holanda hacia un apartheid
[Titia Ketelaar] El sentimiento combativo contra el racismo se pudo sentir y escuchar durante el Nederlands Sociaal Forum, el último fin de semana de noviembre en Ámsterdam. "Me niego a ser islamitizado".
Ámsterdam, Holanda. Con entusiasmo agitan sus pancartas los manifestantes, animados por un orador de la Internacional Socialista, gritando consignas contra el racismo. Es domingo por la tarde, y como clausura del Nederlands Sociaal Forum -un encuentro de personas contrarias al modo en que se plantea en el planeta el proceso de globalización- se manifiestan unas 2.000 personas en el centro de la ciudad, por una Holanda multicolor' y contra la campaña de odio contra los musulmanes'.
Pero la cola de la manifestación ya ha cogido el camino, bajo la lluvia, de Beursplein, hacia la estatua del Dokwerker, en la Jonas Daniël Meijerplein, monumento que conmemora la huelga de febrero de 1941. Allí reaccionan con indiferencia ante el rapero Raymzter (conocido por su canción Kutmarokkanen' [Marroquíes de Mierda']), que hace un esfuerzo por poner a bailar y cantar al grupo.
La ex ministro Hedy d'Ancona -que dice avergonzarse de un país que mediante sus prácticas diarias introduce una división entre "nosotros y ellos"- recibe, gracias al entusiasmo de la presentadora, Samira Abbos, unos aplausos, pero cuando toma la palabra el presidente de la federación de sindicatos FNV, Lodewijk de Waal, la atención ya se ha diluido.
"Si estos son todos los holandeses que luchan contra el racismo, no va nada bien en este país", concluye un viejo turista americano, que no quiere aparecer con su nombre en este periódico.
Pero la lucha sí pudo sentirse y oírse durante el fin de semana. Durante casi todos los talleres y conferencias del Nederlands Sociaal Forum, que tuvo lugar en la Beurs van Berlage, y al que acudieron 4.500 personas, se concluyó que Holanda ha cambiado. No sólo desde "el período posterior a Theo", como se oía decir por todas partes, sino ya antes del asesinato del cineasta Van Gogh.
Se habló con ímpetu de la derechización de Holanda, sobre racismo, sobre exclusión y discriminación de grandes grupos de holandeses -entre los cuales gran cantidad de nuevos holandeses'- y sobre cómo la izquierda' se acoquinó después del asesinato en 2002 de Pim Fortuyn. "Hemos permitido que la derecha se hayan convertido en los guardianes de nuestros intereses", es una de las conclusiones.
Llamativo es que no sólo personajes del movimiento holandés antiglobalización alzaron su voz en pro de un cambio. Fue grande la participación en el foro de muchos holandeses marroquíes y turcos, y también estuvo presente una representación de (ex)políticos, miembros de sindicatos y interesados comunes'.
El antiguo alcalde de Ámsterdam, Ed van Thijn habla así sobre la aparente tolerancia holandesa: "Creemos que somos un país muy tolerante, pero, como ya se en otras ocasiones se ha visto, la tolerancia holandesa se desintegra sólo con rozarla". Van Thijn opina que "en Holanda vamos camino de reintroducir el apartheid".
"Holanda no es tan tolerante", dice también Miriyam Aouragh, de la organización Stop de Hetze! [Terminemos con la persecución]. "De repente se quiere hacer ver como si antes de la llegada de los musulmanes este país no tuviera ningún problema con las mujeres o los homosexuales". Y Abdou Menebhi, de la asociación marroquí EmCeMo, se pregunta con desesperación "¿qué queréis de nosotros?" Cree que todos los emigrantes, extranjeros y nuevos holandeses, después del 11 de septiembre han pasado a convertirse en islamitas. "Yo me niego a ser islamitizado". Fenna Ulichki, de Marokkaanse Vrouwen Vereniging Nederland [asociación de mujeres marroquíes de Holanda] concluye, con audible enfado en la voz, que "nos hemos convertido en un párrafo político, junto al problema de los embotellamientos".
Quedo claro este fin de semana, según la organización, que hay mucha gente que "ven que la Holanda actual no es el país que ellos quieren". "Las soluciones que se dan actualmente no son suficientes, y no creo que ahora sepamos cómo puede ser mejorada la sociedad, pero estamos pensando en ello", declara Bernadette Vieverich, miembro de la organización.
29 de noviembre de 2004
7 de diciembre de 2004
©nrc-handelsblad
©traducción mQh
Ámsterdam, Holanda. Con entusiasmo agitan sus pancartas los manifestantes, animados por un orador de la Internacional Socialista, gritando consignas contra el racismo. Es domingo por la tarde, y como clausura del Nederlands Sociaal Forum -un encuentro de personas contrarias al modo en que se plantea en el planeta el proceso de globalización- se manifiestan unas 2.000 personas en el centro de la ciudad, por una Holanda multicolor' y contra la campaña de odio contra los musulmanes'.Pero la cola de la manifestación ya ha cogido el camino, bajo la lluvia, de Beursplein, hacia la estatua del Dokwerker, en la Jonas Daniël Meijerplein, monumento que conmemora la huelga de febrero de 1941. Allí reaccionan con indiferencia ante el rapero Raymzter (conocido por su canción Kutmarokkanen' [Marroquíes de Mierda']), que hace un esfuerzo por poner a bailar y cantar al grupo.
La ex ministro Hedy d'Ancona -que dice avergonzarse de un país que mediante sus prácticas diarias introduce una división entre "nosotros y ellos"- recibe, gracias al entusiasmo de la presentadora, Samira Abbos, unos aplausos, pero cuando toma la palabra el presidente de la federación de sindicatos FNV, Lodewijk de Waal, la atención ya se ha diluido.
"Si estos son todos los holandeses que luchan contra el racismo, no va nada bien en este país", concluye un viejo turista americano, que no quiere aparecer con su nombre en este periódico.
Pero la lucha sí pudo sentirse y oírse durante el fin de semana. Durante casi todos los talleres y conferencias del Nederlands Sociaal Forum, que tuvo lugar en la Beurs van Berlage, y al que acudieron 4.500 personas, se concluyó que Holanda ha cambiado. No sólo desde "el período posterior a Theo", como se oía decir por todas partes, sino ya antes del asesinato del cineasta Van Gogh.
Se habló con ímpetu de la derechización de Holanda, sobre racismo, sobre exclusión y discriminación de grandes grupos de holandeses -entre los cuales gran cantidad de nuevos holandeses'- y sobre cómo la izquierda' se acoquinó después del asesinato en 2002 de Pim Fortuyn. "Hemos permitido que la derecha se hayan convertido en los guardianes de nuestros intereses", es una de las conclusiones.
Llamativo es que no sólo personajes del movimiento holandés antiglobalización alzaron su voz en pro de un cambio. Fue grande la participación en el foro de muchos holandeses marroquíes y turcos, y también estuvo presente una representación de (ex)políticos, miembros de sindicatos y interesados comunes'.
El antiguo alcalde de Ámsterdam, Ed van Thijn habla así sobre la aparente tolerancia holandesa: "Creemos que somos un país muy tolerante, pero, como ya se en otras ocasiones se ha visto, la tolerancia holandesa se desintegra sólo con rozarla". Van Thijn opina que "en Holanda vamos camino de reintroducir el apartheid".
"Holanda no es tan tolerante", dice también Miriyam Aouragh, de la organización Stop de Hetze! [Terminemos con la persecución]. "De repente se quiere hacer ver como si antes de la llegada de los musulmanes este país no tuviera ningún problema con las mujeres o los homosexuales". Y Abdou Menebhi, de la asociación marroquí EmCeMo, se pregunta con desesperación "¿qué queréis de nosotros?" Cree que todos los emigrantes, extranjeros y nuevos holandeses, después del 11 de septiembre han pasado a convertirse en islamitas. "Yo me niego a ser islamitizado". Fenna Ulichki, de Marokkaanse Vrouwen Vereniging Nederland [asociación de mujeres marroquíes de Holanda] concluye, con audible enfado en la voz, que "nos hemos convertido en un párrafo político, junto al problema de los embotellamientos".
Quedo claro este fin de semana, según la organización, que hay mucha gente que "ven que la Holanda actual no es el país que ellos quieren". "Las soluciones que se dan actualmente no son suficientes, y no creo que ahora sepamos cómo puede ser mejorada la sociedad, pero estamos pensando en ello", declara Bernadette Vieverich, miembro de la organización.
29 de noviembre de 2004
7 de diciembre de 2004
©nrc-handelsblad
©traducción mQh
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