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se alquila, con perro


[Janice Rosenberg] Muchos caseros están colocando el signo perros para atraer a inquilinos con mascotas. Qué hacen propietarios en Chicago.
Para alguna gente, los perros son simplemente irresistibles. Jeremy Bloom visitó una tienda de mascotas en la hora de almuerzo, se encaprichó con un cachorro golden retriever, llamó a su novio, Stacey, para ver a la perra ese mismo día y antes de que pudieras decir ‘Deja dormir a los perros', la pareja se había unido al mundo de los dueños de mascotas.
"Stacey no podía vivir sin ella", dijo Bloom, 26, coordinador de recursos humanos. "Pero teníamos un problema. Habíamos recién renovado el alquiler del apartamento, y no admitía perros".
En los últimos dos años la gente de Chicago lo ha tenido más fácil a la hora de buscar vivienda con admisión de perros, dijo Judy Roettig, vice-presidente ejecutiva de la Asociación de Apartamentos Chicagoland, en el Parque de Schiller. Debido a un mercado de alquileres más débil, las propiedades que nunca aceptaron perros están ahora admitiendo a los cánidos.
La tendencia de admitir perros es un gran cambio en el ramo del alquiler de apartamentos, dijo Mary Herrold, urbanista comercial de Marquette Management, en Romeoville. También advierte una tendencia hacia admitir perros más grandes, con pesos que van de 11 a 34 kilos.
"La idea de que los perros más pequeños ocasionan menos daños no es verdadera", dijo Harrold. "Y un perro pequeño no es ni más ni menos ruidoso que uno grande".
Phyllis Kempton, gerente de condominio en Archstone Garden Glen donde vivían los Bloom antes de adquirir su perro, ayudó a la pareja reasignando el contrato de alquiler a otro edificio de la corporación. En días se mudaron a su nueva casa con su cachorro.

Apartamentos para Perros
De acuerdo a la Asociación de Fabricantes de Productos para Mascotas de Estados Unidos, en Greenwich, Connecticut, en 2002 había 65 millones de perros en Estados Unidos y 40.6 familias con perros.
"Eliminarías una buena parte del mercado si no aceptaras perros", dijo Mike Zucker, jefe de sección en Pear Properties, en el barrio Roscoe Village de Chicago.
No que Zucker no haya tenido algunos problemas con dueños de perros y sus mascotas. Conoce todos los problemas usuales: perros ladran todo el día y rasguñan la madera; perros que no dejan entrar a los apartamentos a personal de reparaciones; dueños que no limpian a sus perros.
También los ha tenido poco usuales, como la vez en que un Labrador retriever divisó una ardilla desde la ventana de un tercer piso y se lanzó en su persecución, aterrizando en la acera abajo. Zucker y un amigo llevaron al perro a un hospital de animales donde le pusieron escayolas en las cuatro patas.
"Te puedes imaginar como sonaban esas escayolas para los inquilinos abajo", dice Zucker.
Para ayudar a prevenir estos problemas, Zuckers y otros propietarios imponen condiciones especiales a los dueños de perros.
Zucker exige un depósito de seguridad reembolsable de 250 dólares, una referencia a un antiguo casero y una firma de un paseador de perros que dice que el dueño limpiará las deposiciones del perro.
David Gassman, dueño de DLG Development en Chicago, exige que los dueños de perros mantengan a sus perros con correa en las áreas comunes y usen la escalera de atrás para sus salidas.
En las propiedades de Archstone-Smith en los suburbios del Nordeste, los inquilinos pagan una tarifa especial por el perro, no-reembolsable, de 300 dólares y 10 dólares adicionales mensualmente, dijo Jerry Gawlik, el gerente de operaciones de la compañía.
Los inquilinos de las propiedades administradas por Draper & Kramer deben presentar certificados médicos de sus mascotas y pruebas de que las inyecciones del perro están al día, dijo la directora de márketing Holly Hetzel.
"Hemos visto un aumento de los daños causados por mascotas", dijo Hetzel. "Así que creamos la tarifa. Tenemos que limpiar especialmente cuando se mudan, debido a las posibles alergias de los nuevos inquilinos".
Maggie Venema, que vive en Chicago con su novio, Joe Miller, y Emma, una mix de beagle-coonjound, paga 30 dólares al mes extra. Venema, 21, asistente de proyectos en un bufete de abogados, dijo que visitar los anuncios clasificados para encontrar lugares que admitieran a perros era complicado.
El Apartament People de Chicago ayudó a Venema a encontrar su actual residencia. El director de márketing, Maurice Ortiz, dijo que los miembros del personal a menudo muestran apartamentos a dueños de perros.
Pero incluso en tiempos acomodaticios, no todos los perros tienen suerte. Las restricciones normalmente se aplican a razas consideradas agresivas -pit bull, chow, Rottweiler, Doberman pinscher- lo que Herrold llama la lista de "cosas que los perros no pueden hacer". Bonnie Wu, subgerente en la 1350 N. Lake Shore Drive, de Chicago, dijo que los "perros de defensa adiestrados" tampoco eran admitidos.

Instalaciones para Perros
El débil mercado de alquileres han llevado a propietarios y administradores de edificios a ofrecer privilegios adicionales para atraer a los amantes de los perros. Por ejemplo, Marquette Management ofrece ‘Marquette Mutts'. El sistema de collar, que identifica a los perros como residentes de condominios específicos, ayuda a recuperar a los perros extraviados.
La dirección de 1350 North Lakeshore Drive habilitó recientemente aceras especiales para perros en dos edificios de ladrillos rojos. Los paseos de 6 por 7.50 metros rellenos de guijarros equipados con bolsas de limpieza y tachos de basura.
El régimen de admisión de perros de su propio edificio y otros aledaños fue la principal razón por la que Linda Brumfield escogió la parte baja de North Side que comparte con Faith, su mix de mastín-Great Dane de 18 kilos. Los perros del vecindario juegan juntos regularmente. "La gente me pregunta: ‘¿No necesitas un patio para el perro?'", dijo Brumfield, 40, que trabaja en la policía. "Pero tenemos el Parque de Wells y la playa de perros Montrose. Sacamos a pasear juntos a los perros. Realmente me gusta vivir en una buena comunidad donde puedas tener un perro".

1 de abril de 2005
6 de abril de 2005
©chicago tribune
©traducción mQh

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