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disensión en egipto


[Daniel Williams] Grupo prohibido dirige oposición. La Hermandad Musulmana hace campaña por reformas democráticas.
El Cairo, Egipto. La Hermandad Musulmana, el grupo de la oposición organizada más grande de Egipto, se ha transformado en el partidario más activo de las reformas democráticas, desafiando la prohibición de sus actividades políticas y coordinando una serie de manifestaciones contra el presidente Hosni Mubarak.
En los últimos dos meses, la Hermandad ha organizado protestas en una docena de ciudades y pueblos, peleando por la atención del público con las organizaciones seculares que hasta hace poco dominaron los intentos de destituir a Mubarak, presidente de Egipto desde 1981.
La Hermandad ha pagado cara su nueva energía. De acuerdo a cifras del gobierno, desde el 27 de marzo se ha detenido a más de 750 activistas. Funcionarios de la Hermandad calculan esa cifra en más de 2.000 militantes. El domingo, la policía detuvo en varias ciudades a 21 miembros, entre ellos al dirigente Mahmoud Ezzat, en El Cairo.
El 4 de mayo, durante la represión policial de una marcha de protesta en la ciudad de Mansoura, junto al Delta del Nilo, un activista murió asfixiado cuando fuerzas de seguridad arrojaron gas lacrimógeno contra la multitud, de acuerdo a informes policiales y de prensa.
Sin embargo, el grupo está determinado a continuar, dijo Ali Abdel Fattah, miembro del consejo de orientación de la Hermandad.
"Este es un momento histórico", dijo en una entrevista. "El precio que estamos dispuestos a pagar demuestra que la Hermandad Musulmana no puede ser ignorada. Nos hemos transformado, sin autorización, en un partido político".
Los partidos religiosos ponen en aprietos a los partidarios de la democracia a medida que movimientos demócratas emergen en todo Oriente Medio. Grupos políticos laicos miran con desconfianza a las fuerzas islámicas, considerándolas organizaciones no democráticas que buscan utilizar los principios democráticos para hacerse con el poder e instaurar un régimen autoritario.
Mientras promueve una apertura democrática en Oriente Medio, el gobierno de Bush se opone sin embargo a algunas organizaciones políticas libanesas y palestinas musulmanas que el ministerio de Asuntos Exteriores ha clasificado como grupos terroristas. Antes este año, el ministerio de Asuntos Exteriores objetó la detención de seis semanas de Ayman Nour, un candidato laico a la presidencia de Egipto, pero ha guardado silencio sobre las detenciones de miembros de la Hermandad.
Hasta fines de marzo, la Hermandad se mantuvo alejada de las manifestaciones contra Mubarak. Pero la organización ha sufrido la presión de dos lados: los grupos seculares que tomaron la delantera en las manifestaciones contra Mubarak y acusaron a la Hermandad de colaborar con el gobierno; y los extremistas islámicos, incluyendo a Al Qaeda, que se han burlado de la Hermandad diciendo que es una organización en decadencia que no consigue nada.
Abdul Fatah dijo que la Hermandad estaba determinada a tener un lugar en el mercado de cambios. "Si no trabajamos duro, nos iremos a la tumba", dijo. "Luchamos, por tanto, existimos".
La Hermandad es una institución de 77 años que fomenta el gobierno de la ley islámica. En el pasado el grupo utilizaba la violencia como instrumento de cambio, pero renunció a su estrategia en los años setenta. El grupo, que todavía opera bajo el manto del secreto, es un modelo para muchas organizaciones políticas musulmanas, incluyendo a la organización palestina Hamas, y grupos de Siria, Jordania y Sudán.
El gobierno egipcio dice que la Hermandad promueve la violencia, pero tolera al grupo como una especie de organización social, benéfica y profesional, que cuenta con 13 parlamentarios, aunque nominalmente son independientes.
La llegada del grupo a la primera plana de la campaña de la oposición en pro de las reformas ha profundizado la participación pública y las tensiones políticas en Egipto.
En un mitin de la Hermandad en el centro de El Cairo el viernes, unas 2.000 personas se reunieron en un salón mientras los oradores denunciaban las detenciones de los activistas y ridiculizaban la nueva ley electoral que permite las elecciones presidenciales con candidatos múltiples a comienzos de este otoño. Según las nuevas reglas, los candidatos independientes no podrán participar efectivamente, una medida que los analistas políticos dicen que tiene por objeto impedir la participación de la Hermandad.
Incluso ese mitin a puertas cerradas fue mucho más grande que cualquiera de los organizados por grupos socialistas o Kifaya, el movimiento de oposición que ha sido la vanguardia de la campaña contra Mubarak. Los hombres atiborraron el piso del salón, y mujeres con pañuelos llenaban los balcones. Estallaron gritos de: "¡Libertad, libertad! ¿Dónde, dónde?" Un orador proclamó: "La libertad es la esperanza de millones, basada en los métodos del profeta Mahoma". La multitud respondió: "¡Guerra santa en nombre de Dios! ¡Morir por Dios es noble!"
En las escalinatas, una falange de miembros de la Hermandad formaron una barrera humana contra docenas de agentes del gobierno de paisano respaldados por cientos de policías anti-disturbios en uniformes al estilo de Darth Vader. Había dos docenas de furgonetas grandes para el caso de que hubiera detenciones masivas. Pero no hubo ni violencia ni detenciones.
Abdul Fatah predijo que el grupo entraría en una nueva fase de desobediencia civil, incluyendo sentadas y huelgas, para obtener nuevos derechos políticos. La Hermandad ha dicho que quiere en especial terminar con las leyes de emergencia, impuestas hace 24 años, que restringen la libertad de expresión y de reunión en Egipto. El gobierno defiende muchas de las recientes detenciones de miembros de la Hermandad como medidas justificadas por las leyes de emergencia que prohíben afiliarse a organizaciones prohibidas y otorga carta blanca a la policía para detener a gente a la que se considera que está conspirando contra el gobierno.
Uno de los principales operativos de la Hermandad en El Cairo, Essam Erian, fue detenido en su casa el 6 de mayo, dijo su esposa, Fatima Fadl. En esos momentos circulaban rumores de que se presentaría a la presidencia. Hombres uniformados con pasamontañas negros acordonaron la calle de Erian y dijeron a los vecinos de que habría un tiroteo, dijo Fadl.
"No fue nada inhabitual", dijo Fald, cuyo marido ha sido encarcelado cuatro veces. "Dijeron que pertenecía a una organización que está tratando de derrocar al gobierno. Nos sabemos las acusaciones de memoria".
El mitin del viernes noche tomó lugar en el edificio del Colegio de Médicos con la excusa de una reunión sindical. Los colegios profesionales sufren algún grado de control del gobierno y miembros de la Hermandad ocupan posiciones importantes en varios de ellos. El arreglo alienta a los miembros de la Hermandad a integrarse en estructuras oficiales. Pero en los últimos meses, los colegios han proporcionado una cobertura de actividades políticas contra el gobierno.
"No estoy aquí como miembro del comité de orientación de la Hermandad, sino como miembro del Colegio de Ingenieros", dijo Mohammed Ali Bishr, que presidía el mitin.
Las actividades de la oposición en pro de las reformas empezaron hace dos años con demostraciones contra la guerra de Iraq que se metamorfosearon en demandas para poner fin al régimen de Mubarak y por elecciones democráticas con candidatos múltiples.
En febrero, Mubarak propuso celebrar elecciones con candidatos múltiples, pero las principales fuerzas de la oposición, incluyendo a la Hermandad Musulmana, rechazaron los cambios constitucionales que limitaban la participación de sus dirigentes en partidos aprobados oficialmente y los colocaban bajo la supervisión de comités dominados por el gobierno. El miércoles se convocó a un referéndum sobre las nuevas reglas. Las principales fuerzas de la oposición, incluyendo a la Hermandad, han llamado a boicotearlo.

24 de mayo de 2005
©washington post
©traducción mQh

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