asesino confiesa masacre en bosnia
[Shelley Murphy] Después de participar en la peor masacre de civiles después de la Segunda Guerra Mundial cometida por serbios y la complicidad holandesa, Marko Boskic buscó refugio en Estados Unidos.
Marko Boskic, un obrero de la construcción de Peabody acusado de crímenes de guerra, confesó ante agentes federales el año pasado que había ayudado a matar a buses enteros de musulmanes desarmados en una infame masacre en julio de 1995 en una cancha en las afueras de la ciudad de Srebrenica.
Los hombres fueron sacados del autobús y obligados a formar filas para ser "ultimados con rifles automáticos", escribió Boskic en una declaración de seis páginas antes agentes del FBI en Boston cuando fue interrogado en agosto pasado.
"Primero, empezaron a disparar, y yo no quería, pero me obligaron a disparar", dijo Boskic, de acuerdo a un informe del FBI sobre el interrogatorio el verano pasado.
Admitió haber usado un rifle para matar a los prisioneros que eran sacados de los buses en grupos de cuatro o cinco, dijo el FBI.
"Me gustaría decir que no lo hice de propia voluntad", dijo Boskic en su declaración escrita.
Los dos documentos son algunos de los varios presentados esta semana ante el Tribunal de Distrito de Boston que revelan por primera vez que Boskic, 40, que fue detenido en agosto por cargos de fraude de inmigración, confesó ser uno de los verdugos en la peor masacre de civiles en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Está acusado en un juicio de cinco cargos de entrar fraudulentamente como refugiado en Estados Unidos en abril de 2000 y de ocultar su pasado como soldado de Sabotaje 10, una unidad del ejército serbo-bosnio que mató a más de 7.000 hombres y niños bosnios de Srebrenica.
Ahora su abogado ha pedido al juez que prohíba que los fiscales usen las declaraciones de Boskic en la entrevista de agosto, diciendo que los agentes federales "participaron en una elaborado y bien planeado engaño" para hacerlo hablar.
En una moción de supresión presentada antes esta semana, el abogado de Boskic, Max Stern, dijo que Boskic recibió por correo el 25 de agosto pasado una notificación del Servicio de Inmigración y Naturalización norteamericano para que pasara a recoger documentos de viaje, que había solicitado dos años antes para visitar a parientes en el extranjero, al edificio JFK en Boston.
Tras llegar, de acuerdo a Boskic, fue interrogado por el FBI y entonces por un fiscal del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia en La Haya.
De acuerdo a Boskic, no se le notificó que se había presentado una querella criminal contra él por fraude de inmigración antes ese día y que tenía una orden de detención. Al contrario, dijo Boskic, Alistair Graham, el fiscal de La Haya, le aseguró repetidas veces que él no estaba siendo investigado y que quería su colaboración contra oficiales serbios de alto rango.
Boskic accedió a cooperar, diciendo que testificaría si era llamado a La Haya, y empezó a dar nombres, de acuerdo a los documentos. Mencionó a Miso Pelemis, comandante de su unidad, como el que lo había escogido a él y otros soldados para ejecutar a los prisioneros musulmanes.
El tribunal de Naciones Unidas en La Haya no tiene intenciones de acusarlo de crímenes de guerra, dijeron funcionarios el año pasado. Pero funcionarios bosnios dijeron que el gobierno podría presentar cargos contra él en un tribunal local.
Los informes del FBI presentados ante el tribunal dicen que Boskic recibió de Aduanas un formulario de Notificación de Derechos', escrito en croata e inglés, que mencionaba su derecho a no incriminarse a sí mismo antes de que empezara la entrevista.
Boskic dijo que él tenía dificultades para comprender inglés y no fue informado de sus derechos cuando fue interrogado primero por Aduanas y agentes del FBI. Dijo que no fue hasta que él hubiera entregado información incriminatoria a Graham y estaba a punto de firmar una declaración escrita, que un intérprete, que había llegado con Graham, le dijo que él no estaba obligado a cooperar.
Aunque Boskic dijo en su declaración escrita que él sabía que estaba renunciando a sus derechos, Stern dijo que Boskic optó por entregar la declaración porque "les había contado todo y todavía creía que no lo estaban investigando a él personalmente".
Boskic dijo que no sabía que otros miembros de su unidad militar estuvieran viviendo en Estados Unidos, pero dijo que tenía en casa los números de teléfono y direcciones de algunos que vivían en el extranjero. Dio un consentimiento escrito para que los agentes allanaran su casa por esa información.
Sterno no dijo qué había sido requisado en el apartamento de Boskic. En su moción instó al juez de distrito Douglas P. Woodlock a impedir que los fiscales utilicen las evidencias requisadas en el allanamiento.
Samantha Martin, portavoz del fiscal Michael J. Sullivan, dijo ayer solamente que "toda respuesta tendrá que ser presentada ante el tribunal".
Boskic, que en el momento de su detención trabajaba como enlosador, dijo en el interrogatorio de cinco horas en agosto pasado que él no había contado a nadie previamente sobre su brutal pasado, de acuerdo a los documentos.
Boskic también dijo que era católico y que fue obligado a unirse a los militares serbios en 1994 cuando estaba en un campo de concentración, dicen los documentos.
Cuando se le ordenó a Boskic participar en la masacre de los musulmanes, dijo: "Tenía dos alternativas: unirme o morir", de acuerdo al informe del FBI sobre el interrogatorio.
El día antes de la masacre, dijo Boskic en su declaración, dijo a sus superiores que él prefería no participar, y Pelemis "puso una pistola contra mi frente y me dijo que debía hacerlo o sino me mataría".
10 de marzo de 2005
©boston globe
©traducción mQh
Los hombres fueron sacados del autobús y obligados a formar filas para ser "ultimados con rifles automáticos", escribió Boskic en una declaración de seis páginas antes agentes del FBI en Boston cuando fue interrogado en agosto pasado.
"Primero, empezaron a disparar, y yo no quería, pero me obligaron a disparar", dijo Boskic, de acuerdo a un informe del FBI sobre el interrogatorio el verano pasado.
Admitió haber usado un rifle para matar a los prisioneros que eran sacados de los buses en grupos de cuatro o cinco, dijo el FBI.
"Me gustaría decir que no lo hice de propia voluntad", dijo Boskic en su declaración escrita.
Los dos documentos son algunos de los varios presentados esta semana ante el Tribunal de Distrito de Boston que revelan por primera vez que Boskic, 40, que fue detenido en agosto por cargos de fraude de inmigración, confesó ser uno de los verdugos en la peor masacre de civiles en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Está acusado en un juicio de cinco cargos de entrar fraudulentamente como refugiado en Estados Unidos en abril de 2000 y de ocultar su pasado como soldado de Sabotaje 10, una unidad del ejército serbo-bosnio que mató a más de 7.000 hombres y niños bosnios de Srebrenica.
Ahora su abogado ha pedido al juez que prohíba que los fiscales usen las declaraciones de Boskic en la entrevista de agosto, diciendo que los agentes federales "participaron en una elaborado y bien planeado engaño" para hacerlo hablar.
En una moción de supresión presentada antes esta semana, el abogado de Boskic, Max Stern, dijo que Boskic recibió por correo el 25 de agosto pasado una notificación del Servicio de Inmigración y Naturalización norteamericano para que pasara a recoger documentos de viaje, que había solicitado dos años antes para visitar a parientes en el extranjero, al edificio JFK en Boston.
Tras llegar, de acuerdo a Boskic, fue interrogado por el FBI y entonces por un fiscal del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia en La Haya.
De acuerdo a Boskic, no se le notificó que se había presentado una querella criminal contra él por fraude de inmigración antes ese día y que tenía una orden de detención. Al contrario, dijo Boskic, Alistair Graham, el fiscal de La Haya, le aseguró repetidas veces que él no estaba siendo investigado y que quería su colaboración contra oficiales serbios de alto rango.
Boskic accedió a cooperar, diciendo que testificaría si era llamado a La Haya, y empezó a dar nombres, de acuerdo a los documentos. Mencionó a Miso Pelemis, comandante de su unidad, como el que lo había escogido a él y otros soldados para ejecutar a los prisioneros musulmanes.
El tribunal de Naciones Unidas en La Haya no tiene intenciones de acusarlo de crímenes de guerra, dijeron funcionarios el año pasado. Pero funcionarios bosnios dijeron que el gobierno podría presentar cargos contra él en un tribunal local.
Los informes del FBI presentados ante el tribunal dicen que Boskic recibió de Aduanas un formulario de Notificación de Derechos', escrito en croata e inglés, que mencionaba su derecho a no incriminarse a sí mismo antes de que empezara la entrevista.
Boskic dijo que él tenía dificultades para comprender inglés y no fue informado de sus derechos cuando fue interrogado primero por Aduanas y agentes del FBI. Dijo que no fue hasta que él hubiera entregado información incriminatoria a Graham y estaba a punto de firmar una declaración escrita, que un intérprete, que había llegado con Graham, le dijo que él no estaba obligado a cooperar.
Aunque Boskic dijo en su declaración escrita que él sabía que estaba renunciando a sus derechos, Stern dijo que Boskic optó por entregar la declaración porque "les había contado todo y todavía creía que no lo estaban investigando a él personalmente".
Boskic dijo que no sabía que otros miembros de su unidad militar estuvieran viviendo en Estados Unidos, pero dijo que tenía en casa los números de teléfono y direcciones de algunos que vivían en el extranjero. Dio un consentimiento escrito para que los agentes allanaran su casa por esa información.
Sterno no dijo qué había sido requisado en el apartamento de Boskic. En su moción instó al juez de distrito Douglas P. Woodlock a impedir que los fiscales utilicen las evidencias requisadas en el allanamiento.
Samantha Martin, portavoz del fiscal Michael J. Sullivan, dijo ayer solamente que "toda respuesta tendrá que ser presentada ante el tribunal".
Boskic, que en el momento de su detención trabajaba como enlosador, dijo en el interrogatorio de cinco horas en agosto pasado que él no había contado a nadie previamente sobre su brutal pasado, de acuerdo a los documentos.
Boskic también dijo que era católico y que fue obligado a unirse a los militares serbios en 1994 cuando estaba en un campo de concentración, dicen los documentos.
Cuando se le ordenó a Boskic participar en la masacre de los musulmanes, dijo: "Tenía dos alternativas: unirme o morir", de acuerdo al informe del FBI sobre el interrogatorio.
El día antes de la masacre, dijo Boskic en su declaración, dijo a sus superiores que él prefería no participar, y Pelemis "puso una pistola contra mi frente y me dijo que debía hacerlo o sino me mataría".
10 de marzo de 2005
©boston globe
©traducción mQh
0 comentarios