Vlagtwedde. El incidente se mantuvo en silencio para impedir que fuera "utilizado" por la prensa y pusiera a Ter Apel bajo una luz negativa.
El 17 de agosto desconocidos dejaron un paquete en uno de los edificios, que estuvo durante un tiempo en el terreno sin que nadie le prestase atención. En él había botellas de gasolina y un mecanismo para detonarlo. De acuerdo a varias fuentes se trataba de una bomba incendiaria simple, que fue fácil desmontar, pero pudo haber causado importantes daños.
Un niño detenido en el centro lo encontró y llevó a uno de los guardias, el que más tarde llamó a la policía.
Tras la llegada del Servicio de Desactivación de Explosivos EOD, se desmontó el aparato explosivo. La policía no ha detenido a sospechosos. "La investigación está en curso", dijo la policía de Groningen.
Ter Apel se ha transformado en el símbolo del nuevo tratamiento de los refugiados impuesto por la ministro Verdonk, de Extranjería, y la habilitación del centro de deportaciones ha sido rechazado por grupos de derechos humanos que protestan por la deportación de miles [26.000] de solicitantes de asilo que han vivido durante más de cinco años, y en algunos casos más, en el país.
También en agosto desconocidos llamaron al centro anunciando la colocación de una bomba, pero fue alarma falsa.
Esta vez la bomba era de verdad y no hubo aviso previo de los terroristas.
26 de septiembre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh
Ámsterdam, Holanda. En el centro de deportados en Ter Apel, Groningen, se descubrió el mes pasado una bomba incendiaria que pudo haber causado "daños serios" y víctimas.Así lo confirmó el alcalde Broertjes del ayuntamiento de Vlagtwedde. El incidente se mantuvo en silencio para impedir que fuera "utilizado" por la prensa y pusiera a Ter Apel bajo una luz negativa.
El 17 de agosto desconocidos dejaron un paquete en uno de los edificios, que estuvo durante un tiempo en el terreno sin que nadie le prestase atención. En él había botellas de gasolina y un mecanismo para detonarlo. De acuerdo a varias fuentes se trataba de una bomba incendiaria simple, que fue fácil desmontar, pero pudo haber causado importantes daños.
Un niño detenido en el centro lo encontró y llevó a uno de los guardias, el que más tarde llamó a la policía.
Tras la llegada del Servicio de Desactivación de Explosivos EOD, se desmontó el aparato explosivo. La policía no ha detenido a sospechosos. "La investigación está en curso", dijo la policía de Groningen.
Ter Apel se ha transformado en el símbolo del nuevo tratamiento de los refugiados impuesto por la ministro Verdonk, de Extranjería, y la habilitación del centro de deportaciones ha sido rechazado por grupos de derechos humanos que protestan por la deportación de miles [26.000] de solicitantes de asilo que han vivido durante más de cinco años, y en algunos casos más, en el país.
También en agosto desconocidos llamaron al centro anunciando la colocación de una bomba, pero fue alarma falsa.
Esta vez la bomba era de verdad y no hubo aviso previo de los terroristas.
26 de septiembre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh
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