arresto domiciliario de candidato palestino
[Matthew Barakat]Hace quince años que no visita Palestina. Y está bajo arresto domiciliario, por desacato.
Alexandria, Vancouver, Estados Unidos. De acuerdo al gobierno estadounidense, Abdelhaleem Ashqar es un terrorista que trabajaba para, y canalizaba dinero hacia el grupo militante Hamas. Está bajo arresto domiciliario esperando su juicio en Chicago por cargos de estafa y obstrucción a la justicia.
Para Ashqar, sin embargo, la persecución del gobierno es una medalla de honor que espera que apoyará su candidatura como uno de los siete hombres que quiere suceder a Yasser Arafat como presidente de la Autoridad Nacional Palestina.
Ashqar, 46, hará campaña a larga distancia para las elecciones del 9 de enero desde su confinamiento en su casa del condado de Fairfax.
De hecho, su confinamiento en Estados Unidos es lo que le permite presentarse a candidato. Los candidatos deben vivir en territorio palestino para aspirar a la presidencia, a menos que estén detenidos en otro país, dijo Ashqar.
Ashqar no es el único que aprovechó esta excepción. Marwan Barghouti, que cumple cadena perpetua en una cárcel israelí, era considerado un importante contendiente para el cargo antes de que retirara su candidatura y diera su apoyo al candidato Mahmoud Abbas.
Ashqar es independiente. El antiguo docente universitario es uno de los diez que se inscribieron para aparecer en las papeletas, y tres de estos candidatos se han subsecuentemente retirado de los comicios.
La acusación federal contra Ashqar es la culminación de una investigación que se ha estirado durante toda una década. En varias ocasiones el gobierno le ofreció inmunidad a cambio de su testimonio ante un jurado federal en Chicago. Ashqar se negó a testificar y cuando, como resultado, fue encarcelado por desacato en 1998, montó una huelga de hambre de seis meses que puso en serio peligro su vida. Fue alimentado contra su voluntad a través de una sonda.
El año pasado volvió a declarar una huelga de hambre de dos meses tras ser encarcelado por desacato. "Querían que testificara contra otros palestinos, que traicionara mi causa, que traicionara a mi pueblo", dijo Ashqar. "No puedo hacerlo".
El acta de acusación del gobierno afirma que Ashqar canalizó cientos de miles de dólares hacia Hamas a principio de los años noventa, y que participó en conversaciones telefónicas en código discutiendo, entre otras cosas, el asesinato de un miembro de Hamas que se negaba a cumplir órdenes.
Su negativa a testificar ante un jurado, a pesar del ofrecimiento de inmunidad, es obstrucción a la justicia, dice el gobierno.
Ashqar niega ser miembro de Hamas y dijo que los cargos contra él son motivados políticamente.
Señaló que Hamas está boicoteando las elecciones, una decisión a la que se opone enérgicamente.
"Creo que alguna gente simpatiza conmigo", dijo Ashqar sobre cómo ven los palestinos su juicio. "Han estado siguiendo mi caso desde 1998, y eso me favorece. Pero también cuento con mi idea de la presidencia".
Ashqar se presenta como reformista, y promete combatir la corrupción dentro de la dirigencia palestina. Dijo que Abbas está muy asociado al régimen actual como para ser un reformador efectivo. Criticó la declaración de Abbas de que la insurrección palestina dio un mal paso al recurrir a la oposición violenta.
"¿Cómo puedes responder a la agresión israelí? ¿Llamando a la víctima a no hacer nada, porque somos responsables?", dijo Ashqar. "Creo que debemos responsabilizar a Israel. Si no hubiera agresión desde Israel, no habría necesidad de ningún tipo de resistencia".
Ashqar dijo que apoya la solución de los dos estados para el conflicto palestino-israelí. "Israel es una realidad. Nadie la puede negar", dijo Ashqar.
Peter Mandaville, profesor de administración y ciencias políticas en la Universidad de George Mason, que dicta un curso sobre política en Oriente Medio, dijo que el choque entre Ashqar con el gobierno norteamericano le daba suficiente estatura como para estar en la papeleta.
Aunque cree que la postura de reto de Ashqar hacia Estados Unidos es un capital político, "al final de todo el juicio en Estados Unidos no le permitirá ir demasiado lejos".
"Hace quince años que no va a Palestina", dijo Mandaville, observando que la generación más joven de activistas que han estado en el terreno en Palestina tiene más partidarios. "Hay un pequeño segmento de la población que lo conoce, pero no creo que eso sea suficiente para que tenga opciones reales".
Para Ashqar, su ausencia del territorio palestino no es voluntaria. Ha estado durante años de volver a su patria, pero no lo ha logrado debido a la investigación y citaciones del gobierno. Ashqar dijo que el año pasado llegó a un acuerdo con las autoridades de inmigración que le permitía ser repatriado a territorio palestino, pero al día siguiente una citación federal lo echó a perder todo.
"Nunca me preparé para vivir en el exilio", dijo Ashqar, que no ha estado en su ciudad natal en Cisjordania o en ninguna parte en Israel o en los territorios palestinos desde 1989, cuando llegó por primera vez a Estados Unidos en un programa de intercambio estudiantil.
Pero cree que su experiencia en el extranjero puede ser una ventaja, proporcionándole una exclusiva perspectiva internacional.
"Yo continué mi activismo aquí", dijo. "Sé lo que pasa diariamente... No le di la espalda" a la causa palestina.
Reconoció las limitaciones de hacer campaña teniendo un océano de por medio y estar confinado a su casa, pero dijo que piensa grabar mensajes en video desde su casa y transmitirlos por internet, y que tiene un equipo de partidarios decididos a ayudarlo en los territorios palestinos.
Su familia ha participado activamente en la causa palestina durante tres generaciones, y Ashqar dijo que el nombre de su familia es bien conocido en su ciudad natal de Seida en Cisjordania.
Ashqar dijo que sus abogados apoyan su candidatura, a pesar del hecho de que los fiscales podrían eventualmente usar sus discursos electorales contra él en el juicio. Los fiscales no se opusieron a una petición de Ashqar para salir de su casa y dar una rueda de prensa antes este mes en el Club Nacional de la Prensa para anunciar su candidatura.
"Tengo mucho cuidado con lo que digo", dijo Ashqar.
December 30, 2004
©chicago tribune
©traducción mQh
Para Ashqar, sin embargo, la persecución del gobierno es una medalla de honor que espera que apoyará su candidatura como uno de los siete hombres que quiere suceder a Yasser Arafat como presidente de la Autoridad Nacional Palestina.
Ashqar, 46, hará campaña a larga distancia para las elecciones del 9 de enero desde su confinamiento en su casa del condado de Fairfax.
De hecho, su confinamiento en Estados Unidos es lo que le permite presentarse a candidato. Los candidatos deben vivir en territorio palestino para aspirar a la presidencia, a menos que estén detenidos en otro país, dijo Ashqar.
Ashqar no es el único que aprovechó esta excepción. Marwan Barghouti, que cumple cadena perpetua en una cárcel israelí, era considerado un importante contendiente para el cargo antes de que retirara su candidatura y diera su apoyo al candidato Mahmoud Abbas.
Ashqar es independiente. El antiguo docente universitario es uno de los diez que se inscribieron para aparecer en las papeletas, y tres de estos candidatos se han subsecuentemente retirado de los comicios.
La acusación federal contra Ashqar es la culminación de una investigación que se ha estirado durante toda una década. En varias ocasiones el gobierno le ofreció inmunidad a cambio de su testimonio ante un jurado federal en Chicago. Ashqar se negó a testificar y cuando, como resultado, fue encarcelado por desacato en 1998, montó una huelga de hambre de seis meses que puso en serio peligro su vida. Fue alimentado contra su voluntad a través de una sonda.
El año pasado volvió a declarar una huelga de hambre de dos meses tras ser encarcelado por desacato. "Querían que testificara contra otros palestinos, que traicionara mi causa, que traicionara a mi pueblo", dijo Ashqar. "No puedo hacerlo".
El acta de acusación del gobierno afirma que Ashqar canalizó cientos de miles de dólares hacia Hamas a principio de los años noventa, y que participó en conversaciones telefónicas en código discutiendo, entre otras cosas, el asesinato de un miembro de Hamas que se negaba a cumplir órdenes.
Su negativa a testificar ante un jurado, a pesar del ofrecimiento de inmunidad, es obstrucción a la justicia, dice el gobierno.
Ashqar niega ser miembro de Hamas y dijo que los cargos contra él son motivados políticamente.
Señaló que Hamas está boicoteando las elecciones, una decisión a la que se opone enérgicamente.
"Creo que alguna gente simpatiza conmigo", dijo Ashqar sobre cómo ven los palestinos su juicio. "Han estado siguiendo mi caso desde 1998, y eso me favorece. Pero también cuento con mi idea de la presidencia".
Ashqar se presenta como reformista, y promete combatir la corrupción dentro de la dirigencia palestina. Dijo que Abbas está muy asociado al régimen actual como para ser un reformador efectivo. Criticó la declaración de Abbas de que la insurrección palestina dio un mal paso al recurrir a la oposición violenta.
"¿Cómo puedes responder a la agresión israelí? ¿Llamando a la víctima a no hacer nada, porque somos responsables?", dijo Ashqar. "Creo que debemos responsabilizar a Israel. Si no hubiera agresión desde Israel, no habría necesidad de ningún tipo de resistencia".
Ashqar dijo que apoya la solución de los dos estados para el conflicto palestino-israelí. "Israel es una realidad. Nadie la puede negar", dijo Ashqar.
Peter Mandaville, profesor de administración y ciencias políticas en la Universidad de George Mason, que dicta un curso sobre política en Oriente Medio, dijo que el choque entre Ashqar con el gobierno norteamericano le daba suficiente estatura como para estar en la papeleta.
Aunque cree que la postura de reto de Ashqar hacia Estados Unidos es un capital político, "al final de todo el juicio en Estados Unidos no le permitirá ir demasiado lejos".
"Hace quince años que no va a Palestina", dijo Mandaville, observando que la generación más joven de activistas que han estado en el terreno en Palestina tiene más partidarios. "Hay un pequeño segmento de la población que lo conoce, pero no creo que eso sea suficiente para que tenga opciones reales".
Para Ashqar, su ausencia del territorio palestino no es voluntaria. Ha estado durante años de volver a su patria, pero no lo ha logrado debido a la investigación y citaciones del gobierno. Ashqar dijo que el año pasado llegó a un acuerdo con las autoridades de inmigración que le permitía ser repatriado a territorio palestino, pero al día siguiente una citación federal lo echó a perder todo.
"Nunca me preparé para vivir en el exilio", dijo Ashqar, que no ha estado en su ciudad natal en Cisjordania o en ninguna parte en Israel o en los territorios palestinos desde 1989, cuando llegó por primera vez a Estados Unidos en un programa de intercambio estudiantil.
Pero cree que su experiencia en el extranjero puede ser una ventaja, proporcionándole una exclusiva perspectiva internacional.
"Yo continué mi activismo aquí", dijo. "Sé lo que pasa diariamente... No le di la espalda" a la causa palestina.
Reconoció las limitaciones de hacer campaña teniendo un océano de por medio y estar confinado a su casa, pero dijo que piensa grabar mensajes en video desde su casa y transmitirlos por internet, y que tiene un equipo de partidarios decididos a ayudarlo en los territorios palestinos.
Su familia ha participado activamente en la causa palestina durante tres generaciones, y Ashqar dijo que el nombre de su familia es bien conocido en su ciudad natal de Seida en Cisjordania.
Ashqar dijo que sus abogados apoyan su candidatura, a pesar del hecho de que los fiscales podrían eventualmente usar sus discursos electorales contra él en el juicio. Los fiscales no se opusieron a una petición de Ashqar para salir de su casa y dar una rueda de prensa antes este mes en el Club Nacional de la Prensa para anunciar su candidatura.
"Tengo mucho cuidado con lo que digo", dijo Ashqar.
December 30, 2004
©chicago tribune
©traducción mQh
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