vivió 11 años con secuestrador
[Lianne Hart y Scott Gold] Caso de fugitivo confunde a pueblo texano. La esposa de un alcaide es hallada con un asesino 11 años después de que la secuestrara. ¿Por qué se quedó con él?
Campti, Texas, Estados Unidos. Bobbi Parker era algo tímida y estaba siempre con prisa, "como si hubiera dejado una tarta en el horno", dijo una conocida.
Pero era una mujer independiente, o así al menos lo parecía a la gente que la conocía en Piney Woods, en el campo de Texas. Cada algunas semanas paraba a comprar provisiones para una granja de pollos de la localidad. Cobraba sus cheques de pago en una tienda de alimentación y compraba la cerveza para el hombre que llamaba su marido. Estaba siempre sola.
Si hubiese querido escapar, dijo James Chandler, que trabaja en la tienda de productos de granja, "todo lo que tenía que hacer era seguir conduciendo".
Esta semana la policía allanó la caravana de Parker y arrestó a Randolph Dial, condenado en 1981 por el asesinato de un instructor de kárate en Oklahoma. Dial había estado ocultándose durante 11 años, desde que escapó de la prisión colocándole un cuchillo en la garganta a Parker mientras ella lo conducía hacia la libertad. Era la esposa del subalcaide.
Las autoridades dicen que creen la confesión de Parker de que la retuvo todo este tiempo contra su voluntad -no físicamente, pero amenazándola con usar la violencia. Algunos de sus conocidos no están tan convencidos.
Y en el caso que Chandler llamó "lo más importante que le pasado en la historia" de este aislado lugar al este de Texas, ha puesto a la gente a hacerse preguntas que habrían sonado ridículas hace algunos días.
¿Tenía Parker, 42, miedo de que Dial, 60, pudiera agredir a su verdadera familia si ella trataba de escapar?
¿Sufría del síndrome de Estocolmo, en el que las víctimas de secuestros muestran simpatía por sus secuestradores?
¿O se había la amable madre de dos niños simplemente enamorado del confeso y persuasivo asesino de ojos azules?
"En los últimos dos días he oído tantas cosas que ya no sé qué creer", dijo Chandler. "Pero me pregunto sobre lo mismo. En 11 años ella pudo haber hecho algo".
En 1986 un borracho Dial confesó el asesinato hasta entonces no resuelto de Kelly Hogan. Cinco años antes, contó Dial a los detectives, había golpeado a la puerta de Hogan y le había disparado al pecho con una pistola calibre 38.
Dial dijo que la mafia le había pagado 5.000 dólares, pero los detectives nunca descubrieron quién, si alguien, había ordenado el asesinato o por qué Hogan había sido escogido como blanco.
En la época la esposa de Dial dijo a los detectives que él la había transformado en un "robot", incapaz de pensar por sí misma, y la engañó para que lo ayudara a matar a Hogan. Cuatro meses después ella fue matada a balazos; su asesinato no se resolvió nunca.
Encarcelado en Granite, Oklahoma, Dial era considerado un fanfarrón y un mentiroso, pero era un recluso modelo, dijeron funcionarios. El antiguo profesor de arte, que modelaba finas esculturas de figuras femeninas y pintaba escenas de veleros y paisajes, se ganó pronto la condición de hombre de confianza; convenció a los funcionarios para que lo dejaran iniciar un programa de arte para hacer dinero para la prisión y ayudar a rehabilitar a los reclusos.
Gran parte del proyecto tenía que ver con la cerámica, declaró el portavoz del Departamento Correccional de Oklahoma, Jerry Massie. Dial tenía acceso normal, no supervisado a un horno en el garaje de subalcaide Randy Parker. Dial se transformó en un personaje fijo de la casa de Parker. Él y Bobbi se hicieron amigos, y ella se ofreció de voluntaria para su programa de arte.
La mañana del 30 de agosto de 1994, Bobbi Parker le dijo a su marido que se iba de compras. Cuando Randy Parker partió a su trabajo, Dial estaba en el garaje. Al final del día, él y Bobbi Parker no habían aparecido. Y tampoco la furgoneta roja de los Parker.
Esa noche, Bobbi Parker llamó a su madre y le entregó un mensaje para sus hijas, de 8 y 10 años. "Dile a las niñas que nos veremos pronto", dijo. Llamó dos veces más en los días siguientes, pero después de eso nunca volvieron a saber de ella. Randy Parker, dijo Massi, "nunca abandonó la esperanza de que estuviera viva".
Juntos, Dial dijo durante una rueda de prensa después de su detención, él y Bobbi Parker recorrieron Texas -primero Houston, donde él trabajó como guardia de seguridad, y luego el sur de Dallas. Hace cinco años llegaron a Campti, que es apenas una colección de retorcidos caminos de tierra roja y caravanas en la frontera de Texas con Louisiana.
Vivían y trabajaban en un granja de pollos de 10 hectáreas, donde se cría a los pollos hasta que están lo suficientemente grandes como para ser llevados a la planta de procesamiento. A cambio de su trabajo, el par recibía 500 dólares a la semana y vivían sin pagar alquiler, dijo el sheriff del condado de Shelby, Kent Shaffer.
Dial dijo a los periodistas que se ganaban la vida "honestamente", aunque aquí a la gente le parece que ella hacía la mayor parte del trabajo.
"Rara vez los vi", dijo Harold Bloodgood, 50, un leñador que vive cerca. "Vivían en el bosque".
Dial, que dijo a las autoridades que nunca olvidó que era un fugitivo, rara vez salía de la granja. Asistía periódicamente a la iglesia pentecostal cercana, con Parker, y una vez condujo hasta Oklahoma City para asistir a un evento por el lanzamiento de un libro sobre su desaparición. Sin hacer ningún esfuerzo por ocultarse, Dial pidió al autor que autografiara su ejemplar. Sin que nadie lo descubriera, volvió a casa.
La mayor parte de las veces, Dial encargaba las compras y la conducción del coche a Parker. Inventó un número de la Seguridad Social y empezó a llamarse Richard Deahl.
En algún momento, Parker empezó a firmar sus recibos en la tienda de productos de granja como "Samantha Deahl", y se refería a él como su marido. Comentó con sus conocidos los problemas de corazón de Dial, una de las pocas cosas de su vida sobre la que hablaba.
Pero Josephine Nichols, 61, que vivía al otro lado del camino, dijo que pensaba que había algo raro. Parker no hablaba nunca sobre sí misma, dijo Nichols, sino sólo de sus pollos. Y cuando hablaban, las conversaciones eran breves. Parker estaba siempre mirando hacia atrás -aparentemente esperando a Dial, que era rara vez visto sin su escopeta.
"Me dijo que él era muy celoso y que ella no podía hablar con nadie", dijo Nichols. "Nunca se veía feliz. Nunca sonreía. ¿Y por qué habría de sonreír? No tenía nada que esperar".
El lunes por la tarde, checando una delación anónima de alguien que vio el retrato de Dial en el sitio en la web de la serie americana Los Más Buscados de América', las autoridades allanaron la granja. Dial tenía una pistola cargada y su escopeta junto a la puerta, pero fue detenido sin que ofreciera resistencia, dijo el agente especial del FBI, Gary Jonhson.
Dial estaba preparando el almuerzo y mirando un torneo de golf cuando llegaron las autoridades. Se rió, dijo Shaffer, con los ayudantes del sheriff cuando era conducido fuera de la casa: "Me estaba preguntando cuándo vendrían".
A pesar de la afirmación de algunos en la comunidad de que Parker no había sido retenida contra su voluntad, Dial dijo que se veía a sí mismo como un secuestrador y que había estado "asustándola". Dijo que la había amenazado con hacerle daño a ella o sus hijas si se escapaba -aunque, dijo, nunca lo dijo en serio.
Shaffer dijo que aunque los detectives encontraban que su historia era difícil de creer, parecía que Dial había usado "psicología reversa" para impedir que escapara.
"Dijo que hacía parecer malos a los tipos buenos, y buenos a los malos", dijo Shaffer.
Dial ha sido acusado de escapar de una institución penal, dijo el fiscal de distrito John Wampler, del condado Greer County, de Oklahoma. Dial fue internado en la Penitenciaría Estatal de Oklahoma en McAlester.
Wampler dijo que no había intenciones de acusar a Parker de algo, a condición de que contara su versión de los acontecimientos.
"Hay una pregunta con la que un montón de gente tiene problemas, y es por qué no llamó o intentó ponerse en contacto con alguien", dijo. "La investigación sigue abierta".
Randy Parker es ahora el alcaide de la cárcel de seguridad mínima Centro Correccional William S. Key, en Fort Supply, Oklahoma. Se negó a hacer comentarios.
Los Parkers se reunieron el martes en Macogdoches, Texas, y volvieron juntos a Oklahoma el miércoles. Los dos se abrazaron, lloraron y no parecían muy diferentes que cualquier otra pareja de marido y esposa que han estado separados durante mucho tiempo, dijo uno de los agentes aquí.
"La reunión marchó bien", dijo Johnson, del FBI.
Dial tuvo oportunidad de decir adiós a Parker.
"Pórtate bien", le dijo. "Sabía que iba a pasar".
Hart informó desde Campti y Gold desde Houston.
7 de abril de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
Pero era una mujer independiente, o así al menos lo parecía a la gente que la conocía en Piney Woods, en el campo de Texas. Cada algunas semanas paraba a comprar provisiones para una granja de pollos de la localidad. Cobraba sus cheques de pago en una tienda de alimentación y compraba la cerveza para el hombre que llamaba su marido. Estaba siempre sola.
Si hubiese querido escapar, dijo James Chandler, que trabaja en la tienda de productos de granja, "todo lo que tenía que hacer era seguir conduciendo".
Esta semana la policía allanó la caravana de Parker y arrestó a Randolph Dial, condenado en 1981 por el asesinato de un instructor de kárate en Oklahoma. Dial había estado ocultándose durante 11 años, desde que escapó de la prisión colocándole un cuchillo en la garganta a Parker mientras ella lo conducía hacia la libertad. Era la esposa del subalcaide.
Las autoridades dicen que creen la confesión de Parker de que la retuvo todo este tiempo contra su voluntad -no físicamente, pero amenazándola con usar la violencia. Algunos de sus conocidos no están tan convencidos.
Y en el caso que Chandler llamó "lo más importante que le pasado en la historia" de este aislado lugar al este de Texas, ha puesto a la gente a hacerse preguntas que habrían sonado ridículas hace algunos días.
¿Tenía Parker, 42, miedo de que Dial, 60, pudiera agredir a su verdadera familia si ella trataba de escapar?
¿Sufría del síndrome de Estocolmo, en el que las víctimas de secuestros muestran simpatía por sus secuestradores?
¿O se había la amable madre de dos niños simplemente enamorado del confeso y persuasivo asesino de ojos azules?
"En los últimos dos días he oído tantas cosas que ya no sé qué creer", dijo Chandler. "Pero me pregunto sobre lo mismo. En 11 años ella pudo haber hecho algo".
En 1986 un borracho Dial confesó el asesinato hasta entonces no resuelto de Kelly Hogan. Cinco años antes, contó Dial a los detectives, había golpeado a la puerta de Hogan y le había disparado al pecho con una pistola calibre 38.
Dial dijo que la mafia le había pagado 5.000 dólares, pero los detectives nunca descubrieron quién, si alguien, había ordenado el asesinato o por qué Hogan había sido escogido como blanco.
En la época la esposa de Dial dijo a los detectives que él la había transformado en un "robot", incapaz de pensar por sí misma, y la engañó para que lo ayudara a matar a Hogan. Cuatro meses después ella fue matada a balazos; su asesinato no se resolvió nunca.
Encarcelado en Granite, Oklahoma, Dial era considerado un fanfarrón y un mentiroso, pero era un recluso modelo, dijeron funcionarios. El antiguo profesor de arte, que modelaba finas esculturas de figuras femeninas y pintaba escenas de veleros y paisajes, se ganó pronto la condición de hombre de confianza; convenció a los funcionarios para que lo dejaran iniciar un programa de arte para hacer dinero para la prisión y ayudar a rehabilitar a los reclusos.
Gran parte del proyecto tenía que ver con la cerámica, declaró el portavoz del Departamento Correccional de Oklahoma, Jerry Massie. Dial tenía acceso normal, no supervisado a un horno en el garaje de subalcaide Randy Parker. Dial se transformó en un personaje fijo de la casa de Parker. Él y Bobbi se hicieron amigos, y ella se ofreció de voluntaria para su programa de arte.
La mañana del 30 de agosto de 1994, Bobbi Parker le dijo a su marido que se iba de compras. Cuando Randy Parker partió a su trabajo, Dial estaba en el garaje. Al final del día, él y Bobbi Parker no habían aparecido. Y tampoco la furgoneta roja de los Parker.
Esa noche, Bobbi Parker llamó a su madre y le entregó un mensaje para sus hijas, de 8 y 10 años. "Dile a las niñas que nos veremos pronto", dijo. Llamó dos veces más en los días siguientes, pero después de eso nunca volvieron a saber de ella. Randy Parker, dijo Massi, "nunca abandonó la esperanza de que estuviera viva".
Juntos, Dial dijo durante una rueda de prensa después de su detención, él y Bobbi Parker recorrieron Texas -primero Houston, donde él trabajó como guardia de seguridad, y luego el sur de Dallas. Hace cinco años llegaron a Campti, que es apenas una colección de retorcidos caminos de tierra roja y caravanas en la frontera de Texas con Louisiana.
Vivían y trabajaban en un granja de pollos de 10 hectáreas, donde se cría a los pollos hasta que están lo suficientemente grandes como para ser llevados a la planta de procesamiento. A cambio de su trabajo, el par recibía 500 dólares a la semana y vivían sin pagar alquiler, dijo el sheriff del condado de Shelby, Kent Shaffer.
Dial dijo a los periodistas que se ganaban la vida "honestamente", aunque aquí a la gente le parece que ella hacía la mayor parte del trabajo.
"Rara vez los vi", dijo Harold Bloodgood, 50, un leñador que vive cerca. "Vivían en el bosque".
Dial, que dijo a las autoridades que nunca olvidó que era un fugitivo, rara vez salía de la granja. Asistía periódicamente a la iglesia pentecostal cercana, con Parker, y una vez condujo hasta Oklahoma City para asistir a un evento por el lanzamiento de un libro sobre su desaparición. Sin hacer ningún esfuerzo por ocultarse, Dial pidió al autor que autografiara su ejemplar. Sin que nadie lo descubriera, volvió a casa.
La mayor parte de las veces, Dial encargaba las compras y la conducción del coche a Parker. Inventó un número de la Seguridad Social y empezó a llamarse Richard Deahl.
En algún momento, Parker empezó a firmar sus recibos en la tienda de productos de granja como "Samantha Deahl", y se refería a él como su marido. Comentó con sus conocidos los problemas de corazón de Dial, una de las pocas cosas de su vida sobre la que hablaba.
Pero Josephine Nichols, 61, que vivía al otro lado del camino, dijo que pensaba que había algo raro. Parker no hablaba nunca sobre sí misma, dijo Nichols, sino sólo de sus pollos. Y cuando hablaban, las conversaciones eran breves. Parker estaba siempre mirando hacia atrás -aparentemente esperando a Dial, que era rara vez visto sin su escopeta.
"Me dijo que él era muy celoso y que ella no podía hablar con nadie", dijo Nichols. "Nunca se veía feliz. Nunca sonreía. ¿Y por qué habría de sonreír? No tenía nada que esperar".
El lunes por la tarde, checando una delación anónima de alguien que vio el retrato de Dial en el sitio en la web de la serie americana Los Más Buscados de América', las autoridades allanaron la granja. Dial tenía una pistola cargada y su escopeta junto a la puerta, pero fue detenido sin que ofreciera resistencia, dijo el agente especial del FBI, Gary Jonhson.
Dial estaba preparando el almuerzo y mirando un torneo de golf cuando llegaron las autoridades. Se rió, dijo Shaffer, con los ayudantes del sheriff cuando era conducido fuera de la casa: "Me estaba preguntando cuándo vendrían".
A pesar de la afirmación de algunos en la comunidad de que Parker no había sido retenida contra su voluntad, Dial dijo que se veía a sí mismo como un secuestrador y que había estado "asustándola". Dijo que la había amenazado con hacerle daño a ella o sus hijas si se escapaba -aunque, dijo, nunca lo dijo en serio.
Shaffer dijo que aunque los detectives encontraban que su historia era difícil de creer, parecía que Dial había usado "psicología reversa" para impedir que escapara.
"Dijo que hacía parecer malos a los tipos buenos, y buenos a los malos", dijo Shaffer.
Dial ha sido acusado de escapar de una institución penal, dijo el fiscal de distrito John Wampler, del condado Greer County, de Oklahoma. Dial fue internado en la Penitenciaría Estatal de Oklahoma en McAlester.
Wampler dijo que no había intenciones de acusar a Parker de algo, a condición de que contara su versión de los acontecimientos.
"Hay una pregunta con la que un montón de gente tiene problemas, y es por qué no llamó o intentó ponerse en contacto con alguien", dijo. "La investigación sigue abierta".
Randy Parker es ahora el alcaide de la cárcel de seguridad mínima Centro Correccional William S. Key, en Fort Supply, Oklahoma. Se negó a hacer comentarios.
Los Parkers se reunieron el martes en Macogdoches, Texas, y volvieron juntos a Oklahoma el miércoles. Los dos se abrazaron, lloraron y no parecían muy diferentes que cualquier otra pareja de marido y esposa que han estado separados durante mucho tiempo, dijo uno de los agentes aquí.
"La reunión marchó bien", dijo Johnson, del FBI.
Dial tuvo oportunidad de decir adiós a Parker.
"Pórtate bien", le dijo. "Sabía que iba a pasar".
Hart informó desde Campti y Gold desde Houston.
7 de abril de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
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