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más libros, más sexo


[Ruth Ferla] Y menos amor, dicen algunos especialistas.
En Barnes & Noble de Union Square de Manhattan, a apenas unos pasos de la sección de Desarrollo y Relaciones Personales, las estanterías crujen bajo ese venerable género editorial: el manual sexual. Pero sacar un ejemplar reciente de la percha es entrar en un mundo de vaporosa provocación, que los lectores de generaciones anteriores no habrían imaginado. Ahí está, por ejemplo, ‘The Lowdown on Going Down', con una nítida fotografía de una mujer desnuda en la cubierta, las piernas alzadas sugestivamente. Entre las dos tapas, hay 144 páginas de instrucciones explícitas para practicar el sexo oral.
‘Lowdown' es un título de Broadway Books, una subsidiaria del gigante editorial Random House. El libro, de Marcy Michaels y Marie DeSalle, es uno de una docena de nuevos títulos publicados el año pasado en el creciente y cada vez más picante género de libros sobre cómo-tener-sexo, que emplea títulos provocativos y en argot -a veces vulgar- para captar a nuevos lectores. Compitiendo por el espacio en las mismas estanterías se encuentran ‘Hot Monogamy', ‘The Wild Guide to Sex'‘ y ‘Mind-Blowing Sex'.
Al menos desde 1972, cuando se publicó ‘The Joy of Sex' [El Goce de Amar], de Alex Comfort, con su cohibido tono literario y capítulos con títulos como ‘Mouth Music' y ‘Playtime', los libros de sexo -o los manuales de matrimonio, como se los llamaba eufemísticamente entonces- han salpimentado sus contenidos para mantenerse a la altura de los tiempos.
Ahora los viejos y ejemplares libros como ‘Joy of Sex', que invitaban a los lectores a expandir sus horizontes más allá de la posición del misionero, han sido remplazados por brillantes libros en rústica exaltando la excitación que se puede sentir con el sexo oral, el sexo anal, el fetichismo y el sadomasoquismo. Las parejas que antes eran retratadas en un discreto abrazo, ahora muestran penetraciones completas. El lenguaje meditado, académico, a veces clínico, ha sido remplazado por un tono de chiquilla parlanchina que podría haber sido escrito por Samantha Jones, la franca y sexualmente voraz publicista de ‘Sexo en Nueva York'.
Los que están en el comercio de la publicación de estos libros dicen que la evolución se ha acelerado, alimentada por la necesidad de ser relevante en una cultura cada vez más sexualizada. "La generación para la que estamos publicando ahora es mucho más abierta en cuanto a la terminología y mucho más franca", dijo Bryce Willet, el gerente de ventas de Ulysses Press, en Berkley, California, que publica ‘The Little Bit Naughty Book of Sex Positions' y la ‘Wild Guide to Sex and Loving'.
"Están acostumbrados a los diálogos de ‘Sexo en Nueva York' y no se asustan ni son tan remilgados en el lenguaje y tópicos. En otra época se habrían obligado a bajar la voz o usar un tono serio", dijo Willet.
Incluso ‘El goce de amar', una franquicia indisputable, que estuvo años en la lista de mejores ventas del New York Times después de que fuera publicado y era tan picante para su época que fue prohibido en las bibliotecas en algunas ciudades, tuvo que adaptarse. Mientras la actual edición, revisada completamente en 2002 por Crown Publishers, todavía conserva las alusiones a Darwin y Freud escritas originalmente por el doctor Comfort (un biólogo profesional), algunas referencias a la anatomía femenina son escritas ahora en argot. Además, los dibujos al carboncillo de parejas entrelazadas son ahora más cargadas eróticamente.
"Ahora la gente acepta un rango mucho más amplio del lenguaje popular sexual", dijo Steve Ross, editor de Crown, sobre la versión actualizada, que, dijo, fue redactada de manera más coloquial y directa que el original.
El renacimiento y auge de las guías de sexo tiene en parte una deuda con Judith Regan, de ReganBooks, el editor de ‘How to Have a XXX Sex Life', ‘How to Make Love Like a Porn Star' y ‘She Comes First' (2004), un animado tratado sobre el cunnilingus, que ha sido suficientemente exitoso como para engendrar una secuela, ‘He Comes Next', que saldrá en febrero.
"Salió y conoció gente puntuda y los hizo escribir para el gran mercado", dijo Charlotte Abbott, el editor de novedades de Publishers Weekly. "Ella abrió el camino para libros de sexo más explícitos". Regan, describiendo a una generación anterior de manuales sexuales como "mansos y asépticos", decidió hacer algo mejor. Los últimos libros, aunque proporcionan en general la misma información que sus antepasados, dijo, son "más escandalosos y francos y al mismo tiempo más divertidos y agradables, como Las Vegas".
Gracias a la naturaleza anónima de las compras en internet, dicen los editores, los últimos libros sobre cómo hacerlo en el sexo, han encontrado un creciente círculos de lectores. "Las guías de sexo son un tema permanente y de interés fiable", observó Ross. "Pero ahora que los consumidores pueden comprarlos sin la tradicional incomodidad, su crecimiento ha sido explosivo". Dijo que ‘203 Ways to Drive a Man Wild in Bed', por ejemplo, vendió 325.000 ejemplares.
Las mujeres son las principales consumidoras de los nuevos manuales, que, como ‘She Comes First', enfatizan su placer. "Un montón de estos libros son un ajuste de cuentas", dijo Regan. "Están diciendo: ‘Oye, nosotras también queremos placer". Los editores dicen que no hay un blanco demográfico específico para los libros, aunque los comentarios sugieren que los lectores tienen entre 20 y 60 años.
Y aunque los libros son escritos por hombres y mujeres, las mujeres que los escriben tienden a ver una causa de por qué lo hacen. Debra McLeod, co-autora con su marido, Don, de ‘The French Maid: And 21 More Naughty Sex Fantasies to Surprise and Arouse Your Man' (Broadway), una compilación de fantasías eróticas publicadas este año, dijo que escribía fundamentalmente para mujeres "porque el sexo es ahora el terreno de las mujeres". Agregó: "Corresponde a la mujer asegurarse de que la vida sexual de la pareja siga siendo satisfactoria".
A pesar de contenidos que parecen estar rompiendo siempre tabúes -incluyendo la bestialidad, en algunos libros- los editores dicen que estos libros en el fondo son libros profesionales, quizás incluso provechosos. "No los estamos publicando para causar conmoción", dijo Kristine Poupolo, editor en Doubleday Broadway, cuyos actuales éxitos incluyen ‘The Many Joys of Sex Toys', de Anne Semans. "Me gusta pensar que estamos mejorando la vida de la gente".
Algunos expertos se muestran escépticos. "Puedes prometer el mejor sexo en la historia de la humanidad, pero eso no es lo que quiere la mayoría de la gente", dijo el doctor Martyn Klein, un consultor matrimonial y de familia, y terapeuta sexual en Palo Alto, California. La mayoría de las parejas, continuó Klein, se conformarían con los placeres más simples de la cercanía y el afecto. "Un libro titulado ‘How to Get Your Wife to Hug You a Little Bit More' or 'How to Get Your Husband to Slow Down and Caress Your Hair and Love Doing It', son libros que pueden cambiar la vida de la gente".
Pero los nuevos manuales sexuales dan relativamente poco espacio a la intimidad y a una relación duradera. Mientras ‘El goce de amar' incluye una introducción donde se afirma que se trata sobre todo del amor, y también tiene un capítulo sobre la ternura, sus descendientes enfatizan la experimentación y la pericia. "Revisad mutuamente la ropa que lleváis; pensad en cómo te gustaría que se vistiera el otro", sugiere Paul Scott, autor de ‘Mind Blowing Sex'. Luego hay alguna calistenia para la boca que parecen requerir tanta práctica como tocar el oboe.
Un manual de Ulysses Press, cuyo título mismo es vulgar, induce a los lectores a un arsenal de juegos sadomasoquistas, incluyendo accesorios como látigos, esposas y cámaras de video. "Si quieres hacer una película pornográfica victoriana, simplemente gire el cuadrante hacia sepia", propone Flic Everett, el autor.
Se sabe poco sobre si los nuevos libros de sexo han alterado las actitudes e interpretación de la sexualidad humana. "En los manuales antiguos había algo de investigación", dijo la doctora Julia Heiman, directora del Instituto Kinsey para la Investigación sobre el Sexo, el Género y la Reproducción. "Teníamos algunas evidencias de que han provocado al menos cambios en el funcionamiento sexual". Heiman agregó que no han aparecido estudios similares últimamente. "Pero eso es lo que tiene que ocurrir si tenemos que descubrir si estas cosas tienen o no un impacto positivo en la salud sexual", dijo.
Para algunos lectores la salud sexual puede ser irrelevante. Willet, de Ulysses Press, dijo que títulos como ‘The Wild Guide to Sex and Loving' se vendió mejor en el Cinturón Bíblico que en mercados como Nueva York. Los libros son "explícitos pero no pornográficos", dijo. "En áreas donde la gente tiene acceso limitado a la pornografía, estos libros satisfacen una necesidad".
A medida que son libros sexuales devienen más ardientes, algunos editores, incluso los más arriesgados, ya están pensando en dar marcha atrás. "Todavía hay lugares donde estos libros son útiles", dijo Regan. "Pero yo no vivo allá".
"La regulación social, el cortejo, las flores, el romance, esas son cosas que ahora parecen más novedosas", agregó. "Quizás de lo que se trata ahora es de volver a ser remilgado".

29 de mayo de 2005
©new york times
©traducción mQh

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