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malls gigantes en china


[David Barboza] Nuevo país de consumidores. China construye gigantescos centros comerciales.
Dongguan, China. Después de que los obreros de la construcción terminen de enyesar una réplica del Arco de Triunfo y sacar brillo a las calles de imitación de Hollywood, París y Amsterdam, un nuevo y gigantesco parque temático se proclamará a sí mismo el centro comercial más grande del mundo.
El South China Mall -un revoltijo de Disneyland y Las Vegas, la versión del paraíso y del infierno envueltos en uno de un comprador- será casi tres veces el tamaño del inmenso Mall of America en Minnesota. Es parte de otra nueva y sorprendente consecuencia más de un cuarto de siglo de auge económico: los grandes centros comerciales de China.
No hace mucho tiempo, comprar en China consistía la mayor parte del tiempo en hacer cola para implorar a malhumorados dependientes que aceptaran dinero a cambio de artículos feos que no eran de la talla. Pero ahora los chinos han empezado a hacer suyo el moderno ethos de Estados Unidos de "comprar hasta caer muerto" y están en medio del frenesí de comprar-en-el-mall.
En China ya hay cuatro centros comerciales más grandes que el Mall of America. Dos, incluyendo el South China Mall, son más grandes que el West Edmonton en Alberta, que acaba de ceder su posición como el más grande del mundo a un enorme centro de comercio detallista en Pekín. Y para 2010, se espera que China albergue a 7 de cada 10 de los centros comerciales más grandes del mundo.
Los chinos acuden en tropel a los malls, que usualmente tienen varios niveles elevados antes que extendidos como el típico estilo de dos pisos de la mayoría de los malls en Estados Unidos. Los consumidores chinos llegan en autobús y tren, y hay cada vez. En los días concurridos, un centro comercial en la sureña ciudad de Guangzhou atrae a unos 600.000 clientes.
Durante años los chinos exportaban los frutos de su labor, cosiendo zapatos, bolsos y vestidos que eran exportados a todo el mundo. Ahora, el creciente consumismo chino significa que su gente está a un paso o dos de comprar los billones de Cokes, lápices labiales Revlon, cámaras Kodak y cosas similares que las compañías extranjeras han soñado vender allá desde hace mucho tiempo.
"Olvídese de la idea de que los consumidores chinos no tienen suficiente dinero que gastar", dijo David Hand, un experto en propiedad inmobiliaria y comercio detallista de Jones LaSalle en Pekín. "Aquí hay gente con un montón de dinero. Y eso es lo que está sosteniendo el desarrollo de estos centros comerciales".
Hay a la venta una amplia gama de artículos favoritos: teléfonos celulares, reproductores de DVD, vaqueros, sofás y armarios para armar en casa. Hay alimentos y mercaderías de muchas regiones de China con nombres familiares -KFC, McDonald's y teatros IMAX. Tiendas sin pedigrí occidental venden Gucci y Louis Vuitton. Mientras los campesinos y trabajadores pobres pueden sólo admirar las vitrinas, se han unido a un peregrinaje periódico al centro comercial que ha hecho arder a constructores y urbanistas. Los urbanistas están gastando billones de dólares para crear estos centros comerciales gigantescos en las ciudades de mayor crecimiento del país apostando que el país del ahorro está a punto de convertirse también en un país de infatigables compradores.
De momento, el centro comercial más grande del mundo es el Golden Resources Mall de 558.00 metros cuadrados, que abrió sus puertas en octubre pasado al noroeste de Pekín. Ya ha despertado la envidia y una competitiva ambición entre los constructores de grandes malls del mundo, que se burlan hacia afuera del advenimiento de China al reino de los malls, incluso mientras traman sus propias estrategias para construir a esa escala en China.
¿Qué grande es 558.000 metros cuadrados? Ese centro comercial, que tras completarse habrá costado 1.3 billones de dólares, se extiende a lo largo de seis canchas de fútbol y excede fácilmente el plano del Pentágono, que con sus 344.000 metros cuadrados es el edificio de oficinas más grande del mundo. Es un simple y colosal edificio de cinco pisos -con hileras e hileras de tiendas encima de hileras e hileras de más tiendas- tan grande que es difícil orientarse entre las 1.000 tiendas y miles de compradores.
La juerga de la construcción de centros comerciales, como gran parte de las actividades económicas en China en estos días, es tan agresiva que algunos economistas han empezado a preocuparse de que podría ser otro signo de una economía recalentada, y que el frenesí constructor del país puede estar deslizándose hacia una caída.
De momento, sin embargo, no hay final a la vista -y ninguna evidencia de que el prolongado auge chino sufra algo más que una modesta recaída.
"Estos centros comerciales son simplemente grandes", dijo Radha Chadha, que gestiona la Chadha Strategy Consulting en Hong Kong, que estudia los centros comerciales y las ventas de artículos de lujo en Asia. "A China le gusta hacer las cosas en grande. Les gusta causar impacto".
Las ventas detallistas en China se han encumbrado en casi 50 por ciento en los últimos cuatro años, según indican por los más grandes detallistas del país, de acuerdo a datos del gobierno. Y con ingresos cada vez más altos, los chinos están gastando su dinero en zapatos, bolsos, ropa e incluso en paseos a parques temáticos.
"Este lugar nos gusta un montón", dijo Ruth Tong, 27, temprana visitante del South China Mall aquí en Dongguan, con su marido y su hijo de 5. "Tienen un montón de cosas divertidas. Tienen tiendas e incluso paseos. Sí, nos gusta, y volveremos".
El gobierno central ordenó recientemente a los bancos controlados por el estado que redujeran la financiación de grandes proyectos de centros comerciales. Pero eso no ha templado los agresivos planes de urbanistas y funcionarios de gobiernos locales para convertir grandes áreas de terrenos en enormes centros comerciales.
Después de todo, la demanda ciertamente está creciendo. El ingreso per cápita en China ha alcanzado el equivalente de 1.100 dólares al año, un aumento de un 50 por ciento desde 2000.
China es todavía un país de disparidades, aunque tiene una creciente clase media que se ha inflado hasta 70 millones de habitantes.
Y a medida que el país se urbaniza y moderniza rápidamente, los mercados de alimentos al aire libre y los antiguos grandes almacenes están siendo remplazados por supermercados gigantes y detallistas de artículos embalados.
Ikea y Carrefour, la cadena francesa de supermercados, están atestados de clientes. Y los jóvenes chinos cada vez con más recursos en China, están adoptando el hábito de los adolescentes americanos de pasar el rato en el mall.
Los grandes malls cerrados, que surgieron en Estados Unidos a fines de los años setenta y en Europa a fines de los ochenta, están apareciendo en todo China. De acuerdo a estudiosos del comercio detallista, en los últimos seis años se han construido en China más de 400 grandes centros comerciales.
Yen una época en que los malls más grandes en construcción en Estados Unidos miden unos 46.500 metros cuadrados, los urbanistas aquí están diseñando malls de 558.00, 651.000 y 744.000 metros cuadrados.
El actual titular, el Golden Resources Mall, donde trabajan 20.000 empleados, es la creación de Huang Rulun, un empresario que hizo una fortuna vendiendo propiedades inmobiliarias en la provincia costera de Fujian. Hace seis años, Huang compró un terreno de 177 hectáreas en las afueras de Pekín para crear una ciudad satélite virtual, que pronto tendrá 110 nuevos edificios de apartamentos, escuelas y oficinas plantadas como árboles en macetas en torno a su mall iluminado con luces de neón.
Quizás las construcciones más agresivas ocurren en la provincia de Guangdong en el sur, la sede de la floreciente región del delta del Río Perla de China. En enero, más de 400.000 personas se aparecieron en la principal ciudad, Guangzhou para la inauguración del Grandview Mall, que también se llama a sí mismo el mall más grande del mundo, de 279.000 metros cuadrados. Dice incluso que tiene la fuente de interiores más alta del mundo.
Está en discusión quién es exactamente el centro comercial más grande del mundo. Algunos malls chinos reclaman el plano más grande; otros cuentan el espacio alquilado. Todavía otros dicen que lo que cuenta es que haya un sólo techo.
En realidad, el Triple Five Group, que posee el Mall of America (232.500 metros cuadrados de espacio alquilado como espacio comercial) y el West Edmonton Mall en Canadá (297.600 metros cuadrados), no ha llamado a derrota.
"Son tiendas, como un bazar en Oriente Medio", dijo despreciativamente -y equivocadamente- Nader Ghermezian, uno de los directores de la compañía sobre el Golden Resources Mall, que está bajo un solo techo. "No deberían ser tomados en cuenta. Nosotros somos los más grandes del mundo".
Pero eso hace surgir otra pregunta: ¿Son los malls de este país demasiado grandes?
"No es fácil comprar en esos lugares", dijo Hand, de Jones Lang LaSalle. "La mayoría de los centros comerciales sobreviven con los clientes que vuelven. Con estos centros tan grandes y tan congestionados puede ser difícil que los clientes regresen".
Los urbanistas imploran para diferir.
"Los centros comerciales son un concepto nuevo en China, y estamos tratando de encontrar nuestro modo de hacerlo", dijo Cai Xunshan, vice-presidente de Golden Resources Mall. "No pensamos que haya más que copiar el formato de Estados Unidos".
En Dongguan, los urbanistas del South China Mall dicen que viajaron durante dos años por todo el mundo buscando el modelo adecuado. El resultado es una fantasía de 400 millones de dólares: 60 hectáreas de plazas comerciales con palmas, parques temáticos, hoteles, fuentes de agua, pirámides, puentes y molinos de viento gigantescos. Tratando de superar incluso algunas de las estrafalarias extravagancias de casinos en Las Vegas, ha construido un río artificial de 2 kilómetros que rodea el terreno, que incluye distritos inspirados en las siete "más famosas ciudades portuarias" del mundo, y una réplica de 26 metros del Arco de Triunfo.
"Tenemos excelente arquitectura de todo el mundo", dijo Tong Rui, el vice-presidente del Sanyuan Yinhui Investment and Development, el urbanista del mall, cuando visitaba la sección inspirada en París. "Esta arquitectura no la verá en ningún otro centro comercial".
Hu Guirong, el hombre detrás del proyecto, hizo fortuna vendiendo fideos y bizcochos en China. Sus ayudantes dicen que construyó su mall en Dongguan, una ciudad de rápido crecimiento cuya población se estima en 8 millones, con una de las ratios coche-familia más altas del país, debido que está situada en el cruce de dos activas metrópolis del sur de China: Shenzhen y Gaungzhou.
"Queríamos hacer algo innovador", dijo Tong, refiriéndose a su patrón. "Queríamos dejar nuestra huella en la historia".
Pero para impedir que el centro comercial de 651.000 metros cuadrados se vea desierto, dicen algunos expertos en comercio detallista, se necesitarán unos 50.000 o 70.000 visitantes al día.
Empleados del South China Mall dicen que ellos pueden superar fácilmente esas cifras.
Pero antes de que el mall abra completamente, el Triple Five Group está trabajando para recuperar su título mundial, con tres megamalls ahora en la fase de planificación que expandirá sus operaciones desde su base en América del Norte a China.
Dos de ellos, el Mall of China y el Triple Five Wenzhou Mall, tendrán cada uno 930.000 metros cuadrados.
"Ya verá", dijo Ghermezian, de Triple Five. "También estamos ampliando el Mall of America. Habrá una Fase 2".

26 de mayo de 2005
©new york times
©traducción mQh

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