fantasmas de juan rulfo
[Andrés Gómez Bravo] Juan Ascencio, amigo y ex abogado del escritor, publica Un extraño en la Tierra',, una reveladora biografía del narrador mexicano. Hace 50 años aparecía en México Pedro Páramo, una novela de muertos que cambiaría la narrativa latinoamericana. Mientras la obra ganaba resonancia, su autor lidiaba con la depresión, los enemigos literarios y un alcoholismo que combatió con electroshock.
Juan Nepuceno, el hacendado del pueblo, sabía que el vaquero Guadalupe Nava quería matarlo. Años atrás, Juan Nepuceno lo había azotado públicamente por llevar animales a pastar a sus tierras, y el vaquero -entonces un niño- prometió vengarse. Cuando Guadalupe Nava tenía 17 años, el hacendado resolvió que era hora de sacarlo del camino, antes de que concretara la amenaza. El dos de junio de 1923 fue a buscarlo a la taberna donde solía beber y, acompañado de un mozo, lo llevó hasta un lejano arroyo. Pero Guadalupe, envalentonado con el mezcal, fue más rápido y concretó su venganza.
"Han matado a tu padre", le diría luego la viuda a su hijo Juan, de seis años, que sería universalmente conocido como Juan Rulfo.
El sangriento episodio dejará una huella indeleble en el futuro narrador y animará secretamente la escritura de Pedro Páramo', su obra cumbre, una novela de ánimas y muertos que cumple medio siglo. Así lo cuenta Juan Ascencio, ex abogado y amigo del escritor, quien publica Un extraño en la Tierra, biografía no autorizada de Juan Rulfo'.
Fruto de largas conversaciones y de una investigación de 20 años, el libro ilumina los mitos en torno a Rulfo, que él mismo se encargó de divulgar. Este fue uno de los principales obstáculos que enfrentó el autor: los cuentos' que el propio escritor había repartido.
"Fantaseaba mucho, le gustaba modificar la realidad. A cada paso contaba fábulas que no correspondían a la realidad. Hubo datos que me costó años verificar", dice Ascencio desde Ciudad de México.
El libro reconstruye la vida del escritor mexicano más influyente del siglo XX, desde los orígenes de su familia hasta su muerte, en 1986, y explora tanto en su genialidad como en sus zonas oscuras.
¿Y a Ti Quién Te Mató, Madre?
Hijo de Juan Nepuceno Pérez Rulfo y María Vizcaíno Arias, el escritor nació en Sayula, el 16 de mayo de 1917. El asesinato del padre cambió su vida para siempre. De hecho, Rulfo casi no hablaba de ello y, cuando lo hacía, contaba que lo mataron por dos pesos.
Ascencio reconstruye el episodio y subraya la influencia que tendría en su obra: "Fue durísimo. En su cuento Diles que no me maten', el más autobiográfico que escribió, el asesino se llama Juvencio Nava. Le quita el nombre de Guadalupe y se lo pone al asesinado, Guadalupe Terreros. Y después, en Pedro Páramo, la descripción de la muerte de Miguel Páramo (el hijo del cacique), los tiros que recibió, cómo se le salieron los ojos, es la descripción de la muerte de Juan Nepuceno. Y luego cómo quedó la madre de Rulfo, enloquecida, es Susana San Juan pensando en su amor asesinado".
"Han matado a tu padre" es una frase que también aparece en Pedro Páramo'. En la novela, el hijo replica: "¿Y a ti quién te mató, madre?". Para Ascencio, ése es el reclamo de Rulfo a su progenitora.
El Padre Rentería
Ante el duelo permanente de la madre, la abuela decide enviar a los hijos a un orfanato de Guadalajara. Cuatro años después, de visita en su casa, Rulfo se entera de que mamá ha terminado de morir.
Esas pérdidas, más la soledad del orfelinato, dan forma a su personalidad depresiva. De la escuela para huérfanos pasa al seminario y luego a la tutela de su tío, el coronel anticlerical David Pérez Rulfo. "Eso le generó una fuerte contradicción. Venía de 'Viva Cristo Rey' y pasó a 'mueran los curas'. Esa crisis la resuelve en la novela: en el enfrentamiento entre el padre Rentería y Pedro Páramo", dice el biógrafo.
El manuscrito original tenía 350 páginas; Rulfo lo dejó en 180. Cambió el título sucesivamente de Los desiertos de la Tierra' a Los temporales' y Los murmullos', antes de dar con Pedro Páramo'. Publicada el 19 de marzo de 1955, a dos años de su libro de cuentos El llano en llamas', la novela tuvo una fría recepción crítica y vendió mil copias en cuatro años.
El Escritor Alcohólico
El tiempo y la excelente acogida internacional acabarían por situar a Pedro Páramo como "una obra insuperable en la novelística mexivana", según Carlos Fuentes.
Paralelamente al reconocimiento, Rulfo enfrentaba su gran demonio. La adicción al alcohol le creó problemas con sus amigos y particularmente con su esposa, Clara, quien lo encerraba con llave para que no siguiera bebiendo.
Su alcoholismo se volvió intolerable para la familia y a fines de 1962, según revela Juan Ascencio, Rulfo ingresó al Sanatario La Foresta de Guadalajara, donde recibió tratamiento de electroshock.
De esa experiencia saldría el libro de cuentos Días sin Foresta', que destruyó tras corregir por años.
Rivales y Enemigos
Por su carácter, Rulfo tenía facilidad para hacerse enemigos. Uno de ellos era Octavio Paz, el "dictador de la cultura mexicana". Rulfo no toleraba a Paz y viceversa. En la enemistad jugaron factores literarios, políticos y de ego. "Una vez vi a Rulfo muy preocupado por varios días -cuenta Ascencio-. Luego me explicó qué le pasaba: le pidieron sus libros para una exposición en Alemania. También iban a exponer los de Paz. Y él pensó que con sus dos libros iba a quedar muy desmejorado. Entonces decidió mandar sus traducciones, que eran más de 50. 'Ya le gané', me dijo".
Otro de sus enemigos era Camilo José Cela. En 1985, ya enfermo de cáncer, Rulfo era favorito para el Premio Cervantes, pero "Cela se opuso", según él. El premio fue para Gonzalo Torrente Ballester, "que en su casa lo conocen, pero Cela lo maneja", dijo desde su cama. Rulfo partiría al mundo de los muertos el 7 de enero de 1986.
22 de marzo de 2005
©tercera
"Han matado a tu padre", le diría luego la viuda a su hijo Juan, de seis años, que sería universalmente conocido como Juan Rulfo.
El sangriento episodio dejará una huella indeleble en el futuro narrador y animará secretamente la escritura de Pedro Páramo', su obra cumbre, una novela de ánimas y muertos que cumple medio siglo. Así lo cuenta Juan Ascencio, ex abogado y amigo del escritor, quien publica Un extraño en la Tierra, biografía no autorizada de Juan Rulfo'.
Fruto de largas conversaciones y de una investigación de 20 años, el libro ilumina los mitos en torno a Rulfo, que él mismo se encargó de divulgar. Este fue uno de los principales obstáculos que enfrentó el autor: los cuentos' que el propio escritor había repartido.
"Fantaseaba mucho, le gustaba modificar la realidad. A cada paso contaba fábulas que no correspondían a la realidad. Hubo datos que me costó años verificar", dice Ascencio desde Ciudad de México.
El libro reconstruye la vida del escritor mexicano más influyente del siglo XX, desde los orígenes de su familia hasta su muerte, en 1986, y explora tanto en su genialidad como en sus zonas oscuras.
¿Y a Ti Quién Te Mató, Madre?
Hijo de Juan Nepuceno Pérez Rulfo y María Vizcaíno Arias, el escritor nació en Sayula, el 16 de mayo de 1917. El asesinato del padre cambió su vida para siempre. De hecho, Rulfo casi no hablaba de ello y, cuando lo hacía, contaba que lo mataron por dos pesos.
Ascencio reconstruye el episodio y subraya la influencia que tendría en su obra: "Fue durísimo. En su cuento Diles que no me maten', el más autobiográfico que escribió, el asesino se llama Juvencio Nava. Le quita el nombre de Guadalupe y se lo pone al asesinado, Guadalupe Terreros. Y después, en Pedro Páramo, la descripción de la muerte de Miguel Páramo (el hijo del cacique), los tiros que recibió, cómo se le salieron los ojos, es la descripción de la muerte de Juan Nepuceno. Y luego cómo quedó la madre de Rulfo, enloquecida, es Susana San Juan pensando en su amor asesinado".
"Han matado a tu padre" es una frase que también aparece en Pedro Páramo'. En la novela, el hijo replica: "¿Y a ti quién te mató, madre?". Para Ascencio, ése es el reclamo de Rulfo a su progenitora.
El Padre Rentería
Ante el duelo permanente de la madre, la abuela decide enviar a los hijos a un orfanato de Guadalajara. Cuatro años después, de visita en su casa, Rulfo se entera de que mamá ha terminado de morir.
Esas pérdidas, más la soledad del orfelinato, dan forma a su personalidad depresiva. De la escuela para huérfanos pasa al seminario y luego a la tutela de su tío, el coronel anticlerical David Pérez Rulfo. "Eso le generó una fuerte contradicción. Venía de 'Viva Cristo Rey' y pasó a 'mueran los curas'. Esa crisis la resuelve en la novela: en el enfrentamiento entre el padre Rentería y Pedro Páramo", dice el biógrafo.
El manuscrito original tenía 350 páginas; Rulfo lo dejó en 180. Cambió el título sucesivamente de Los desiertos de la Tierra' a Los temporales' y Los murmullos', antes de dar con Pedro Páramo'. Publicada el 19 de marzo de 1955, a dos años de su libro de cuentos El llano en llamas', la novela tuvo una fría recepción crítica y vendió mil copias en cuatro años.
El Escritor Alcohólico
El tiempo y la excelente acogida internacional acabarían por situar a Pedro Páramo como "una obra insuperable en la novelística mexivana", según Carlos Fuentes.
Paralelamente al reconocimiento, Rulfo enfrentaba su gran demonio. La adicción al alcohol le creó problemas con sus amigos y particularmente con su esposa, Clara, quien lo encerraba con llave para que no siguiera bebiendo.
Su alcoholismo se volvió intolerable para la familia y a fines de 1962, según revela Juan Ascencio, Rulfo ingresó al Sanatario La Foresta de Guadalajara, donde recibió tratamiento de electroshock.
De esa experiencia saldría el libro de cuentos Días sin Foresta', que destruyó tras corregir por años.
Rivales y Enemigos
Por su carácter, Rulfo tenía facilidad para hacerse enemigos. Uno de ellos era Octavio Paz, el "dictador de la cultura mexicana". Rulfo no toleraba a Paz y viceversa. En la enemistad jugaron factores literarios, políticos y de ego. "Una vez vi a Rulfo muy preocupado por varios días -cuenta Ascencio-. Luego me explicó qué le pasaba: le pidieron sus libros para una exposición en Alemania. También iban a exponer los de Paz. Y él pensó que con sus dos libros iba a quedar muy desmejorado. Entonces decidió mandar sus traducciones, que eran más de 50. 'Ya le gané', me dijo".
Otro de sus enemigos era Camilo José Cela. En 1985, ya enfermo de cáncer, Rulfo era favorito para el Premio Cervantes, pero "Cela se opuso", según él. El premio fue para Gonzalo Torrente Ballester, "que en su casa lo conocen, pero Cela lo maneja", dijo desde su cama. Rulfo partiría al mundo de los muertos el 7 de enero de 1986.
22 de marzo de 2005
©tercera
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