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rumsfeld debe marcharse


[Joan Vennochi] Crecientes críticas republicanas a la conducción de la guerra de Iraq.
John McCain es un excelente político, que también sería un buen editor de diario. ¿Por qué? Sabe cómo encontrar la siguiente gran historia: El senador de Arizona se concentra en las debilidades del hombre que es ahora ministro de Defensa -no en las del hombre que no será ministro de Seguridad Interior.
En una entrevista con la Associated Press esta semana, McCain dijo que "no tengo confianza" en Donald H. Rumsfeld, mencionando el manejo de la guerra en Iraq por el ministro de Defensa.
Hace poco, el 8 de diciembre en Kuwait, Rumsfeld recordó al país su estilo arrogante y equivocado. Interrogado sobre por qué las tropas estaban haciendo la guerra sin blindaje apropiado en sus vehículos, Rumsfeld contestó: "Como sabes, se va a la guerra con el ejército que se tiene, no con el ejército que te gustaría tener ahora o en el futuro".
Agréguese a esa declaración a una revisión de su gestión, que incluye ir a la guerra con una versión absurda, reducida del nivel de tropas que realmente se necesita en Iraq, el desastre del escándalo de las torturas en la prisión de Abu Ghraib y las continuas bajas. Al empezar su segundo término, el presidente Bush remplazó a nueve de sus ministros en el gabinete, incluyendo al ministro de Asuntos Exteriores, Colin Powell, al ministro de Justicia, John Ashcroft, y al ministro de Seguridad Interior, Tom Ridge. ¿Por qué no a Rumsfeld?
Rumsfeld ha encontrado protección temporal en la continuada saga de Bernard B. Kerik, el antiguo comisario de la policía de Nueva York, cuyos intentos de transformarse en el zar de la seguridad interior explotó en una irresistible historia de prensa. La historia de Kerik incluye aventuras extra-maritales, un "nido de amor" con vistas a las ruinas del World Trade Center, supuestos vínculos con personajes de la mafia, y un muy desafortunado lazo con su amigo y socio comercial, el antiguo alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani.
La escabrosa historia puede posiblemente perjudicar seriamente las ambiciones nacionales de Giuliani, ya que arroja claramente dudas sobre la capacidad de Giuliani al recomendar a la Casa Blanca a su antiguo comisario de policía y protegido. ¿Qué sabía Giuliani del reguero de mujeres engañadas y sospechosos tratos en las secuelas del egocéntrico Kerik? ¿Y si no lo sabía, por qué no lo sabía? También hace surgir serias dudas sobre el sistema de selección de la Casa Blanca.
Pero pronto las miradas volverán a dirigirse a Rumsfeld.
McCain no es el único republicano que critica públicamente a Rumsfeld. "No me gusta la manera en que ha hecho algunas cosas. Creo que ha sido irresponsable", dijo recientemente a la CNN el senador Chuck Hagel, de Nebraska, tras volver a Iraq. "No me gusta cómo fuimos a Iraq. No entramos con suficientes tropas".
Y el general en retiro Normal Schwarzkopf, entrevistado hace poco por el programa de televisión de la MSNBC, ‘Hardball', criticó a Rumsfeld por su respuesta en Kuwait sobre la falta de blindaje en muchos vehículos militares. "Estoy muy, muy decepcionado. No, déjeme decirlo con más énfasis: estoy indignado con las palabras del ministro de Defensa, que le echa la culpa al ejército, como si él, el ministro de Defensa, no tuviera nada que ver con él y el ejército estuviera allá por cuenta propia, echándolo todo a perder", dijo Schwarzkopf, un independiente que hizo campaña por Bush en las últimas dos campañas presidenciales.
Hay un toque de tambor, y en estos momentos viene de la derecha, no de la izquierda. En el Washington Post, el columnista conservador William Kristol escribió esta semana sobre la gestión de Rumsfeld y su mentalidad mezquina en temas como la guerra de Iraq y otros asuntos militares y concluyó: "Estos soldados merecen un mejor ministro de Defensa que el que tienen".
Durante su reciente campaña presidencial, John Kerry, el desafortunado candidato demócrata a la presidencia, pidió varias veces la renuncia de Rumsfeld. Kerry mencionó el error de cálculo del ministerio de Defensa sobre el nivel de tropas y la conclusión de una comisión independiente de que el alto mando era también responsable de los maltratos de los prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib, en Iraq. Kerry tenía razón. Deberían pedirse responsabilidades, y Rumsfeld debe responder por su gestión.
McCain, un veterano miembro del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado y antiguo prisionero de guerra, tiene el poder y la audiencia para ponerle las cosas difíciles a Bush y Rumsfeld. El republicano de Arizona es considerado como un posible candidato presidencial en 2008 y concita un enorme respeto en los medios de comunicación nacionales. En la entrevista con la AP, no pidió la renuncia de Rumsfeld, diciendo que Bush "puede tener el equipo que quiera".
En este caso, el maestro de Política 101 sigue el mismo guión que cualquier practicante de Periodismo 101: ¿Quién, qué, cuándo, dónde, y por qué?
Donald H. Rumsfeld sigue siendo ministro de Defensa. ¿Por qué?

La dirección del correo electrónico de Joan Vennochi es vennochi@globe.com.

17 de diciembre de 2004
©boston globe
©traducción mQh

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