médicos forenses bajo lupa
[Steve Mills y Jeff Coen] Dos hombres exculpados de un asesinato cometido en 1990.
Los fiscales del condado de Cook retiraron hoy las acusaciones de asesinato contra dos hombres que han pasado 12 años tras las rejas, después de que análisis de DNA echaran por tierra sus confesiones y el testimonio de un dentista que implicó a los dos tras un estudio de una mordida y de un chupón.
Dan Young Jr., y Harold Hill fueron exculpados después de que un dentista forense re-examinara una marca de una mordida en el cuerpo de la víctima y un análisis final de DNA que no implicó a los dos acusados.
El caso contra Young y Hill apareció en la serie de octubre de 2004 de Tribune, Médicos forenses bajo lupa', que denunció el uso de informes forenses erróneos en los tribunales.
La serie mostró cómo los testimonios sobre marcas de mordidas fueron usados como una herramienta de la acusación, aunque no hay modo de medir su fiabilidad, y la historia citaba a un dentista llamado por la fiscalía a declarar contra Young y Hill diciendo que se había sentido "presionado" a declarar implicando a los acusados. El Tribune ya había hecho algunas preguntas en torno al caso en 2001, en una serie que investigó cómo la policía obtenía confesiones falsas.
Young será liberado de inmediato, mientras Hill todavía deberá permanecer en la cárcel por otra condena por robo armado.
"Seguimos la pista de las evidencias", dijo el abogado del estado del condado de Cook, Bob Milan, que reconoció que las acusaciones contra Young y Hill "fueron problemática desde el principio".
Las vistas de hoy ante el juez del tribunal penal, Kenneth Wadas, duró sólo dos minutos. Los fiscales retiraron sus objeciones a un nuevo juicio de los dos acusados, y luego retiraron los cargos contra ellos.
Young fue dejado en libertad hoy de la penitenciaría de Illinois, en Pontiac. Hill seguirá en prisión, aunque la abogado de los hombres dijo que la sentencia de Hill había sido aumentada por la condena ahora anulada y que también sería dejado en libertad.
La abogado Kathleen Zellner dijo que el "caso estuvo torcido desde el principio", observando que un tercer acusado en el caso había sido dejado en libertad poco después de su detención cuando la policía descubrió que estaba en la cárcel al momento del asesinato.
Como Young y Hill, ese hombre también había confesado.
Young y Hill fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional después de ser sentenciados en 1994 por el asesinato de Kathy Morgan, 39, cuyo cadáver fue encontrado en un edificio de South Side en 1990 después de que se llamara a los bomberos a apagar un incendio.
Los dos sostuvieron durante mucho tiempo que eran inocentes.
Su exoneración hoy se produce después de que un informe publicado el mes pasado desvirtuara las únicas evidencias materiales que los relacionaban con el asesinato.
El doctor David Sweet, considerado uno de los más importantes dentistas forenses del mundo, dijo en un informe del 13 de diciembre enviado a los abogados defensores y a los fiscales que una marca de mordida en la víctima no se podía comparar porque el cuerpo había sido quemado por un incendio provocado aparentemente para cubrir el crimen.
El informe rechazó el testimonio dado por el dentista de Park Ridge, John Kenney, que hizo a Young y a Hill responsables de las marcas en el cuerpo de Morgan.
El despacho del fiscal del estado y Zellner acordaron nombrar a Sweet para que analizara las evidencias y aceptar sus conclusiones.
Hill había pedido un nuevo juicio basado en los análisis dentales así como en previos tests de DNA que no lograron relacionarlo con el crimen. Los análisis de DNA realizados hasta la fecha han logrado identificar los perfiles genéticos de dos desconocidos.
Resultados posteriores de análisis de DNA con muestras tomadas de la ropa de la víctima resultaron negativas para los dos acusados, dijeron los fiscales hoy.
La única otra evidencia relacionando a Young y Hill eran sus confesiones a los detectives. Esas confesiones han sido puestas en cuestión debido a que la policía dijo en esa época que un tercer hombre, Peter Williams, también había confesado. Williams fue liberado después de que la policía se enterara de que estaba en la cárcel cuando se cometió el crimen.Hill, que tenía 16 años cuando fue asesinada Morgan, fue detenido por cargos no relacionados unos 18 meses después del asesinato. Los detectives de la policía de Chicago, Kenneth Boudreau y John Halloran obtuvieron una confesión de él en la que decía que Young y Hill también habían participado en el asesinato.
Dos días más tarde, los detectives detuvieron a Young, cuyos doctores nombrados por el tribunal dijeron que tenía un IQ de 56, 14 puntos menos que el límite aceptado como síntoma de retraso mental. Young dijo que la policía lo había golpeado.
Williams fue el último en ser detenido. Fue quien entregó la confesión más detallada, pero dijo más tarde que había sido esposado a un radiador durante horas y se había orinado en sus ropas porque no le dejaron usar el retrete.
Los detectives negaron haberlo maltratado.
Tras las audiencias del tribunal esta mañana, la hermana de Young, Betty Ray, dijo que su familia siempre supo que era inocente.
"Tú conoces a tu hermano, a tu familia", dijo Ray. "Esto es algo que tú sabes que él no podría hacer nunca".
La policía simplemente quería mostrar un culpable, dijo Ray. Agregó: "Querían acusar a alguien y cerrar rápidamente el caso, de prisa, porque sólo detuvieron a tipos equivocados".
Los fiscales dijeron que habían gastado decenas de miles de dólares y cientos de horas en las revisiones del caso y nuevas pruebas. Al final no había suficientes evidencias como para seguir de buena fe con la acusación, dijo Milan.
Las nuevas pruebas de laboratorio se encuentran entre las más avanzadas de la ciencia forense, dijeron los fiscales. En ningún se había logrado aislar el DNA de Young y Hill, dijeron.
Milan dijo que los detectives cuentan hoy con el "lujo" de esas evidencias, que no estaban disponibles cuando se hicieron las acusaciones. Si la acusación se hubiese presentado en 2005, no habría terminado en cargos, dijo.
1 de febrero de 2005
©chicago tribune
©traducción mQh
Dan Young Jr., y Harold Hill fueron exculpados después de que un dentista forense re-examinara una marca de una mordida en el cuerpo de la víctima y un análisis final de DNA que no implicó a los dos acusados.
El caso contra Young y Hill apareció en la serie de octubre de 2004 de Tribune, Médicos forenses bajo lupa', que denunció el uso de informes forenses erróneos en los tribunales.
La serie mostró cómo los testimonios sobre marcas de mordidas fueron usados como una herramienta de la acusación, aunque no hay modo de medir su fiabilidad, y la historia citaba a un dentista llamado por la fiscalía a declarar contra Young y Hill diciendo que se había sentido "presionado" a declarar implicando a los acusados. El Tribune ya había hecho algunas preguntas en torno al caso en 2001, en una serie que investigó cómo la policía obtenía confesiones falsas.
Young será liberado de inmediato, mientras Hill todavía deberá permanecer en la cárcel por otra condena por robo armado.
"Seguimos la pista de las evidencias", dijo el abogado del estado del condado de Cook, Bob Milan, que reconoció que las acusaciones contra Young y Hill "fueron problemática desde el principio".
Las vistas de hoy ante el juez del tribunal penal, Kenneth Wadas, duró sólo dos minutos. Los fiscales retiraron sus objeciones a un nuevo juicio de los dos acusados, y luego retiraron los cargos contra ellos.
Young fue dejado en libertad hoy de la penitenciaría de Illinois, en Pontiac. Hill seguirá en prisión, aunque la abogado de los hombres dijo que la sentencia de Hill había sido aumentada por la condena ahora anulada y que también sería dejado en libertad.
La abogado Kathleen Zellner dijo que el "caso estuvo torcido desde el principio", observando que un tercer acusado en el caso había sido dejado en libertad poco después de su detención cuando la policía descubrió que estaba en la cárcel al momento del asesinato.
Como Young y Hill, ese hombre también había confesado.
Young y Hill fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional después de ser sentenciados en 1994 por el asesinato de Kathy Morgan, 39, cuyo cadáver fue encontrado en un edificio de South Side en 1990 después de que se llamara a los bomberos a apagar un incendio.
Los dos sostuvieron durante mucho tiempo que eran inocentes.
Su exoneración hoy se produce después de que un informe publicado el mes pasado desvirtuara las únicas evidencias materiales que los relacionaban con el asesinato.
El doctor David Sweet, considerado uno de los más importantes dentistas forenses del mundo, dijo en un informe del 13 de diciembre enviado a los abogados defensores y a los fiscales que una marca de mordida en la víctima no se podía comparar porque el cuerpo había sido quemado por un incendio provocado aparentemente para cubrir el crimen.
El informe rechazó el testimonio dado por el dentista de Park Ridge, John Kenney, que hizo a Young y a Hill responsables de las marcas en el cuerpo de Morgan.
El despacho del fiscal del estado y Zellner acordaron nombrar a Sweet para que analizara las evidencias y aceptar sus conclusiones.
Hill había pedido un nuevo juicio basado en los análisis dentales así como en previos tests de DNA que no lograron relacionarlo con el crimen. Los análisis de DNA realizados hasta la fecha han logrado identificar los perfiles genéticos de dos desconocidos.
Resultados posteriores de análisis de DNA con muestras tomadas de la ropa de la víctima resultaron negativas para los dos acusados, dijeron los fiscales hoy.
La única otra evidencia relacionando a Young y Hill eran sus confesiones a los detectives. Esas confesiones han sido puestas en cuestión debido a que la policía dijo en esa época que un tercer hombre, Peter Williams, también había confesado. Williams fue liberado después de que la policía se enterara de que estaba en la cárcel cuando se cometió el crimen.Hill, que tenía 16 años cuando fue asesinada Morgan, fue detenido por cargos no relacionados unos 18 meses después del asesinato. Los detectives de la policía de Chicago, Kenneth Boudreau y John Halloran obtuvieron una confesión de él en la que decía que Young y Hill también habían participado en el asesinato.
Dos días más tarde, los detectives detuvieron a Young, cuyos doctores nombrados por el tribunal dijeron que tenía un IQ de 56, 14 puntos menos que el límite aceptado como síntoma de retraso mental. Young dijo que la policía lo había golpeado.
Williams fue el último en ser detenido. Fue quien entregó la confesión más detallada, pero dijo más tarde que había sido esposado a un radiador durante horas y se había orinado en sus ropas porque no le dejaron usar el retrete.
Los detectives negaron haberlo maltratado.
Tras las audiencias del tribunal esta mañana, la hermana de Young, Betty Ray, dijo que su familia siempre supo que era inocente.
"Tú conoces a tu hermano, a tu familia", dijo Ray. "Esto es algo que tú sabes que él no podría hacer nunca".
La policía simplemente quería mostrar un culpable, dijo Ray. Agregó: "Querían acusar a alguien y cerrar rápidamente el caso, de prisa, porque sólo detuvieron a tipos equivocados".
Los fiscales dijeron que habían gastado decenas de miles de dólares y cientos de horas en las revisiones del caso y nuevas pruebas. Al final no había suficientes evidencias como para seguir de buena fe con la acusación, dijo Milan.
Las nuevas pruebas de laboratorio se encuentran entre las más avanzadas de la ciencia forense, dijeron los fiscales. En ningún se había logrado aislar el DNA de Young y Hill, dijeron.
Milan dijo que los detectives cuentan hoy con el "lujo" de esas evidencias, que no estaban disponibles cuando se hicieron las acusaciones. Si la acusación se hubiese presentado en 2005, no habría terminado en cargos, dijo.
1 de febrero de 2005
©chicago tribune
©traducción mQh
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