vendedor de químicos era informante
[Marc van den Eerenbeemt y Weert Schenk] Frans van Anraat, detenido por sospechas de complicidad con genocidio en Iraq, era informante del servicio secreto holandés. Así declaran fuentes fiables. El viernes transcendió que el vendedor de químicos permaneció en una casa de seguridad que utiliza el ministerio de Asuntos Exteriores para personas que necesitan protección personal.
Ámsterdam, Holanda. El servicio secreto holandés AIVD quería que van Anraat, que vivía hace 13 años en Iraq, proporcionara informaciones sobre los programas de armamento del dictador iraquí Saddam Hussein. Las fuentes también mencionan que el teléfono de van Anraat estuvo interceptado por Justicia en los días previos a su detención.
Lo que está claro es que los dos servicios estatales, el servicio secreto AIVD y Justicia, se ocupaban del traficante escapado de Iraq.
Seis semanas antes de su detención van Anraat recibió un pasaporte. Es un dato curioso, porque ya era buscado por la justicia estadounidense. Poco antes de su detención quedó claro que estaba a punto de huir. Por esa razón se adelantó su detención.
La diputado del Partido Socialista, Krista van Velzen, que había cuestionado antes el modo en que se trataba el asunto van Anraat, sospecha que hay conflictos serios entre Justicia y el ministerio de Asuntos Exteriores, al que pertenece el servicio secreto. Opina que hay intereses contradictorios. "El AIVD lo quiere proteger; Justicia, procesarlo".
Opina que es inaceptable "que aparentemente se ha tomado una decisión política para proteger a un sospechoso de un delito tan horrible como genocidio. Esta es una amenaza para el estado de derecho". Antes de su retorno de Iraq, Holanda se entregó un llamado laissez-passer.
El diario De Volkskrant había informado anteriormente que el subdirector del programa de armas químicas había hecho declaraciones muy graves sobre van Anraat. El ministerio fiscal tomó esas declaraciones en un lugar secreto en Oriente Medio.
20 de diciembre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh
Lo que está claro es que los dos servicios estatales, el servicio secreto AIVD y Justicia, se ocupaban del traficante escapado de Iraq.
Seis semanas antes de su detención van Anraat recibió un pasaporte. Es un dato curioso, porque ya era buscado por la justicia estadounidense. Poco antes de su detención quedó claro que estaba a punto de huir. Por esa razón se adelantó su detención.
La diputado del Partido Socialista, Krista van Velzen, que había cuestionado antes el modo en que se trataba el asunto van Anraat, sospecha que hay conflictos serios entre Justicia y el ministerio de Asuntos Exteriores, al que pertenece el servicio secreto. Opina que hay intereses contradictorios. "El AIVD lo quiere proteger; Justicia, procesarlo".
Opina que es inaceptable "que aparentemente se ha tomado una decisión política para proteger a un sospechoso de un delito tan horrible como genocidio. Esta es una amenaza para el estado de derecho". Antes de su retorno de Iraq, Holanda se entregó un llamado laissez-passer.
El diario De Volkskrant había informado anteriormente que el subdirector del programa de armas químicas había hecho declaraciones muy graves sobre van Anraat. El ministerio fiscal tomó esas declaraciones en un lugar secreto en Oriente Medio.
20 de diciembre de 2004
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