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deportan a árabes de iraq


[Alissa J. Rubin] En un intento de deshacerse de insurgentes extranjeros, el gobierno iraquí está utilizado nuevas y estrictas reglas de residencia para detener y expulsar a árabes no iraquíes.
Bagdad, Iraq. Todo árabe sin un permiso adecuado puede ser detenido e interrogado y las autoridades podrán pedirle que abandone el país, dijeron funcionarios del ministerio del Interior. De momento, la medida ha afectado en su mayor parte a sirios, sudaneses, saudíes y egipcios, y unas 250 personas han sido obligadas a partir.
Muchos más están siendo detenidos -casi tantos como 200 al día solamente en el área de Bagdad-, aunque la mayoría son liberados a los pocos días. Aunque algunos son detenidos por sospechas de actividades terroristas, otros son detenidos sin otros cargos que no tener permisos de residencia adecuados según las nuevas reglas. Esa gente puede ser deportada sin que haya ninguna prueba de que hayan cometido algún delito. Aunque se ha seleccionado especialmente a los árabes, también se ha detenido a chechenos e iraníes.
"El hecho es que algunos, no todos, árabes y extranjeros han destruido la reputación de los países árabes y extranjeros en Iraq", dijo el general de brigada Taif Tariq Hussein, que encabeza la oficina de residencias del ministerio del Interior. "Han ayudado a llevar a cabo operaciones de sabotaje e incluso los han realizado ellos mismos.
"Tanto árabes como algunos extranjeros han perjudicado a esta sociedad", dijo.
La razón más ostensible de esta medida, implementada el último mes después de extensas consultas entre agencias de seguridad iraquíes, es frenar la insurgencia. Pero muchos árabes que ha vivido en Iraq durante años temen que sean tomados por malhechores y deportados. Muchos de estas decenas de miles de residentes árabes no tienen documentos que cumplan con los nuevos requisitos.
El actual gobierno iraquí no ha hecho promesas, y el gobierno entrante podría implementar reglas todavía más estrictas.
Durante décadas, Bagdad ha sido como un imán para árabes de otros países de Oriente Medio que han llegado a trabajar y estudiar. Las nuevas regulaciones han causado temor en los barrios donde residen árabes extranjeros, algunos de los cuales han existido durante más de una generación.
Muchos no iraquíes dicen que ahora hacen frente a una campaña general para hacerles difícil la vida. Están siendo injustamente acosados por soldados y policía, dicen, así como detenidos por lo que en el pasado no habrían sido más que irregularidades administrativas menores.

Injusto
La represión ha amilanado a muchos árabes extranjeros que residen aquí en Iraq desde hace mucho tiempo, porque gozaban de una condición protegida durante el régimen de Saddam Hussein, en parte porque el antiguo presidente era un decidido partidario del pan-arabismo, que abogaba por la ayuda mutua entre los árabes, independientemente de sus países de origen.
"Es injusto que incluso los que hemos vivido aquí durante décadas seamos tratados de esta manera", dijo Mustafa Mohammed, 43, un mecánico de coches sirio que ha vivido en Iraq desde 1984 y que vive y trabaja en el peligroso barrio de Bataween, Bagdad.
Más profundamente alarmados están los palestinos, cuya comunidad en Iraq llega a más de 30.000 personas, la mayoría de ellos en Bagdad. Muchos llegaron aquí en 1948, cuando terminó el mandato británico en Palestina y se creó el estado de Israel.
Se casaron con otros refugiados, y tuvieron hijos. Inicialmente no se transformaron en ciudadanos iraquíes por temor a que esa decisión hiciera peligrar su derecho a volver a casa. Más tarde, el gobierno de Hussein otorgó documentos de viaje iraquíes a los palestinos que deseaban visitar el país, pero se negó a darles la ciudadanía, con la esperanza de que siguieran leales a la causa de liberar su patria de la ocupación israelí. Hussein sí ofreció la ciudadanía a otros árabes que la solicitaron.
La mayoría de los palestinos no tienen dónde ir. Sus ciudades originales se encuentran ahora en territorio israelí o bajo control israelí, y los funcionarios israelíes no tienen interés en aumentar el creciente número de palestinos en cualquiera de esas áreas. Sin documentos de residencia o pasaporte, los palestinos no son bienvenidos en ninguna parte.La política de deportaciones de Iraq ha sido ampliamente publicitada en diarios y en pintadas en algunas de las plazas centrales de Bagdad. Los mensajes garrapateados suenan hostiles: "Árabes fuera de Iraq" y "Estamos de acuerdo con el gobierno: árabes, volved a casa".
El diario Al Taakhi, uno de los diarios bagdadíes de mayor circulación, decía en su primera plana la semana pasada: "Prisión Perpetua para Residentes Árabes Ilegales". El artículo citaba a un funcionario anónimo del ministerio del Interior, diciendo: "Los castigos son estrictos y se impondrán a los residentes ilegales. Algunos incluso pueden ser condenados a prisión perpetua".
Las nuevas reglas fueron aprobadas después de consultas entre varias agencias de seguridad iraquíes.
"Conocemos los vecindarios donde se encuentra esta gente, así que empezamos a hacer algunas redadas", dijo el director de la oficina de resdiencias, Hussein. "A todo el que carezca de algunos de los requisitos para la residencia, le pediremos que abandone el país".
Para los que han vivido aquí durante años, la xenofobia es dolorosa. La mayoría de los árabes llegaron para trabajar, a menudo con los documentos requeridos. Pero a menos que hayan retornado periódicamente a sus países de origen a poner al día sus pasaportes y renovar sus visados iraquíes, pueden haber perdido su residencia legal.
Los nuevos requisitos son rígidos. Una persona debe tener un pasaporte o documento de viaje válido de su país de origen; un visado para Iraq; y, si ha venido a trabajar, un contrato de trabajo firmado. El ministerio del Trabajo y Seguridad Social puede decidir no honorar el contrato si el trabajo puede ser hecho por iraquíes. Sin embargo, se hace una excepción con los casados con un nacional iraquí.
Las reglas para los no-iraquíes son las mismas que para los residentes antiguos y recién llegados. En los años setenta y ochenta, había abundancia de trabajo para los trabajadores manuales, especialmente cuando los hombres nacidos en el país estaban luchando en la guerra de Irán-Iraq de 1980-1988. Durante un tiempo, por ejemplo, muchos de los sepultureros eran egipcios, dicen nativos de Bagdad.
Relativamente pocos árabes han venido a trabajar en Iraq desde la invasión norteamericana de 2003, en parte debido a la amplia desaprobación en el mundo árabe tras la ocupación. Algunos de los llegaron legalmente, principalmente kuwaitíes y egipcios, han sido atacados por insurgentes anti-norteamericanos.

Sudaneses como Blancos
Además de los palestinos, los árabes sudaneses son blancos fáciles de las nuevas regulaciones, destacándose en las calles de Bagdad por su tez más oscura y cuerpos larguiruchos. Muchos llegaron aquí legalmente a trabajar como obreros y se han quedado. Están pobremente organizados y son fáciles de intimidar.
Fadlulla Abdullah, 42,llegó a Iraq con su esposa sudanesa e hijos hace 15 años. De momento no tiene problemas, porque trabaja para uno de los hoteles más grandes de Bagdad, pero dice que se considera afortunado.
"Algunos de mis compatriotas que viven y trabajan en Iraq han sido insultados y maltratados hace poco por unos soldados de la guardia nacional", dijo.
"Los soldados no hacen diferencia entre los buenos y los muy pocos malos", dijo. "Hay muchos iraquíes viviendo en Kartum [la capital sudanesa]. Supongamos que unos de ellos cometieran algunas violaciones o delitos... ¿Sería lógico expulsarlos a todos de Sudán?"
Otros sudaneses viven en la incertidumbre de si podrán seguir trabajando en Iraq.
"Mi problema es que el notario del tribunal se niega a certificar la renovación de mi contrato con la compañía de construcción Kubaysa", dijo Othman Mohammed, 45. "Me dijeron que todavía estaban esperando del gobierno las nuevas instrucciones sobre la residencia".
Los palestinos son particularmente vulnerables. A menudo eran repudiados por los iraquíes, porque eran los protegidos de Saddam Hussein, que los usaba para justificar su anti-americanismo. La mayoría de ellos se casaron en la comunidad palestina, y a pesar de 30 o más años en Iraq, no tienen de oficial que mostrar.
"Según la ley existente, casi todos ellos pueden ser deportados", dijo un funcionario norteamericano importante que trabaja sobre temas de la seguridad iraquí. "Pero no creo que se aplique la línea dura".
El funcionario estadounidense agregó que la situación podría empeorar, debido a que muchos iraquíes culpan a los extranjeros por la resistencia, aunque la mayoría de los funcionarios cree que los ataques contra civiles han sido llevados a cabo en gran parte por iraquíes.
"Si no puedes controlar a tu gente en tu propio país, entonces justa o injustamente vas a señalar a los extranjeros, y ellos son muy sensibles, sino paranoicos, sobre los extranjeros", dijo el funcionario.Eso importa poco a la mayoría de los palestinos, que ya no se sienten cómodos en su país de adopción.
"No sabemos lo que va a pasar con nosotros", dijo Amer Mahmoud, 39, que nació en Bagdad y trabajaba en una fábrica de confección, pero ahora está en el paro.
"Es posible que usan las nuevas reglas para deshacerse de nosotros, pero ¿adónde iremos? Nos echarán a la frontera... Ningún país nos aceptará -ni siquiera los países árabes", dijo, mientras apretaba fuertemente la mano de su hija de 9, como si tuviera miedo de que pudieran ser separados.
En este mundo ya sabe lo que es caer. Como palestino durante el régimen de Hussein, vivió en una casa subsidiada por el gobierno, tenía trabajo garantizado y podía asistir a la universidad gratuitamente. Ahora él y su familia están sobreviviendo en un campo de refugiados en el sector este de Bagdad.
Las muchas ironías no pasan desapercibidas a los palestinos. Aunque son árabes, saben que son vistos como extranjeros. Eso significa que son vistos como saboteadores potenciales en el país que les ha dado refugio durante décadas.
"Nos estamos perdiendo y mezclándonos con toda esa gente. Siempre que ocurre un acto terrorista, dirán que los árabes son los autores", dijo Mahmoud. "Si deciden que los árabes se tienen que marchar, tendremos que marcharnos y nuestro destino estará atado al de ellos".

23 de marzo de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
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