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fantasma del fraude en eeuu


[Sergio Otálora Montenegro] En Florida y otros estados temen que se repitan las irregularidades cometidas por los republicanos en las elecciones de 2000.
Miami, Florida. Un fantasma atraviesa estas elecciones del 2004 de costa a costa: el fantasma del fraude. Y Florida, por supuesto, no es la excepción. A dos días de los comicios, el llamado estado del sol está que arde, al menos en el tema político: en el condado de Broward, 76 mil papeletas de votación, enviadas por correo, nunca llegaron a su destino. En estos momentos, la administración postal está trabajando a marchas forzadas para que esos votos estén en poder de los electores que no asistirán a las urnas este 2 de noviembre.
Sin embargo, hay quejas de que miles de votantes aún no han recibido sus votos por correo, muchos de ellos solicitados hace tres meses. En total, cerca de 300 mil personas, en los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach (epicentro del escándalo ocurrido en las elecciones del año 2000, cuando George W. Bush ganó por 537 votos, después de 36 días de una feroz pugna legal) escogieron este sistema para votar, una cifra histórica que refleja, según los expertos, el grado de desconfianza que ha despertado este proceso electoral.
De acuerdo con un reciente sondeo de la agencia Prensa Asociada, seis de cada 10 encuestados creen que no habrá un claro ganador de la presidencia el 3 de noviembre, un día después de la elección. Y 54 por ciento opina que el conteo de votos en Florida en el 2000 no fue justo ni preciso.

Siguen Las Denuncias
También existen denuncias sobre anulación de votantes en vecindarios de mayoría afroamericana y serias preocupaciones por el nuevo sistema electrónico de votación, que existe en 13 de los 67 condados de Florida y ya ha generado serias demoras en las votaciones anticipadas que se iniciaron el 18 de octubre.
La asistencia ha desbordado cualquier cálculo, no sólo en Florida, sino en el resto de los 22 estados donde también se realiza este tipo de elecciones. La situación ha obligado a que los estrategas de las dos campañas analicen en qué estados van a gastar sus últimos recursos publicitarios.
Otro punto preocupante es la situación de las personas que ya cumplieron sus penas en las cárceles.
En Florida, quien es sentenciado por cometer un delito pierde sus derechos civiles. Después de que cumple la pena, un panel, compuesto por el gobernador y su gabinete, decide a quién se le restablecen sus derechos y a quién no. "A 700 mil ex convictos no se les ha restablecido su derecho a votar. Esta cifra, en lugar de disminuir, aumenta día a día", dice Randall Berg, director ejecutivo del Instituto de Justicia de Florida, quien también afirma que, a pesar de las reformas electorales, aún hay intimidación a los votantes en todo el estado y todavía existen algunos funcionarios que quieren hacer purgas en las listas de votación de electores registrados legalmente para votar pero que aparecen en listas de criminales a quienes, supuestamente, no se les ha restablecido su derecho al sufragio (esas listas fueron anuladas por el mismo gobernador por inexactas).
Cuando falta muy poco para los comicios, Berg dice que ha sido "muy frustrante que las Cortes no hayan sido receptivas sobre las demandas para reestablecer los derechos a los criminales que ya pagaron su pena, que los congresistas no hayan querido cambiar la Constitución estatal y que el gobernador Jeb Bush, pudiéndolo hacer, no haya querido promulgar nuevas normas en la Oficina de Perdones para restablecerles, ya mismo, los derechos a los ex convictos".
Este punto fue crítico en las elecciones del 2000. Según una investigación publicada en el último numero de la revista Vanity Fair (en esas elecciones), "hubo una lista con 50 mil ex convictos, 20 mil de ellos incluidos de manera errónea y a quienes se les impidió votar. El 54 por ciento de esa lista era afroamericano. En Florida, cerca de 90 por ciento de la población negra es demócrata".

¿Se Repetirá La Historia?
De acuerdo con Alexandra Soler Meertz, vocera de la Unión Americana de Libertades Civiles de Florida, esta vez habrá "un conjunto de nuevos problemas, distintos a los del 2000, porque hay nuevas leyes, nuevas normas, y una nueva tecnología".
Y la lucha de todos, demócratas, republicanos e independientes, es que cada voto depositado en las urnas sea contado sin que queden dudas para nadie.

©el universal

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