Blogia
mQh

detalles sobre srebrenica


[Marlise Simons] Cuando se prepara el juicio.
La Haya, Holanda. Para llevar a cabo la más infame masacre de la guerra de Bosnia, sus organizadores tramaron un elaborado truco. Robaron cascos azules y vehículos blancos de los soldados de la misión de paz de Naciones Unidas para poder engañar y capturar a sus víctimas. Bloquearon el acceso a los caminos para mantener a distancia a extraños como los operadores de la Cruz Roja y periodistas.
El 11 de julio de 1995, mientras los balazos sonaban en la noche, el jefe militar serbo-bosnio, el general Ratko Mladic, se reunía en un hotel de la localidad con un hombre llamado para que hablara con la aterrada gente en el pueblo en la montaña de Srbrenica. "Yo garantizo que dejaremos vivir a todos los que entreguen sus armas", dijo el general. "Necesito una respuesta clara, para poder decidir como hombre y comandante".
Pero a la mañana siguiente empezó un orgía homicida que duró cinco días. Para cuando terminó, el ejército y las fuerzas policiales serbo-bosnias habían capturado y ejecutado sistemáticamente a cerca de 8.000 niños y hombres.
El general Mladic y el líder político serbo-bosnio Radovan Karadzic, que fueron acusados de ser los principales arquitectos de la peor masacre de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, han eludido la captura. Pero muchos hombres de sus círculos íntimos están ahora en prisión.
Los fiscales del tribunal de crímenes de guerra de Naciones Unidas en La Haya están preparando un juicio colectivo de nueve oficiales de alta jerarquía acusados de desempeñar papeles claves en la masacre de Srebrenica. Ese juicio colectivo hará verse disminuido todos los juicios anteriores del tribunal.
Los nueve hombres son acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad y cinco de ellos de complicidad para cometer genocidio.
El juicio colectivo es posible porque ocho de los generales y oficiales superiores del ejército serbo-bosnio han llegado a La Haya en los últimos meses. Su "entrega voluntaria" ha sido en gran parte el resultado de la presión internacional sobre las autoridades serbias. Uno de ellos sigue fugitivo.
Los jueces del tribunal que se ocupan de la antigua Yugoslavia todavía deben aprobar el procesamiento de los hombres como un grupo, y todavía no se fija la fecha del juicio. Algunos abogados que siguen el juicio han dicho que temen que un juicio colectivo pueda transformarse en una pesadilla burocrática, en las que estarán involucrados al menos 18 abogados de la defensa y varios fiscales. Varios abogados defensores han objetado la celebración de un juicio colectivo.
Pero los fiscales sostienen que procesar juntos a los acusados evitará duplicaciones, minimizará las dificultades de las víctimas y testigos y asegurará la consistencia en el tratamiento de los crímenes cometidos durante la misma campaña.
Los fiscales también dicen que su caso se ha visto fortalecido por un alijo de documentos que las tropas de la OTAN requisaron recientemente de los archivos de una de las principales entidades militares, el Cuerpo Drina. Se dice que los archivos incluyen declaraciones y papeles firmados por varios de los acusados.
Hasta ahora, los juicios en relación con las guerras de los años noventa que destrozaron Yugoslavia han sido breves y han descansado pesadamente en testimonios de testigos.
Se conoce gran parte de lo que pasó en Srebrenica, que había sido un protectorado de Naciones Unidas. Algunos detalles salieron a superficie durante los dos juicios de tres oficiales de alto rango que están ahora cumpliendo largas sentencias. Los otros tres -dos altos oficiales y un soldado de un pelotón de fusilamiento- se declararon culpables y proporcionaron extensas declaraciones.
La imagen que surgió durante esas largas horas en el tribunal muestran que la captura y asesinato de los hombres y niños de Srebrenica fueron coordinados por la rama de seguridad e inteligencia militar del ejército serbo-bosnio y la policía militarizada. Las fuerzas fueron proporcionadas y pagadas por un departamento especial del gobierno serbio en Belgrado, cuyo presidente era Slodoban Milosevic. Su juicio por crímenes de guerra aquí va en su cuarto año.
La masacre de Srebrenica empezó poco después de que las tropas del general Mladic abrumaran a los 300 soldados holandeses de Naciones Unidas que protegían a unas 40.000 personas que habían buscado refugio en el pueblo o que ya vivían ahí.
Las tropas serbo-bosnias separaron inmediatamente a más de 1.000 hombres y niños bosnios musulmanes desarmados, de las familias que se habían refugiado en el pueblo. Varios miles de otros, antiguos combatientes y civiles, fueron emboscados cuando trataban de escapar a través de los bosques. Otros se rindieron, engañados, a serbios disfrazados de soldados de Naciones Unidas, han declarado los testigos.
Los prisioneros fueron ejecutados en varios lugares en el área, en una bodega, en una granja, cerca de un embalse, en la ribera de un río. Muchos cuerpos fueron encontrados más tarde en fosas comunes, con las manos atadas a la espalda. La lista de desaparecidos compilada por la Cruz Roja tiene cerca de 8.000 nombres.
"Fue una enorme empresa logística, trasladar a los prisioneros, luego sacar sus cadáveres y hacerlo todo sin que Naciones Unidas ni la prensa pudieran observarlo", dijo un fiscal que ha trabajado un largo tiempo en el caso. Según las reglas del tribunal, sólo portavoces oficiales, no los fiscales, pueden hablar con la prensa.
Si el juicio colectivo sigue adelante, los acusados incluirán a los que se cree que son "los verdaderos ejecutores, los tipos en el terreno que hicieron que esto fuera posible", dijo el fiscal. Entre ellos se encuentran Ljubomir Borovcanin, un comandante de policía encargado de capturar y matar a los fugitivos. En el tribunal, los fiscales han mostrado una fotografía de él durante la operación, con una casco de Naciones Unidas.
Dos de los otros acusados del círculo interno del general Mladic son el coronel Ljubisa Beara, el jefe de seguridad e inteligencia del estado mayor del ejército, y uno de sus diputados, el teniente coronel Vudajin Popovic. Su acusación dice que supervisaron la deportación de mujeres y niños y se preocuparon de que los hombres y los niños fueran separados, detenidos en centros de detención temporales y llevados luego a los campos de matanza.
Una interceptación de radio del 15 de julio, durante los asesinatos, parece registrar el progreso. En la grabación, que se escuchó en el tribunal en un juicio anterior, un hombre que se identifica a sí mismo como coronel Beara informa a su jefe y pide asistencia porque "tengo 3.500 paquetes que repartir", una referencia, dicen los fiscales, a los detenidos y cadáveres de los tenían que deshacerse.
La tarde del 17 de julio, en otra grabación de radio escuchada en el tribunal, el coronel Popovic llama a su jefe, el general Radislav Krstic, desde una granja donde, ese día, en un lapso de cinco horas, se ejecutaron a unos 1.200 prisioneros.
"Hola, soy Popovic, jefe", dice. "Todo ha terminado. Ese trabajo ya se hizo. No hay problemas. Estoy aquí en el lugar. ¿Puedo tomar un descanso, ducharme? Básicamente, ha sido un trabajo de categoría".
Esa noche, de acuerdo a las interceptaciones, el coronel Popovic trató de alcanzar al general Krstic de nuevo, pero sin éxito. Para entonces, 500 prisioneros más habían sido asesinados, en un centro cultural de Pilice. En la grabación, el hombre que se identificó como el coronel Popovic, dice: "Diga al general que he terminado el trabajo. Estuve yo mismo en el lugar". Agrega: "Fue horrible, horrible".
Entre las preguntas que los fiscales esperan responder en cualquier futuro juicio en relación con Srebrenica es cuándo, cómo y quién tomó la decisión de cometer asesinatos en masa. También quieren encontrar otra crucial pieza del puzzle: cuál fue exactamente el papel de Milosevic en los asesinatos y deportaciones de musulmanes durante los tres años de guerra en Bosnia que terminaron a fines de 1995.
Otro juicio ya iniciado trata los crímenes de guerra cometidos por fuerzas musulmanas antes de la caída de Srebrenica. Pero los fiscales dicen que aunque serbios, croatas y bosnios cometieron crímenes de guerra durante las guerras de principios de los años noventa, la evidencia de que la mayoría de esos crímenes fueron cometidos por serbios es abrumadora, y el crimen más grave tomó lugar en Srbrenica.
Mark Harmon, el fiscal jefe en el caso contra el general Krstic, que fue sentenciado a 35 años de prisión, dijo a los jueces en ese juicio que Srbrenica era "el triunfo del mal -una historia sobre cómo oficiales y soldados del ejército serbo-bosnio, hombres que decían ser soldados profesionales, hombres que decían representar los ideales de un pasado serbio idealizado, organizaron, planificaron y participaron voluntariamente en el genocidio"

7 de julio de 2005
©new york times
©traducción mQh


1 comentario

El Enigma -

... mas que nunca, que paguen.

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra