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no juzgarán a soldados


[Douglas Jehl] El Pentágono no juzgará a los 17 soldados implicados en asesinatos de prisoneros.
Washington, Estados Unidos. A pesar de las recomendaciones de los investigadores del Ejército, los jefes militares han decidido no procesar a 17 soldados estadounidenses implicados en las muertes de tres detenidos en Iraq y Afganistán en 2003 y 2004, según un nuevo ejercicio dado ha conocer el viernes por el Ejército.
Los investigadores habían recomendado que los 17 soldados fueran procesados, de acuerdo a un informe del Comando de Investigaciones Criminales del Ejército. Los cargos incluyen asesinato, conspiración y homicidio doloso. Mientras ninguno de los 17 será procesado, uno recibió una carta de reprimenda y otro fue licenciado después de las investigaciones.
Hasta la fecha, los militares han tomado medidas para procesar a unas tres docenas de soldados en relación con un total de 28 homicidios confirmados o sospechados de detenidos. Se cree que el número total de esas muertes está entre 28 y 31.
En uno de los tres casos en que no se presentaron acusaciones, los jefes militares determinaron que las muertes fueron "resultado de una serie de aplicaciones legales de fuerza". En el segundo, los comandantes decidieron no ir a juicio debido a falta de pruebas. En el tercero, determinaron que el soldado implicado no había sido bien informado de las reglas de intervención.
Un portavoz del Comando de Investigaciones Criminales del Ejército, Chris Grey, dijo en una declaración: "Tomamos cada muerte muy seriamente y estamos determinados y hemos jurado investigar cada caso con el mayor profesionalismo y minuciosidad. Estamos igualmente determinados a llegar a la verdad siguiéndola hasta donde nos conduzca y sin importar el tiempo que tome".
Grupos de derechos humanos y otros han criticado a los militares por no llevar una política de acusaciones más activa.
El informe fue el más detallado que han dado a conocer los militares hasta la fecha sobre la muerte de prisioneros bajo custodia norteamericana en Iraq y Afganistán.
De las 28 muertes investigadas, 13 ocurrieron en centros de detención norteamericanos en esos países y 15 en el lugar donde los detenidos fueron capturados. Sólo una ocurrió en la cárcel de Abu Ghraib en Iraq, que se conoce hasta hoy como el sitio de los abusos más extendidos cometidos por personal militar estadounidense.
Las 28 muertes incluyen dos casos que implican a miembros de los cadetes de la Marina, que todavía están siendo investigados, de acuerdo a oficiales. También incluyen a un prisionero bajo custodia del Cuerpo de Marines cuya muerte condujo a la condena de dos marines por acusaciones de agresión y abandono de deberes, de acuerdo a un portavoz de la Marina.
En las 28 muertes no se incluyen tres muertes más de detenidos en las que están implicados marines y que están bajo investigación de la Marina.
Con la disposición de los tres casos en los que están implicados 17 soldados no procesados, el Ejército tiene ahora 21 soldados que pudieran ser procesados por cargos criminales, incluyendo entre otros homicidios dolosos y agresiones.

De los 21 soldados, al menos 3 han sido condenados en cortes marciales generales, y al menos otros tres esperan en juicio, mostró el ejercicio del Ejército.
El Ejército dijo que una de las tres muertes por las que los soldados no serán procesados fue la de un antiguo teniente coronel iraquí, que según los investigadores murió de "lesiones graves y asfixia" en una base de operaciones de avanzada norteamericana en Al Asad, Iraq, en enero de 2004.
En ese caso, los investigadores del Ejército recomendaron que se procese a 11 soldados del Quinto Grupo de las Fuerzas Especiales y el Tercer Regimiento de Caballería Blindada. La decisión de no procesar en ese caso, así como en el otro, fue tomada por el Comando de las Fuerzas Especiales del Ejército en Fort Bragg, Carolina del Norte, dijo el Ejército.
Un jurista del Ejército de alto rango reconoció que el coronel iraquí en un momento había sido levantado en el aire con un bastón agarrado a su garganta, y que esa acción había contribuido a su muerte.
El ejercicio del Ejército dice que el Comando de las Fuerzas Especiales habían determinado que el uso de la fuerza había sido legal "en respuesta a repetidas agresiones y rebeldía del detenido".
El antiguo coronel iraquí no fue identificado, pero ha sido mencionado en otros informes como Jameel.
El jurista del Ejército dijo que la resistencia del detenido ante las órdenes de sus capturadores había provocado que los soldados lo ahogaran y levantaran del suelo con un bastón, acciones que contribuyeron a su muerte.
El caso de las Fuerzas Especiales del Ejército que los comandantes decidieron desechar por falta de pruebas, implicaba el asesinato a balazos de un detenido en Afganistán en agosto de 2002, declaró el Ejército.
El caso no procesado debido a que el soldado implicado no estaba bien informado de las reglas de intervención, implicaba a la Cuarta División de Infantería. El detenido, que murió en septiembre de 2003, fue un prisionero iraquí en un centro de detención norteamericano.
El Ejército dijo que ahora había cerrado sus investigaciones sobre 16 de las muertes, y refirieron cinco de ellas a la Marina, al ministerio de Justicia o gobiernos extranjeros por posibles juicios.
Algunas de las muertes descritas en el informe del Ejército han sido ya ampliamente reportadas, incluyendo dos muertes en Bagram en Afganistán en diciembre de 2002; la muerte en Abu Ghraib en noviembre de 2003, de un iraquí que estaba siendo interrogado por un agente de la CIA; y la muerte, ese mismo mes, de un general de división iraquí, que fue metido de cabeza en un saco de dormir.
Un portavoz del Ejército, el teniente coronel Jeremy Martin, dijo que los detenidos que murieron representaban una pequeña fracción de lo que dijo eran 70.000 detenidos mantenidos por tropas norteamericanas en Iraq y Afganistán desde 2001. En total, más de un millón de soldados estadounidenses han participado en esas operaciones, dijo el coronel Martin.
Un portavoz del Comando de Fuerzas de Operaciones Especiales del Ejército, mayor Robert E. Gowan, dijo que una "revisión cuidadosa de los hechos" en torno a los dos incidentes que implicaban a ese comando, indicaba que "ningún soldado del Comando de Fuerzas Especiales del Ejército cometió abusos contra los detenidos".
"El Comando de las Fuerzas Especiales del Ejército toma todas las acusaciones de maltratos a detenidos y de homicidio muy seriamente, dijo el mayor Gowan en una declaración por e-mail en respuesta a una pregunta. Como con cualquier caso, el Comando de Fuerzas Especiales del Ejército estudiará todas las pruebas y hechos relevantes. Este comando tomará las medidas adecuadas sobre tales casos como lo justifiquen los hechos y las evidencias obtenidas durante las investigaciones".

30 de marzo de 2005
25 de marzo de 2005
29 de marzo de 2005
©new york times
©traducción mQh

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