evangélicos en iraq
[Caryle Murphy] Otros cristianos y musulmanes los ven como amenaza.
Bagdad, Iraq. Con los brazos estirados, los miembros de la congregación de la Iglesia Nacional Bautista Evangélica cantaban un himno de alabanza, acompañados de baterías, guitarra eléctrica y teclado. En un rincón, diapositivas de Jesús llenaban la pantalla. Una simple cruz de madera adornaba el podio y los feligreses salpicaban el bíblico sermón del pastor con aprobatorios gritos de amén.
La Nacional Evangélica es la primera congregación bautista de Iraq y una de al menos siete nuevas iglesias cristianas evangélicas en Bagdad en los últimos dos años. Su servicio del domingo en la tarde, en un edificio detrás de una casa en una calle tranquila, atrae a un par de cientos de feligreses que gustan de la música alegre y del énfasis en la Biblia.
"Estoy sediento de este tipo de iglesia", dijo en un servicio Suhaila Tawfik, una médico-veterinaria que se crió como católica. "Quiero profundizar en mi comprensión de la Biblia".
Tawfik no es la única. El derrocamiento norteamericano de Saddam Hussein, que restringía el establecimiento de nuevas congregaciones, ha alterado el paisaje religioso de un Iraq predominantemente musulmán. Un nuevo y enérgico activismo cristiano evangélico, apoyado por evangélicos extranjeros y occidentales, está amenazando el dominio de las denominaciones cristianas de Iraq y preocupando a líderes religiosos musulmanes y cristianos sobre la amenaza que representa para el orden establecido.
El número de evangélicos no es significativo -quizás algunos miles- en el contexto de los 800.000 cristianos de Iraq. Pero están emergiendo en una época en que las iglesias tradicionales del país han perdido su condición privilegiada y han visto una reducción de sus rebaños debido a décadas de emigración. Ahora los líderes religiosos tradicionales ven cómo se llenan sus nuevas iglesias evangélicas, no tanto con musulmanes convertidos como con cristianas como Tawfik, que buscan un nuevo tipo de experiencia religiosa.
"El modo en que llegaron los predicadores aquí... con soldados... no fue algo bueno", dijo Jean Sleiman, el arzobispo católico de Bagdad. "Creo que tenían la intención de convertir a musulmanes, aunque los cristianos no lo han hecho aquí en 2.000 años".
"Al final", dijo Sleiman, "están atrayendo a cristianos de otras iglesias".
Las nuevas iglesias de Iraq son parte de una creciente presencia del evangelismo en varios países de Oriente Medio. En la vecina Jordania, por ejemplo, "la presencia evangélica nativa está creciendo y prosperando", dijo Todd Johson, un investigador del cristianismo en el mundo del Seminario Teológico Gordon-Conwell, en Massachusetts.
Nabeeh Abbassi, presidente de la Convención Bautista Jordana, dijo en una entrevista en Amán que había en Jordania unos 10.000 feligreses evangélicos y 50 iglesias.
Mientras la mayoría de los evangélicos en Jordania provienen de denominaciones cristianas tradicionales, dijo Abbassi, "hay cada vez más conversiones de musulmanes".
La población cristiana de Iraq ha sido organizada durante siglos en denominaciones como el catolicismo caldeo y el catolicismo romano. Aunque el régimen secular de Hussein permitía la libertad de credo, restringía las nuevas denominaciones, especialmente si eran respaldadas por iglesias occidentales.
Durante la invasión norteamericana de 2003, los evangélicos americanos no ocultaron su deseo de seguir a las tropas. Samaritan's Purse, la organización internacional de ayuda dirigida por el reverendo Franklin Graham -que ha llamado al islam una religión "demoníaca y perversa"- y la Comisión Internacional de Evangelización [International Mission Board] de la Convención Bautista del Sur, la denominación protestante más grande del país, eran las que movilizaban a los misioneros y la ayuda.
Poco después de la caída de Hussein, entraron al país diciendo que su principal tarea eran proporcionar a los iraquíes ayuda humanitaria. Pero su fuerte énfasis en compartir su fe preocupó a musulmanes y a algunos cristianos de que los protestantes fueran a hacer proselitismo.
Entonces se deterioró la seguridad en Iraq -mataron a cuatro misioneros bautistas sureños, los occidentales empezaron a ser secuestrados y al menos 21 iglesias fueron atacadas- obligando a huir a la mayoría de los evangélicos extranjeros. Pero los evangélicos iraquíes se quedaron.
"Para los cristianos, ahora hay democracia", dijo Nabil Sara, pastor de la Nacional Bautista Evangélica. Algunos líderes religiosos, sin embargo, están cuestionando esa idea.
"Los evangélicos vienen aquí y me gustaría preguntarles: ¿A qué venís? ¿Con qué motivo?", dijo el patriarca Emmanuel Delly, director del rito oriental de la Iglesia Católica Caldea, la comunidad cristiana más grande de Iraq.
En entrevistas, Delly y Sleiman se debatían entre sus creencias en la libertad de religión y la amenaza que perciben del nuevo evangelismo. También expresaron su resentimiento de lo que perciben como la suposición de los evangélicos de que los miembros de las viejas denominaciones cristianas no son verdaderamente cristianos.
"Si no somos cristianos, deberían decirnos cómo encontrar el camino correcto", dijo Delly, sarcásticamente. "No estoy contra los evangélicos. Si fueran a un país ateo a promover a Cristo, les ayudaríamos nosotros mismos".
Sleiman dijo que los protestantes están sembrando "una nueva división" porque "las iglesias aquí son comunidades grandes con tradiciones, lengua y cultura, y no simplemente un edificio donde reza alguna gente. Si quieres ayudar a los cristianos de aquí, deberías ayudarlos a través de las iglesias existentes".
27 de junio de 2005
©boston globe
©traducción mQh
La Nacional Evangélica es la primera congregación bautista de Iraq y una de al menos siete nuevas iglesias cristianas evangélicas en Bagdad en los últimos dos años. Su servicio del domingo en la tarde, en un edificio detrás de una casa en una calle tranquila, atrae a un par de cientos de feligreses que gustan de la música alegre y del énfasis en la Biblia.
"Estoy sediento de este tipo de iglesia", dijo en un servicio Suhaila Tawfik, una médico-veterinaria que se crió como católica. "Quiero profundizar en mi comprensión de la Biblia".
Tawfik no es la única. El derrocamiento norteamericano de Saddam Hussein, que restringía el establecimiento de nuevas congregaciones, ha alterado el paisaje religioso de un Iraq predominantemente musulmán. Un nuevo y enérgico activismo cristiano evangélico, apoyado por evangélicos extranjeros y occidentales, está amenazando el dominio de las denominaciones cristianas de Iraq y preocupando a líderes religiosos musulmanes y cristianos sobre la amenaza que representa para el orden establecido.
El número de evangélicos no es significativo -quizás algunos miles- en el contexto de los 800.000 cristianos de Iraq. Pero están emergiendo en una época en que las iglesias tradicionales del país han perdido su condición privilegiada y han visto una reducción de sus rebaños debido a décadas de emigración. Ahora los líderes religiosos tradicionales ven cómo se llenan sus nuevas iglesias evangélicas, no tanto con musulmanes convertidos como con cristianas como Tawfik, que buscan un nuevo tipo de experiencia religiosa.
"El modo en que llegaron los predicadores aquí... con soldados... no fue algo bueno", dijo Jean Sleiman, el arzobispo católico de Bagdad. "Creo que tenían la intención de convertir a musulmanes, aunque los cristianos no lo han hecho aquí en 2.000 años".
"Al final", dijo Sleiman, "están atrayendo a cristianos de otras iglesias".
Las nuevas iglesias de Iraq son parte de una creciente presencia del evangelismo en varios países de Oriente Medio. En la vecina Jordania, por ejemplo, "la presencia evangélica nativa está creciendo y prosperando", dijo Todd Johson, un investigador del cristianismo en el mundo del Seminario Teológico Gordon-Conwell, en Massachusetts.
Nabeeh Abbassi, presidente de la Convención Bautista Jordana, dijo en una entrevista en Amán que había en Jordania unos 10.000 feligreses evangélicos y 50 iglesias.
Mientras la mayoría de los evangélicos en Jordania provienen de denominaciones cristianas tradicionales, dijo Abbassi, "hay cada vez más conversiones de musulmanes".
La población cristiana de Iraq ha sido organizada durante siglos en denominaciones como el catolicismo caldeo y el catolicismo romano. Aunque el régimen secular de Hussein permitía la libertad de credo, restringía las nuevas denominaciones, especialmente si eran respaldadas por iglesias occidentales.
Durante la invasión norteamericana de 2003, los evangélicos americanos no ocultaron su deseo de seguir a las tropas. Samaritan's Purse, la organización internacional de ayuda dirigida por el reverendo Franklin Graham -que ha llamado al islam una religión "demoníaca y perversa"- y la Comisión Internacional de Evangelización [International Mission Board] de la Convención Bautista del Sur, la denominación protestante más grande del país, eran las que movilizaban a los misioneros y la ayuda.
Poco después de la caída de Hussein, entraron al país diciendo que su principal tarea eran proporcionar a los iraquíes ayuda humanitaria. Pero su fuerte énfasis en compartir su fe preocupó a musulmanes y a algunos cristianos de que los protestantes fueran a hacer proselitismo.
Entonces se deterioró la seguridad en Iraq -mataron a cuatro misioneros bautistas sureños, los occidentales empezaron a ser secuestrados y al menos 21 iglesias fueron atacadas- obligando a huir a la mayoría de los evangélicos extranjeros. Pero los evangélicos iraquíes se quedaron.
"Para los cristianos, ahora hay democracia", dijo Nabil Sara, pastor de la Nacional Bautista Evangélica. Algunos líderes religiosos, sin embargo, están cuestionando esa idea.
"Los evangélicos vienen aquí y me gustaría preguntarles: ¿A qué venís? ¿Con qué motivo?", dijo el patriarca Emmanuel Delly, director del rito oriental de la Iglesia Católica Caldea, la comunidad cristiana más grande de Iraq.
En entrevistas, Delly y Sleiman se debatían entre sus creencias en la libertad de religión y la amenaza que perciben del nuevo evangelismo. También expresaron su resentimiento de lo que perciben como la suposición de los evangélicos de que los miembros de las viejas denominaciones cristianas no son verdaderamente cristianos.
"Si no somos cristianos, deberían decirnos cómo encontrar el camino correcto", dijo Delly, sarcásticamente. "No estoy contra los evangélicos. Si fueran a un país ateo a promover a Cristo, les ayudaríamos nosotros mismos".
Sleiman dijo que los protestantes están sembrando "una nueva división" porque "las iglesias aquí son comunidades grandes con tradiciones, lengua y cultura, y no simplemente un edificio donde reza alguna gente. Si quieres ayudar a los cristianos de aquí, deberías ayudarlos a través de las iglesias existentes".
27 de junio de 2005
©boston globe
©traducción mQh
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