canciller austriaco elogia fascismo
[Floris van Straten] En la sesión final del debate europeo sobre normas y valores, el canciller austriaco elogió las ventajas del populismo' y mostró su repugnancia por la influencia de la ética en la política.
Rótterdam, Holanda. El último debate de Balkenende como presidente de la UE sobre normas y valores. El premier Balkenende calificó el debate sobre normas y valores' como el punto más importante de la presidencia holandesa de la UE. Fue con el asesinato de Theo van Gogh que se transformó en un tema actual.
Terminaron las sonrisitas sobre las normas y valores, constató satisfecho el sábado por la tarde el primer ministro Balkenende en la última de las cinco reuniones internacionales sobre normas y valores europeos. El asesinato de Theo van Gogh y la intranquilidad que siguió entre musulmanes y holandeses hicieron al tema más actual que lo que pudo haber deseado Balkenende cuando declaró que era uno de los temas de la presidencia holandesa de la Unión.
Al mismo tiempo justamente a raíz de esos desarrollos en su propio país el primer ministro se vio en aprietos y debió pasar a la defensiva en la sesión final en la antigua fábrica de Van Nelle de Rótterdam. Quizás los políticos holandeses han hecho durante demasiado tiempo la vista gorda, preguntó el coordinador canadiense Michael Ignatieff. Ese fue en realidad uno de los problemas de los últimos años, reconoció Balkenende. "La gente decía: los políticos no entienden lo que nos preocupa. Ahora somos más honestos".
El colega austriaco de Balkenende, Schüssel, igualmente demócrata-cristiano, estuvo de acuerdo. Tenía también una extraordinaria medicina en oferta. "Algo de populismo es bueno para Europa", dijo Schüssel. "El peligro es que no estemos en el camino correcto". Con ello el canciller austriaco no pedía, aclaró, una dosis extra de demagogia. Pero los políticos deben estar al tanto oportunamente de lo que piensa el pueblo.
Su consejo provocó una enérgica reacción del célebre escritor latinoamericano Mario Vargas Llosa: "Creo que el populismo es la manera más eficaz de destruir la confianza en las instituciones democráticas". En su país natal, Perú, la gente ya no confiaba en las instituciones a consecuencia del populismo, argumentó. "Cuando se es populista, ya no hay más límites".
Schüssel suavizó sus palabras, pero no dejó de demostrar su repugnancia de la "corrección política". Conducía, a su juicio, en que cada vez que políticos bien intencionados hacían propuestas de imponer exigencias más duras a los inmigrantes eran inmediatamente acusados de ser populistas'. Balkenende dijo que un poco de populismo podía ayudar, pero que este no ofrecía respuestas para los verdaderos problemas del futuro.
¿Y los valores europeos? Sobre el tema no existía unanimidad. No se definió cuáles podrían ser y cuáles merecían ser enfatizados. Si se quiere que Europa sobresalga por encima de los centros comerciales, no se puede permitir que se niegue esos valores, planteó el catedrático estadounidense de filosofía Michael Sandel. Pero tampoco él dijo respuesta a la pregunta de qué eran esos valores y normas.
Casi todos los conferenciantes hablaron elogiosamente de la cultura europea, aunque algunos recordaron también que Europa había sido la cuna del nazismo, del comunismo y del anti-semitismo. El presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Barroso, planteó incluso que la cultura y la educación eran las claves de la sociedad europea. "Mis prioridades personales son: la cultura es más importante que la economía".
Esa observación demostraba, según el príncipe jordano Hassan, poco sentido de la realidad. Recordó los billones de euros que gasta la UE en subsidios agrícolas y en defensa. "Ese dinero no se destina a cultura. Usted necesita un poco más del espíritu de Erasmo en Rótterdam", según el príncipe.
A su vez, Vargas Llosa dijo que la cultura de la libertad era el más valioso bien de Europa. Aunque no es un privilegio exclusivamente europeo, ha sido la cultura europea la que ha regalado el concepto al resto del mundo. Esa cultura de la libertad abarca varias opciones libres, entre ellas la de credo religioso.
El anfitrión Balkenende se unió a sus palabras con un alegato sobre la importancia del equilibrio entre libertad y responsabilidad. El historiador alemán-estadounidense Frits Stern señaló la inseguridad de mucha gente en Europa en los años 20 y 30, que algunos políticos utilizaron con fatales consecuencias. "Evitar que la situación empeore es responsabilidad de los políticos".
Con la conferencia en el viejo edificio de Van Nelle no ha terminado el debate sobre los valores europeos. Para alegría de Balkenende Schüssel ofreció continuarlo durante la presidencia austriaca de la UE en 2006. En Salzburg, coincidiendo con la celebración del 250 aniversario del nacimiento de otro conocido europeo: Wolfgang Amadeus Mozart.
[No ha habido grandes conflictos entre los musulmanes y holandeses en Holanda tras el asesinato de van Gogh, como afirma injustamente el autor de este artículo. Lo que ha habido son innumerables atentados contra mezquitas y escuelas musulmanas, que difícilmente pueden ser caracterizados de reacción popular holandesa. La misma policía ha declarado que la campaña de atentados terroristas de extrema derecha era una campaña organizada a nivel nacional.]
7 de diciembre de 2004
©nrc-handelsblad
©traducción mQh
Rótterdam, Holanda. El último debate de Balkenende como presidente de la UE sobre normas y valores. El premier Balkenende calificó el debate sobre normas y valores' como el punto más importante de la presidencia holandesa de la UE. Fue con el asesinato de Theo van Gogh que se transformó en un tema actual.Terminaron las sonrisitas sobre las normas y valores, constató satisfecho el sábado por la tarde el primer ministro Balkenende en la última de las cinco reuniones internacionales sobre normas y valores europeos. El asesinato de Theo van Gogh y la intranquilidad que siguió entre musulmanes y holandeses hicieron al tema más actual que lo que pudo haber deseado Balkenende cuando declaró que era uno de los temas de la presidencia holandesa de la Unión.
Al mismo tiempo justamente a raíz de esos desarrollos en su propio país el primer ministro se vio en aprietos y debió pasar a la defensiva en la sesión final en la antigua fábrica de Van Nelle de Rótterdam. Quizás los políticos holandeses han hecho durante demasiado tiempo la vista gorda, preguntó el coordinador canadiense Michael Ignatieff. Ese fue en realidad uno de los problemas de los últimos años, reconoció Balkenende. "La gente decía: los políticos no entienden lo que nos preocupa. Ahora somos más honestos".
El colega austriaco de Balkenende, Schüssel, igualmente demócrata-cristiano, estuvo de acuerdo. Tenía también una extraordinaria medicina en oferta. "Algo de populismo es bueno para Europa", dijo Schüssel. "El peligro es que no estemos en el camino correcto". Con ello el canciller austriaco no pedía, aclaró, una dosis extra de demagogia. Pero los políticos deben estar al tanto oportunamente de lo que piensa el pueblo.
Su consejo provocó una enérgica reacción del célebre escritor latinoamericano Mario Vargas Llosa: "Creo que el populismo es la manera más eficaz de destruir la confianza en las instituciones democráticas". En su país natal, Perú, la gente ya no confiaba en las instituciones a consecuencia del populismo, argumentó. "Cuando se es populista, ya no hay más límites".
Schüssel suavizó sus palabras, pero no dejó de demostrar su repugnancia de la "corrección política". Conducía, a su juicio, en que cada vez que políticos bien intencionados hacían propuestas de imponer exigencias más duras a los inmigrantes eran inmediatamente acusados de ser populistas'. Balkenende dijo que un poco de populismo podía ayudar, pero que este no ofrecía respuestas para los verdaderos problemas del futuro.
¿Y los valores europeos? Sobre el tema no existía unanimidad. No se definió cuáles podrían ser y cuáles merecían ser enfatizados. Si se quiere que Europa sobresalga por encima de los centros comerciales, no se puede permitir que se niegue esos valores, planteó el catedrático estadounidense de filosofía Michael Sandel. Pero tampoco él dijo respuesta a la pregunta de qué eran esos valores y normas.
Casi todos los conferenciantes hablaron elogiosamente de la cultura europea, aunque algunos recordaron también que Europa había sido la cuna del nazismo, del comunismo y del anti-semitismo. El presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Barroso, planteó incluso que la cultura y la educación eran las claves de la sociedad europea. "Mis prioridades personales son: la cultura es más importante que la economía".
Esa observación demostraba, según el príncipe jordano Hassan, poco sentido de la realidad. Recordó los billones de euros que gasta la UE en subsidios agrícolas y en defensa. "Ese dinero no se destina a cultura. Usted necesita un poco más del espíritu de Erasmo en Rótterdam", según el príncipe.
A su vez, Vargas Llosa dijo que la cultura de la libertad era el más valioso bien de Europa. Aunque no es un privilegio exclusivamente europeo, ha sido la cultura europea la que ha regalado el concepto al resto del mundo. Esa cultura de la libertad abarca varias opciones libres, entre ellas la de credo religioso.
El anfitrión Balkenende se unió a sus palabras con un alegato sobre la importancia del equilibrio entre libertad y responsabilidad. El historiador alemán-estadounidense Frits Stern señaló la inseguridad de mucha gente en Europa en los años 20 y 30, que algunos políticos utilizaron con fatales consecuencias. "Evitar que la situación empeore es responsabilidad de los políticos".
Con la conferencia en el viejo edificio de Van Nelle no ha terminado el debate sobre los valores europeos. Para alegría de Balkenende Schüssel ofreció continuarlo durante la presidencia austriaca de la UE en 2006. En Salzburg, coincidiendo con la celebración del 250 aniversario del nacimiento de otro conocido europeo: Wolfgang Amadeus Mozart.
[No ha habido grandes conflictos entre los musulmanes y holandeses en Holanda tras el asesinato de van Gogh, como afirma injustamente el autor de este artículo. Lo que ha habido son innumerables atentados contra mezquitas y escuelas musulmanas, que difícilmente pueden ser caracterizados de reacción popular holandesa. La misma policía ha declarado que la campaña de atentados terroristas de extrema derecha era una campaña organizada a nivel nacional.]
7 de diciembre de 2004
©nrc-handelsblad
©traducción mQh
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