alemania preocupada por neo-nazis
[Richard Bernstein] Alemania busca maneras de reprimir a partidos neo-nazis.
Berlín, Alemania. Preocupados por las provocadoras tácticas que ha adoptado el principal partido neo-nazi de Alemania, importantes ministros de gobierno anunciaron el viernes planes para prohibir las manifestaciones de extrema derecha que conmemorarían este año el fin de la Segunda Guerra Mundial.
"Durante los últimos años, hemos observado un continuado aumento de las reuniones de extremistas de derechas", dijo en una rueda de prensa el ministro del Interior Otto Schily. Dijo que los mítines eran deliberadamente moldeados "de mítines históricos del régimen nazi" y que "insultaban deliberadamente la memoria de las víctimas del nazismo".
Schily y la ministro de Justicia, Brigitte Zypries, dijeron que la prohibición, si es apoyada por el Parlamento, se aplicaría a las manifestaciones en los sitios de los antiguos campos de concentración y monumentos conmemorativos del Holocausto.
Entre las actividades anunciadas por el Partido Nacional Democrático, el más importante grupo de extrema derecha del país, hay una marcha programada para mayo que pasará junto al monumento a las víctimas judías del nazismo, ahora en sus fases finales de construcción, y un mitin en la Puerta de Brandenburgo, el más conocido monumento de la ciudad.
El partido ha estado gozando desde el otoño de una creciente publicidad nacional, cuando obtuvo más del 9 por ciento de los votos en las elecciones de Sajonia, consiguiendo 12 escaños en el parlamento del estado. Desde que el partido lograra una considerable atención con acciones provocadoras, especialmente al retirarse del minuto de silencio que se observaba en el parlamento sajón el mes pasado en honor de los millones de personas, la mayoría de ellas judías, que fueron asesinados por los nazis en Auschwitz.
En los últimos días, el partido ha preocupado a las autoridades de Dresden, la capital de Sajonia, donde que espera que entre 5.000 y 7.000 manifestantes de extrema derecha se acerquen a la ciudad para ceremonias conmemorativas del 60 aniversario del devastador bombardeo aliado de febrero de 1945.
Se espera que asistan unas 100.000 personas a la ceremonia principal el domingo, que rendirá honores a la gente que murió en el bombardeo -entre 25.000 a 40.000 personas. Pero el partido neo-nazi PND ha desviado la atención hacia su propia manifestación. Los líderes del partido han calificado el bombardeo aliado de "holocausto de bombas", en un esfuerzo por equiparar los sufrimientos de los alemanes con los de las víctimas del nazismo.
El bombardeo ha sido durante largo tiempo fuente de controversias entre historiadores y otros, especialmente alimentada por el novelista estadounidense Kurt Vonnegut, que presenció en 1945 los bombardeos cuando era prisionero de guerra y escribió más tarde un libro duramente crítico de los bombardeos, Matadero Cinco'.
La actitud sobre Dresden en Alemania fue fuertemente influida hace dos años por la publicación de un libro, The Fire', el historiador free-lance Jörg Friedrich, que proporciona un detallado relato de toda la campaña de bombardeos de los aliados.
Friedrich, cuyos libros anteriores detallaban las atrocidades de los nazis en Europa del Este y que no está asociado al PDN, argumentó que gran parte de los bombardeos de los aliados no tenían objetivos militares y que habían sido injustificados. Su visión es rechazada por muchos historiadores que sostienen que Dresden tenía una gran importancia estratégica y que los bombardeos en general tenían por objetivo quebrar la voluntad de los alemanes de continuar con la guerra.
El Partido Democrático Nacional ha hecho propia la opinión de que Alemania fue víctima de la guerra, y sus líderes se refieren a los líderes aliados de la guerra como "asesinos en masa" y llaman a una "batalla política por la verdad histórica" -un juego de palabras en un país donde negar el Holocausto es un delito- para proponer que los informes aceptados sobre las atrocidades cometidas por los nazis son parte de una conspiración para que Alemania se sienta culpable.
Alemania tiene leyes que prohíben casi toda apología del nazismo, incluyendo la exhibición de símbolos nazis. También tiene leyes que prohíben la incitación al odio racial.
Pero hace unos años un intento de prohibir al PDN mismo fue rechazado por un tribunal alemán cuando se descubrió que algunos miembros del partido que declararon en el caso eran en realidad informantes infiltrados de las agencias de espionaje político.
En una entrevista antes esta semana con la Jüdische Allgemeine, un semanario judío, el canciller Gerhard Schröder dijo que le gustaría prohibir al partido, pero sólo si la prohibición tiene éxito.
"Otra derrota en los tribunales sólo favorecería al PDN", dijo Schröder.
12 de febrero de 2005
©new york times
©traducción mQh
"Durante los últimos años, hemos observado un continuado aumento de las reuniones de extremistas de derechas", dijo en una rueda de prensa el ministro del Interior Otto Schily. Dijo que los mítines eran deliberadamente moldeados "de mítines históricos del régimen nazi" y que "insultaban deliberadamente la memoria de las víctimas del nazismo".
Schily y la ministro de Justicia, Brigitte Zypries, dijeron que la prohibición, si es apoyada por el Parlamento, se aplicaría a las manifestaciones en los sitios de los antiguos campos de concentración y monumentos conmemorativos del Holocausto.
Entre las actividades anunciadas por el Partido Nacional Democrático, el más importante grupo de extrema derecha del país, hay una marcha programada para mayo que pasará junto al monumento a las víctimas judías del nazismo, ahora en sus fases finales de construcción, y un mitin en la Puerta de Brandenburgo, el más conocido monumento de la ciudad.
El partido ha estado gozando desde el otoño de una creciente publicidad nacional, cuando obtuvo más del 9 por ciento de los votos en las elecciones de Sajonia, consiguiendo 12 escaños en el parlamento del estado. Desde que el partido lograra una considerable atención con acciones provocadoras, especialmente al retirarse del minuto de silencio que se observaba en el parlamento sajón el mes pasado en honor de los millones de personas, la mayoría de ellas judías, que fueron asesinados por los nazis en Auschwitz.
En los últimos días, el partido ha preocupado a las autoridades de Dresden, la capital de Sajonia, donde que espera que entre 5.000 y 7.000 manifestantes de extrema derecha se acerquen a la ciudad para ceremonias conmemorativas del 60 aniversario del devastador bombardeo aliado de febrero de 1945.
Se espera que asistan unas 100.000 personas a la ceremonia principal el domingo, que rendirá honores a la gente que murió en el bombardeo -entre 25.000 a 40.000 personas. Pero el partido neo-nazi PND ha desviado la atención hacia su propia manifestación. Los líderes del partido han calificado el bombardeo aliado de "holocausto de bombas", en un esfuerzo por equiparar los sufrimientos de los alemanes con los de las víctimas del nazismo.
El bombardeo ha sido durante largo tiempo fuente de controversias entre historiadores y otros, especialmente alimentada por el novelista estadounidense Kurt Vonnegut, que presenció en 1945 los bombardeos cuando era prisionero de guerra y escribió más tarde un libro duramente crítico de los bombardeos, Matadero Cinco'.
La actitud sobre Dresden en Alemania fue fuertemente influida hace dos años por la publicación de un libro, The Fire', el historiador free-lance Jörg Friedrich, que proporciona un detallado relato de toda la campaña de bombardeos de los aliados.
Friedrich, cuyos libros anteriores detallaban las atrocidades de los nazis en Europa del Este y que no está asociado al PDN, argumentó que gran parte de los bombardeos de los aliados no tenían objetivos militares y que habían sido injustificados. Su visión es rechazada por muchos historiadores que sostienen que Dresden tenía una gran importancia estratégica y que los bombardeos en general tenían por objetivo quebrar la voluntad de los alemanes de continuar con la guerra.
El Partido Democrático Nacional ha hecho propia la opinión de que Alemania fue víctima de la guerra, y sus líderes se refieren a los líderes aliados de la guerra como "asesinos en masa" y llaman a una "batalla política por la verdad histórica" -un juego de palabras en un país donde negar el Holocausto es un delito- para proponer que los informes aceptados sobre las atrocidades cometidas por los nazis son parte de una conspiración para que Alemania se sienta culpable.
Alemania tiene leyes que prohíben casi toda apología del nazismo, incluyendo la exhibición de símbolos nazis. También tiene leyes que prohíben la incitación al odio racial.
Pero hace unos años un intento de prohibir al PDN mismo fue rechazado por un tribunal alemán cuando se descubrió que algunos miembros del partido que declararon en el caso eran en realidad informantes infiltrados de las agencias de espionaje político.
En una entrevista antes esta semana con la Jüdische Allgemeine, un semanario judío, el canciller Gerhard Schröder dijo que le gustaría prohibir al partido, pero sólo si la prohibición tiene éxito.
"Otra derrota en los tribunales sólo favorecería al PDN", dijo Schröder.
12 de febrero de 2005
©new york times
©traducción mQh
0 comentarios